Luego de aquella maravillosa noche en que celebramos el triunfo del torneo de voley, la vida para Myriam y Bruno cambió totalmente. Y mi fundamental contribución a que fuera así, fue generosamente compensada.
Hacía varias horas que estábamos jugando con Marcos y Bruno, pero cada una en lo suyo. ¡Había llegado el momento del revolcón final!
Ahora sí, me dedicaré a concretar lo que Myriam y Bruno están deseando desde siempre.
Bruno, el hermano de Myriam, nos invitó a verlo jugar al voley ¡Si supieras cómo terminó!
El debut con mi abuelo era una etapa superada. Mi objetivo seguía siendo Bruno, el hermano de mi amiga Myriam pero, ¡oh!, el destino me tenía preparada otra golosina
Mi amiga Myriam había ligado ciertas cosas que yo también quería aprender, por lo cual me puse en campaña para que así fuera.
Estaba decidida a hacerlo, pero para ello tuve que urdir ciertos planes.