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Sexconcurso (IV)

en Grandes Relatos

Sexconcurso (4)
por Pipo

Marcos y Laura se miraron y sonrieron camino de las ruletas que iban a girar para paso a la séptima prueba.

A él le salió un pie y a ella una mano roja. Laura se retiró a descansar de su enculada a un lado del escenario y Marcos se sentó en la cama y un recio masajista tailandés entró en escena para dar un masaje a sus pies.

Sonó el gong y el tailandés tomó con cuidado el pie derecho de Marcos y lo empezó a masajear, a jugar con sus dedos. Se tumbó, se relajó y toda la trempera que tenia desapareció en un minuto. Por primera vez en la noche el minuto le pareció demasiado corto.

Nueva vuelta de la ruleta y a por la octava prueba y a ella le salió la mano roja y a él el pene rojo con lo que los dos se retiraron y el centro del plató fue ocupado por un inmenso senegalés con una polla descomunal y una encantadora japonesita de no más de metro y medio de altura.

El contraste era brutal: una mole negra y brillante de pie el medio del plató tenia de rodillas a sus pies a una japonesita que iba masturbando con sus delicadas manos en enorme vergajo del negro.

Pronto el trabajo de las casi infantiles manos de la oriental apenas podían sujetar el monstruo de un grosor cada vez más amenazante.

Cuando iba a tocar el gong para dar por finalizado el minuto las manitas aumentaron su ritmo masturbatorio y la cara del senegalés se contrajo y con el gong sonó el alarido de placer y del brillante glande del negro salió un semen blanco que fue a caer a los pies del presentador que estaba hipnotizado contemplando la escena.

La prueba que acababa de finalizar no había dejado indiferente a nadie. Todos notaban un cosquilleo entre las piernas.

Quedaban dos pruebas y Marcos y Laura estaban contentos, llevaban ocho pruebas pasadas que significaban 16 millones. Estos números alegraron su ánimo.

Muy decididos los dos se dirigieron a la ruleta y con decisión la hicieron girar. A ella le salió un coño rojo y a él una mano roja. Volvían a descansar.

Marcos de pronto se asustó. Era la novena prueba y ellos no participaban con lo cual perdían la oportunidad de tener un orgasmo y la próxima prueba era la última si no lo conseguían perderían todo. Habían sido sodomizados los dos en público y al final no se llevarían nada. estos pensamientos pusieron a Marcos muy nervioso y tuvieron su efecto en su pene se encogió tanto como en un día de mucho frío.

Cuando se dirigían a un lado del plató Marcos transmitió sus temores a su esposa y consiguió los mismos efectos que él. La lívido de ella también estaba por los suelos.

- ¿Qué vamos a hacer?- preguntó ella.

- Emplearnos a fondo en la próxima prueba, sino vamos hacer un ridículo espantoso- dijo.

Mientras ellos discutían la próxima estrategia en un rincón del plató en la cama redonda se hallaba una espléndida rubia, voluptuosa, de tetas redondas como melones que se contorneaba como una serpiente en la cama. A sus pies un travestí de tetas pequeñas, pene pequeño pero de dedos largos y uñas postizas de color rojo.

La cara del travestí reflejaba la rabia que sentía por la mujer que tenia delante, era lo qué él quería ser y no seria jamás.

Con ademanes bruscos apartó las piernas de la rubia y cuando sonó el gong empezó a jugar con su clítoris y a penetrar el coño con sus uñas encarnadas. Más que un juego erótico parecía una batalla.

Los dos concursantes pronto se desentendieron de esta prueba y volvieron a preparar su estrategia para orgasmar en el próximo minuto.

Sonó el gong y la rubia suspiró de alivio y el travestí de rabia y los dos se retiraron a un lado del plató.

(continuará)

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