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Karibeth (02: La entrevista de trabajo)

en Grandes Relatos

KARIBETH II. LA ENTREVISTA DE TRABAJO

Hola, soy nuevamente su amiga Karibeth con un nuevo relato, un enorme beso para todos aquellos que me han escrito a mi correo, recordarán que soy una mujer de 18 años bastante fogosa, y en verdad que estoy orgullosa de mi cuerpo, me gusta hacer ejercicio para poseer una figura que sea realmente una tentación, siempre soy el centro de todas las miradas de los hombres en todo lugar, mido 1.70 de altura, soy delgada, de piel blanca, cabello castaño y ojos azules, poseo una cintura muy bien delineada, mis piernas son dignas de admirarse pero más aún mis senos y mis glúteos los cuales resaltan con todo tipo de ropa que lleve puesta, sin embargo mi ropa consentida es aquella con la que hago despertar con mayor rapidez la imaginación de los hombres.

Después de haber conocido de lo que soy capaz les puedo decir que ahora soy una adicta al sexo, y aprovecho cualquier momento para incitar a los hombres a la lujuria.

Dicen que respecto al sexo no hay nada como la primera vez pero para mi la mejor fue la segunda, ya que fue premeditada y realmente deliciosa.

Transcurrían las vacaciones de verano, habían pasado ya un poco mas de tres meses de mi primera aventura (Karibeth I), tenía 17 años e iba a ingresar a la Universidad, por lo que tome un trabajo para ahorrar y poder comprar un automóvil, uno de los trabajos que me llamó mucho la atención fue la venta de equipo de cómputo, ya que además de contar con un salario fijo la comisión en verdad era bastante atractiva, aunque mi papá no estaba muy de acuerdo ya que hubiera preferido que trabajara con él en su despacho o con alguno de sus amigos, sin embargo no quise porque me sentiría vigilada.

Aún cuando yo no tenía ninguna experiencia laboral y mucho menos en ventas fui contratada el mismo día de mi entrevista a pesar de que realmente había muchas personas tras el empleo, yo asistí a la entrevista con una minifalda color blanca, una blusa blanca de seda que se ajustaba perfectamente a la silueta de mi cuerpo, brassier blanco y medias color blanco sostenidas desde arriba con un liguero que combinaba y una tanga de seda blanca, y claro zapatillas del mismo color, me veía como un verdadero angelito y eso lo comprobé desde que entre al lugar en que se llevaría a cabo la entrevista, los hombres que estaban ahí presentes me comenzaron a lanzar las miradas que a mi me gustan, aquellas en las que solo se pueden quedar con el antojo de imaginarme a su alcance.

Mientras esperaba mi turno mas de uno se acercó a mi para entablar plática pero mi nerviosismo por la entrevista me impidió prestarles la atención debida, cada entrevista tenía una duración de 20 a 30 minutos, y siendo yo una de las últimas en pasar realmente estaba más que fastidiada pero eso sí con citas para invitarme a comer, a cenar y hasta bailar, yo pensé dentro de mí que si no me daban el trabajo de todos modos salía ganando… sonreí.

Cuando al fin llegó mi turno fui recibida por el gerente, este era una persona de aproximadamente 50 años, un poco más bajo de estatura que yo, sobre todo porque yo llevaba tacones, con abundante cabellera ya cana, delgado, con unos ojos realmente vivarachos color verdes, el vestía con un traje obscuro, camisa blanca con corbata, la secretaria me llamo y me presento con él, que se encontraba en una puerta del vestíbulo, después de presentarme me dijo que pasáramos a su oficina, la cual se encontraba en un desnivel superior de donde estabamos, desde un principio pude notar que le llamé la atención, y más aún cuando tuvimos que subir las escaleras, ya que el iba detrás de mí, yo sentía su mirada penetrante en mi espalda, mis piernas y más que éstas sobre mi trasero imaginando mi culito; entré a su oficina, y me dije a mi misma que era la oportunidad de ver hasta donde podía llegar con él, y que aún si no obtenía el trabajo quería comportarme como una atrevida fogosa, así que aparentando nerviosismo solté algunos papeles los cuales cayeron al piso y como acto reflejo me incliné inmediatamente a recogerlos a lo que le dio lugar de que pudiera ver mis pechos por debajo del escote, ya de pie me sonrío y me ofreció asiento tomándome de la espalda para que pasara, el sentir su mano en mi espalda me ruborizó toda, nos sentamos en una pequeña sala que tenia dentro de su oficina que por cierto estaba lujosamente decorada, desde ese momento supe que estaba interesado en mi porque de acuerdo con lo que me dijeron los nuevos amigos que hice en el recibidor, la entrevista se las había realizado desde su escritorio.

El se sentó a un lado mío pero antes me ofreció algo de tomar, yo le acepté un refresco porque realmente estaba sedienta, no sé si por el calor del día o por el calor interior de comerme el pene de mi futuro jefe, el notó que estaba realmente acalorada porque mis mejillas estaban muy chapeadas y con una sonrisa me dijo que me pusiera cómoda, yo inmediatamente acepté sus palabras y me quité el saco, sus ojos se posaron inmediatamente sobre mis senos y principalmente sobre la leve silueta de mis pezones, una ves sentados comenzamos con las preguntas normales para una situación así, como el por qué quería trabajar y esas cuestiones, posteriormente me pidió mi curriculum y se quedo observando mi fotografía diciendo que había salido muy bien en la foto ya que era muy hermosa pero no tanto como en persona, yo le agradecí el cumplido, pero en ese momento comenzó a mover la cabeza en sentido de negación diciendo que el único inconveniente que veía era el que yo no había laborado nunca, le dije que no había trabajado pero realmente me sentía competente para el trabajo y que haría lo que fuera por aprender y no desaprovechar la oportunidad de laborar para él en caso de que me la brindara.

El sonrío y me dijo que con una mujer como yo seguro aumentarían las ventas, ya que la mayoría de los clientes que tendría que ver serían personas de 40 a 60 años que se hacían cargo de algún pequeño negocio, alguna abarrotera o bien gerentes de compras de alguna gran empresa.

Yo le respondí que no se arrepentiría de darme el trabajo y en ese momento crucé la pierna dejando que el liguero se asomara un poco haciéndome la desentendida, pero él si no disimuló en verme las piernas, en ese momento me dio unas leves palmadas en el muslo de mi pierna quitando inmediatamente después su mano, como queriendo solo probar el terreno que se le presentaba, al tiempo que me decía qué horario podía tomar, yo le indiqué que respecto al horario podría ser el que me pusiera ya que estaba disponible para él todo el día, el nuevamente sonrío y al tiempo que me preguntaba: ¿realmente está Usted disponible señorita? me ponía la mano nuevamente en el muslo de mi pierna pero esta vez dejándola ahí, le respondí que totalmente, no haciendo caso de su mano y tomando un trago de refresco.

Me dijo que realmente no aparentaba mi edad y que poseía la actitud para obtener el trabajo, sin embargo se preguntaba que si no habría problema alguno con mis papás ya que en ocasiones las ventas terminaban ya tarde e inclusive en algunas ocasiones habría que hacer ventas fuera de la ciudad y como aún era menor de edad….

Yo lo interrumpí diciéndole que no habría problema alguno ya que mis papás me apoyaban en todo lo que yo emprendía, en ese instante sonó el teléfono y tuvo que pararse para contestar desde su escritorio, para ese momento yo ya me encontraba excitada y sentía mojada mi vulva, eso de jugar a la mujer que coquetea con personas mayores me pone de a cien, el se sentó en su escritorio y mientras hablaba no dejaba de mirarme, yo me acomodé en el sillón de tal manera que él no perdiera el panorama que le ofrecía, es más, cambié de pierna y al cruzarla le mostré sin el menor recato mis encantos, pudo observar mi conchita perfectamente rasuradita como el de una niñita cubierta por la leve capa de una tanga de seda, no puse cuidado alguno de que la falda se me levantara más y mostrara mas terreno de mi cuerpo, mis pezones para ese momento se distinguían perfectamente, ya que el brassier era bastante delgado y no podía ocultar más mi excitación, por fin terminó de hablar por teléfono y nuevamente se acercó a mi, se sentó frente a mí y me dijo colocando nuevamente sus manos sobre mis pierna que si podría empezar a trabajara a partir del lunes, yo emocionada le contesté que sí que no habría problema alguno, entonces el empezando a acariciarme de una manera muy suave todo el muslo me dijo:

- perfecto señorita Karina queda Usted contratada,

le pedí que me llamara Karibeth y suavemente también le tome las manos diciéndole que no se arrepentiría a lo que me contestó que de eso estaba seguro poniendo su mano en mi cintura, yo hábilmente hice que me besara en los labios, el olor de su perfume me hizo disfrutar más aún del beso, mientras sus manos casi tocaban uno de mis pechos, nos pusimos en pie y me plantó un beso en la boca nuevamente, yo le correspondí y nuestras lenguas juguetearon por un rato mientras sus manos comenzaban a manosear mi busto, tocando con sus dedos el entorno de mis pezones que ya resaltaban bastante bajo mi blusa y comenzó también a acariciar mis piernas hasta donde acababan las medias e iniciaba mi carne que ya vibraba por él, y con un movimiento tierno paso sus dedos delicadamente sobre mi vagina, bajo mi tanga y al no sentir un solo bello me pidió que lo esperara en el vestíbulo un rato mas mientras terminaba de despachar a todos los que faltaban y también a su secretaria, y que me quedara para ponernos de acuerdo con las funciones de mi trabajo, yo accedí y lo esperé, una vez que vi salir a la secretaria volví a subir a su oficina para ese momento la puerta de la oficina estaba cerrada, toque y al abrirse fui recibida con un beso que me termino de ponerme a tono, entramos y pasamos nuevamente a la salita de su privado y sin perder un momento comenzó a despojarme de mis ropas, me dijo que realmente era una criatura muy hermosa y caliente y que me contrataba para que también fuera su muñeca sexual en tiempo extra y disfrutarme a toda hora; ya que me había dejado desnuda completamente...

Él también comenzó a desvestirse y en lo primero que me fije fue en su pene que realmente estaba fuera de proporción de su cuerpo, era realmente grande, yo al principio me asuste pensando que podría lastimarme pero mas que mi miedo la excitación por sentirlo adentro de mi me hizo comenzar a acariciarlo, el se acostó en el sofá boca arriba para que yo se la chupara, y sin perder tiempo lo hice, esta vez deseosa de volver a sentir un pene en mi boca, me senté sobre él mostrándole el espectáculo de mi espalda y mis nalgas y me incliné para comenzar a darle la mejor de las mamadas, mientras el tenia de frente mi culito caliente, el comenzó a meterme uno de sus dedos en mi ano mientras yo subía y bajaba mi rostro ante ese majestuoso manjar, que aunque lo intentaba no podía meterlo en su totalidad ya que me provocaba náuseas al sentirlo en lo más profundo de mi garganta, así es que solo me lo introducía hasta donde yo me sentía soñada, al principio sintiendo sus dedos en mi agujerito impedía que me concentrara en lo que estaba haciendo, pero cuando el placer me inundó comencé yo misma a mover mis caderas hacia delante y atrás para sentir mas placer rozando con mis labios vaginales su estómago, mi lengua acariciaba la piel rosada de ese enorme instrumento que en unos instantes se empezó tornar de un color rojizo que me indicaba que muy pronto explotaría y no me equivoqué ya que en ese momento al tenerlo lo mas adentro de mi boca sentí un calor inundar toda mi lengua y el paladar hasta la garganta, realmente era abundante semen el que tenia y todo, sin desperdiciar una sola gota me lo tragué, posteriormente procedí a limpiárselo con mi lengua hasta que quedo totalmente limpio, ahora te toca a ti preciosa y me acostó colocándose el en mi abdomen tal y como yo hice y comenzó a satisfacer con su lengua mi ya mojada vagina, realmente era un maestro con la lengua, con sus dedos abría los labios de mi panochita para que su lengua pudiera penetrarme mas, después con movimientos rápidos de su lengua que parecía tener vida propia comenzó a estimular mi clítoris de tal manera que inmediatamente comencé a sentir el resultado de tan buen trabajo, alcancé un orgasmo de ensueño, yo solo podía gemir a causa del gran placer que en ese momento estaba sintiendo, todo mi cuerpo se cimbraba y mis ojos realmente estaban perdidos de locura.

Dando unas palmaditas en mi pubis decía: ahora te toca comer tu zanahoria conejita y comenzó a prepararse para penetrarme con su exquisita berga, al principio si me causó un leve dolor, pero inmediatamente comencé a sentirme en el cielo ya que podía sentir como me rellenaba toda por dentro con ese pedazo delicioso de carne sin hueso, aún con su enorme tamaño pudo entrar hasta adentro, los dos gemíamos de gran placer, el no dejaba de besarme el cuello, la boca, metía su lengua por mis orejas, mientras que sus manos acariciaban mis pechos de una manera que me hacía moverme toda, el decía que me movía muy rico, y como no hacerlo si tenía dentro de mi vagina la inspiración y el estímulo necesario para sentirme toda una putita caliente, los dos logramos un orgasmo mas y me pidió que pasáramos a la terraza la cual tenía vista hacia un jardín dentro de su oficina, ya ahí me inclino hacia delante por lo que me detuve de unos barrotes y ya repuesto la gran cabeza de su pene buscaba entrar por mi culito que ya tenia los recuerdos de más de un pene, para que no me lastimara y tuviera mayor facilidad de penetración tuve que inclinarme mas, di un sobresalto cuando sentí algo frío en mi trasero, era la vaselina que había sacado momentos antes de un cajón de su escritorio y que utilizaría para lubricar mejor, en mi interior me dije que esta no era la primera ves que puteaba en su oficina, ya estando perfectamente bañado mi culito comenzó a encaminar su pene hacia ese conducto, al introducir la puntilla un gran dolor me invadió, yo pensé que ya no me dolería pero no fue así y le pedí que no lo hiciera que me estaba doliendo muchisimo, el me dijo que me relajara y que lo mejor seria que me pusiera en posición de perrito para que así me clavara su estaca, yo obedecí parando mas mis nalgas, todo lo que yo podía, sentí nuevamente la puntita y con ello un gran dolor, pero esta ves no dije nada solo comencé a gritar y a contenerme tratando de relajar aquella parte y mi dolor se agudizó cuando comenzó a taladrar mas y mas hasta que sentí sus testículos en mis nalgas, el dolor era insoportable, pero sabía que este sería pasajero, así es que mordiéndome los labios para no dar un grito que se escuchara en toda la cuadra me quede quieta como una perra clavada ante su macho, después el comenzó con el movimiento de mete y saca y el dolor comenzó a menguar y dar paso a un placer que realmente extrañaba, sus manos hábilmente manipulaban mi vagina nuevamente y eso acrecentó mi placer, mis gritos de placer lo ponían mas caliente y sus movimientos comenzaron a ser un poco mas bruscos tanto que sus testículos rebotaban con gran furia en mis glúteos, yo sentí que flaqueaban mis fuerzas cuando un orgasmo intenso me invadió, el tuvo que detenerme con una mano mientras comenzaba a soltar otra buena cantidad de leche dentro de mi culo, yo sentía que se llenaban mis intestinos, que placer ser enculada por un ejemplar de pene así, realmente me sentía dichosa de ser su dueña en ese momento y sobre todo de saber que no sería esta la última vez que me harían sentir una puta satisfecha, contaba con 17 años y ya había comenzado a experimentar los mayores placeres de la vida, cada vez estaba mas segura de ser una gatita en celo adicta al sexo, a los penes y a ser cogida por todos lados, este año de mi vida había sido el principio de un gran cambio en mí.

El auto me lo pude comprar con tan solo dos meses de trabajo y unas cuantas horas extras, y en verdad que tengo muchas experiencias sexuales que contarles, y respecto a mi jefe ni hablar, cogimos de lo lindo durante mi estancia en ese empleo, hubo ocasiones en que nos íbamos todo un fin de semana para gozarnos mutuamente, después tuve que dejarlo para buscar oportunidades en otros lugares y sobre todo por la Universidad, además de que él ya pensaba en dejar a su esposa e hijos por estar mas tiempo conmigo inclusive ya había comprado un departamento para nosotros dos, lo cual no me pareció bien pues yo solo buscaba dar mi cuerpo para aprender mas sobre las artes de la lujuria y los deseos pero no buscaba nada serio aún.

Con él en verdad que conocí muchas cosas que pienso poner en practica mas adelante.

Además reafirmé en mí la idea de ofrecer una falsa inocencia ante diversas situaciones para manipular a los hombres y acabar siempre gozando de sus penes y del mas intenso sexo, mi campo para satisfacerme creció cuando ingresé a la universidad, pero ya habrá tiempo para que yo les narre todo aquello en otra ocasión.

(si desean que platiquemos e intercambiemos experiencias mas íntimas o consejos para disfrutar al máximo el sexo pueden escribirme a karibeth@infosel.com y nuevamente gracias a todos mis nuevos amigos cachondos que me han escrito).

Se despide de ustedes su amiga Karibeth