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La primera vez que se la chupé

en Sexo Oral

La primera vez que se la chupé

 

La primera vez que se la chupe es un día que jamás voy a olvidar, ya que fue la primera vez que tuve un pene en mi boca y aún no olvido la delicia que fue, lo satisfactorio y emocionante.

Aquel día, fue un día en el que las cosas no parecían estar bien, teníamos un noviazgo bueno al menos eso parecía, a mi parecer creo que los sentimientos no era algo que faltara en nuestra relación, eso es lo que yo creo; sino mas bien era el tiempo el que hacia falta ya que no podíamos vernos muy seguido debido a que cada uno tenia sus propios deberes por hacer, compromisos y obligaciones por atender y los días en que llegábamos a vernos pasábamos muy poco tiempo juntos, pero eso si lo aprovechábamos al máximo.

Yo nunca había tenido un novio antes; para mi todo era novedoso inclusive lo fue mi primer beso con Él; no sabia como tratarlo, pero el me tenia paciencia y poco a poco aprendí, sin embargo me preocupa el hecho de que era una inexperta, que sabía muy pocas cosas, había leído mucho sobre sexo y relaciones de noviazgos, pero la teoría no es igual que la practica al estarlo experimentando las cosas no son sencillas sino totalmente diferentes, y aunque supiera mucho de todo para mi no era sencillo, sentía que Yo no llenaba sus expectativas, llegue a pensar que Él necesitaba otro tipo de chica, pero no soy de las personas que se rinden tan fácilmente.

Teníamos tres semanas sin vernos, muy pocas veces hablamos por teléfono, solo platicábamos por el MSN, y Yo tenia muchas ganas de verlo, aquel día era un sábado pensé que tal vez podríamos vernos, así que al verlo en el MSN le dije que nos viéramos pero Él dijo que no, Él estaba en su oficina con mucho trabajo, me enojé mucho, pero mas que eso me puse triste, tenia mucho tiempo de no verlo, extrañaba su risa, sus labios, su cuerpo, su olor, todo Él. Él noto mi molestia, me desconecte y estaba dispuesta a no saber nada de Él.

Eran alrededor de las 5:30 de la tarde, decidí ir al cine sola y cuando ya iba de salida sonó el teléfono, era Él pidiéndome que fuera a su oficina, me puse contenta solo que me citaba para algo muy diferente.

Al llegar a su oficina, nos saludamos, no había nadie en ese lugar, me senté en una silla y comenzó a hablar, empezó diciendo que Yo tenia razón en todo lo que había dicho y que por tanto teníamos que terminar nuestro noviazgo; muchas cosas sentí en ese momento, mi corazón se partía en dos, aunque me hacia la fuerte y disimulaba no importarme, por dentro lloraba. Me levante de la silla y le dije: - no sé para que me hiciste venir me lo hubieras dicho por teléfono y ya, y Él respondió: - quería verte por última vez. – Bueno ya me voy le dije, me di la vuelta y justo cuando iba dar un paso, me tomo de una mano y dijo: - No te vayas,

- Porque?, pregunte

- Un último beso, no me lo vas a dar?

- No respondí, así será más fácil

- Any, por favor, me tomo de la cintura y puso su cabeza en mi vientre

Comenzamos a hablar, y al verlo ahí sentado en su silla, tomándome de la cintura con su cabeza en mi vientre, sabía dentro de mi que lo que mas deseaba era un beso de Él, no lo pensé más deje aún lado la terquedad y lo besé. Un beso largo, sentí su lengua en mi boca, saboreé sus labios jugosos, las piernas me temblaban y la pasión se posesiono de mi cuerpo.

Cuando el beso llego a su fin, me senté en su pierna, lo abrase, rodeando con mis brazos su cuello, y al oído le susurre: - No quiero que te terminemos, tú quieres?, le pregunte: Él respondió – No, dijo Él; pero te mereces algo mejor. – Yo solo te quiero a ti, le dije; eres tú con quien yo quiero estar, con nadie más.

Pero no puedo darte el tiempo que te mereces

Ni 5 minutos? Dije

Si

Entonces?, porque no seguir, quieres?

Si

Seguimos entonces

Si dijo Él

Y lo bese nuevamente, me levante, me puse frente a Él y me senté en sus piernas, comenzamos a besarnos, acaricio mis senos, y metió su mano bajo mi playera frotando mi seno. Mientras con la otra metía su mano bajo mi falda. Desabroche su pantalón y saque su pene, lo acaricie, y lo jalaba, estaba duro, yo extrañaba ese pene y sentía que mis dos manos no eran suficientes quería hacer algo mas que solo tocarlo. Entonces fue cuando lo escuche decir: - Chupalo, mételo a tu boquita, en ese momento muchas cosas se me vinieron a la mente, jamás había hecho eso, pensaba y como le hago, y si no le gusta, pero me di valor y como las ganas eran más que todos los miedos dije: - Si.

Así que me baje de sus piernas, me baje al piso, hincada en seguida percibí su olor, mi boca lo saboreaba y lo metí, al tenerlo en mi boca era la sensación más rica que jamás había tenido, estaba toda llena mi boca, lo sacaba y lo metía, en ocasiones lo recorría con mi lengua y lo besaba, aunque no sabia como hacerlo imaginaba que era como comerse una paleta, solo que este era más rico aún y mas grande, chupe la punta de su pene mientras que con una mano lo tallaba y jalaba, aumente el ritmo cada vez lo hacia mas rápido, su pene llegaba hasta mi garganta y aún no entraba todo por completo, Él tocaba mi cabeza y acariciaba mi mejilla, me indicaba el ritmo en que lo quería, apretaba su pene con mi mano y metía y sacaba de mi boca hasta que Él sintió que ya estaba apunto de venirse, y me pregunto: - Quieres que me venga en tu boca. Sin pensarlo dos veces le dije que si, aumente más el ritmo y entonces se vino, me lleno la boca de semen, hasta escurrió un poco en mi boca me lo trague, pero aún salía un poco de su semen me senté en su pierna y lo poco que aún seguía saliendo quedo en mi pierna, con el dedo limpie mi pierna y me lleve el dedo a la boca, para no desperdiciarlo. Nos abrasamos y le dije: "TE QUIERO" al oído, sonrió y me dio un beso. Yo estaba más que satisfecha, tener su pene en mi boca, probándolo y sus jugos, ese semen delicioso, me supo muy rico, tuve un orgasmo con tan solo sentir venirse en mi boca. Su pene volvió dentro de su pantalón, nos arreglamos y todo. Ese día le regale un pequeño cuadrito que yo había hecho el cual decía "TE AMO", aún no sé si lo conserva, seguro que no, pero ese día no lo olvido, pues por vez primera sentí el sabor de su pene y ese sabor aún no lo olvido.

Nos despedimos y lo deje trabajar porque sí que tenía mucho trabajo, al menos ahora lo haría más contento, cosas como esas era capaz de hacer por mi niño, para que estuviera contento e hiciera su trabajo más a gusto.

El día que aparentaba ser el peor día de mi vida termino ser el mejor, y aún permanece en mi mente, dan ganas de tener desacuerdos con la persona que se quiere solo para poder arreglar las cosas de esta manera.