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Mi Vida Sexual: Parte 3 Espiando a Mamá

en Amor filial

Atención:

(Este relato que estoy a punto de contarles es 100% real pero no me voy a poner a rogarles para que me crean, conforme avance la historia se darán cuenta. Por razones de respeto y seguridad voy a cambiar mi nombre y el nombre de las personas que han hecho parte de esta historia, además estas historias están conectadas siguiendo una línea temporal para poder entender debes leer todo desde el principio).

Ok, ok, lo siento. Me equivoqué, mi mamá no le estaba siendo infiel a mi papá, me deje llevar por el miedo. Mientras estaba ahí parado en una silla, mientras miraba por una pequeña ventana de el baño veía el reflejo del cuerpo desnudo de mi madre.

No podía creer lo que veían mis ojos, las grandes tetas de mi madre y sus erectos pezones se cubrían en un brasier con una fina combinación de colores rojo y negro con encajes. Veía como su gran trasero era tapado con un fino hilo de color negro con decoraciones en rojo.

Mi mamá no se iba a duchar para quitarse el olor a sexo que tuvo con otro hombre, mi madre quería probarse rápido la nueva ropa interior o lencería sexy que compró antes de que llegara mi padre.

Resulta que mi madre nunca le fue infiel a mi padre, lo que hizo fue irse de compras, no solo compró ropa interior sexy, estaba cambiando su guardarropa. Se había comprado una blusa blanca que hacía que sus dos grandes senos se vieran muy provocativos ya que no utilizo todos los botones y una falda de color beige ajustada que hacía ver su trasero de forma espectacular.

Aunque en ese momento no entendía mucho la situación fue años después cuando entendí porque mi madre estaba deprimida. Mi madre no estaba deprimida por las tetas de mi tía, mi madre estaba deprimida porque mi tía le contó que había visto como mi padre la espió mientras se duchaba (esto pasó en el tiempo que mi tía Carolina estuvo sanando de su cirugía) y parece que mientras la espiaba se estaba masturbando. Se esto porque mi tía también me lo contó a mí y la muy guarra me dijo que aunque lo vio no dijo nada porque le excito la situación.

Fue aquí donde odie a mi papá pero fue por poco tiempo ya que mi tía me lo explicó. Mi madre era muy puritana y eso estaba afectando a mi padre sexualmente, aunque mi madre desnuda dan ganas de follarla toda la noche con ropa es distinto, no te despierta ningún interés y si eso me pasó a mí de seguro también le pasaba a mi padre. Además mi madre no hacía muchas cosas en la cama, era sumisa pero no de las sumisas sexuales, de las que no hacen casi nada. Es por eso que ver a mi tía desnuda, viendo como el agua recorría por su largo cabello negro y como bajaba el agua por sus grandes tetas le tuvo que haber parado la verga, estaba tan entretenido que nunca se dió cuenta que mi tía lo vió y con esa confianza se masturbo.

Mi tía antes de irse le contó a mi madre, es por eso que mis padres discutían en su habitación y presumo que en esas discusiones mi papá se asincero con ella y le contó lo que pasaba. Aunque no fue una infidelidad parece que a mamá le afecto mucho, ella no termino con mi padre pero si entendió que debía cambiar un poco, que debía salir de su zona de confort y cuidar de su macho porque aunque solo fue una pajeada el podía hacer una estupidez más grande en el futuro.

Así que volviendo al espionaje, mi madre tenía encima de la cama otros dos sets de ropa interior muy sexy, había comprado más ropa sexy, con colores llamativos y ajustados. Pero vi algo que de verdad me hizo querer hacerme una paja ahí mismo, había comprado un traje en cuero negro de monja sexy, que digo sexy de monja puta, se quitó su primer outfit de ropa y también su ropa interior sexy y volvió a quedar desnuda, en ese momento me hubiera gustado tener algo para tomar fotos.

Mi madre se volvió a poner su bata y escuche el clic del seguro de la puerta del cuarto de mi madre, iba a salir. Me baje rápido del asiento y me puse a jugar con un balon de fútbol para disimular.

Luego escuché a mi mamá gritar.

- Mamá: ¿Apagaste la lavadora?

- Yo: No mamá, hace poco se fue la energía y la desconecte, no quería que cuando llegara se estropeará la lavadora pero olvide ponerla a funcionar otra vez.

Rayos, soy Loki el dios del engaño.

Ella no respondió nada y volvió a encender la lavadora, escuché que buscaba algo en la caja de herramientas de mi padre pero no pude ver que era.

Seguí jugando, debía comprometerme con la mentira para que ella no se diera cuenta que la estaba espiando y fue cuando caí en cuenta que no había quitado la silla de la pared que daba con la ventana del baño, era demasiado obvio. Así que corrí, moví la silla, me senté rápidamente y justo en ese momento apareció mi madre y me preguntó.

- Mamá: ¿Que, ya te cansaste?

- Yo: No pero es que ya no quiero jugar más, volveré a la PC ahora que volvió la energía.

- Mamá: ¿En serio se fue la energía? No me di cuenta, la luz de mi cuarto y el ventilador nunca se apagaron.

Mierda, la había cagado. Debía hacer algo.

- Yo: ¿En serio no te diste cuenta? Debiste estar muy entretenida, ¿que estás haciendo en tu cuarto? No te sueles encerrar tanto tiempo.

Era cierto, mi madre rara vez pasaba tanto tiempo en la tarde en su cuarto, se empezo a alterar y trato de disimular.

- Mamá: estoy leyendo un libro, es muy bueno, supongo que me entretuve tanto que no me di cuenta.

¿No les dije? El dios del engaño, hice que le creí, me fuí a la habitación de la computadora y ella volvió a su cuarto.

Espere dos minutos y volví al patio lo más rápido y silencioso que pude, luego puse la silla en posición, me trepe en ella y miré por la ventana.

- Yo: ¡¡Mierda!!

Dije en mi mente, mi madre ya se había puesto el traje de monja, (tengo el fetiche de que me encanta ver cuándo una mujer se quita y/o se pone la ropa lentamente), ¿Saben que buscaba mi madre en la herramienta de mi padre? Cinta negra, así es buscaba cinta negra, había cortado cuatro pedazos y se las puso en X en sus efectos pezones, se que le iba doler cuando se los quitara pero maldita sea, se veía endemoniadamente sexy. El traje negro hacia ver su trasero mas grande, ajustado como para follarla en cuatro mientras le dabas nalgadas en su blanco trasero y tenía unos tacones negros con suela roja, obviamente me estaba masturbando, ¿Recuerdan que dije que necesitaba algo nuevo y excitante para masturbarme? Lo había encontrado, fue increíble la paja que me hice, todo mi semen quedó pegado en la pared del patio, nunca lo limpié y esa mancha quedó durante un largo tiempo y nadie se dió cuenta...

Maldita sea repetía en mi mente, mi madre se había tomado muy enserio lo de salir de su zona de confort y sin duda alguna haría que el estúpido de mi padre jamás quisiera volver a espiar a otra mujer, luego vi como se quitaba el traje en cuero negro y lo ponía muy bien doblado sobre la cama, se dejó las cintas en los pezones y se puso su bata otra vez.

Volvía a salir, ya sabía lo que tenía que hacer, bajarme en silencio, acomodar la silla y jugar con el balón.

- Mamá: ¿Que, se fue otra vez la energía?

- Yo: No, solo espero a que cargue la PC.

En esos tiempos las PC no eran muy rápidas, así que la mentira servía.

- Mamá: Por cierto, ¿ya terminaste de hacer tareas? Te veo muy desocupado.

- Yo: Claro que sí, soy el inteligente de la casa.

- Mamá: Ya veo genio, voy a ver una película, ¿quieres verla?

- Yo: ¿No será una de esas películas malas que te gustan, verdad?

- Mamá: Olvídalo, sigue con tu juego.

Lo siento amigos, deben servirse decepcionados como yo lo hice, en ese tiempo nunca ocurrió nada con mi madre.

¿Que les pareció está historia? Cuéntenme y recuerden que hay más.