miprimita.com

Karibeth (03: La infracción de tráfico)

en Grandes Relatos

KARIBETH III. LA INFRACCIÓN DE TRÁNSITO.

Hola, soy su amiga Karibeth y les tengo algo nuevo que contar, hay cosas en la vida que uno hace pero que tienen que guardarse en secreto por conservar una reputación ante la sociedad en la que nos desenvolvemos, y en verdad, es cuando se agradece espacios como este para poder destapar nuestro verdadero Yo, sin críticas ni calificaciones de ningún tipo, recordarán que tengo 18 años y soy una mujer sumamente fogosa, estoy muy orgullosa de mi cuerpo, me gusta cuidarlo haciendo ejercicio y haciendo dietas para poseer una figura que sea realmente una tentación, siempre soy el centro de todas las miradas de los hombres en todo lugar, no importa la edad de estos, todos son unos calientes, mido 1.70 de altura, soy delgada, de piel blanca, cabello castaño y ojos azules, poseo una cintura muy bien delineada, mis piernas son dignas de admirarse pero lo que nunca se escapa de ser admirados son mis senos y mis glúteos los cuales resaltan con todo tipo de ropa que lleve puesta, mi ropa consentida es aquella con la que hago despertar con mayor rapidez la imaginación de los hombres.

Solo bastó un detonante para saber de lo que soy capaz en un rato de locura y ahora que me conozco y he probado las delicias de un pene penetrando cualquiera de mis orificios (mi boca, mi culito y mi conejito, como yo le llamo), les puedo garantizar que ahora soy una adicta al sexo que casi todos los días regreso a casa mojada y escurriendo por mi entrepierna, por lo que aprovecho cualquier momento para incitar a los hombres a la lujuria y a probar los deliciosos placeres carnales.

Esta adicción al sexo me hace soñar en comportarme como toda una callejera, que aparentando ser una niña tierna, buena, etc., me permito experimentar relaciones de todo tipo sin embargo siempre elijo a mis candidatos y los manipulo en situaciones aparentemente inocentes y espontáneas para cumplir mi necesidad de ser cogida y gozada.

Una de estas situaciones fue aquella que me sucedió hace casi dos semanas, el 16 de febrero, había salido de una fiesta con motivo del amor y la amistad, realmente me encontraba algo molesta, era sábado en la madrugada, había discutido y terminado con mi novio en turno porque me había cansado de sus celos, que aunque fundados porque era una verdadera coqueta compulsiva, no dejaban de ser estúpidos y fastidiosos, así que junto con mi amiga Ivonne salimos de la disco; ahora que lo pienso no sé que fue lo que más me molestó en ese momento si los celos de mi novio, el haber terminado con él aún cuando me daba todo lo que me agradaba, o bien, el saber que dormiría sola y no habría nada para mi esa noche como un sabroso manjar de carne entre mis manos satisfaciendo mis deseos de putita, así es que una ves subidas en mi automóvil nos dirigimos al departamento de mi amiga, pues como vive solita decidí quedarme con ella para que mis padres no me vieran que iba realmente movida de la fiesta, conducía a exceso de velocidad pues realmente me agradaba eso, cuando de pronto a través de mi espejo retrovisor observé que una patrulla me pedía que me detuviera, yo le pedí a mi amiga que se pusiera el cinturón de seguridad y pisé más el acelerador, realmente me estaba excitando ver la torreta detrás de mí a gran velocidad, le dije a Ivonne: cuánto apuestas que no pagamos ninguna infracción si es que nos alcanzan los patrulleros, ella me contestó que estaba loca y riéndose me dijo que qué quería apostar, le dije que apostáramos un reto o castigo, después de que acordamos que sí solo le dije que me siguiera la corriente en todo sin decir nada, y entonces comencé a reducir la velocidad y me detuve, es necesario decir que mientras me seguían tomamos la ruta mas larga y solitaria hacia nuestro destino, lo cual implicaba conducir por la periferia de un cerro dentro de la ciudad, el cual por la madrugada se encuentra realmente obscuro y sin paseantes, una ves que estuvimos sin movimiento uno de los patrulleros, joven de aproximadamente 27 años, alto y delgado, bien formado, se bajo de su auto se nos acercó y con una lámpara potente nos pidió que bajáramos lentamente de la unidad, yo me sentía como toda una delincuente de serie policiaca,cuando nos bajamos Ivonne y yo y casi suelto una carcajada cuando con una voz muy distinta de toda una autoridad, notando nervios por observar quienes eran sus prófugas de la justicia nos pidió que pasáramos a la parte posterior de la unidad colocando las manos en el portaequipaje: Ivonne vestía unos mallones extremadamente ajustados color blanco con negro tipo cebra que dejaban ver que llevaba una tanga diminuta, unos botines color negro y una blusa ajustada color negra con escote que realmente hacia lucir sus encantos, ella es un poquito más bajita de estatura que yo, es delgada de cabello largo obscuro en ese momento lo llevaba suelto, de tez blanca y ojos color miel y lo que sea de cada quien posee un cuerpo realmente cuidado pero su mayor encanto es su enorme trasero.

Yo por mi parte vestía una minifalda realmente corta color negra de piel que se encontraba unida a los lados por cordones también de piel entrecruzados, lo que permitía realzara lo blanco de mi piel por todo el costado de ambos lados de mi cuerpo, la tanga que me había puesto para acompañar esa minifalda era realmente diminuta de seda color negra y apenas se podría ver tanto del lado derecho como izquierdo de mi cadera, toda mi cintura iba descubierta hasta el borde inferior de mis senos notándose un pequeño arete prendido de mi ombligo, llevaba puesto un top de piel color negro liso sin tirantes unido de la parte de atrás por unas tiras que cruzaban por mi espalda y no llevaba puesto brassier, mis cabellos los llevaba totalmente recogidos, y mi atuendo lo finalicé con un par de sandalias con plataforma y una chamarra del mismo material que mis atuendos referidos estilo cazadora color negra, nos pidió que pasáramos hacia la parte posterior del auto y pusiéramos las manos en el portaequipaje, la patrulla se encontraba estacionada atrás y continúo con los faros encendidos, yo sentía ya mi sexo caliente y mojado con estas emociones y el alcohol que había ingerido, además las luces de la torreta alumbrando el entorno le daba un tono excelente a mis planes si todo resultaba bien, el patrullero se acercó a nosotras para oscultar, según el, para revisar que no portáramos armas o substancias prohibidas, el roce de sus manos con mi cuerpo fue interrumpido por el otro agente que todo ese rato había observado desde el interior de la patrulla con las luces de los faros encendidas, apagó las luces y solo dejó las torretas encendidas y bajo de la unidad, este ultimo era un hombre de unos 40 años, complexión gruesa, un poco mas alto que yo, llamó a su compañero y estuvieron hablando en voz baja atrás de nosotras, yo aunque no entendía lo que decían imaginaba lo que platicaban, el segundo patrullero se veía que era de mayor rango que el joven ya que siempre se dirigía a él como señor, se acercó el de mayor edad primero a mi y me pidió que abriera un poco las piernas para que pudiera continuar con la revisión, dijo que era de rutina, su voz le temblaba de deseo por no desaprovechar la oportunidad de acariciar nuestros cuerpos, mientras me revisaba me preguntaba por qué huía de ellos, yo le contesté que nos había dado miedo, primero comenzó por revisarme la espalda y desde atrás se me pegó para que pudiera pasar sus manos por delante de mi, yo sentí como en su parte inferior su pene ya estaba listo para brincar en cualquier momento, sus manos me rozaban arriba tratando de tocar mis senos y al pasar por mis caderas no tuvo el menor recato de pasarme sus palmas por mis glúteos, acarició mis piernas desde los muslos hasta las pantorrillas y volvió a subir ambas manos metiéndolas un poco por debajo de mi minifalda, inclusive pude sentir como alcanzó a rozar ligeramente entre mi entrepierna, me dijo que me diera vuelta y metiendo sus manos por entre mi chamarra toco nuevamente mis nalgas y después introdujo un dedo en el brassier desde la parte de atrás hasta terminar adelante, tratando de estirarlo todo lo posible para alcanzar uno de mis pezones.

Después se encaminó a mi amiga que solo estaba observando por lo que había yo pasado, le pidió abriera también las piernas y comenzó a repetir el procedimiento, más que revisión era un agasajo lo que se estaba dando este señor, al igual que a mi le rozo sus nalgas en mas de una ocasión y pegando su cintura a la de ella como si fuera a abrazarla pasó sus manos por delante de ella , pude ver el bulto que ya se le había marcado por debajo del pantalón al igual que el patrullero joven, realmente lo estaban disfrutando y yo más todavía, le pasó sus manos por toda la espalda, y bajando por sus glúteos le acaricio los muslos y entre las piernas casi tocando su conchita.

Después me solicitó mi licencia de conducir y mi tarjeta de circulación, yo le contesté que estaban adentro del auto en mi bolso, así es que me pidió que los sacara, yo me dirigí hacia adentro del auto con él siguiéndome mientras que el muchacho se quedaba con Ivonne atrás del vehículo, dentro de mi me dije que esa era la oportunidad para que yo saboreara un pene dentro de mis pliegues más íntimos, me senté de lado sobre el asiento del conductor y me estiré sin ningún recato hacia mi costado tratando de alcanzar mi bolsa que se encontraba en el asiento posterior, de reojo pude observar como su mirada se clavaba en mis piernas y más allá, tratando de ver por debajo de mi minifalda, por lo que facilité tal deseo y abrí un poco mis piernas totalmente estiradas mostrándole el más orgulloso de mis atributos, según yo para tratar de alcanzar mi bolsa y sacar mi licencia, la cual una vez que la encontré sin que se diera cuenta la tire rápidamente por debajo de mi asiento, le dije que no la encontraba, que tal ves se me había olvidado en mi casa dentro de mi cartera al cambiar de bolsa, el me dijo que entonces tenia que proceder, ya para entonces su mirada era de total lujuria lo mismo que su voz, yo ya sabia que estaba listo para que me hiciera gozar como una verdadera golfa de lo peor.

Me dijo que por conducir en estado de ebriedad, rebasar el límite de velocidad permitido, evadir a la justicia dándome a la fuga y no portar licencia, ameritaba encierro de la unidad y detención para mí y mi amiga en el separo de la comandancia.

Le supliqué que no hiciera eso, que nos dejara ir, pero insistió que no podía así que tendría que detenernos, aparentando tener miedo le rogué que nos arregláramos ahí para que nos dejara ir, el me dijo que cómo si en verdad era bastante la penalización, yo tomando su mano le dije que nos arregláramos en ese momento y que conmutara la infracción como a el mejor le complaciera para que nos dejara ir a casa y sin esperar su respuesta sin más ni más le abrí suavemente mis piernas insinuándome como una callejera, mientras comenzaba a besar los dedos de su mano, el me dijo que si estaba segura y yo asintiendo mi cabeza comencé a despojarme de mi chamarra, con una sonrisa malévola le dije: ándele déjeme pagarle la infracción de tránsito en este momento, ¡cóbrese ya mi poli!, él me contesto que siempre había querido encontrarse con una callejera tan sabrosa como yo.

Con sus palabras y por lo que yo me estaba atreviendo a hacer ya me encontraba totalmente enloquecida, la sola idea de que una vez más un desconocido mordiera mis pezones me hacia temblar, el me pidió que me sentara en la orilla de mi asiento con las piernas hacia afuera yo lo obedecí y el mismo comenzó a despojarme de mi tanga, me pidió que abriera las piernas para que pudiera saborear de mis jugos más íntimos, como mi mini realmente me quedaba ajustada no podía abrir las piernas como el deseaba por lo que desaté los cordones y me la quité también y después introdujo su nariz en mi sexo ya caliente para olerlo, después comenzó a introducirme sus dedos, realmente se veía que estaba tan excitado que no le importó que su amigo e Ivonne nos estuvieran viendo, mi amiga al ver que el joven policía se acariciaba por encima del pantalón su berga, ella se le acercó y comenzó a acariciarlo, el policía desconcertado solamente se dejó, Ivonne se hincó delante de él para desabrocharle su pantalón y sacar su instrumento y una vez hecho esto, abrió la portezuela de atrás del coche y bajándose las mallas y su tanga se recostó en el asiento de atrás abriendo sus piernas para ofrecerle un rato de placer al policía, este de inmediato se le abalanzó encima y comenzó a penetrarla, yo solo escuchaba sus gemidos de placer, Ivonne también ya estaba disfrutando como yo.

Mientras tanto a mi me comenzaba a introducir sus dedos y en ningún momento dejaba de hablar, me decía qué labios tan carnosos tienes mamacita, era tanta su excitación de aquél policía que me lastimaba al rozar con tanta brusquedad sus dedos en mi vulva, por lo que le dije: ¿por qué no los devoras?, así es que tomándolo por su cabeza lo empuje hacia mi vagina para que la besara, el inmediatamente comenzó a lamer mi clítoris y a introducirme su lengua, el se encontraba hincado frente a mi por lo que con sus manos al quedarse fuera de mi conejito buscaron inmediatamente como entretenerse, su mano izquierda encontró mi agujerito posterior para introducirse, yo di un pequeño brinco pues si sentí un poco de cosquillas y malestar, pero recordando lo fabuloso que se siente ser enculada me dejé introducir primero uno , dos y hasta tres dedos para que fuera relajándose mi ano; mientras con su otra mano comenzó a acariciar mis senos, yo me desabroche el brassier y los dejé al aire libre para que los disfrutara más, el se detuvo un momento en su excelente labor de lengua para poder admirar mis senos, después, de besar ambos nuevamente introdujo su fabulosa lengua en mi conejito que ya comenzaba a escurrir sus líquidos, que sensación mas rica por cierto, sentir el viento de la madrugada por todo el cuerpo desnudo es realmente una maravillosa experiencia, yo sentía un verdadero placer por lo que comencé a gemir cada ves mas fuerte y sobre todo porque ya sentía acercarse un placentero orgasmo, mi vulva estaba ardiendo en la boca de ese extraño, de pronto un maravilloso escalofrío recorrió mi cuerpo, había logrado terminar tan solo con las caricias de su lengua, una ves que termine de gozar le dije que se pusiera de pie pues le tocaba su turno, y desabroche su cinturón y todo su pantalón para bajárselos hasta el suelo, junto con su trusa, y acercándome comencé a lamer ese trozo de carne erecto, se la comencé a besar primero con tiernos besos y con mi lengua, pero después me lo introduje todo en mi cavidad bucal y comencé a meter y sacar repetitivamente, en ocasiones le rozaba con mis dientes y después continuaba suavemente como toda una verdadera piruja consumada, al mismo tiempo introduje uno de mis dedos en su culo, para que sintiera lo mismo que yo sentí, él al igual que yo dio un brinco y sacando un momento de mi boca su instrumento le dije que me permitiera hacerlo gozar, el me dijo que estaba bien, así es que nuevamente introduje su pene en mi boca y mis dedos en su ano y continué masturbándolo de manera bucal, con la otra mano acariciaba sus testículos y la base del pene, el sentía un doloroso placer tanto de mis dientes como de mis manos pues gemía mientras se encorvaba hacia atrás, realmente lo estaba disfrutando el infeliz afortunado, en ese momento escuché como el tipo que se estaba ejecutando a Ivonne se corría dando un gemido de intenso placer que me excitó más y puso en mí el deseo de probar el trozo de carne que mi putita amiga había tenido entre las piernas.

No era la primera ves que las dos nos veíamos involucradas en una situación de sexo compartido ya que al igual que yo Ivonne es una mujer bastante cachonda y dispuesta siempre a experimentar nuevas formas de hacer el amor, el patrullero joven al eyacular se puso de pie y pude verlo saborear la exquisita mamada que le daba yo en ese momento a su jefe, espérate que ahora te toca tu turno pense dentro de mi, en esos momentos sentí como mi boca se llenaba de un liquido caliente y lechoso, ya se había venido dentro de mí, un gemido de placer salió de su boca, realmente había disfrutado la mamada, yo trate de no desperdiciar ni una sola gota de semen, una ves que tragué todo lo que me había dejado dentro de mi boca, con la lengua le termine de limpiar los residuos en su miembro así como las gotitas que salían todavía de la puntita, mientras se recuperaba me puso de pie y comenzó a besarme los pezones nuevamente y jugueteaba con su lengua y dedos mi busto, yo mientras tanto le hice una señal al otro patrullero para que se acercara a mí yo solo pensé que esa noche no me iba sin disfrutar de una buena cogida, me puse de pie y cerrando mi puerta me coloqué inclinada hacia el vehículo desde afuera detenida con mis brazos en la ventanilla, y como una perra callejera le mostré mi trasero diciéndole que mi boquita estaba ardiendo por su pene y buscaba alivio, el joven se acercó por atrás a mi y colocando su pene en la entrada de mi vagina lo comenzó a introducir suavemente desde atrás, realmente era maravilloso, su tamaño era el adecuado para lo que yo necesitaba en ese momento, sus manos mientras tanto, acariciaban mis senos y en ocasiones me tomaba de mis cabellos como si montara una potra, yo por mi parte realizaba movimientos rítmicos, la cogida la estabamos disfrutando los dos, él solo me decía que nunca había sentido algo así.

Una vez que se recuperó el policía más grande se acercó a la parte de atrás donde se encontraba Ivonne y le dijo que era su turno de probarla y se le echó encima, ella solo dio sus gemidos cuando comenzó a ser penetrada.

Una vez más di un grito de placer acompañada de otro orgasmo (por cierto algo que no les había dicho es que soy muy escandalosa cuando me están cogiendo, y en verdad no es porque yo aparente, mis gritos y gemidos son realmente de placer por ser penetrada, además que he comprobado que a los hombres les encanta que su mujerzuela sea escandalosa en la intimidad), yo solamente temblaba de placer mientras me seguía penetrando con más fuerza esta vez y rebotando sus testículos en mi trasero, yo sabía que se iba a venir por lo que con un movimiento me separé de él y poniéndome de cuclillas me metí su herramienta en mi boca, estaba tan roja e hinchada, a punto de explotar y así fue, tuvo una venida majestuosa, ¡cómo me gustaba sentir que un pene explotara dentro de mi boca!, el solo decía que realmente sabia lo que hacia, y yo no dejaba de chupar hasta la ultima gota de sus fluidos, una vez que terminamos nos pusimos de pie y observamos como era penetrada la güira de mi amiga, mientras no dejaba de chuparme los pezones y meter sus dedos en mi vagina y en mi cueva posterior, Ivonne solo nos miraba gesticulando en su rostro un placer que denotaba sus orgasmos, yo buscaba que el pene del joven se recuperara y así fue cuando vio como terminó su jefe y chorreaba todo el abdomen de mi amiga mientras ella con sus manos se lo untaba por sus senos, me voltee al poli y le dije que si quería el de la despedida a lo que me respondió inmediatamente que sí así que una vez mas me postré hacia delante poniendo al descubierto mi ano y le decía que lo sintiera como palpitaba como si tuviera vida propia el introdujo uno de sus dedos y después de ensalivarme bien puso su garrote en mi hoyo y de un empujón lo metió todo, de mí salió un grito desaforado con el cual de inmediato se pusieron de pie Ivonne y su macho, yo trataba de parar todo lo que podía mi trasero para que se relajaran más mis pliegues, después de haberse quedado quieto un momento comenzó a sacar y penetrarme rítmicamente, yo sabía que tenia que aguantar el dolor si quería gozar ese palo adentro de mí, después de unos segundos el dolor menguó y el placer me hacía chillar como una perra, con una de mis manos me acariciaba mi vagina mientras el poli metía su macana entre mis nalgas, guau, que sensación, mis gemidos se escuchaban cada vez mas prolongados, estaba en éxtasis sexual pues una corrida de centenario experimentaba yo en ese momento, el otro policía no dejaba de manosear a mi amiguita por todas partes, en sus pezones, abajo en su trasero en fin, por todos lados, yo estaba como les había dicho extasiada por el momento, no sé por qué pero cuando soy penetrada por detrás mis corridas son seguidas y no se comparan como cuando me cogen por delante, aunque de las dos formas son fantásticas me agradan mas las sensaciones que siento cuando me enculan, de pronto con movimientos más bruscos sentía como escurría mi trasero, este estaba inundado por una venida más del joven policía, el sacó su pene después de tenerlo inmóvil dentro de mi y me dijo que había sido fantástico, después de que ambos polis se subieron sus pantalones y el policía de más edad me dijo que nos podíamos retirar y que si era posible que nos volvieran a ver, yo le contesté que nos dejaran sus datos y que los buscaríamos, pero como es una tradición en mí, después de haber disfrutado la berga de un desconocido por más buena que haya estado la cogida no lo vuelvo a buscar, también nos dijo que éramos unas cogedoras muy ricas y que yo sabía mamar muy bien una berga y hacer gozar al máximo a un hombre y sin decir más, y sin ni siquiera esperar a que me vistiera yo, se dirigió a su amigo y le dijo que se fueran que ya todo había terminado, el otro obedeció de mala gana pues tenía ganas de pasar más rato en los placeres del sexo y subiéndose a la patrulla se retiraron, Ivonne que ya se encontraba mas o menos vestida me dijo que me ayudaba a vestirme sin dejar de sonreír con picardía, me dijo que realmente lo había disfrutado y me preguntó que si yo también y le conteste que para una noche no estuvo mal y las dos reímos aunque la verdad es que realmente estaba empezando a entrar en calor y que por cierto me debía una apuesta por cumplir, me dijo que si que sabia perder y que le dijera cual sería su castigo o reto, le dije que esa misma noche lo sabría y para empezar tenia que quedar desnuda como yo en ese instante, ella incrédula me preguntó ¿estas bromeando verdad?, y le dije que no así es que no le quedó otra cosa que desnudarse, una ves que lo hizo guarde nuestras ropas en el portaequipaje, solo quedamos ella en botas y un sweter que le dejaba medio cuerpo desnudo y yo con mis sandalias y mi chamarra que me llegaba hasta las rodillas y le dije que nos subiéramos al auto porque ese fin de semana tenía que ser de mucho sexo.

Y para empezar, ella tenía que ser mi pareja esa noche y esa fue buestra primera ves en que realizamos prácticas lesbianas, y que mejor que con mi querida amiga, ya que aún calientes por los momentos que acabábamos de pasar, comenzamos a besarnos y a acariciarnos en el mismo lugar donde los policías nos habían disfrutado, nos estuvimos acariciando y después tomamos camino hacia su departamento, mientras yo conducía ella me iba dando lo que era mi primera mamada por una mujer, y que mejor que mi amiga de aventuras, y en verdad que después de lo que hemos aprendido con los hombres nos pudimos satisfacer mutuamente, ya en su depa y con la ayuda de vibrador y consoladores disfrutamos todo el sábado y domingo de nuestros cuerpos y de los placeres de ser penetradas y amarnos como amigas y amantes aunque para ser sincera no hay nada comparable con ser penetrada por el pene de un hombre.

Pero ese fin de semana nos sirvió para darnos a conocer otra faceta del sexo y conocer nuevas formas de causarnos placer para cuando no tenemos a un macho junto a nosotras…

Si desean conocer mas de mí por favor escríbanme a mi correo karibeth@infosel.com que yo les contestaré, si quieren intercambiar fotos por favor mándenme fotos de ustedes y ya al contestarles es mandaré las mías, por cierto, muchas gracias a todos mis nuevos amigos que a través de estos relatos he podido conocer, un beso para todos de su amiga Karibeth.