Mi sirvienta
Un día salía de mi cuarto en busca de algo con que cortarme la cruda ya que me había ido de parra, llegue a la cocina y por primera ves la vi, su nombre era Estela, mi madre la había contratado para que hiciera el quehacer domestico, era una mujer de 1.65mts. delgada pero no mucho, llevaba puesto el uniforme que le quedaba un poco ajustado, la falda le quedaba un poco corta dejando ver unas piernas bien cuidadas y muy bien formadas, tome una cerveza del refrigerador de un solo trago y ella sonrió.
¿Esta crudo joven?
¿Se me nota?
Si quiere le preparo unos chilaquiles bien picosos.
Me parece perfecto y de una vez me compras una cerveza bien helada.
Así me dirigí a bañarme pero un pequeño problema rompió el encanto no había toallas en el baño, así que opte por llamar a mi madre para que me diera una, pero mi madre no respondía a mis llamados en cambio la voz de Estela me contesto:
la señora salió desde la mañana con su papá. ¿Le puedo ayudar en algo joven?
Si, por favor, me traes una toalla.
Escuche los pasos por las escaleras y deje la puerta del baño cerrada pero no con seguro, apenas iba a decirle que dejara la toalla en el piso cuando se abrió la puerta.
¡Perdón joven no pensé que...!- me decía mientras miraba la verga.
Cerro la puerta rápido y salió corriendo, me cambie rápido y me dispuse a comer. En todo el tiempo que estuve desayunando Estela no me miro, pero yo notaba en su cara una sonrisa picara, trate de sacarle conversación.
¿Eres casada?
Si, me case desde muy chica con el primer novio que tuve
¿Tienes hijos?
No, mi marido no quiere, que porque estamos muy jodidos como para andar aventando niños al mundo nomás para que sufran.
Entonces tu marido es el único hombre en tu vida.
Si, pues que crees que le pongo el cuerno.
No, me refiero a que si es el único con quien has estado
Si -dijo riéndose nerviosamente.
Desde ese día mi único propósito era el de hacerla mía a como diera lugar. Con el paso de los días creció más mi deseo por ella. Así que por fin salí de vacaciones y esto ocasionó que estuviera más tiempo en casa, mi madre trabaja al igual que mi padre, por lo tanto Estela y yo estábamos solos desde las 8 hasta las 3 de la tarde.
Comenzamos una buena amistad y ella me confeso muchas cosas, que su marido era muy celoso y que no podía salir de su casa que fue virgen hasta su matrimonio y que últimamente las relaciones sexuales con su marido iban diminuyendo, me entere que le gustaba mucho el sexo y que también tenia cierto gusto por las películas pornográficas, siempre que hablábamos de algo terminábamos hablando de sexo, un día.
Oye Estela ¿cuál es el lunar mas sexy que tienes?
Hay pues tengo muchos.
Si pero el mas sexy
Pues este -me dijo mientras desabrochaba un botón de su blusa, dejando ver un lunar en el pecho izquierdo casi llegando al pezón.
Apoco ese es el más sexy que tienes - le dije tratando que me enseñara mas de ese hermoso cuerpo.
Bueno tengo otro pero me da vergüenza enseñártelo
Por que vergüenza solamente estamos hablando.
Mejor tú enséñame uno, que te parece uno y uno.
Bueno conste pero no te asustes por que el lunar más sexy que tengo esta cerca de mi verga ¿lo quieres ver?
Si, pues es normal ¿no?
Bueno, dije mientras bajaba el cierre de mi pantalón, para que mi verga brincara pues ya estaba excitadísimo y alcanzaba la erección máxima.
Hay lo tienes grande, nunca había visto otro que no fuera el de mi marido, ¿puedo tocártelo?
Si quieres.
Acerco su mano y me empezó a tocar el glande que dejaba ver una gota de lubricante en la punta, lo tomó con toda la mano y empezó a acariciármelo era riquísimo, trate de besarla en la boca pero ella se quito a la vez que retiraba su mano.
No ya no quiero esta muy mal todo esto y es mejor que no vuelva a pasar
No que tiene, dije tratándola de convencerla.
Yo soy una mujer casada y tú eres el hijo de mis patrones -me decía casi llorando.
Al día siguiente no vino a trabajar diciendo que se sentía mal, cuando volvió no me dirijo la palabra, simplemente hacías sus labores con tristeza, me atreví a romper el hielo.
Estela ¿Qué tienes?
Nada.
Mira, perdona por lo del otro día no fue mi intención pero entiende que me puse cachondo.
Mira Alejandro, creo que me estoy enamorando de ti -dijo mirándome a los ojos
Estela este yo... -no tenía palabras.
Lo único que pude pensar era besarla y lo hice, nos besamos apasionadamente tocando su cuerpo con deseos de que fuera mía subimos hasta mi cuarto, y empezamos a desnudarnos, su cuerpo era perfecto, ya me lo había imaginado pero no tenia idea que tuviera esas curvas, sus pechos redondos con unos pezones obscuros y pequeños, su vello púbico era abundante y negro mi pene estaba duro.
pon una película.
¿Porno?
Si de las que tienes en tu cajón.
Con que ya descubriste mi colección.
Si cuando te ibas a la escuela las ponía y me masturbaba aquí en tu cama pensado en que algún día me cogieras -puse una película que acababa de cambiar y empezamos a verla.
Ella se masturbaba con una mano y con la otra agarraba mi verga, yo la besaba en la boca, me puse arriba de ella y la bese de pies a cabeza me detuve en su vagina, recorriéndola con mi lengua desprendía un aroma riquísimo, la chupe con fuerza mientras ella lubricaba de una forma increíble bese su ano y metí mi lengua, ella se retorcía de placer.
metemela papi cojeme, hazme tuya quiero sentir tu verga-
Puse mi pené en la entrada de su vagina y de un solo golpe se la metí toda, era
increíble estaba apretadita y muy húmeda, empecé a cojerla rápido y cada vez mas
fuerte ella gritaba de placer no podía resistir mas una sensación recorría toda
mi columna vertebral.
me vengo, ah ah- ella se estaba retorciendo en un rito de placer, saque mi pene de su vagina y avente el chorro de esperma mas potente, y llenándola toda su vientre su pecho su cara.
Así fue como logre cojerme a mi linda sirvienta, la cuál se marcho y ya no supe nada de ella.
Espero me sigan escribiendo mujeres entre 18 a 50 años, así como parejas que quieran hacer trios, mi mail es chilango_hot@hotmail.com, les mando un abrazo, desde México DF.