Una nenita ingenua quiere mostrar sus encantos... pero no sabe que puede traer consecuencias muy dolorosas o... placenteras?
Un encuentro salvaje y una noche sin fin es el último deseo de Marta...Y quien mejor que su adorado vecino para saciar su sed?
Nuestras miradas se cruzaron...mi cuerpo se inundó de un escalofrío inmenso que me recorrió entera, hasta lo más profundo de mi ser. Nunca antes me había ocurrido algo similar...
Quien me iba a decir que dos hombres dispuestos a arreglar la caldera de mi casa, me arreglarían el coñito... acabando salvajemente con mi inocencia.
En una cabaña en medio del monte, una tarde de tormenta la pasión se apoderó de nosotros. Hicimos el amor acompañados del fuego y los sonidos de la naturaleza.
Se acercó a mí decididamente y me arrancó de un golpe las braguitas que cubrían la faldita de colegiala que nos obligaban a usar...
Ella se incorporó lentamente de la cama, tenía el cuerpo completamente perlado de sudor, su expresión era de absoluta pasión, una expresión desencajada...
Mi vecino tenía un cuerpo maravilloso y yo me lo follé hasta la saciedad.
Se apoyó en las paredes mientras yo rodeaba su cuello y me movía arriba, abajo, derecha, izquierda... movimientos circulares hasta que sentí que se vaciaba dentro de mi...
Nunca imaginé que recibir una carta fuera a producirme tanto placer... El cartero me folló con ganas.
Una jovencita pierde su virginidad con un pastor, en pleno campo.