Pero no estaba calculando la situación, yo era virgen y estaba a punto de tener sexo con una mujer que parece que tiene muchas más experiencia que yo, luego su voz me saco de mis pensamientos.
Hace mucho que me había ganado, si me hubiera dicho súbete a mi camioneta lo hubiera hecho pero no pasó, perdí varios buses porque me quedé charlando con el Señor X.
Ok, ok, lo siento. Me equivoqué, mi mamá no le estaba siendo infiel a mi papá, me deje llevar por el miedo. Mientras estaba ahí parado en una silla, mientras miraba por una pequeña ventana de el baño veía el reflejo del cuerpo desnudo de mi madre.
Tenía mucho miedo, empecé a desesperarme pero mi enojo y curiosidad eran más grandes, debía hacerlo, debía hacerlo por papá.
La primer historia de un hombre siempre empieza por la familia, en este caso por mi tía.