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Mi profesora

en Sexo con maduras

En mi época de preparatoria la materia que menos se me daba era la física, así que en el verano del 99 decidí buscar un asesor.

Después de mirar varios anuncios vi uno que me llamó la atención, la llamé y acordamos en que iría a visitarla a su casa los lunes y los miércoles a media tarde. Llegué a una casa lujosa aunque antigua, ella era profesora de Física y Química. Se llamaba Beatriz. Entré a su casa y me encontré con una autentica señora de 49 años, morena con unos pechos enormes y un poco nalgona, tal y como me enloquecen las mujeres, y eso sólo bastó para elegirla como la candidata perfecta para que me diese clases.

Hola Alejandro, ven pasa y ponte cómodo, ¿quieres un café?

Bueno, muchas gracias señora

No me llames señora por dios, que me haces sentir una abuela... llámame Bety

De acuerdo, no eres ninguna abuela, estás aún en la flor de la vida además eres preciosa.

Nos sentamos en la sala mientras Bety me trajo el café.

Mmm está delicioso el café, aunque si no le importa luego le pediré algo de agua o una coca-cola.

No te preocupes, la primera coca-cola es gratis pero las siguientes te las cobro eh, jajaja. Bueno, vamos a la mesa, y me explicas los temas que mas se te complican.

Le comente que lo peor era la parte de Campo Magnético y de Electroestática. Nos despedimos para empezar ya con las clases. A siguiente día acudí a su casa a las cinco de la tarde hacía mucho calor, en su casa no tenía aire acondicionado así que me quité la playera y me quedé sólo en short, ella estaba en traje de baño de lycra ajustado.

Al rato de estar en clase, vi cómo se marcaban a través del traje de baño los pezones, bastante grandes, yo no podía quitar la vista de encima de sus inmensas tetas, sería una talla 130 o 140 aproximadamente, y lo más importante, 100% naturales.

Ella me miró y comprendió lo que yo buscaba, su lengua pasó por la comisura de sus labios, mientras se bajaba lentamente las tiras de su bañador.

Te gustan mis pechos ¿eh?

Son llamativos, lo siento no puedo dejar de no ver.

Me levanté y me acerqué a ella, la rodeé con mis manos masajeando sus pechos, y mojándome un dedo con saliva para ponerme a acariciar circularmente esos dos pezones, mientras la empecé a besar el cuello, y susurrarle al oído

Me gustas mucho, me encantan las señoras y tú me fascinas.

Se levantó para desnudarse y volverse a sentar en un sillón mostrándome su panocha muy bien depilada y yo de rodillas comencé a lamer sus labios y ver cómo ese clítoris me llamaba a gritos con su color sonrosado lo acaricié con la punta de mi lengua, cogiéndolo con mis labios, succioné suavemente aquel clítoris, lo lamí circularmente de un lado a otro y vertical de arriba a bajo mientras notaba aquellas suaves manos de aquella madurita sobre mi pelo.

Ella me metió la mano por debajo de mi truza y sacó a relucir mi verga, me lo empezó a acariciar muy suavemente notando sus manos deslizándose sobre la piel de mi pene empapada en aceite (que saco de un cajón) lo cual hacía que la sensación fuese especial.

Se arrodilló delante de mí y lamiendo con su lengua el glande como si se tratase de un helado de lo más dulce, comenzó a desaparecer mi verga entre esos labios rosados con un brillo plateado, esta señora tenía gusto y clase hasta para pintarse los labios.

Con el aceite ya estaba bien lubricada y más aún con la saliva de su boca, que recorrió mi pene milímetro a milímetro, de repente se dio la vuelta y quedó a la vista su enorme culo el cuál comencé a masajear, llenándole las nalgas de aceite, y también poniendo aceite perfumado de otro tipo que ella tenía. Metí mi dedo índice en su ano, y pude ver en ese momento cómo ella aprovechaba para sacar de un cajón una bolsita de plástico que contenía un enorme consolador de látex mezclado con gelatina liquida o algo similar, era negro y medía unos 26cm aprox.

Cómeme el culo mientras me metes el vibrador

El tacto del consolador era alucinante. Se lo fui introduciendo en su panocha mientras que con mi lengua comencé a lamer su ano, era delicioso respirar el aroma de su culo, el aroma a mujer de verdad mezclado con el olor a plátano del aceite. A todo esto ella me masturbaba.

Y yo ya no aguantaba más, tiré el consolador en el sofá, y la comencé a penetrar por el culo, me encantaba chocar con sus enormes glúteos a cada embestida.

Mmmm sigue papi, mas ale, si mass agggrr, qué bien lo haces

Su vagina parecía una enorme cueva caliente que me encerraba , después de penetrarla tenía ganas de venirme se dio la vuelta y haciéndome una cubana con aquellos pechos, me vine irremisiblemente sobre ellos, dejándolos empapados con unos buenos chorros de semen caliente, que regaron con generosidad todo su pecho, me tumbé extasiado en el sofá y parecía que estaba en otro planeta pero aún seguía erecto cuando tenía a Bety relamiendo el semen que quedaba en mí, quería exprimirme hasta la última gota. Una vez que me puso muy dura otra vez la verga se montó encima de mí y empezó a cabalgar, que se fue introduciendo en su culo, sus tetas se agitaban a un ritmo frenético y no podía resistir la tentación de lamer esos pezones.

Después de darle por el culo, la avisé de que me iba a venir y ella con una cara de viciosa me dijo que me viniera en su boca, así que dejé caer varios trallazos de semen alojando en su lengua y su boca la mayor parte de semen.

Mmm qué leche más rica tienes, es deliciosa, realmente de las mejores que he probado en mucho tiempo, tan caliente y tan rica. Me decía mientras se relamía el dedo índice. Nos metimos a bañar. Mientras nos duchábamos ella aprovechó para pedirme que me pusiese de rodillas y allí estaba yo cuando Bety comenzó a mearse en mi pecho, su pis caliente se mezclaba con el agua caliente que salía de la ducha, y chocaba en mi pecho y se iba deslizando era una sensación maravillosa. La enjaboné, después me enjabonó ella a mí, y después del baño nos tumbamos en el sofá donde me invitó un refresco, terminamos exhaustos por lo que no pudimos seguir dando clase durante ese día, me fui a mi casa muy feliz y contento.

Aquellos dos meses de verano los pasé a razón de 2 o 3 cojidas por cada visita a casa de Bety, lógicamente las clases se alargaban muchísimo más de las dos horas que estaban previstas llegando incluso una tarde en la que no quedé ni siquiera con mis amigos y estuve con Luisa desde las cinco de la tarde hasta las 11 de la mañana del día siguiente entre sus tetas. Me quedé a dormir allí con ella, y fue maravilloso despertarme entre los brazos de una mujer madura a la mañana siguiente, era real... no era un sueño.

Llegó septiembre y se acabaron mis clases, le pagué todas las clases y llegó mi examen y saqué un 8.5, realmente no me lo creía ni yo, aún recuerdo cuando Silvia mi profesora, una morena de 27 años, me dijo:

Alejandro, me he sorprendido gratamente porque se nota que no has copiado y se nota que has trabajado este verano y has sudado mucho para conseguir esta nota, has hecho uno de los mejores exámenes que he corregido.

Ya lo creo que he trabajado y sudado pero no como ella creía... jeje.

Por desgracia Bety ya no me pudo dar clases, pero espero muy pronto encontrar alguna maestra me enseñe de nuevo, mi mail es chilango_hot@hotmail.com, espero sus comentarios y si quieres ser tu mi maestra, vamos, soy del DF México. Invito a mujeres de 18 a 50 años y a parejas.