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Una apreciación sobre La Zoofília

en Textos educativos

Se dice que la zoofilia es antinatural ya que biológicamente lo correcto vendría a ser únicamente una relación entre seres de la misma especie y de sexo opuesto (pues esto es lo único que propiciaría una descendencia y es justamente la razón biológica de que exista el sexo), pero si lo analizamos desde esa lógica, también tendríamos que llamar antinatural a una relación de una mujer con otra mujer, de una mujer con su "vibrador", de una mujer con sus "dedos", puesto que lo único correcto al parecer es el designio biológico de buscar placer solo con aquel de la misma especie y de sexo contrario, cualquier otra forma de búsqueda de placer sexual que se escape de ese designio vendría a ser completamente anormal. Pero resulta que el hombre precisamente se caracteriza por ser antinatural y racional, sin limitarse a lo que instintivamente esta programado.

Y en el caso de los animales, no resulta extraño que veamos en ellos variadas conductas que en un primer momento podríamos considerar exclusivamente humanas; Como casos de animales de distinta especie que copulan entre sí e incluso entre animales del mismo sexo, puesto que éstos muchas veces buscan placer en lo que encuentren a su disposición, más que a hacerle caso al designio biológico químico de unas feromonas. Por eso, decir que la zoofilia es "antinatural" no es correcto, pues existen muchas formas de buscar placer sexual y no sólo una.

 

Sobre que si la zoofilia es inmoral o no dependerá de cada persona, del pensamiento religioso o ideológico que tenga, del contexto sociocultural e histórico en el cual este insertado, etc., pues, como todo concepto abstracto, lo bueno y lo malo varía con el tiempo y en el lugar.

Sin embargo, desde un punto de vista de moral universal inmutable, habrá un cierto consenso unánime sobre ciertos principios morales universales como el no matar, robar, engañar, etc. Generalmente, son los referidos a acciones con "los demás", a no dañar al prójimo, pues de éste modo, uno se puede asegurar a tener una sana convivencia en el futuro. Cualquier acción que no afecte a los demás de forma perjudicial no puede ser catalogada de inmoral o de "malo".

Y así, en el caso de la zoofilia femenina (perro/mujer) no existe ningún daño al animal pues existe un consentimiento entre ambas partes, tema que será tratado a continuación.

 

Ahora llegamos a un tema bastante delicado de mucha discusión y por el cual la zoofilia en muchas ocasiones es mal vista; definir si una relación zoofilica es consentida o no por parte del animal, en donde si no lo fuera, vendría a ser un abuso hacía el animal por parte del humano, vulnerando sus derechos. Justamente lamentablemente esa posición es la que tiene un mayor consenso hoy entre la sociedad, e incluso dentro de las mismas sociedades protectoras de animales (posiblemente por prejuicios sexuales). Pero eso es algo más cercano al mito que a la realidad originado por prejuicios religiosos que consideran que todo aquello en donde el sexo tenga que ver, será algo mucho más reprochable que la tortura, asesinato y malos tratos hacía otro ser.

 

Primero que todo, quiero dejar en claro que me referiré solo a la relación entre perros y mujeres, puesto que esta es la relación zoofilica que con más frecuencia se da entre la población además de que existen otras prácticas zoofilicas (muy minoritarias por cierto) en donde sí puede existir un daño hacía el animal y por lo tanto abuso (Ej.: un hombre penetrando a una gallina).

 

Entre los numerosos fundamentos que puedo afirmar para decir que una relación entre una mujer y un perro es consentida, es que los animales son distintos a nosotros los humanos en varios aspectos, y por eso mismo viven su sexualidad en parte distinta a como nosotros la percibimos.

Los perros se guían por parámetros distintos, viven su sexualidad con total libertad y en plenitud, no se reprimen por reglas morales, tabúes o pudor. Si algo les causa placer a pesar de que no sea una pareja hembra de sexo contrario (que vendría a ser para algunos lo único aceptable) no lo rechazarán, puesto que ellos al no tener ningún tipo de prejuicio ni pudor inculcado, reaccionarán de forma grata hacía una cierta estimulación, será algo que aceptarán dichosos y felices siempre en cuando les cause placer, pues para ellos el sentir placer no es algo "culposo" ni "reprochable" ni tampoco les provocará un "trauma psicológico".

 

Los perros tienen exclusivamente sexo con hembras de su misma especie no porque les agrade hacerlo únicamente con ellas, sino porque la madre naturaleza a través de su gran sabiduría ha creado un efectivo mecanismo para atraer y provocar una excitación en el macho por parte de la hembra a través de unos químicos (hormonas) llamadas feromonas.

Ellos por lo tanto se atraen de manera distinta (de forma química) y no de forma estética como lo hacemos nosotros (que nos fijamos en la figura, rostro, estatura, etc.), por eso es que nunca vamos a ver a un perro diciendo; "que guapa es esta perrita, me la quiero tirar", a lo más dirán; "que excitante es su olor".

De ese modo, seguramente si es que una mujer se colocara feromonas caninas en su sexo, para cualquier perro que la huele esa chica sería más una perra que una chica.

 

Puedo decir con seguridad que en una relación de ínter especies entre perro y mujer no existe ningún tipo de abuso ni daño físico al perro (menos daño moral ya que el sexo para ellos no tiene la misma connotación que para nosotros), el perro disfruta y siente placer de la misma forma que cuando lo hace con una perra, por lo tanto ambos se satisfacen de igual manera.

Si el perro no sintiera placer o no se sintiera a gusto simplemente no participaría en aquella relación e intentaría no colaborar , no tomaría la iniciativa de montarse encima de la chica y por ende no sería él, justamente, el que lleve el ritmo de la relación sexual, pues éste es quien fuerza a la "chica" aprisionándola con sus patas delanteras y violentando su sexo con un imparable y veloz mete y saca, además de que por su propia voluntad les encanta saborear genitales femeninos sobre todo en los días de menstruación (ya que los perros también pueden captar ciertos olores y hormonas que emanan de una mujer y son atraídos por ellos, aunque en menor medida que con una perra, claro esta).

 

¿Violación? violación es cuando se obliga a la otra parte a tener sexo por la fuerza. Primero, como ya vimos recién aquí no se obliga al animal, sólo se le invita a participar. Y segundo, en una violación la parte más débil suele ser la víctima, sin embargo en una relación entre perro y mujer la parte más débil vendría a ser la supuesta victimaria. Ya que por razones obvias, los perros que participan en las relaciones zoofilicas con sus amas generalmente son de gran tamaño, la mayoría de las veces más grandes y fuertes que ellas mismas. Y no debemos olvidar que ellos poseen unas efectivas armas de defensa como son sus colmillos que los saben usar a la perfección en caso de verse provocados por algún agresor, sin embargo, en una relación zoofilica aquello nunca ocurre sino que todo lo contrario, se les puede ver felices, mansos y participativos.

 

También podemos ver como muchos perros para saciar su deseo sexual montan las piernas de sus amos, diversos objetos, e incluso a perros de su mismo sexo, pero curiosamente en estos casos no se habla de violación por parte de la ama al poner su pierna a disposición de su perro, pero si es violación en el caso que esta lo haga para complacerse.

Lo mismo podemos decir cuando un humano afecta la sexualidad de un animal pero para fines no sexuales, sino que económicos o científicos. Ejemplo de esto es cuando se consigue esperma de cerdos, caballos, e incluso perros para una posterior inseminación artificial, pero aquí aparentemente no habría violación, sólo hay violación cuando se hace por búsqueda de placer, a pesar de ser situaciones idénticas.

 

La zoofilia, más que un acto de agresión como muchos quieren dar a entender maliciosamente, es un acto de amor, de un trato digno e igualitario hacia los animales, puesto que aquí aquellas pequeñas diferencias que nos pueden separar de los animales se dejan a un lado. El histórico egocentrismo humano heredado del cristianismo de estar por sobre el reino animal aquí no influye, aquí hay una relación de igual a igual, la chica no es tan egocéntrica para decir que ella no se rebaja al nivel de un perro. Así como es aceptado sociabilizar y compartir con las mascotas dejando atrás esas pequeñas diferencias, ¿por qué no se puede hacer lo mismo respecto al sexo?, ¿será por la connotación dañina que aún se la da al sexo?

Hace años atrás era inaceptable que dos personas de distintas raza tuvieran relaciones entre sí, hace poco también era intolerable que dos personas del mismo sexo tuvieran relaciones entre sí, pero hoy en día, sigue siendo inaceptable que dos seres de distintas especies tengan relaciones entre si. Pero la cuestión es exactamente la misma, no poder hacerlo porque el otro es diferente a mi.

Aún así, no debemos olvidar que nosotros también somos animales, somos al igual que los perros unos mamíferos, y somos muy cercanos a ellos, más de lo que uno imagina, pues todos los mamíferos provenimos de un mismo tronco común.

 

También se dice que tener sexo con un animal es aprovecharse de su condición mental, pues ellos no tienen verdadera conciencia de lo que hacen. Comparado con nosotros, claramente los animales no poseen la misma conciencia de sus actos, pero ellos perfectamente son capaces de optar y decidir cuando algo les agrada y cuando algo les desagrada, por lo tanto tienen la suficiente capacidad mental para decidir en lo que respecta a ellos mismos, pero no en cuanto a los demás. Además, esa es la condición normal en ellos, no se les puede exigir más, y hay que convivir con ellos como animales domésticos que son, respetándoles tal como son.

Ya que si nos vamos con esa lógica (del aprovechamiento), entonces todo lo que realiza el perro en la sociedad es un aprovechamiento por parte del hombre, nos aprovechamos de su falta de conciencia para que siempre nos acompañe, para que nos haga gracias y piruetas, para que cuide nuestro hogar, para que ayude a ciegos, a la policía, para que nos entretenga, para adquirir ciertos hábitos humanos, etc. Como podemos apreciar claramente ese fundamento no es válido, ya que si bien el perro no tiene la misma conciencia de sus actos que la que poseemos nosotros, no se le puede limitar todo su accionar en la vida con los hombres pues ellos están insertos en nuestra sociedad al ser animales domésticos. Como animales domésticos que son, conviven con nosotros y pueden realizar ciertos actos que para ellos no significa ningún perjuicio desde nuestro punto de vista, en donde el humano tiene un rol fundamental para discernir por él y preocuparse de que los hábitos que le sean inculcados, no le sean perjudiciales para su bienestar. Y en ese sentido, la zoofilia no le provoca ningún daño al animal, al contrario, pues el vínculo entre ama y mascota se consolida aún más haciendo sentir al animal mucho más importante y cercano a su ama, viviendo éste además una vida feliz y satisfecha sexualmente. Es mucho menos ético utilizar al animal para algo en donde sólo implica un beneficio para el hombre y no para el animal (como el entrenarlo para ciertas labores), sin embargo, en la zoofilia ambos obtienen beneficio mutuo.

 

Aún así, la zoofilia todavía por muchos es considerada una agresión hacía los animales, algo absurdo tomando en cuenta los fundamentos anteriores. Y todavía más absurdo, tomando en cuenta la gran preocupación que existe por parte de cierto grupo de gente hacía la "zoofilia", pero por otro lado aceptando diferentes torturas físicas que los animales tienen que soportar día a día y que son totalmente legales; como mataderos en donde millones de cerdos, vacas, pollos, perros (en países orientales), etc., viven hacinados y en condiciones miserables esperando la muerte a una muy temprana edad, sólo conociendo una vida llena de sufrimiento. Lo mismo con los animales usados para experimentación científica, en la industria farmacéutica en donde los animales son utilizados para experimentar los efectos que producen aquellos químicos en seres vivos, en la caza de animales como mera diversión, la caza por cuestiones económicas como pieles, sustancias, etc., en juegos típicos como corridas de toros, trabajos forzados por caballos y burros, en la prisión eterna que deben soportar ciertos animales en tiendas de mascotas, zoológicos, circos, etc., el hacinamiento de perros que son abandonados en perreras municipales y el exterminio de éstos cuando se produce sobrepoblación, el intervenir y modificar el ecosistema de miles de especies para el progreso humano diezmando poblaciones enteras muchas veces extinguiendo especies únicas, etc. Todo eso al parecer es tolerable, pero cuando se trata de sexo, todo cambia, cuando el sexo esta incluido de por medio, instintivamente el inquisidor que llevamos dentro nos hace condenar más la zoofilia que la tortura, lo que resulta ciertamente curioso.

Espero que éste pequeño ensayo sirva de reflexión para toda esa gente "culta" y religiosa, y aún aquellas personas que, creyéndose "open mind" en materia sexual, todavía sostienen, bajo el manto de viejos e inútiles prejuicios, el rechazo a la práctica de la zoofilia, el último Tabú Sexual, y la quinta esencia del placer infinito para las afortunadas "perras humanas" que abundan en el mundo, muchas mas de las que usted sospecha…sin contar las que vendrán en el futuro, a partir de mañana.