La suma de un artista incomprendido y una mujer que ya se ha cansado de esperar... y un negro con una tranca considerable: "¡tu y yo lo sabíamos!" Añado el punto voyeur que me gusta darle en todos los relatos.
La mirada costumbrista española se puede cruzar con una buena polla: basta un sitio y una hora para cumplirlo. ¡Ojo! Está salpicado de ironía de grano gordo. ¡Que aproveche! ;)
Este relato va dedicado a esas mujeres que tienen claro lo que quieren de la vida... y del hombre.
Este relato va de primeras veces y de lecciones. Y es que cuando a una profesora le van las pollas las lecciones entran solas... o acompañadas...
Le saqué otra utilidad a la cámara... Vamos, que no fué precisamente lo que esperaba.
Un niñato con un buen pollón me regala una tarde excitante para mis sentidos
De cómo recuperar copias de seguridad acaba siendo perjudicial para mi salud y saludable para mi perjudicadora.