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Estreno de mi vida en común con mis dos chicas

en Trios

Hola lector. Aunque ya había puesto punto y final a mi serie he recibido algunos correos pidiendo una continuación. No veía yo mucho que continuar, pero bueno, siempre sale algo cuando nos lo proponemos y encima  me enviáis ideas (gracias Sandra😋). Así que aquí lo tienes y espero que sea de tu agrado.

 

INTRODUCCION

Antes que nada por si no has leído mi serie anterior te resumo mucho nuestra historia, si ya lo has leído puedes pasar directamente al siguiente párrafo.

La serie trataba de cómo conocí a mis dos chicas, nos enamoramos, exploramos todas las formas de darnos cariño y placer y después de superar todos los obstáculos nos fundimos en una relación maravillosa de amor a tres bandas.

 

Te doy algo más de información sobre nosotros tres empezando por mí:

-Diego, 33 años, madrileño, talla media, pene medio y robusto, moreno, tipo atlético modelado por horas de gimnasio, vida muy sana. De profesión, reportero cultural y ocasionalmente escritor. Hasta ahora vivía en un piso compartido con dos amigos.

-Raquel, 29 años, de Santander, cuerpo de infarto, curvas voluptuosas, pelazo moreno, tetas firmes, culazo de escándalo. Extrovertida, alegre y con mucha vida social. Es la jefa del departamento de administración de un conocido diario. Tiene un estudio en Embajadores en el que provisionalmente nos hemos instalado los tres.

-Aura, 22 años, de Oporto, bajita, pelo castaño, ojos verdes, piel clara, carita angelical. Trabaja con Raquel, a sus órdenes. Tímida y sin experiencia Raquel la tomó bajo su protección convirtiéndose en mucho más que una amiga. Pero desde que somos un trío se ha soltado mucho dejando atrás su timidez.

 

Acabamos de regresar de nuestra inesperada luna de miel en la que superamos el último escollo que estuvo a punto de sacar a Raquel de nuestras vidas y relegarnos a Aura y a mí a una relación de pareja. Afortunadamente el destino (con la ayuda de Aura) evitó semejante tragedia y nos unió de nuevo.

Hoy es el primer día de nuestra vida en común que espero que dure para siempre. Voy a esforzarme en hacerlas muy felices y evitar la rutina que arruina tantas relaciones por aburrimiento.

 

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LUNES 6:30

 

Sorprendentemente a pesar del jet lag he dormido de un tirón. Abro lentamente los ojos y voy visualizando la situación mientras las brumas del sueño se disipan y mi mente se despeja.

Estamos en el apartamento de Raquel donde vamos a quedarnos hasta encontrar un lugar más espacioso ya que aquí apenas tenemos 25 m2. Mi ropa y mis cosas siguen estando en mi piso compartido en Cuatro Caminos.

Estamos los tres en la cama, Aura a mi izquierda y yo abrazado a su espalda. Mi erección matinal presiona contra su desnudo y redondo culo, quizás es este delicioso roce el que me ha despertado. Me pego más a ella y aspiro el suave aroma que emana su cuello. Adoro a esta chica, aparentemente tan débil pero que ha sabido superarse a sí misma y a pesar de no tener más experiencia que conmigo y con Raquel, se ha convertido en una verdadera experta en proporcionarnos placeres que yo ni conocía.

A mi derecha y abrazada a mi espalda, Raquel que en estos momentos está despertando me transmite el calor de su piel. Siento sus tetas aplastadas sobre mis omóplatos y sus vellos púbicos haciéndome cosquillas en las nalgas. Qué puedo decir de ella, nunca había conocido a una chica tan fogosa que consiguiera llevarme a un éxtasis tan explosivo. Afortunadamente estoy bien entrenado, de lo contrario creo que la decepcionaría.

Al principio mi relación con ella era puramente sexual, a diferencia de Aura con quien desde el primer momento surgió la chispa del amor. Pero aunque no fuésemos capaces de verlo, todo estaba ahí desde el principio y no tardamos en descubrir que los tres nos amamos hasta el infinito y más allá.

El sexo con las dos es maravilloso pero con Raquel además es bestial. Jamás había conocido una mujer tan ardiente.

Me doy la vuelta y le susurro un buenos días mientras mis manos se posan sobre sus caderas.

Entreabre los ojos, me sonríe y baja la mano hasta mi paquete. Acaricia el endurecido miembro mientras me da un beso en el cuello.

-Buenos días mi vida. Parece que ya alguien se ha levantado por aquí abajo- dice mientras me masajea la verga - qué mejor forma de empezar el día que tenerte dentro de mí.

Raquel es deseo puro y no conoce el descanso. Sin decir nada más, se monta sobre mí, abre las piernas y se introduce mi polla que le entra con toda facilidad. Recostada sobre mi pecho, comienza a subir y bajar lentamente las caderas. Yo la acompaño con un suave movimiento pélvico.

Como no podía ser de otro modo, nuestros movimientos acaban de despertar a Aura. Se da la vuelta, nos mira sonriente y nos abraza mientras nosotros seguimos cabalgando cada vez más deprisa. Su mano se introduce entre nuestros cuerpos, acariciando mis huevos y presionando el perineo de Raquel, un truco que la propia Raquel le ha enseñado y ahora le demuestra que ha sido una alumna aplicada.

-Sigue Aura, seguir los dos, esto es delicioso. ¡Me estoy muriendo de gusto!

El calor de sus labios vaginales así lo demuestra. Aceleramos un poco más nuestro ritmo y llegamos ambos simultáneamente. Raquel se retira tras recibir su primera ración de leche caliente de la mañana. Por ella no pararía, se quedaría a repetir varias veces más pero el inmenso amor que siente por su amiga del alma le empuja a cederle el puesto. Antes de que la erección disminuya, ya tengo a Aura sentada sobre mí e introduciéndose hasta el fondo el miembro, ahora lubricado con los flujos de Raquel. Tumbado como estoy me ha tocado la parte más cómoda. Aura empieza a saltar sobre mí rebotando sus nalgas en mis piernas y profundizando una penetración cada vez más intensa. Raquel se sienta a su lado, se abrazan y se besan mientras yo solo tengo que ocuparme de mantener mi erección.

Los sabios movimientos de Aura hacen el resto y en pocos segundos me derramo en sus entrañas. Sudorosos pero no muy cansados, nos abrazamos los tres.

-Os quiero chicas.

-Nosotras también a tí - responde Raquel por las dos. Y ambas me dan un largo beso.

-Bueno - digo mientras me levanto - voy a preparar el desayuno que hay que recuperar fuerzas.

Las dejo en la cama desperezándose mientras se tienden una sobre la otra y se cubren de besos y caricias. Es una delicia verlas pero tengo tarea así que me pongo a ello. Preparo zumo, café, tostadas y un revuelto de huevos con champiñones. Dispongo todo sobre la mesa y me acerco a la cama. Las chicas siguen retozando, Aura encima y Raquel debajo, completamente mojadas, puedo oler claramente sus fluidos y simultaneamente mi polla vuelve a pedir guerra. Me temo que hoy se nos va a enfriar el desayuno.

 

Cojo a Aura por las caderas, ella vuelve la cabeza y observa mi erección.

-Veo que te alegras de vernos. Clavamela ya, estoy a cien y quiero tenerte dentro otra vez.

Separándose de su compañera se pone a cuatro patas sobre la cama abriéndose para mí. La penetro con ganas, ella se arquea para recibirme mejor y comienza a mover el culo con rapidez. A pesar de la excitación no se olvida de su compañera y le introduce un par de dedos haciéndola gemir de placer. Continúo dándole cada vez más deprisa hasta que otra vez el cálido semen se derrama en su interior.

 

Ahora sí nos levantamos, no porque no queramos continuar sino por falta de tiempo. Nos aseamos y desayunamos. La sesión de sexo matinal nos ha abierto el apetito y no dejamos nada en el plato.

Terminado el desayuno, las chicas se preparan para ir a la oficina. Aura va a ponerse una camisa y una falda pero se las quito de la mano, las introduzco en una mochila junto a sus útiles de aseo y le entrego su ropa de deporte.

-¡ Oh no ! - protesta sabiendo lo que eso significa

-¡ Oh sí ! - exclamamos Raquel y yo al unísono

 

Me he propuesto que ambas se pongan en forma y una buena manera de empezar es que se vayan corriendo al trabajo. Algo que Raquel ha aceptado de buena gana pero para Aura, más perezosa es un verdadero suplicio hasta que se acostumbre. Su oficina está en la Castellana a unos 5 kilómetros de distancia que pueden recorrer en su mayor parte por el Madrid Central relativamente libres de tráfico y humos.

 

Hago un inciso, querido lector, para aclararte que precisamente la razón de que aguantemos un ritmo sexual tan intenso es un fuerte entrenamiento aeróbico. El órgano sexual por excelencia, el que produce las erecciones en los hombres y hace fluir la sangre a la vagina y el clítoris de las mujeres, es el corazón. Un corazón fuerte y unas arterias limpias y el riesgo de disfunción eréctil desaparece como por ensalmo.

Así que ya lo sabes, si no tienes otra razón, hazlo por tus orgasmos, pero ponte las zapatillas y dale duro (se trata de subir cerca de las máximas pulsaciones, no de dar un paseíto). Eso sí, antes hazte un chequeo, que no quiero tener ningún infarto sobre mi conciencia :)

 

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Me despido de las chicas y desde la ventana veo cómo se alejan al principio con un suave trote de calentamiento. Sin necesidad de preguntarlo sé todo lo que va a ocurrir a continuación. Raquel irá subiendo la velocidad obligando a Aura a no remolonear. Llegarán a la oficina extenuadas. Sus camisetas y leggins cubiertos de sudor marcando claramente los contornos de sus pechos y sus caderas alegrarán la vista a tantos paseantes que a esas horas sacan a sus perros por los bulevares ajardinados de la Castellana o se toman su cafelito con porras en las terrazas de los bares cercanos. Entrarán en la oficina sorprendiendo también a sus compañeros varones y se dirigirán al vestuario. Allí se darán una ducha las dos juntas, cada una enjabonará a su compañera, entre este toqueteo y la cantidad de endorfinas liberadas en su carrera, su excitación renacerá y terminarán masturbándose mutuamente.

Luego se pondrán la ropa que llevan en la mochila y se dirigirán a sus puestos ante la duda de si es apropiado contar o no a sus compañeros el tipo de relación que ahora tienen. Es seguro que antes o después acabarán dandose cuenta por lo que mejor aclararlo cuanto antes. A mediodía acudiré a esperarlas y trataré de solucionar esto.

 

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8:00

 

Enciendo mi portátil y me pongo a trabajar en el proyecto que me ocupa actualmente. Se trata de unos cuentos infantiles en inglés orientados a niños de 4 a 6 años de los colegios bilingües. La editorial en colaboración con los colegios ha organizado unos talleres de lectura y dentro de un rato me toca acudir a un colegio para participar en uno de ellos. Me encanta la idea, que se sale completamente de lo que hago de forma habitual.

 

10:00

Acudo al colegio dando un paseo pues está cerca, por la zona de la Latina. Me encanta pasear por esta zona donde se respira el ambiente del Madrid más castizo y al mismo tiempo más multicultural, donde en menos de diez metros de distancia puedes degustar lo mismo un bocata de calamares que un kebab.

La profesora me recibe en el aula y me presenta ante una jauría de 25 niños de 5 años que saltan y gritan como locos.

-Son un poco difíciles y hoy están nerviosos por la novedad - se excusa

 

Les pongo en un corro y me siento en el suelo entre ellos. Cojo un par de libros y les propongo una de las historias, les hago una pequeña introducción viendo con alivio cómo se tranquilizan y centran en mí toda su atención.

Comienzo la lectura y cada vez que habla uno de los personajes cedo el libro a uno de los niños para que lea el corto diálogo. Están embelesados y completamente absortos dejando volar su imaginación.

Observo a un niño que ha quedado apartado y no está participando. Me levanto un momento y se lo hago saber a la profesora.

-Es algo tímido - me dice - me cuesta mucho integrarle en el grupo.

No sé por qué lo hago, esta no es mi guerra, pero este niño quizás me recuerda a la Aura tímida que conocí o a mí mismo en el colegio ya que mi infancia tampoco fue nada fácil, perdí a mis padres pronto y tuve muchas carencias afectivas y pocos amigos. El caso es que me dirijo al niño, le acaricio la cabecita y le propongo:

-Oye amigo, necesito un ayudante que me vaya recordando los nombres de los personajes. ¿Quieres echarme una mano?

Al niño se le ilumina la cara y me lo llevo al centro del círculo. Lo siento junto a mí y según avanza la lectura me va señalando emocionado los dibujos diciendome lo que aparece en cada uno.

 

Terminado el taller, salen al patio y me quedo a solas con la profesora en el aula.

-Es increíble lo bien que has conectado con los niños. Te adoran. Si tienes hijos deben ser muy afortunados de tener un padre como tú.

-Bueno, de momento no los tengo.

-Pues es una lástima - me dice y le noto una mirada inquisitiva - si tu pareja tiene el mismo feeling que tú, serían los niños más felices del mundo.

-Verás, no tengo exactamente una pareja…. - no sé cómo explicar mi situación a alguien que acabo de conocer ni si es adecuado hacerlo.

-Entiendo - responde mientras me mira y sus pupilas se dilatan levemente - supongo que aún no has encontrado a la persona adecuada - ¿Será que me está tirando los tejos? Va a ser mejor aclarar esto.

-A ver cómo te lo explico. En realidad tengo dos parejas. No por separado, es decir, somos un trío y vivimos juntos. Comprendo que ese no es el mejor ambiente para educar a los niños.

 

Mi sinceridad la ha dejado descolocada. A pesar de todo no parece escandalizada. Después de tomarse un respiro para digerir lo que acaba de escuchar me responde:

-Pues fijate que a lo mejor sí que es un buen ambiente. Esos niños tendrían el cariño no de dos sino de tres adultos. Así que buscate otra disculpa - añade con una sonrisa.

 

Lo cierto es que esto no me lo había planteado y ahora que lo pienso es un riesgo que estamos corriendo permanentemente. No estamos usando ni condones ni anticonceptivos. Sé que Raquel tiene un problema que le impide ovular correctamente pero Aura está completamente sana y con la cantidad de semen que recibe cada día es un milagro que aún no haya quedado embarazada. Ciertamente sería muy original que un niño tenga un papá y dos mamás.

 

-No te preocupes, todo llegará a su debido tiempo - le respondo - pero aún estamos empezando y no queremos apresurarnos.

 

Nos despedimos y me dirijo al gym para aprovechar el resto de la mañana con mi entrenamiento. A las 12 tengo una clase de pilates y luego he quedado con mi amigo Federico para entrenar con pesas.

Como siempre el gym está repleto de tías buenas eclipsadas por la presencia de Judit que atrae todas las miradas menos la mía. De todos modos ella también me ignora. Agua que no has de beber déjala correr. Sobre este punto he acordado con las chicas que podemos ocasionalmente tirarnos a otros siempre que seamos sinceros, nos lo contemos y tengamos claro que nosotros estamos por encima de todo. De todas formas es una necesidad que no siento. Está muy bien tener un derecho y no utilizarlo. Y creo que ellas tampoco se lo plantean. Por lo que el derecho que nos hemos concedido es un brindis al sol.

 

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14:30

 

Como aún falta media hora para que las chicas salgan del trabajo, hago tiempo tomando una caña en el bar de mi amigo Matías. Es precisamente el lugar en el que empecé con Raquel y Aura el día en que las conocí. De noche funciona como pub pero a esta hora es más bien un lugar de tapeo. La barra está atestada de gente y es un trasiego constante de jarras de cerveza, tostas de jamón y raciones de bravas.

Apenas me ve Matías me pregunta cómo estoy y que tal me fue con las dos chicas. No le había vuelto a ver desde aquel día.

-Pues me fué bien Matías y me sigue yendo bien.

Cojo la copa de cerveza y Matías se fija en la alianza de mi dedo.

-¡ Anda ! Pero te has casado. Chico, esto si que no me lo esperaba. Pero entonces ¿con cuál te quedaste?

En vez de responder le muestro mis dos manos. En cada anular llevo una alianza.

-¡ Cómo ! ¿Casado con las dos? Pero si no se puede. ¿Cómo lo has hecho?

-No Matías, esto solo es un símbolo entre nosotros. Estamos los tres juntos, viviendo juntos de hecho, pero sobre los papeles solo estoy casado con Aura. Esto es algo que tendremos que solucionar de alguna manera. Me va a tocar buscar un buen abogado.

-Vaya lío tienes. En fin, espero que os vaya bien. Y que no haya muchos como tú, que nos vais a dejar sin mujeres a los demás, jajaja.

-Bueno, también hay casos al revés. Tengo que irme, que se me hace tarde. Nos vemos.

 

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15:00

 

Espero a las chicas a la salida de su oficina para irnos a comer. He elegido un restaurante cercano donde hoy sirven cocido de tres vuelcos, porque hoy estamos hambrientos. A la hora en punto se abre la puerta y sale un grupo numeroso de gente entre el que están ellas dos. Es el momento de clarificar la situación.

Apenas llegan a mi lado Aura se abalanza sobre mí, me abraza y me besa. Veo alguna mirada curiosa pero nada más, a nadie extraña que Aura tenga novio.

-Mi amor, que alegría que hayas venido, ya te echaba de menos.

-Yo también a tí. Te quiero.

-¿Y a mí?- pregunta Raquel con su voz más melosa.

-Claro tonta, a tí también.

Suelto a Aura y beso a Raquel. Ahora sí que la hemos liado.

Una ligera mirada a mi alrededor me confirma la sorpresa generalizada de sus compañeros de trabajo. Para terminar de despejar cualquier duda, ellas también se besan. Nos cojemos de la mano y nos alejamos de allí dejando tras de nosotros un reguero de estupor y de mal disimuladas miradas al contoneo de las caderas de Raquel.

 

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16:00

 

Después de comer nos dirigimos a mi piso que queda cerca para tomar un café y relajarnos un rato. Creo que estaremos solos, porque los chicos normalmente pasan fuera todo el día.

Así es, pero nada más entrar en el salón veo que Rodrigo acaba de estar aquí con alguna de sus amigas. Huele fuertemente al perfume que usa que se superpone a sus olores corporales y los de una desconocida. El muy guarro no se ha molestado en recoger un poco. La cama está sucia y desordenada y encima se ha dejado un consolador. En la mesa veo también una fusta. Parece que aquí ha habido sexo del duro.

-¡ Que desastre ! Supongo que no esperaba que viniéramos. Anda Aura, vete preparando el café mientras yo recojo este estropicio.

Cambio la sábana de la cama, ventilo el salón y lavo el consolador, ya que está aquí quizás le demos un uso.

 

Diez minutos después llega Aura con tres tazas de humeante café. Demostrando su habilidad con la espuma en el mío ha dibujado un corazón y en los suyos un par de penes. Apenas lo ve, Raquel se ríe a carcajadas.

-Eres increíble. Pues mira por donde hoy tenemos dos pollas aunque una sea de plástico, jajaja, que le vamos a hacer.

 

Tomamos el café con calma conversando sobre nuestra vuelta a la rutina.

-Espero que no nos separen en la oficina - teme Aura - A los gerentes no les gusta que haya rollos entre empleados y menos con sus jefes.

-De todos modos era inevitable que se supiera - responde Raquel - no te preocupes, tengo algún as en la manga por si lo intentan.

¿Y tú Diego? ¿Qué tal con los niños?

-Pues genial, son encantadores. Solo hay que saberlos tratar.

Les cuento también mi conversación con la profesora y veo que la posibilidad de un embarazo no les asusta.

-De eso ya nos ocuparemos cuando suceda - dice Aura y Raquel le da la razón.

-Quien se preocupa antes de tiempo, se preocupa dos veces.

 

Terminado el café nos desnudamos. Después de tantas horas ya nos tenemos ganas.

Me siento en la cama mostrando mi media erección y dejándolas a ellas la iniciativa. La mirada de deseo de Raquel anticipa que va a ser ella la primera. Se me aproxima gateando sobre la cama. Acercando su boca comienza a besarme la punta y lamerme la polla en toda su longitud. Entre tanto Aura a mi lado me besa y acaricia todo el cuerpo.

Trato de repartir mi atención entre ambas lo que no es fácil.

Raquel se introduce en la boca el ya endurecido miembro y comienza a mamarlo acompañando el trabajo de sus labios que engullen cada centímetro, su lengua que lo acaricia suavemente y sus manos que me acarician los huevos.

La dejó hacer mientras me concentro en Aura, la abrazo le masajeo las tetas y dirijo una mano a su entrepierna. Le introduzco un dedo y comienzo a trabajarle el clítoris.

Raquel prosigue con su labor cada vez más deprisa. Sus mejillas se deforman bajo el empuje de mi falo.

 

Aura no es tan ardiente y necesita su tiempo para calentarse. Retiro el dedo y apoyo la mano sobre su vulva. Siento el calor húmedo de sus labios vaginales mientras las yemas de mis dedos recorren suavemente todo su perímetro. Ella se estremece, está a punto, necesita que la penetre ya, cosa que haría de inmediato si tuviese dos pollas, pero solo tengo una y ahora está ocupada.

Poso la otra mano sobre la cabeza de Raquel apremiandola a que termine ya. Ella parece captarlo y mete el acelerador. En pocos segundos le inundo la boca y aunque sea un poco brusco directamente la obligo a retirarse y cogiendo a Aura la siento sobre mi erección y la penetro de golpe. Raquel, algo decepcionada pero comprensiva, traga el semen y se recuesta a nuestro lado.

Con movimientos desesperados Aura no resiste ni un minuto. Alcanza un fenomenal orgasmo que la deja temblando.

Nos relajamos, ambas se reclinan sobre mi pecho y se dan un beso impregnado por los restos de mi semen en la boca de Raquel.

-Chicas, sois maravillosas. Creo que soy el tío más afortunado del mundo.

-Nosotras sí que somos afortunadas- dice Aura- lo mejor que me ha sucedido en la vida es haberos conocido.

-Gracias cariño - le responde Raquel - a mí me pasa exactamente lo mismo. Os necesito más que respirar.

Pero ésta ultima tiene ahora una necesidad más apremiante.

-Diego, tengo entre las piernas un auténtico incendio. Porfa, no me dejes así.

Recuerdo nuestro juego de dilatar los tiempos para aumentar su ardor. Es divertido y estimulante, pero hoy no voy a hacerlo. Me tiendo en la cama boca arriba.

-Ponte encima.

Ella se me monta,  y desde debajo la penetro mientras la beso y mi lengua juguetea con la suya. Su primer orgasmo es casi inmediato pero esto no la detiene. Quiere más y continúa moviendo las caderas.

Aura no está quieta mucho tiempo. Acaba de tener una feliz ocurrencia. Coje el consolador y trata de introducirlo en el culo de Raquel. No lo logra por falta de lubricación, así que se lo mete a sí misma en el húmedo coño y luego vuelve a intentarlo con su amiga. Esta vez aunque con dificultades consigue irlo introduciendo poco a poco.

-Gracias Aura, metemelo un poco más - gime mientras sigue moviendose acoplandose como puede a la doble penetración.

Yo también profundizo. Noto en sus entrañas el empuje del miembro de plástico y cómo le invade un segundo orgasmo.

-Ahora Diego, vacíate, quiero que me rellenes el coño con tu sabrosa leche. ¡ Damelo todo !

Aprieto la marcha obediente y pronto como un torrente estalló en su interior mientras ella se retuerce de gusto y jadeante se deja caer sobre mí.

 

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18:30

 

Escuchamos una llave en la puerta del piso. Probablemente es Rodrigo que vuelve a casa. Recuerdo que he olvidado poner el cartel de prohibido el paso en la puerta del salón. Rápidamente me levanto y salgo a darle la vuelta. La llegada de mi compañero me sorprende en el pasillo en pelotas y con la polla aún semierecta.

-Vaya, lo siento - dice - no sabía que estabais aquí.

-No tenías por qué saberlo. Disculpa un momento.

Entro al salón y me pongo los pantalones. Vuelvo a salir para recibir a Rodrigo más dignamente. Tras de mí sale Aura abrochandose la camisa.

 

-Hola Aura, me alegro mucho de verte. ¿Cómo ha ido el viaje?

-Bien gracias. Lo hemos disfrutado a tope.

-Bueno, ya me enseñarás alguna foto.

 

Mientras hablamos, sale Raquel del salón, ya vestida pero con la cara roja y despeinada lo que unido a su olor delata claramente su actividad sexual. Rodrigo se queda mudo puesto que no sabía nada de su existencia, hasta ahora pensaba que solo éramos Aura y yo. No queda más que aclararlo cuanto antes.

 

-Rodrigo, te presento a Raquel, mi otra mujer. Estamos viviendo juntos los tres.

-Encantado - balbucea aún en estado de shock - perdonadme, no sabía nada de esto.

Se dan un par de besos.

-Hace calor ¿Quereis tomar algo fresco? - propone - tengo cervezas y refrescos en la nevera y algo de picar.

Aceptamos y recogemos el salón mientras lo prepara todo y nos lo lleva.

El resto de la tarde lo pasamos charlando. Aura le muestra en el móvil las fotos del viaje en las que ya no le sorprende la presencia de Raquel.

-Que cabrón Dieguito, desde el principio me la has colado. Pero me alegro de que os vaya tan bien, en serio.

Luego nos cuenta historias de sus últimos viajes, que aprovechando su condición de tripulante de cabina, hace por todo el mundo. Es un magnífico orador y le escuchamos embelesados, sus descripciones detalladas nos transportan a lugares remotos y culturas milenarias. El calor de sus palabras parece como si nos impregnara de cada matiz, cerrando los ojos revivimos sin haber estado nunca allí, todas las vivencias, podemos percibir los olores, los sabores y todos los rasgos de la personalidad de cada lugar. Podría competir como narrador con la mismísima Sherezade.

Así transcurre una apacible tarde que sin que nos demos cuenta acaba convirtiendose en noche. Entonces Rodrigo se despide.

-Amigos, tengo que irme. Tengo un vuelo a Nairobi. Volveré el viernes.

-Cuidate Rodrigo. Nosotros casi que nos quedamos a dormir aquí, así mañana no hace falta que madruguemos tanto.

-Vale, pero pon el cartelito en la puerta que igual llega Luis y le dais un susto, jajaja.

 

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21:30

 

Rodrigo ya se ha ido. Cómo nos hemos pasado la tarde de picoteo no tenemos ganas de cenar, pero sí de amarnos. Es este un deseo que no cesa, al contrario, cuanto más placer nos damos, más queremos. Si no tuviésemos trabajo y otras obligaciones, pasaríamos la vida en la cama haciendo un amor permanente.

-Chicas, ya estamos tardando - les digo mientras comienzo a desnudarme.

Ellas también se van quitando la ropa pero las hago parar.

-Voy a desnudaros yo.

Empiezo por Aura cuya falda ya está en el suelo. Le quitó la camisa dejándola con su conjunto de lencería verde y unas medias trasparentes. Situándome a su espalda, le desabrochó el sujetador y sin quitárselo le agarro fuertemente las tetas, notando sus endurecidos pezones debajo de la sedosa tela.

-Diego, mi amor, como me estás poniendo- gime bajo mi presión.

Voy bajando las manos, retirando la prenda y liberando sus turgentes senos.

Ahora bajo las manos acariciándole el coño por encima de las bragas. La humedad las va empapando. Se las bajo despacito dejándola completamente desnuda. Se tiende en la cama y abre las piernas pero para su contrariedad le espeto:

-Aún no. Falta Raquel.

Se resigna a esperar mientras se acaricia la vagina.

Ahora voy con Raquel. Con ella soy más rudo porque es lo que ella prefiere. Le arrancó a tirones la camiseta y el sujetador y le bajó de golpe leggins y bragas dejándoselos en los tobillos. Le doy una palmada en el culo y le indico:

-Ponte en la cama a cuatro patas. Y tú Aura, lo mismo.

Y ahí las tengo, una al lado de la otra puestas en cuatro, ofreciéndome sus húmedos coños, deseosas de mi polla.

Me hago derrogar un poco más hasta que Raquel es la primera en apremiarme.

-¿A qué estás esperando? Toma lo que es tuyo y follamos ya.

-No tan deprisa, ansiosa. Vamos a ver por dónde empiezo. ¿Cual estará más caliente?

Les paso un dedo por los labios vaginales como tanteando su temperatura. Cómo imaginaba es Aura la más urgente ya que lleva más tiempo esperando. Pero le voy a hacer probar la medicina de la espera como ya hice con Raquel con excelentes resultados.

-Aura, te va a tocar aguantarte un poco más.

Y dicho esto, me desnudo, cojo a Raquel por las caderas y la embisto con fuerza. Bombeo con ganas, ella mueve el culo aumentando el placer. En varias sacudidas más llega al orgasmo. A mi aún me falta pero no importa, ahora voy con Aura. Normalmente soy más suave con ella pero hoy no hace falta. Tiene el coño como un lago. La penetro hasta el fondo con suma facilidad y se corre de inmediato.

-Ahora daros la vuelta. Todavía no me he corrido y os tengo reservada una enorme ración de leche.

No hace falta explicarles más. Se vuelven con sus miradas lujuriosas y sus caras de deseo. Se abalanzan sobre mi polla y comienzan ambas a lamerla de abajo a arriba. Sus lenguas se encuentran al final del recorrido.

Intercambian una mirada y se distribuyen el trabajo. Aura engulle el glande mientras Raquel baja y me lame los huevos. La primera va bajando mientras se continúa introduciendo más centímetros de falo y la segunda subiendo, lamiéndome la polla.

Aura comienza a succionar mientras Raquel me trabaja la base, los huevos, incluso el culo. Sus lenguas ávidas no se dan descanso.

-Abrid bien esas boquitas que ya viene.

Ambas dejan lo que están haciendo y se ponen ante mi inflado miembro, las bocas bien abiertas y las lenguas fuera.

Una tremenda eyaculación se proyecta en varias oleadas que dirijo alternativamente a ambas, les lleno la boca y el exceso se desborda por su cara y su pelo.

En vez de tragarlo todo deciden darme un espectáculo original. Unen sus bocas y juegan a pasarse el semen de una a otra, empujando con sus lenguas. Un intercambio de semen y saliva que poco a poco les va cayendo sobre sus sudorosos cuerpos.

Verlas así con toda su piel impregnada de tantos fluidos, me pone al máximo y mi polla vuelve a endurecerse como una estaca.

Me abalanzó sobre mis dos chicas ahora tan sucias. Caemos al suelo y nos revolcamos los tres. Las besó con lengua mientras una mano que ni me preocupo de averiguar de quién es dirige mi miembro a un coño cuya portadora tampoco me importa quien sea, pero al que follo con fuerza.

Nos incorporamos y volvemos a la cama.

Ellas se tienden y me reciben pidiéndome que no pare, quieren más, mucho más. Seguimos hasta la extenuación, hasta que ya físicamente nos es imposible continuar.

Solo entonces nos relajamos sobre la cama.

Recuestan sus cabezas en mi pecho, yo las acarició y les digo:

-Sois lo mejor que me ha pasado en la vida. Ahora sé que existe la felicidad absoluta. No necesito nada más que a vosotras.

Íntimamente abrazados dejamos que el sueño nos envuelva con su apacible manto mientras recreo en mi mente cada momento del intenso primer día del resto de nuestras vidas. Recuerdos que deseo queden grabados a fuego en mi memoria.

 

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Ahora lector, si has llegado hasta aquí te pido modestamente tu opinión. No creo que esto de para mucho más así que es probable que este tema acabe aquí, pero si me seguís mandando ideas, ¿Cómo voy a negarme?

Gracias por tu atención y un abrazo.