Lorna ha viajado por el mundo, ha conocido todo tipo de amantes. Marcos ha tenido la suerte de conocerla y dar rienda suelta a sus pasiones fetichistas. Pero cumplir sus deseos le obligará a sucumbir ante el control de Lorna.
El ocio está muy caro y por eso nadie es capaz de rechazar unas vacaciones gratis. Teresa y sus amigas encuentran el apartamento de sus sueños, una semana a gastos pagados. A cambio cada una de ellas deberá aguantar una intensa sesión de cosquillas. ¿Aceptarán la oferta?
Hay fantasías que deben ser cumplidas. Las cosquillas son un delicado pero intenso castigo. Cuando Mariela trata de resistirlas nace el deseo de su particular interlocutor.
El trabajo era tan estresante que el jefe me dio vacaciones. Decidí relajarme en una casa rural, pero mi perspectiva cambió cuando conocí a Laura. Quizás me dejaría disfrutar de ella mucho más de lo que hubiera imaginado. Devorarla desde sus deliciosos pies.
La brisa del cantábrico y unos pies indescriptibles.