Ella pasó con esfuerzo una pierna sobre mi cabeza, el tacto invernal de sus pies refrescó mis mejillas y, con una pierna apoyada a cada lado de mi cuerpo, se sentó sobre mi cara. El eclipse fue completo, una oscuridad abisal absorbió hasta la última mota luz en el cálido interior entre sus muslos. La blanda tibieza de su vientre se apoyó contra mi pecho. Su boca aprisionó mi pene al mismo tiempo que mis labios trataban de besar sus otros labios.
Una mujer de mediana edad, sufriendo de estrés, contrata por primera vez un servicio de masaje a domicilio. El masajista le dará mucho más de lo que esperaba.
Un médico proctólogo, que asiste a un congreso, decide echar una cana al aire y contrata los servicios de un transexual mulato con el que aprenderá que un culo es muchas más cosas que lo que le enseñaron en la facultad.
Yo trabajaba de camarero en el bar en el que ella acudía a cenar todas las noches y soñaba despierto con ella. Mi tío y ella me prepararon un despedida para la "mili" que nunca podré olvidar.
Todas las mañanas, al ir a trabajar, la tintorera me sonreía cálidamente al pasar. Me prometí a mí mismo que haría lo posible por conocerla y un día un imprevisto me dio la oportunidad.
Impresiones sobre una persona que una vez vi, después de haber leído Baudelaire mientras bebía quizá demasiado ron.
Relato sobre una relación con Claudia, una travestí angelical, tras un largo vuelo Buenos Aires-Barcelona. Este relato está basado en los relatos "Claudia, la azafata" (21095) y "Claudia 2" (21834), escritos por Iceman que, personalmente, consideró uno de los autores más creativos de la sección.
Los inicios de un próspero negocio de travestís relatado por su joven empresario.
Yo vivía obsesionado por las bragas de mi vecina colgadas en el tendedero. Aunque sabía que pertenecían a un travestí negro, me excitaba robarlas, ponérmelas e imaginar su culo de chocolate, sus senos como melones e interminables tardes de sexo casero.
Un hombre casado aprovecha la ausencia de su mujer para saciar su sed de sexo y montarse un trío desenfrenado con dos lascivas transexuales mulatas que le darán mucho más de lo que podía esperar.
Mi fascinación por la ropa interior femenina me condujo más lejos de donde nunca habría pensado llegar.
Sesión de sumisión y dominación extrema por un ama travestí.
Un repartidor de supermercado es iniciado en el sexo por un hombre y un travestido.
Un hombre se arrodilla en una pequeña capilla urbana para adorar la vela ardiente de una diosa transexual.
Un matrimonio, al salir de una cena de empresa con unas copas de más, toma en el coche un transexual con el que mantienen un tórrido trío.
Un matrimonio joven, cuya fantasía es realizar un trío encuentra a un conocido transexual en una playa solitaria y reciben su bautismo.
Un cliente alquila un Ama travestí para que le someta a una sesión de transformismo y dominación.