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¿Quieres Apostar?

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¿Quieres Apostar?

Era cerca de la 1:00 a.m. cuando el silencio nocturno fue quebrantado por una exclamación de victoria. El lugar del que provenía tal exclamación de jubilo era la casa de Jonathan; y se debía a que por sexta ocasión consecutiva había ganado una mano de póquer.

Los padres de Jonathan habían salido durante el fin de semana y el chico decidió invitar a unos amigos a jugar póquer; conforme la noche avanzó uno a uno se fueron retirando, excepto por el mejor amigo de Jonathan: Antonio.

En la sala de la casa había una mesa de madera no muy grande, de un lado estaba Jonathan, un chico de 19 años, alto, fornido, francamente tenia cara de pocos amigos. Del otro lado de la mesa estaba Antonio, un chico de 15 años, no muy alto, pero si fornido, cabello claro, casi rubio, ojos claros y un rostro simpático. Ambos habían pasado gran parte de la noche jugando póquer, Antonio iba perdiendo, ya había perdido todo su dinero, y había apostado sus zapatos y su reloj; en la ultima mano ya había perdido sus pantalones y su playera, solo llevaba ya su ropa interior todo dependía de la siguiente mano.

Jonathan repartió las cartas, Antonio abrió con lentitud su juego, un póquer de sietes, su jugada maestra, no podía perder; una sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro, pero Jonathan no se dejo intimidar, con una expresión de confianza le dijo a Antonio:

- Déjame ver tu juego

Antonio bajo su juego lentamente intentando pisotear la confianza de Jonathan

- ¡póquer de sietes! mejora eso Jon - Dijo y sonrío, pero enseguida su confianza se cayo por los suelos cuando vio el juego que Jonathan le mostraba

- póquer de Ases... Creo que perdiste otra vez – Exclamó Jonathan riendo - Me gustaría saber con que me vas a pagar...

Antonio puso cara de derrota, no podía hacer nada, no tenia dinero, y ya no tenia nada mas que apostar, Antonio oculto la cara en la mesa esperando que algo lo salvara. Se hizo un corto silencio, interrumpido por el sonido de la silla de Jonathan arrastrándose. Jonathan se acerco por detrás a Antonio, lo tomo por los hombros y con un tono extraño en su voz le dijo:

- No te preocupes, se me ha ocurrido algo con lo que me pagaras y además pasaremos un buen rato...

- ¿En que estas pensando? – Preguntó Antonio con cierto temor. Pero Jonathan no respondió, al menos no con palabras; una sonrisa siniestra se dibujo en su rostro mientras sus manos comenzaron a bajar por el pecho desnudo de Antonio.

Antonio, al sentir el contacto intento apartarse, pero Jonathan, con un violento empujón, lo obligo a quedarse donde estaba; Antonia, algo asustado intento nuevamente escapar, pero esta vez Jonathan lo detuvo al mostrarle una navaja de bolsillo. Antonio sabia perfectamente que Jonathan tenia muy mal carácter y aun siendo su amigo su integridad que corría riesgo si no accedía a los deseos de su anfitrión

Jonathan parecía estar gozando el tibio y suave contacto con la piel de Antonio. Lascivamente acaricio sus perfectos pectorales, pellizco sus tetillas, paseo sus dedos por el firme abdomen del muchacho, se detuvo en la delgada línea de vello que nacía junto en la mitad de su abdomen, la recorrió con sus manos. Jonathan metió la mano a la ropa interior de Antonio, apretando con violencia su miembro y sus testículos, Antonio dio un gemido de miedo y dolor al sentir la cruel presión en su miembro

- ¡Jonathan! ¿Que haces? – Preguntó Antonio desconcertado y sin poderse mover de la silla

- Óyeme bien chiquito – Le susurró Jonathan al oído mientras con la navaja le acariciaba el cuello – no tienes con que pagarme así que me vas a dar las nalgas

- ¡No Jonathan! En buena onda espérate – Suplicó Antonio mientras intentaba escaparse, pero un nuevo apretón en los testículos lo convenció de quedarse quieto

- Te vas a quedar tranquilo o te arranco los huevos ¿Me oíste? – Y para mostrarle que no jugaba bajo la navaja y la puso a la altura de su miembro. Ante tal afirmación Antonio asintió con la cabeza. Al ver esto Jonathan sonrió y apretando nuevamente los testículos de Antonio le dijo – vas a ser mi putita esta noche, y vas a hacer todo lo que te diga si quieres salir vivo – Antonio asintió de nuevo – Bien... levántate y desvísteme

Antonio, resignado y atemorizado, se levanto de la silla, se puso frente a Jonathan y comenzó a desnudarlo, le quito la camisa descubriendo un pecho definido, blanco, y algo velludo; Jonathan cerraba los ojos dejándose llevar; Antonio continuo con los pantalones y la ropa interior, dejando salir un grueso y curvado pene de 20 cms, Jonathan puso su mano izquierda en la cintura, mientras que con la derecha se sobaba la ya dura verga:

- Vamos, perdiste, tienes que pagarme Antonio - Exclamó Jonathan sonriendo con orgullo y satisfacción. Y con la mano libre acerco con brusquedad a Antonio – Saca la lengua y lámeme

Antonio accedió, y comenzó a lamer el pecho de Jonathan, bajando lentamente, entreteniéndose con cada detalle, mordió los pezones del excitado muchacho, enredo su lengua con el oscuro vello que nacía en su pecho y abdomen, intentando encontrar una manera de escapar, pero al sentir la pesada mano de Jonathan sobre su hombre supo que no tenia escapatoria, así que continuo su camino hacia abajo, donde una inmensa lanza de carne lo esperaba.

Antonio se hinco del todo y se puso frente al inmenso miembro de Jonathan, lo contemplo largamente, olfateo el penetrante olor a hombre que manaba de aquel grotesco miembro, finalmente abrió la boca tanto como podía se preparo a recibirlo

- ¡Que esperas! ¡Trágatela! - Gritó Jonathan mientras hacia su cadera hacia adelante y empujaba con fuerza la cabeza de Antonio para que se tragara su verga.

Antonio puso manos, mas bien boca, a la obra, a pesar de ser novato, lo hacía muy bien. Siguiendo las ordenes de Jonathan chupó aquel miembro de todas las formas imaginables, pasando la lengua, metiéndosela casi entera en la boca, frotándosela por la cara... Jonathan disfrutaba, y mucho.

- Ahora comete mis bolas puta – Exclamó Jonathan

Antonio siguió sus ordenes y comenzó a lamer aquellas enormes bolsas de carne que colgaban bajo el miembro de Jonathan. El muchacho sintió que sus piernas estaban a punto de doblarse, no sabia de que forma le estaba lamiendo las bolas Antonio, pero el caso es que el placer que sintió era brutal.

Jonathan no era muy aficionado a gemir, pero en esta ocasión no tuvo más remedio que empezar a gemir de placer, pues lo que estaba sintiendo en ese momento no lo había sentido nunca antes: una especie de cosquilleo que le subía por el vientre invadiéndolo. Jonathan no lo podía creer, el, un gran macho acostumbrado a los placeres sexuales, pero ahí estaba el, con un chico comiéndose sus huevos y los gemidos de placer que Jonathan daba sonaban como debían sonar: A placer auténtico.

Jonathan, embriagado por el placer tomo violentamente la cabeza de su mamador y la pego a su cadera lo mas que pudo, la respuesta de Antonio fue seguir mamando, solo que esta vez aun con mas fuerza, Jonathan se sentía flotar, estaba en la gloria. El extraño placer que lo invadía llegaba a ser tan intenso que a veces se veía obligado a separar un poco la cabeza de Antonio para que bajara un poco el ritmo.

Ante la fuerte oleada de placer que Jonathan estaba experimentando, no pudo contener su orgasmo mucho tiempo, Antonio se dio cuenta de esto, e intento alejarse, pero el poderoso agarre de Jonathan se lo impidió. Súbitamente Jonathan exploto entre gritos, bañándole el rostro a Antonio de una considerable cantidad de barniz blanco y cremoso. Antonio intento limpiarse, pero una nueva amenaza lo detuvo

- Vas a tomarte mi leche puta – Exclamo Jonathan jadeante. Antonio accedió y con cierto asco empezó a lamer los residuos de semen que Jonathan había disparado en su cara, al mismo tiempo, de una manera sutil y casi imperceptible comenzaba a disfrutar la situación en la que se encontraba al mismo tiempo que gozaba del penetrante sabor del blanco jugo de macho de Jonathan – Bien ahora límpiame la verga – Antonio acerco su lengua a el inmenso y caliente miembro de Jonathan limpiando los residuos de su reciente eyaculacion; una vez que la dejo limpia se levanto e intento disimular la sonrisa de satisfacción que se iba formando en su rostro

Cuando Antonio levanto la mirada para encarar a Jonathan se asusto; había una extraña expresión en aquel rostro se veía enfurecido, pero a la vez, en el nirvana del placer: el miedo de Antonio se incremento cuando noto como jonathan empezaba a acercarse a el con una mirada asesina en el rostro. Intento escapar, pero Jonathan lo acorralo y con una fuerza inusitada, lo tomo por la cintura, y lo acomodo sobre el sillón de tal manera que su trasero quedara levantado. Antonio imagino mil cosas, excepto la que iba a pasar.

Jonathan se tiró a lamerle el culo como quien no ha comido en una semana. Casi intentaba meterle la lengua. Jonathan lamía con fuerza, con mucha fuerza, y Antonio comenzó a sentir una sensación increíble; su excitación estaba llegando a límites insospechados, nunca antes alcanzados, estaba disfrutando como nunca antes lo había hecho, y ya no le importaba si Jonathan lo amenazaba o no, el placer que le estaba dando bien valia la pena

Jonathan seguía con su labor por penetrar lingualmente el culo de Antonio. Una oleada de súbito placer invadió al chico, una especie de calor que le invadía el cuerpo, un bienestar extraño. Una sensación "dulce" al sentir aquella lengua en esa parte tan íntima. El extraño placer era tan fuerte que ahora el fue el que se vio obligado a gemir de gusto.

Jonathan se excitaba al oír los gemidos de Antonio, y mientras mas se excitaba mas fuerte le lamía el culo llegando a tener su rostro completamente metido entre las blancas y apetecibles nalgas de su victima. Por su parte Antonio estaba retorciéndose de gusto, se movía al compás de la lengua de Jonathan, se abría todo lo que podía de piernas. Ante la evidente e imparable excitación, Antonio comenzó a masturbarse. Durante un rato Jonathan estuvo "trabajándole" a Antonio toda esa zona y el ya sólo notaba movimientos, roces, y una mezcla de sensaciones placenteras que lo estaban dejando atónito. Jonathan saco su lengua y empezó a meterle un dedo por el culo. No había lubricante, pero la cantidad de saliva que había dejado en el agujero por lo visto fue más que suficiente para que uno y dos dedos entrasen sin problemas ese apretado culo.

Antonio, no dejaba de sobarse los huevos y de masajearse la verga, estaba rabiando de gusto. Los cuerpos de ambos muchachos estaban ya bañados en sudor, el calor del cuarto se concentro de tal forma que se hizo como un horno, lo que hacía mucho más excitante cualquier roce o caricia.

Jonathan separo su boca del caliente ano de Antonio, lo tomo nuevamente por la cintura y haciendo gala de una enorme fuerza lo levanto al mismo tiempo que se sentaba en el sillón. Por un segundo Antonio se quedo suspendido en el aire, sobre el tolete erecto de Jonathan.

Antonio intentó escapar, pero Jonathan no lo permitió, asiéndolo fuertemente de la cintura y los hombros lo obligo a bajar lentamente sobre el hinchado miembro. Antonio sintió como la ardiente y dura cabeza de la verga de Jonathan entraba en contacto con su ano; La fuerza de Jonathan no permitía que Antonio se moviera un milímetro, así que el grueso pene comenzó a entrar en el apretado ano de Antonio, no sin algo de dificultad, pues a pesar de la lubricación que Jonathan le había dado, Antonio no estaba preparado aun.

La sensación del cabezón del pene en su ano, le dio a Antonio un escalofrío, y una ligera sensación de dolor, pero comenzaba a disfrutar. Desafortunadamente Jonathan no tenia la paciencia para dejar que Antonio se habituara, y con sadismo premeditado lo tomo de los hombros y lo ensartó totalmente en su verga. Antonio dio un grito desgarrador al sentir semejante miembro entrar tan salvajemente, sin embargo ese dolor se convirtió en un intenso placer; Antonio comenzó a subir y bajar por ese miembro buscando mas satisfacción, al mismo tiempo que se masturbaba con una mano y con la otra se pellizcaba los pezones o los huevos.

Jonathan disfrutaba salvajemente aquel ano apretado que cubría su verga, continuaba con las manos en los hombros de Antonio, empujándolo hacia abajo, para aumentar aun mas el contacto.

Las bolas de ambos brincaban y se golpeaban frenéticamente al ritmo de las rápidas embestidas de Antonio. Ambos se retorcían en el sillón, invadidos por una sensación de placer única, en Antonio esta sensación fue tan poderosa que lo empujo a un potente orgasmo, su verga se contrajo expulsando chorros de blanco esperma que fueron a regarse sobre la alfombra.

Pero la penetración de Jonathan estaba lejos de terminar. Aun mas excitado por los gemidos de la reciente venida de Antonio, Jonathan cobro nuevas fuerzas, y sin salirse de Antonio lo coloco a gatas sobre la alfombra; Ahora Jonathan tenia el control, y comenzó por darle nalgadas a ese suave trasero, los golpes eran tan fuertes que la piel de Antonio se puso roja, pero por alguna razón se sentía mas excitado que nunca

- ¡Dame por el culo! ¡Métemela tan fuerte como puedas! - Grito Antonio en medio del éxtasis

Jonathan sonrió al saber que había convertido al chico en su puta particular y escuchando la petición de su nuevo amante comenzó el mete y saca con una potencia digna de un toro, sus embestidas eran fuertes, violentas y rápidas. La habitación se vio llena del constante sonido de la cadera y las bolas de Jonathan chocando contra las nalgas de Antonio, así como por los constantes gemidos de ambos muchachos.

Antonio podía sentir como la verga de Jonathan llegaba hasta lo mas hondo, chocando contra su próstata, estimulando sus partes mas intimas, nunca se había sentido lleno de esa manera, nunca había sido tomado por una fuerza semejante, y a pesar de que le dolía lo estaba disfrutando como nunca, esa era la razón de sus gemidos, gritaba como nunca lo había hecho.

Jonathan hizo gala de su naturaleza sádica, era los gemidos de dolor de Antonio lo que lo hacían ensañarse mas con el, aumento el ritmo de sus arremetidas a un nivel casi frenético, el sudor corría por su frente, y pecho; al igual que Antonio estaba bañado en sudor, el sonido de los golpes se hacia cada vez mas húmedo, mientras que la alfombra ya guardaba recuerdos de ese momento: Además del sudor de ambos chicos Antonio se había venido en seco tres veces mas

La fúrica cogida se extendió por quince minutos mas, hasta que, exhausto, Jonathan extrajo su verga del ano de Antonio, estaba enrojecida, y tenia la cabeza morada por el esfuerzo; en medio de un escandaloso gemido comenzó a arrojar chorros y chorros de ardiente leche sobre las nalgas y la espalda de Antonio, quien el sentir el caliente liquido se vino una vez mas sobre la alfombra.

En cuanto su eyaculación termino Antonio se desplomo en el piso, justo sobre la mancha de la alfombra, Jonathan hizo lo mismo cayendo a su lado, mientras que seguía nalgueando a Antonio. Así se quedaron un largo rato, mientras ambos recuperaban su respiración.

A la mañana siguiente, Antonio se levanto lentamente, su ano estaba colorado e hinchado, al igual que su verga, en todo el cuerpo tenia moretones, sobre todo en las nalgas; en su pecho y espalda tenia semen seco tanto suyo como de Jonathan, se vistió, y se preparo para irse, justo cuando estaba por salir la firme mano de Jonathan lo tomo por el brazo y lo puso frente a el

- ¿Ya te vas Toñito? - Preguntó Jonathan en tono sádico.

Todavía estaba desnudo, pero su verga colgaba gloriosa en estado de reposo, Antonio la tomo y la apretó levemente, la soltó y se dispuso a retirarse

- Supongo que no querrás volver a jugar póquer conmigo ¿Verdad? - Preguntó nuevamente Jonathan, esta vez con un tono de desilusión

Antonio se volvió suavemente y dedicándole una sonrisa le dijo:

- No lo des por hecho

- Entonces ¿te gustó? - Exclamó Jonathan algo sorprendido

- Siempre te he dicho que me gustan las cosas fuertes, volveré - Respondió Antonio

- ¿En serio? - Gritó Jonathan desde la puerta aun sin poder creerlo

- ¿Quieres apostar? - Fue la respuesta que dio Antonio mientras se alejaba por la calle

 

 

¡Hey lectores! Ojala les haya gustado este relato pero si no fue así o quieren hacerme alguna sugerencia, comentario o simplemente platicar escríbanme a faktorkhaos@tutopia.com prometo contestar todo mail que me manden. También si quieren podemos hacer un relato conjunto (o sea empiezo yo y luego siguen ustedes y así).