Nada le excitaba más que la carne fresca, la impericia de un ser inocente al que corromper y en cierto modo aleccionar, y contra eso ni la más versada de las putas o el más tragón de los chaperos podrían rivalizar.
Un adolescente virgen logra al fin lo que tanto había deseado. Que su padre, Koldo, sea el primer hombre en estrenar su culito. ¡Y menudo estreno!
Koldo sigue disfrutado en el sofá de su salón de los servicios prestados por la mejor puta que jamás haya catado: Su hijo adolescente.
Un adolescente con ganas de ser follado por su padre. Éste llega a casa con dos copas de más. ¿Quién se aprovechará de quién?
Koldo vuelve a requerir de los servicios de su hijo. Un adolescente siempre dispuesto a satisfacer las necesidades de su bien dotado padre.
Un adolescente consigue ver y experimentar lo mucho que su padre tiene por ofrecer cuando sus necesidades como hombre apremian y mamá no está en casa.