Ahh! que lindo trasero tiene ella. De lejos se puede apreciar la firmeza y redondez de sus grandes nalgas. Además, Rebeca se distingue por que siempre anda de buen humor, es pícara, medio mal hablada, de sangre ligera y hasta algo coqueta.
Como en muchas otras ocasiones fuí al Savoy buscando tener alguna aventurilla sexual.
Claro que en el camino yo iba jodido de preocupación: mi cuerpo y ropa no olían, APESTABAN! a su perfume, y con lo celosa que es mi mujer...
A partir de ese día nos volvimos amantes regulares. Una clase especial de amantes: todas nuestras acciones tendrían lugar en la oficina.