miprimita.com

Trío con dos chicas. Relato interactivo (cap 5)

en Trios

DOMINGO 13:00

 

Acaba la presentación del libro. Aurelio, que así se llama el autor está respondiendo las preguntas de los asistentes. El libro es más grueso que mi puño pero espero no tener que leerme ese ladrillo, entre las conclusiones que he sacado de la presentación y lo que luego le sonsaque a su autor espero que me salga un artículo bastante potable.

El autor es un hombre bastante mayor, le echo unos 75 años pero se conserva razonablemente bien.

 

Propongo a Aurelio que en vez de sentarnos en una mesa a hacer una aburrida entrevista, la hagamos informalmente mientras tomamos unas cañas a lo que accede con el entusiasmo de un niño ante un juguete nuevo.

-¡Oh, sí, sí, sí! me encanta el tapeo unicamente cuando la tapa está incluída y esto solo acontece en España y no en todas las provincias. Afortunadamente Madrid es de las buenas.

-Pues nada, voy a llevarte a donde las ponen mejores.

-Algo ligerito por favor porque luego he quedado a comer a las tres.

 

Después de las dos primeras, me llega un mensaje de Raquel preguntandome por donde andamos a lo que sigue un intercambio de whatsapps: “Estoy de cañas con el escritor”, “Pues si quieres traetelo y seguimos”, “Es un abuelo, no sé”, “No te preocupes, no discriminamos a nadie”

 

Acudimos al bar donde nos esperan Raquel y 6 o 7 amigos casi todos en torno a su edad. Me acerco a ella, está impresionante, lleva una camiseta ajustada que junto con sus apretados leggins hacen que cada curva de  su anatomía brille con luz propia. Rematado todo con unas botas de tacón y una boina morada en la cabeza. La beso mientras la agarro por las caderas y le deslizó una mano en el ciclo lo que observo que causa extrañeza general. Luego Raquel hace las presentaciones y reparto besos y apretones de manos entre la concurrencia. A continuación me acerco a la barra para pedir una ronda con la compañía de Aurelio que se presta a ayudarme.

-Amigo, vos sos un hombre afortunado. Tenés una novia bien linda. Te felicito de todo corazón.

 

Le agradezco el cumplido y distribuímos las cañas y tapas entre los demás. Javi, uno de los amigos de Raquel me pone una mano en el hombro y me comenta:

-Menudo jarro de agua fría acabas de echarme. Tenía alguna esperanza con Raquel y pensaba que estaba en el mercado. ¿Hace mucho que está contigo?

-No, solo unos días. Pero no te apures que el mar está lleno de peces.

-Bueno, de todos modos si te cansas me avisas. Aquí hay otras libres pero no son mi tipo.

-¿Y cuales son tu tipo?

-Las que están más buenas, jajaja.

 

Cambiamos de bar y seguimos. Aurelio lo está pasando en grande. Algo achispado, está tonteando con una de las amigas de Raquel que podría ser su nieta. Ella le sigue el juego divertida. El resto conversamos de temas banales aunque yo estoy ausente, todos mis pensamientos convergen en Raquel y el deseo creciente de volver a poseerla. No me reconozco a mí mismo, apenas hace unas horas que hemos follado y no tendría por qué tener ya tantas ganas.

Después de varias rondas más creo que va siendo hora de retirarse, ya no hace falta ni comer porque con las tapas ya nos hemos puesto tibios. Le recuerdo a Aurelio:

-Oye artista ¿tú no habías quedado a las tres?

-Sí, ¿por qué?

-Porque son las tres y media.

-¡Ay carajo!, bueno pues me voy. Si querés me llamás, voy a estar en Madrid hasta el miércoles.

-Bueno, pues yo también me retiro - digo a los demás. Raquel se me acerca.

-Voy contigo - y en cuanto salimos del bar - No hace falta que te mire el paquete para saber que te alegras de quedarte a solas conmigo ¿en tu casa o en la mía?

-Creo que la tuya está más cerca - respondo sin negar la evidencia. La deseo con ansia.

 

////////////////////////////////////////////////

 

DOMINGO 16:00

 

Llegamos a casa de Raquel. El ansia contenida explota en cuanto  nos vemos libres de miradas ajenas y ya en el ascensor empiezo a meterle mano. No hace falta decir nada, los dos sabemos a lo que vamos, el fuego que la abrasa parece no extinguirse nunca, esta chica es insaciable y llega a su rellano ya con las tetas fuera.

Apenas entramos en su apartamento, la sujeto con fuerza contra la pared, le bajó leggins y bragas, me saco la polla que ya no me cabe en los pantalones y se la clavo mientras ella se abre completamente y se deja hacer. El primer orgasmo la invade en cuestión de segundos. La cargo por las piernas y la arrojo encima de la cama. Me tiro encima y vuelvo a la carga cada vez con más fuerza en mis embestidas. Pareciera que llevásemos meses de abstinencia, estamos echando un polvo brutal, descontrolado, casi desesperado.

Seguimos con estos fuertes embates durante unos minutos hasta que finalmente me vacío en un enorme orgasmo que le llena y desborda su cavidad, escurriendole por las piernas.

 

Nos detenemos apenas cinco minutos para reponer fuerzas. Mi polla aún mantiene media erección y Raquel se aplica con la boca para volver a darle vigor. Me hace una estupenda mamada que devuelve mi virilidad a su estado primigenio. La extraigo y tumbándome sobre ella la vuelvo a penetrar. Nos revolcamos, caemos al suelo y sin soltarnos seguimos follando como locos hasta que ella obtiene su segundo orgasmo.

 

Me pongo de pie, la polla frente a su cara.

-Terminalo con la boca.

 

Se traga entero mi miembro ya dispuesto y no necesita mucho tiempo, rápidamente eyaculo disparando un chorreón a su garganta, se la saca mientras el semen sigue fluyendo sobre su cara.

 

Exhausta, cubierta de sudor y semen se deja caer sobre la cama. Yo me tiro a su lado y nos adormilamos un rato. Ha sido todo rápido y agotador.

///////////////////////////////////////////

 

Despertamos como media hora después. Estamos pegajosos y Raquel emite un olor acre mezcla del poso que le ha dejado el sudor y el semen reseco que tiene en la cara y algo en el pelo. Le acaricio la espalda.

-Es increíble - le digo - nunca me había empleado tan a fondo en un polvo. Y tú lo que tienes entre las piernas no es un coño, es un volcán.

-No te creas que soy siempre así. Seguro que te parezco una ninfómana pero es que desde que te he conocido no sé lo que me ha pasado, quisiera estar follando contigo sin parar. Insisto, contigo, no con cualquiera.

-Ya lo he visto. Ha sido un fin de semana a tope, de eso no cabe duda. Pero llega el lunes, tenemos trabajo y no vamos a tener tanto tiempo de vernos. ¿Cómo vas a llevarlo?

-Pues no lo sé. Supongo que cuando no pueda más recurriré a la masturbación. De todos modos cuando me concentro en el trabajo tampoco me acuerdo de mis necesidades sexuales.

 

Suena una campanita en el móvil de Raquel que le indica que tiene whatsapps. Uno es de nuestro grupo, de Aura diciendo que nos echa de menos. Y el otro de un tío al que no conozco pero al verlo a Raquel se le ha helado la sangre. Lo mira preocupada y con los ojos muy abiertos. Es un mensaje de voz.

-¿Tan grave es?

-Mierda. Casi me había olvidado de este.

-¿Quién es?

-Un amigo con derechos. Me llama cada 10 o 15 días, echamos un polvo, normalmente en mi casa y luego se va. Pero te juro que no le he visto desde que te conozco.

-No te preocupes, no te lo estoy echando en cara. ¿Por qué no lo abres a ver qué dice?

-Me da miedo. Es complicado, lo que empezó como un tío más con el que me acostaba de vez en cuando, ha ido evolucionando a algo más sórdido. Me gusta como folla pero poco a poco se ha hecho con el control de la situación y ha acabado convirtiéndome en su juguete. Ya da por sentado que puede hacer conmigo lo que quiera y cuando le apetezca.

-Entonces ¿Por qué no le mandas a la mierda?

-Debería haberlo hecho hace mucho tiempo. Pero cada vez que me lo planteo revivo los orgasmos tan intensos que me hace sentir. Es un cabrón pero sabe como explotar mi lascivia. Y hay otra cosa que me aterra. tiene fotos mías desnuda y en posiciones humillantes. Fuí una idiota al dejarmelas hacer. Nunca me ha amenazado con difundirlas ni creo que tenga esas intenciones pero veládamente de vez en cuando me recuerda que las tiene.

-Por favor, abre el archivo, voy a ayudarte como pueda pero necesito saber a qué nos enfrentamos.

 

Le da al Play mientras un escalofrío le recorre la columna y escuchamos de una voz para mí desconocida:

“Zorrita, voy para tu casa a las siete. Metete el consolador en el culo, que vaya dilatando”

 

Veo una lágrima resbalarle de los párpados. La crudeza del mensaje le hace bajar la cabeza avergonzada.

-He sido una imbécil por aguantar esto tanto tiempo. Como ves ni siquiera me pide las cosas, solo me dice lo que vamos a hacer y asume que yo estoy a su disposición. Si tengo otros planes, tengo que anularlos y hacer lo que él quiera.

-Y lo que hoy le apetece es darte por el culo. Fíjate que eso es algo que no me atrae en absoluto.

-Ya le he visto. Desde que te conozco aún no me has pedido eso.

-Hombre, si hay que lanzar un ataque por popa tampoco me niego pero no suelo buscar entradas traseras. Me gusta entrar en todas partes por la puerta principal.

Esta conversación desenfadada parece animarla un poco.

Se seca la lágrima y añade:

-Pero si tu quieres ahora mismo le llamo y lo dejo con él. Espero que luego no vaya a hacer ninguna tontería.

 

Reflexiono un poco sobre este problema.

-Raquel, dime una cosa y sé sincera: Si yo no existiera o no estuviera en tu vida. ¿Qué harías ahora?

-Pues el deseo y el morbo que me da sentirme utilizada se impondrían al miedo y acabaría cediendo como siempre.

-Lo creo, ya te ví anoche en tu papel de esclava. Sé que eso te pone.

-Entonces ¿quieres de verdad que lo haga?

-Sí. Pero será la última vez ¿vale? Además así empatamos por lo mío del gimnasio. Yo me voy a ocupar de que tus necesidades sexuales estén cubiertas. Pero conociendote ¿estás segura de que te va a bastar conmigo?

-Entre tú y mis dedos juguetones creo que voy a poder resistir.

-Bueno entonces dame una llave de tu casa. Yo me voy, tú recibes a este tío y luego… bueno, eso ya lo verás. Te aseguro que os voy a sorprender a los dos.

 

Me da un juego de llaves, me lo guardo y le recuerdo:

-¿No se te está olvidando algo?

-¿El qué?

-Que tienes que meterte el consolador en el culo - le espeto con mi fina ironía.

-¡Vete a la mierda!

 

Me voy a tomar un café al bar de abajo. Desde aquí tengo una buena panorámica del portal. A las siete veo un tipo que entra. Está fuerte pero yo lo estoy mucho más lo que me tranquiliza por si finalmente tenemos que resolver esto a ostias.

Espero veinte minutos más y subo. Abro la puerta y me encuentro con un cuadro increíble. Raquel está doblada sobre la mesa boca abajo, los pies en el suelo y abierta de piernas mientras su acompañante le está dando por el culo.

Los dos se quedan petrificados y me miran con cara de espanto. Yo digo fingiendo asombro:

 

-¡Oh, perdón! No sabía que estabas con un cliente.

 

Sus caras son sendos poemas. La de Raquel expresa una combinación de terror y lujuria y el tipo no sabe ni que decir

-¿Cómo un cliente? Yo…..

-Coño Raquel, no me jodas - le grito - Ya hablaremos de esto más tarde. Y te recuerdo que a las ocho tienes otro servicio. Espero fuera.

 

Cierro la puerta aguantando la risa y pego la oreja a ver si escucho algo.

-Pero ¿Qué pasa aquí? ¿Quién es ese tío?

Un instante de silencio y:

-Es mi chulo. Perdona, no te lo he contado todo sobre mí.

-Hay que joderse, pues sí que lo tenías escondido.

 

Escucho unos murmullos indescifrables y luego el ruido del sexo desatado. Un rato después el tipo sale y se encuentra conmigo en el pasillo. Me esfuerzo en sacar biceps y que vea a lo que se puede enfrentar:

-Oye amigo - le digo mirandole a los ojos - no sé qué mierda tiene esa furcia en la cabeza pero este es mi puto negocio y no me gusta que me ninguneen. El que quiera tirársela tiene que negociar conmigo. Así que espero no volver a verte por aquí.

 

No me contesta y se va con cara de mala ostia y rabia contenida. Vuelvo a entrar al apartamento. Raquel está tirada en la cama cubierta de sudor y con el culo enrojecido.

-Espero que no haya sido muy duro. ¿Te encuentras bien?

-Fisicamente sí. Por el culo siempre es doloroso y también me ha dado unos azotes pero eso no es más que sexo duro y no es la primera vez. Pero lo que sí es novedad es el sentirme utilizada hasta este punto, más que eso, vendida.

-No me negarás que eso te ha excitado, ¿eh?

-Un poco sí pero también he sentido mucho miedo. No sabía cómo iba a reaccionar.

-Bueno, pues me da que ese tío no va a volver ni a llamarte. No solo porque a la próxima le cueste dinero sino por no tener que verme a mí.

-Pero si ya hoy le ha costado dinero.

-¿¿¿¿ Cómooooo ????

-Pues sí cuando ha acabado me ha dicho que no quería líos y que cuanto era mi tarifa.

-¡Joder! que fuerte

-Pues sí y yo no sabía ni qué decirle así que le he pedido 50 euros. Tómalos y que te aprovechen, yo no quiero ni verlos.

 

Recojo el billete y me da la risa tonta.

-¿Qué es lo que te hace tanta gracia?

-La situación. No se si te das cuenta pero acabas de cobrar 50 euros por un polvo. Enhorabuena, ya eres oficialmente una puta.

 

Se abalanza sobre mí con un destello de rabia en la mirada y la emprende a golpes que paro como puedo.

-¡Pero serás imbécil! ¡Te odio! ¡ Fuera de mi casa !

 

Por toda respuesta la sujeto por las muñecas, la arrastro hasta la mesa y la obligo a tumbarse boca abajo. Desde detrás me saco la polla ya endurecida y la apunto contra su coño que vuelve a estar en su natural estado de humedad.

 

-¡Suéltame cabrón! ¡Suéltame ahora mismo!

-¿Estás segura? Vale, voy a guardarme la polla y me voy a mi casa. ¿Es eso lo que quieres?

 

La veo intentando contener las lágrimas.

-Dime - insisto - ¿Me voy?

-No - responde debilmente

-¿Qué quieres que haga entonces? ¿Me llamas cabrón y ahora quieres que me quede?

-Quiero que me hagas el amor. Necesito que me poseas y me hagas sentir que soy tuya, solo tuya. A partir de ahora no quiero ningún otro hombre en mi vida. Perdona, siento haberme puesto así.

-Y yo siento haberte arrastrado hasta una situación tan extrema. Aunque sé que es por eso que estás  tan mojada. Pero ahora voy a compensarte con creces.

 

Aflojo la presión sobre sus muñecas mientras ella separa las piernas abriéndose como una flor. Le introduzco el miembro suavemente, hoy ya ha tenido bastante sexo del rudo. Comienzo un vaivén lento y dirigido, sé muy bien cómo estimularla. Me inclino sobre ella y la beso en el cuello.

Nos separamos, vamos a la cama y terminamos los dos en el más dulce de los orgasmos. Luego nos fundimos en un sinfín de abrazos y besos.

 

Finalmente me despido, abro la puerta para irme pero me detengo un instante, saco un billete de 20 euros y lo dejó caer en el suelo.

-¿Qué haces con eso?

-Es tu parte - digo esbozando una pícara risita - como chulo, con un 60 por ciento ya me considero bien pagado.

Salgo deprisa y cierro justo a tiempo de oír una de sus botas estrellarse contra la puerta.

 

////////////////////////////////////////////////////

 

DOMINGO 21:00

 

Hogar dulce hogar. Apenas llego a casa oigo a Rodrigo trastear en su habitación. Hoy ha vuelto temprano. Como los marineros en cada puerto donde puede tiene un amor y donde no, un tabernero solícito y dispuesto a escuchar sus penas narradas en diferentes idiomas. Hoy le ha tocado Praga.

 

Salgo a la terraza a relajarme mirando las estrellas. Entrecierro los ojos y recreo todo lo que ha pasado en estos días tan intensos.

La llegada de Rodrigo me saca de la ensoñación. Trae otra silla y dos cervezas checas de nombre consonántico e imposible de pronunciar y me ofrece una.

-¿Cómo ha ido tu finde colega?

-Pues no te miento si te digo que ha sido el más emocionante de mi vida.

-¡Coño! Pues soy todo oídos.

 

Creo que sería demasiado fuerte contarle toda la verdad así que selecciono una parte:

-Pues resumiendo un poco: el jueves me eché novia, el viernes me la traje a cenar y el sábado por la mañana le puse los cuernos.

 

Rodrigo apenas me saca 5 años pero esa diferencia le permite ponerse paternalista y dar consejos que no se le han pedido:

-Ay Dieguito, cuando vas a sentar la cabeza. Espero que algún día encuentres una novia formal y dejes de dar tantos bandazos.

-Vaya hombre. consejos vendo que para mí no tengo.

-Pues por eso te lo digo, para que no acabes como yo. En serio, buscate a la mujer definitiva.

-Verás, creo que acabo de encontrarla.

-¿Y empiezas la relación con un par de cuernos? Así no creo que la encandiles.

-Ya pero es que ha sido con un pibonazo del gym.

-¿Tan buena estaba? ¿Qué puntuación le das entre 0 y 10?

-Veinte

-Fiuuuuu….. Así no hay manera. ¿Y tu novia se ha enterado?

-No, no me he atrevido a contarselo.

-Pues no lo hagas. Si de verdad te importa intenta pasar página y olvidarte de la otra.

-No hay cuidado, esa no creo ni que vuelva a hablarme.

 

Se va un momento y regresa con otras dos cervezas.

 

-Y luego te la has vuelto a traer. Has limpiado pero todavía huele a hembra.

-Y te he dicho que el finde ha sido completo. ¿Y tú qué tal?

-Pues ya sabes, Praga es muy fría en esta época.

-Vamos, que no ha habido suerte.

-Jajaja, pues no. Voy a tener que sentar la cabeza yo también.

 

Brindamos por eso y seguimos conversando disfrutando de la fresca noche madrileña y dejando pasar el tiempo sin prisas.

 

/////////////////////////////////////////////////////

 

Como siempre, si has llegado hasta aquí te lo agradezco y si tienes alguna sugerencia sobre esta historia y su posible continuación, será bienvenida.