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Karibeth (08: El mejor amigo de la mujer)

en Grandes Relatos

KARIBETH VIII. HACER EL AMOR CON EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE Y LA MUJER…

Los recuerdos de mi violación provocada hacen que quiera sentir de nueva cuenta la sensación de ser penetrada por un can, claro ya mas tranquila y en una situación de privacidad y control, y que mejor que compartir y gozar de esta experiencia que mi mejor amigo…

Hola a todos, nuevamente reciban desde Puebla un beso de su amiga Karibeth, nuevamente estoy aquí para contar un nuevo relato aún cuando yo pensé que ya no tendría ganas de volver a repetir ninguna experiencia sexual nueva, pero ya ven, una ves que una entra a esto ya no puede salir tan fácilmente, sobre todo me gusta y mas cuando recibo todos sus comentarios.

Por cierto, quiero agradecerles a todos Ustedes por sus saludos, sus palabras de amor y deseo, pero mas aun, agradezco a todos ellos que se preocuparon por mi salud en mi última aventura, gracias y reciban de mi parte los mismos deseos.

Bueno, para empezar les diré que ya me encuentro perfectamente de salud, físicamente hablando, ya que en mi mente llegan aún los recuerdos de la violación, que aún cuando yo la busqué, ruborizan mi piel o hacen que despierte agitada aterrorizada pensando que estoy en aquel lugar todavía; pero lo bueno de todo ello es que ya paso y como bien me dijo uno de mis asiduos lectores la experiencia que yo quería vivir la logre y bien o mal nadie me quita el haber cumplido otro capricho sexual.

Pues bien este relato sucedió hace un par de días, precisamente en los días de muertos, me encontraba realmente aburrida, estaba desvelada ya que el jueves tuve una fiesta que se había prolongado hasta el amanecer, así que imaginen, viernes día festivo, desvelada y con la cruda… realidad encima no tenía nada que hacer durante todo el día, aunque tenia fiestas de disfraces ese viernes así como el sábado, pero eran hasta en la noche y mientras que iba a hacer todo el día, para variar, desde mi última experiencia no había tenido sexo ya que aún la sensación de que me violarían estaba en mi mente y no podía disfrutar de alguna pareja aún, ya que en el momento de calor y al empezar las caricias prohibidas pero tan deseadas, aún cuando mi cuerpo deseaba continuar hasta el final mi mente simplemente me enfriaba y no quería hacer nada más, quedándose la pareja en turno con las ganas y refunfuñando… pues bien, como recompensa de mi ayuno amanecí solita en mi cama y con unos deseos enormes de ser penetrada, al despertar, me sentí excitada ya que en sueños era la única forma de tener relaciones sexuales y gozar de un pene entre las piernas… mi entrepierna estaba húmeda, y yo en punto de ebullición, en fin, me tuve que conformar con masturbarme sobre mi cama hasta revolver mi cuerpo desnudo entre las almohadas y las sábanas al recibir un orgasmo bastante prolongado, estuve así varios minutos hasta que decidí que no pasaría esta noche lo mismo y tenía que saborear los jugos de un hombre y sentirme penetrada por todos mis pliegues íntimos hasta quedar saciada.

Así que me levanté de la cama y comencé a ver el vestuario (ya que son fiestas de disfraces las que abundan estas fechas) buscaba que utilizaría y que fuera lo suficientemente atrevido para que sin trabajo alguno pudiera terminar con un buen pene entre las piernas.

Se me olvidaba decirles que todo este tiempo mi perro el cual se llama Rosco, es de raza perdiguero irlandés, es café miel, de tamaño mediano y muy cariñoso y juguetón, el duerme en su cama colocada en un rincón de mi habitación. El no se levantó para nada de su cama pero no perdía detalle de lo que hacia yo.

Una vez que terminé de escoger mi disfraz decidí bañarme para salir a dar una vuelta aunque sea para ir a un centro comercial de compras, y al estar a punto de entrar a la ducha se me ocurrió aprovechar de una ves y meter a bañar también a mi perro (el cual siempre lo baño en la regadera pues es mas práctico además de que le gusta el agua caliente), así es que me puse una playera larga y nos metimos Rosco y yo a la ducha, lo metí a la tina y comencé a bañarlo, mientras lo hacía, a mi mente vinieron los relatos donde otras chicas narran sus experiencias sexuales con perros de diferentes razas, después me acorde de la sensación que experimenté cuando los degenerados de mi anterior relato (LA VIOLACION) me hicieron postrarme para ser penetrada por su perro, aunque el recordar esos momentos me provocaron un escalofrío la sensación que sentí de tener ese enorme pedazo de carne en mi vagina provocó que comenzara a excitarme y yo creo que Rosco lo sabía porque cuando comencé a pasar mi mano por su zona procreativa empezó a salir su pene de su lugar, en mi mente dije triste Rosco ya empezó de calenturiento igual que su dueña, y me propuse a lograr que tuviera una erección para saber de que tamaño la tenía, primero lo bañe de todo su lomo muy tiernamente y su cabeza, al terminarlo de bañar me enfoque totalmente a su pene que seguía asomando la punta, esta es de color rosita, y su punta parece de zapato de duende ya que es semi puntiagudo y un poco hacia arriba, comencé a acariciarle mas que enjuagarle su cosita y lograba que saliera más, el Rosco solo volteaba a verme como diciéndome: que haces??, sacaba su lengua y yo pense que le estaba gustando, como yo estaba arrodillada al suelo la verdad ya me incomodaba esa postura, así que hasta ahí me detuve y lo saque de la tina para secarlo y lo sacarlo del cuarto de baño para que yo comenzara a bañarme, mientras sentía el chorro del agua sobre mi espalda y mi busto, comencé nuevamente a excitarme y dirigí el chorro de agua sobre mis glúteos y mi culito lo que provocó que toda mi piel se erizara, después tomando la manguera de la regadera me la puse en mi vulva bastante excitada y sentía como el agua me penetraba y llenaba mi vagina de agua caliente, pero esto no era suficiente porque yo quería más, así que me sequé y salí desnuda y me recosté en mi cama, ya ahí quería usar el vibrador para masturbarme pero la idea de sentir nuevamente un pene de animal me rondaba la cabeza así que me decidí y llamé al Rosco hacia mi cama, el presto como sabiendo lo que le esperaba estaba de un brinco junto a mi moviendo la cola y viéndome como diciendo aquí estoy para lo que gustes, ya ahí comencé a acariciarlo del lomo, no sé porque pero sentía vergüenza de lo que iba hacer, sería porque jamás se me había ocurrido hacerlo con mi perro, ya que mas que perro lo sentía como parte de mi familia, mi mejor amigo, y no me atrevía a dar el paso de hacerlo mi amante.

Pero mi fuego me quemaba y mi deseo carnal fue mas fuerte y echado panza arriba comencé a acariciarlo de su pene que nuevamente tenía la puntita afuera, aunque estuvimos acostados unos minutos en la cama y por mas que le puse toda mi dedicación para que creciera en todo su esplendor no pude lograrlo, solo creció un poco más, así es que ya un poco fastidiada pero eso si decidida a hacer, como siempre, lo que me propongo, me acordé que había leído en los relatos de zoofilia que a los perros se les excitaba (como a los hombres) por el olor así es que saque una de mis tangas de la cesta de ropa sucia, precisamente la utilizada en la noche anterior la cual imagine tendría mis jugos ya que me había excitado en varias ocasiones y cuando estuve con un amigo besando y acariciándonos supe que había dejado mi esencia ahí, más que nada porque deseaba ser penetrada pero como dije al principio de mi relato mi mente me detenía; ésta se la puse en la nariz comenzando a olfatearla con desesperación, mientras la olfateaba yo con la otra mano comenzaba a acariciar mi clítoris el cual ya estaba húmedo esperando ser poseído, el Rosco estuvo oliendo un buen rato mi braga y entonces comencé a acariciar nuevamente su pene y pude notar que su instrumento ya había crecido solamente un poco más aunque para serles sinceros con ese tamaño era suficiente para mi ya que era del tamaño de un pene regular de humano, su miembro paso de color rosita a un color rojizo, acerqué mi nariz y su olor me agradó, después tomando dos dedos roce su pene para ver porque se notaba cristalizo, y esto se debía a que estaba en su totalidad lubricado por un liquido pegajoso, transparente, muy parecido al del hombre pero este tenía una consistencia mas espesa y muy olorosa, su sabor (porque ya que estaba en esto quise probar todo) era bastante intenso, un poco salado y un poco dulce pero no sabia mal, y ya así me atreví a llevármelo a la boca, el Rosco se inquieto un poco como temeroso pero al ver que no le haría ningún daño al contrario comenzó a mover la cadera como si mi boca fuera su perrita, tuve que desistir en darle una mamada ya que sus movimientos me incomodaron pero me di cuenta que ya estaba listo para ser mi amante así que comencé a idear como hacer para que yo fuera penetrada sin que me lastimara con sus garras como lo hizo el primer animal que me poseyó, primero que nada me puse una sudadera corta y buscamos varias posesiones pero nada resultó, hasta que me puse rodillas y tomé sus patas delanteras y lo fui acercando a mí hasta que se montó, entonces puse mis codos en el sueño esperando el momento de la penetración pero al ver que le costaba trabajo atinarle tuve que ayudarlo, en un momento pensé que me penetraría el ano ya que su punta se había acercado peligrosamente ahí, y solo con la puntita sentí que el tamaño de su pene ya había crecido mucho más, sobre todo en lo ancho, pasando mi mano por debajo de mí quise orientarlo hacia mi cavidad vaginal pero son sus movimientos me era muy difícil, ya que se movía rápidamente, y estaba ya desesperándome sobre todo porque así de rodillas sobre la alfombra de la habitación y frente a un espejo que va desde el techo hasta el piso veía nuestro reflejo y realmente mas que excitarme me empezó a humillar inclusive me imagine que yo era una perra en brama y en mis fantasías locas imagine que perra me gustaría ser, de que raza, y cuando estaba en eso pasó lo que tenía que pasar, el Rosco haciendo uso de su maña logró puntería y me penetró, el dolor fue intenso, sobre todo porque ya tenia un buen tiempo sin probar nada mi vagina y de pronto un trozo de carne descomunal me taladraba pues imaginaran el suplicio, en fin, traté de arquear todo lo posible mi espalda y con ello levantar las nalgas todo lo que pudiera y abrir mis rodillas y un poco mas mi compás para poner mas a su disposición mi boquita inferior, una ves que estuvo a su plena disposición y alcance sus movimientos fueron mayores, sus patas delanteras me abrazaron con tal fuerza que me sofocaban, yo sentía desvanecerme, el dolor era intenso, no se si por no haber tenido ya relaciones o porque mi perrito realmente estaba destrozando a su ama hasta el alma… yo sentía tal dolor que solo paraba más y más mi trasero para menguar el dolor pero tamaño trozo de carne llenaba toda mi cavidad, aún con el dolor ni siquiera intenté zafarme para que no me lastimara ya que cuando lo intenté me gruñó como diciéndome esto querías no??? Ahora espera a que termine; su gruñido me dio miedo y realmente fue imponente que me doblego y solamente acepté ser su perrita, (por cierto ya imaginando que perrita me gustaría ser me encantaría ser de la raza coquer ingles, color miel, creo que sería una perrita muy coqueta como la de la película la dama y el vagabundo).

Poco a poco dentro de mi ser el placer fue llegando, el éxtasis de tal penetración deformaba mi rostro el cual podía ver a través del espejo, las muecas de dolor, placer, gozo, etc. Se manifestaban en mi boca y mis ojos estaban perdidos en cada embestida de mi noble can, los orgasmos que me hizo alcanzar Rosco fueron sensacionales, llegó un momento en que pude sincronizar mis movimientos con los del perro y mis caderas pudieron llevarle el ritmo, logrando mas placer así, solamente imaginaba cuanto tiempo había desperdiciado a mi amigo y cuantas veces hubiéramos pasado formidables noches, solamente comencé a reír cuando imagine que mis papas me hubieran visto tal y como yo me estaba viendo frente al espejo, realmente sentía mucha dicha por tamaño ejemplar de carne entre mis entrañas, sentía con claridad como podía alcanzar mi matriz y aunque me provocaba dolor el placer era supremo, así estuvimos unos minutos hasta que de pronto sus movimientos fueron mas rápido, yo sentía desfallecer ya que mis orgasmos alcanzados realmente me habían debilitado y sentía como temblaban mis brazos y mis piernas por sostenerme en esta posición y aguantar todavía el peso de mi perro sobre la espalda, la rapidez de su cadera era impresionante, yo sabía que estaba por correrse, el roce de su órgano a mis labios y sobre todo a las paredes de mi cavidad vaginal y a mi clítoris me hacían gemir y gritar de placer, toda mi habitación se lleno de sus jadeos y de mis gritos y solo deseaba soportar tanto placer, de pronto sentí como una bola crecía dentro de mi vagina al hincharse su pene y en una majestuosa explosión salía disparado dentro de mi ser chorros de semen canino, bañando toda mi vagina, me acordé que en mi primera experiencia a los perros no les gusta que una se mueva cuando ellos se corren, así que apoyé mi cabeza sobre la alfombra para tratar de sostenerme inmóvil y dejar un poco de temblar por lo extasiada que me encontraba y el cansancio de mis multiorgasmos, era sensacional sentir mojada toda mi vagina, mi clítoris lo sentía bastante inflamado como hace tiempo no estaba, realmente estaba muy sensible, un problema que no me acorde y que en los relatos no lo dicen nunca es que una ves que el perro se corrió le da por bajarse y ese grave descuido de mi parte me provocó realmente mas dolor que nunca en mi vida, ya que se bajan de una como si nada dejando su pene adentro de su perra y el dolor vaginal es insoportable, por más que le hable para que dejara su empeño de quererse separar jalándose fue en vano, yo sentía que junto con su pene se iría mi matriz y hasta mis entrañas porque el dolor realmente es bastante, y para variar, aún cuando estaba realmente débil por mis orgasmos que me arranco mi perrito tuve que tomar fuerzas para seguirlo como perrita pegada a su miembro, de pronto el como que entendió que me estaba lastimando y se quedo quieto, yo para eso ya estaba llorando y le suplicaba que se quedara quieto, así los dos comencé a sentir como se bajaba la hinchazón dentro de mi, su pene disminuía de espesor y esa sensación realmente me gustó mucho, primero porque ya nos separaríamos y segundo porque es un cosquilleo lo que una siente, después como tapón de sidra el tufi de un jalón sacó su miembro, con esa simple sacada me provocó un orgasmo mas ya que realmente estimuló toda mi chochita, clítoris, labios, cavidades, etc.

Y no se que pero se siente una extasiada y realmente enamorada de ese momento, si antes quería a mi perro ahora lo idolatraba. Una ves afuera él se fue a tirar a su cama y a limpiarse el pene que poco a poco volvía a guardarse en su piel y se escondía, mientras que yo me quedé tirada ahí mismo, sobre la alfombra disfrutando del momento, del último orgasmo, las lagrimas dejaron de correr por mis mejillas, de mi vagina chorros y chorros de un liquido entre amarillento y blanquezco escurrían en mis muslos y entrepierna, la alfombra realmente estaba super mojada y el cuarto se lleno de un olor raro, el olor de su semen, el cual es mas intenso que el del hombre aunque su sabor no varia mucho, y ahí aún temblando pero mucho muy relajada y contenta y satisfecha me quede dormida.

Esa fue mi primera experiencia de zoofilia consentida y realmente fue maravillosa, tanto que sé que no será la última, y porque no, tal ves algún día me anime y tome valor suficiente para que mi nuevo amante disfrute mi anillo posterior y sentir sus jugos en mis intestinos…Mientras, me conformo como hasta ahora solamente ser su perrita y darle mi vagina para que la posea con su pene y su lengua, digo esto último porque ahí tirada sobre la alfombra me dormí y yo creo que hubiera despertado hasta el otro día si no fuera que mi amante peludo me despertara a lengüetazos en la cara como dándome las gracias por el momento, una ves que reaccione me recosté en mi cama boca arriba y él de un brinco se puso entre mis piernas como si quisiera repetir la experiencia, claro que yo no se lo permití, si lo volvía a hacer seguro me desmayaba ya que una pierde mucha fuerza y energía, pero a cambio le permití lengüeteara mi vagina, para ello le abrí las piernas y el inmediatamente colocó su hocico en el lugar preciso para hacerme sentir nuevamente gran placer, su respirar caliente, su lengua húmeda y áspera me enloquecieron y solamente porque como dije estaba realmente muerta de cansancio porque si no aceptaba gustosa otro round con mi candente oponente, el sentir enorme intruso en mis labios, en mi clítoris, inclusive en mi ano (pues en ratos se lo exponía dándome la vuelta) es una sensación que recomiendo mucho ya que a una la pone a tono para el bocado principal, y si una quiere gozar de orgasmos sin necesidad de ser penetrada les aseguro que en segundos un perro hace con su enorme lengua lo que el mejor vibrador en minutos… LOGRAR ALCANZAR UN ORGASMO ENORME Y FABULOSO!!!.

AHORA SÉ PORQUE EL PERRO ES EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE Y DE HOY EN ADELANTE TAMBIEN LO SERÁ DE LA MUJER, POR LO MENOS PARA ESTA MUJER QUE LES ESCRIBE…

Espero les haya gustado mi relato que como siempre es real y comparto con alegría y lujuria con ustedes, se darán cuenta que con mi amigo ya no necesitare de vibradores ni de nada de eso cuando esté solita y no haya un hombre cerca de mi o en casa; tanto placer me dio Rosco que ese viernes no salí de mi casa para nada porque realmente me dejo satisfecha y deseosa de tener otro encuentro con él apenas tome energías, por lo que les agradecería sobre todo a las mujeres que leen mi relato y que hayan tenido experiencias de esta índole me ayuden y asesoren para poder disfrutar de mayor forma a mi Rosco, sobre todo consejos de posturas ya que la que experimente aunque fue sensacional en mis propósitos de placer el final si fue algo que no quisiera repetir sobre todo por lo doloroso…me refiero cuando el animal quiere separase, espero sus consejos y comentarios amigas…

Y a Ustedes mis amigos y amantes espero les haya gustado mi historia gracias por escribirme y espero me digan que les pareció esta última narración, además pueden estar tranquilos porque créanme que la sensación de un pene de hombre aunque es de menor tamaño y grosura que la de un perro es el mejor manjar que una puede gozar en la cama, aunque no se duerman en sus laureles porque si nos descuidan no les extrañe que queramos estar mas tiempo con nuestro perro el mejor sustituto para nosotras. ;-)

Pueden todos y todas escribirme a mi dirección de siempre karibeth@infosel.com pueden hacerlo de cualquier parte del mundo como hasta ahora lo han hecho. Por cierto acepto comentarios, sugerencias, consejos y además propuestas de toda índole, inclusive acepto fantasías e ideas que les gustaría yo pusiera en practica por mi cuenta y posteriormente narrárselas…

Se despide de Ustedes su nueva y mejorada amiga, amante y lo que quieran que sea… KARIBETH