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Mi Vida Sexual: Parte 4 Señor X y Sara parte 2

en Hetero: General

Atención:

(Este relato que estoy a punto de contarles es 100% real pero no me voy a poner a rogarles para que me crean, conforme avance la historia se darán cuenta. Por razones de respeto y seguridad voy a cambiar mi nombre y el nombre de las personas que han hecho parte de esta historia, además estas historias están conectadas siguiendo una línea temporal para poder entender debes leer todo desde el principio).

Luego de un par de minutos, empezamos a utilizar la lengua, ella sabía lo que hacía, yo solo trataba de que se sintiera bien, ya estaba empalmado y ella lo había notado. Así que decidí dar un paso adelante y empecé a bajar mis manos mientras le agarraba el trasero, ella dió un brinco de seguro no se lo esperaba pero siguió besandome y yo seguí masajeando y agarrando su trasero.

De repente, escuchamos un ruido atrás, era la abuela, había salido de su habitación para entrar al baño, ella dejó de besarme y me dió la espalda, debía esconderme pero no sabía qué hacer, se quedó quieta. Así que reaccione yo, me acerque a ella, de hecho puse mi entrepierna en su trasero, puse mis manos en su cintura y le susurré al oido.

- Yo: ¿Que hacemos?

- Sara: No hagas ruido.

No sé que estaba esperando, su abuela salió del baño y volvio a su habitación, ella sabía que debía esperar. Respiró hondo y dijo.

- Sara: Volvió a la habitación.

Así que era mi luz verde, mis manos subieron de su cintura a sus tetas y empecé agarrarlas, no podía creer que estaba agarrando las tetas de Sara, la capitana de Volley del colegio. Ella dió otro brinco en el cual sentí como golpeó su trasero contra mi erecto pene que ya quería salir de ese encierro. Pero le gustó y empecé a sentir su respiración entrecortada, le gustaba lo que estaba sintiendo.

Pero no estaba calculando la situación, yo era virgen y estaba a punto de tener sexo con una mujer que parece que tiene muchas más experiencia que yo, luego su voz me saco de mis pensamientos.

- Sara: ¿Quieres saber porque no puedo ir a la casa cuando mis papás no están?

Se volteó, me miró fijamente y se puso de rodillas ante mi, tenía a Sara de rodillas ante mi. Me desarmo el cordón de mi sudadera y con su mano izquiera me bajo la sudadera a mis pies y con su mano derecha me palmo la verga por encima del boxer. Me volvió a mirar y sonrió de la forma más morbosa, nunca había visto este gesto en una mujer y menos en Sara.

Así que utilizo las dos manos y empezo a bajarme los boxer mientras se mordía los labios, vio una verga venosa y bastante erecta.

Oigan no voy a mentir no la tengo enorme, para ser honesto es el tipo de pene que la ve una mujer y no puede decir: "Oh es pequeña" ni tampoco "Oh qué enorme". No es un pene normal porque una de las frases que me quedo de el Señor X fue, "50% cantidad, 50% calidad para un 100% de satisfacción". Tener la verga enorme no hace que con solo meterla ya una mujer tenga una erección, hay que saber usar el pensé y moverse bien pero repito era virgen todo lo que sabía sobre sexo en ese momento era pura teoría.

Volviendo al tema, Sara bajo mis boxer a mis pies yo no me quite nada, deje mis tenis puestos, mi sudadera y boxer a mis pies porque si volvía a sonar algo atrás o llegaba alguien debía subirme rápido la sudadera.

Ella tomo mi verga con una mano y mis huevos con la otra, suavemente corrió hacia atrás la piel que tengo en mi pene y mi cabeza quedó al descubierto, hizo algo super raro no empezó a chuparlo de una, empezó dándole besos a la cabeza, al tronco y a los huevos, ella sin duda sabía lo que hacía.

Luego de un minuto de besos, empezó a meterse la cabeza de mi pene a la boca y empezó un mete saca brutal, parecía una actriz porno, debí contenerme varias veces de no venirme porque todo era muy excitante, tenía a la chica más sexy de mi colegio chupándome la verga, mientras su abuela duerme y de repeso lo estamos haciendo en la cocina pero lo mejor estaba después, ella me hizo descubrir algo que me encanta, empezó a chuparme los huevos, Dios es lo que más me encanta del sexo oral, se metía un huevo a la boca y luego el otro, mientras con una mano me seguía masturbando, yo estaba en el cielo pero no duró mucho la situación, luego volvió a la cabeza de mi pene y empezó a tratar de metérselo todo, por poco lo logra eso fue para mí lo máximo que pude resistir sentir la parte de atrás de su boca en la cabeza de mi pene, sentía que me venía, así que la agarre de su cabello y apreté mi pene a su garganta sentía como los grandes chorros salían de mi interior hacia su garganta, ella empezó a ahogarse pero no me importaba, era mi primer sexo oral y no sabía lo que hacía, por un momento puso los ojos en blanco y fue cuando me asusté, así que la solté y saque mi pene de su boca, ella respiró hondo varias veces, me miró y me dijo.

- Sara: ¿Te gustó?

No podía creerlo, esta perra está loca. Pensé que iba a estar super enfadada.

- Yo: Si, me encanto. Nadie la chupa como tú. Ahora veamos cómo follas.

- Sara: No, eso sí que no. Aún soy virgen, me da miedo quedar embarazada.

En mi mente yo dije

- Yo: ¿¡Que!?

Hace semejante mamada y me dice que es virgen. Ella noto como la situación se hacía incómoda, así que volvió a tomar mi pene y me lo empezó a chupar para limpiar los restos de semen, su camiseta se había manchado un poco.

Termino de limpiarmelo pero no se me volvió a poner erecto, necesitaba otro momento, pense que iba a haber un segundo round pero no, ella me subió los boxers y yo prosegui subiendome la sudadera, pensé que había escuchado algo.

- Sara: Tienes que irte ya, mi abuela no demora en despertar.

- Yo: Sara, no me puedes dejar así iniciado.

- Sara: Ya te dije, no quiero quedar embarazada. ¿Además, trajiste condones?

- Yo: No

Respondí porque tenía razón, no quería embarazarla. Pero no me podía quedar así, debía hacer algo más. Así que le dije.

- Yo: Sara, déjame verte las tetas.

- Sara: No, mi abuela ya se va a despertar.

Pero no me importó, la volví a besar y ella me respondió el beso, entonces empecé a tomar sus tetas por encima de la camiseta y sentí mi semen, ella dió otro salto, era en serio ella era virgen, solo ha hecho mamadas y nada de sexo pero seguí, puse mis manos al final de su camiseta y se la empecé a subir, ella estaba muy exitada y no le importó.

Yo: Sube las manos.

Le ordené y ella me obedeció, le quite su camiseta y vi un brasier que no parecía de niña, era de mujer, ya no usaba cosas de niñas. Así que la voltee fuertemente, su trasero volvió a quedar a la par con mi entrepierna y ahí mi pene empezó a reaccionar.

Le quite el brasier, por cierto soy muy bueno quitando brasieres porque aprendí poniendo los de mi madre en una almohada y practicaba quitandolos, fue un dato del Señor X, decía que no había nada tan poco sexy como un hombre que no sabe quitar un bra.

Se lo desabroché y volví a voltearla.

- Yo: Extiende tus brazos.

Obedeció otra vez y se los quite. No eran como me los imagine, eran mejores. Eran perfectos, grandes, redondos, con una aureola de tamaño mediano y unos pezones bien paraditos de color rosado (mi favorito). Ella se empezó a tapar los senos, estaba nerviosa. La volvi a acercar a mí y la bese apasionadamente, luego le susurré al oido.

- Yo: Me encantas, Sara.

Ella no me respondió, tenía la respiración entre cortada, me aleje de llega y la mire a los ojos, ella se mordía el labio inferior. Luego mire sus tetas y empecé a masajearlas, creo que su punto débil son sus tetas porque estaba muy exitada, en su sudadera se empezaba a sentir como estaba mojada. Empecé a lamer, chupetear y morder los pezones, ella empezaba a gemir, ya no estaba en si, me tocó callarle la boca porque es una ruidosa.

Estuvimos así un rato, me impresionó porque le mordía los pezones y no me decía nada. La estaba pasando muy bien pero me di cuenta que había pasado mucho tiempo, alguien podría llegar o su abuela despertar, así que le dije.

- Yo: Debo irme.

- Sara: No, no te vayas.

Ya estaba muy excitada pero no teníamos condones y no era el momento, además la dejaría con ganas, volveríamos a vernos cuando de repente escuché algo atrás, su abuela había salido del cuarto, ella estaba desnuda de la cintura para arriba, me susurro.

- Sara: Escondete.

Eso hice, como mis cosas, además cogí su brasier, debía ayudar y luego me escondí detrás del sillón de la sala que colinda con la cocina y espere, ella se puso rápido su camiseta manchada, cuando su abuela llegó a la cocina. Escuché.

- Abuela de Sara: ¿Te gustó el almuerzo?

- Sara: Aún no he comido abuela, no me Ienfo bien, escuché como Sara se iba hacia la parte de atrás de su casa y su abuela la seguía. Era ahora o nunca, así que me órdene, cogí mis cosas, dejé los brasieres debajo del sillon y salí tratando de hacer el menor ruido posible pero esa puerta al cerrarla sonó muy duro.

Salí deprisa y me fui, algo debía invertirse Sara.

¿Que les pareció? Recuerden, estén pendientes, hay más historias.