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Reencuentro con mis amigos

en Orgías

La semana pasada estaba aburrido en mi casa, sin nada qué hacer. Como de costumbre, ya me había cojido a mi hermanita Claudia otra vez en el día, pero esa vez, ella había salido a hacer una tarea con sus amiguitas del colegio. Y con mi enamorada que tenía entonces ya habíamos terminado, después que le sacara su mierda a ese primito que parecía medio cabritilla que se la había llevado a un campamento en Fiestas Patrias para cachársela hasta por los ojos. Bien puta me había salido la ruca esa, pero que bueno que el baboso ese recibió su merecido.

Eran más o menos las 4 de la tarde y estaba en la compu viendo una película porno, de unas chicas que les hacían unas entrevistas y luego les pagaban por cojérselas por el culo. Me estaba sacando mi rabo para hacerme una paja pensando en la tremenda rubia, cuando de pronto sonó el fono. Seguramente serían esos cojudos que se equivocan de número, asi que los dejé pasar, pero luego volvió a sonar y pensé si podría ser mi mamá o mi hermanita, entonces contesté.

Me llevé un sorpresón cuando el que contestó era mi pataza del cole, el Pollogordo. Con ese tío habíamos hecho mil y un diabluras en la secundaria, por ejemplo cuando nos hicimos un trío con una profesora de educación física que estaba de rechupete, o nos fuimos de putas para celebrar el fin de la secundaria... ¡qué tiempos aquellos!

La cosa es que me dijo que íbamos a hacer un reencuentro de los amigos en la casa del Jetón, iba a haber harta chela y pondríamos películas porno mientras hablábamos de nosotros. Al menos, para lo aburrido que estaba allí, me pareció buena idea. Apunté la dirección de la reu y esperé a que Claudita regrese, a eso de las 6:30 llegó y luego de hacerme una mamada en mi cuarto, me fui para la casa del Jetón.

Estaba de puta madre, poníamos una peli en donde unos zambos se la repartían a una gringa insaciable en una caverna, los tres se rotaban los huecos y así, uno se la ensartaba por su chucha y después de un rato se lo daba por el culo, la acción y los gemidos de la zorra quedaron chicos cuando apareció en escena una tetona y se les sumó a la acción.

No pudimos aguantar tanta arrechura junta y fue el Pañalón el primero que se sacó su rabo para pajearse frente a la tele. Siguieron el Pollogordo, el Muelón, el Eléctrico, Señor Mojón, el Pitbull, luego yo, que no aguantaba. Después el Diabloseco, el mismo Jetón y el Escobillón se empezaron a pajear. Ya estábamos 6 chicos pajeándonos a toda máquina con la peli, hasta que alguien tocó la puerta. Era el Piltrafa, claro que sí, ese tipo era todo un cacherito y lo habíamos erigido como nuestro MAESTRO (Así, con mayúsculas), que siempre nos contaba sus proezas sexuales y hasta nos daba "consejitos" para cojer con estilo. Si hasta una vez, nuestro entrañable compañero de aventuras y cabecilla de mil y un andanzas, el Capi, que en paz descanse, había dicho que de grande quería ser como él.

Decía que el Piltrafa, el más palomilla, el más cacherito de todos, se había aparecido en la reu. Le reclamamos la tardanza al MAESTRO, que se suponía que tenía que estar allí de arranque, pero este ni se movió.

- ¡Pucha, chicos, qué aguados son! – nos decía, mientras no captábamos- si yo les traje unas amiguitas para pasarla bien, pero como no quieren....

¡Al culo con la tardanza del Piltrafa! –nos dijimos. Entró y le siguieron tres chicas más o menos de nuestra edad, quizás un poco más. Eran una morena de carita dulce, una flaquita alta y la otra una gordita pero bien pechugona, las tres tenían ropa bien provocadora, la morenita en especial estaba como caída del cielo, las otras chicas tenían su encanto, claro que sí, pero yo no me salía de allí sin haberme cachado a la morenita.

El Muelón fue y cerró la puerta con llave, seguramente para dejarnos tranquilos, mientras estábamos los 10 restantes admirando tremendos ejemplares que nuestro MAESTRO nos había traido esa tarde.

Fue el Señor Mojón quien empezó con la bacanal; se abalanzó sobre la gordita y le empezó a amasar las tetazas como podía. De allí todo fue un desmadre: Me tiré encima de la morenita y me empezé a chupar el cuello mientras le metía mano por debajo de su falda, acariciándole esas piernazas que se manejaba. El Escobillón y Diabloseco me intentaron hacer a un lado, pero no me dejaba.

- Ya pues, Trompo – se quejaba el Escobillón, el más cobarde de nosotros y le decíamos así por su pelo todo parado y trinchudo. Aclaro que "Trompo" es mi "alias" en ese grupo, casi no nos llamamos entre nuestros nombres y aquí los puse así para no revelarlos.

- ¡No seas tacaño pe’ brother! –se quejó el Diabloseco.- ¿Acaso te la has comprado pa’ ti solo?

Les hice caso y nos la repartimos entre los 3. Obviamente, me quedé con su riquísimo coño y con sus tetas al alcance de mi boca, aunque el Diabloseco se la había agarrado por atrás y se agarraba de ella con sus manos, así que casi siempre que quería chuparle las tetas a la morenita, terminaba lamiéndole las manos al Diabloseco. El Escobillón estaba que gozaba como él solo de una mamada espectacular, mientras la cara de la morena a veces cambiaba de expresión por las poderosas embestidas que le dábamos allí debajo, aunque a veces se turnaba para besarme en la boca como si fuéramos pareja, aunque eso era para ponerme caliente.... ¡y vaya que lo lograba la muy zorra!

Volteé la cabeza para mirar cómo iban los demás. La flaca (que de flaca era pura apariencia) estaba en un sánguche espectacular con el Jetón y el Piltrafa, los dos sincronizados. Mientras que la gordita estaba tirada en la alfombra de la sala con los demás chicos pajeándose y chupeteándosela por todo el cuerpo. Allí veía al Eléctrico y al Señor Mojón, los dos coincidiendo en chuparle la concha.

El Escobillón tenía poco aguante. Al rato se corrió en la boca de la morena, aunque esta no dejó escapar ni una gota, lo que indicó que la chiquita era bien golosa. Cuando terminó, me atrapó con sus brazos y nos besamos bien rico. Algo del semen del Escobillón quedaba en su boca y me lo hacía tragar, pues sentía un sabor medio raro, casi como salado y grumoso.

Luego vinieron otros más a tomar la posta del Escobillón: El Eléctrico vino y le chorreó toda la cara de semen a la morena, luego vino la flaquita y empezaron las dos a acariciarse, mientras el desbande era total: solo podía sentir mi palo atravesando a la morena, pues veía manos, un pie, hasta pude ver que el Pañalón se lo estaba sodomizando al Muelón, eso significaba que los rumores de que este pateaba con los dos pies eran ciertos. Decepcionante.

No aguanté mucho y terminé corriéndome en la concha de la morena. Debieron de haberse dado cuenta de eso, porque de allí el Piltrafa me empujó y se la empaló de una sola. Me quedé tirado un rato, mientras fui a por la gordita y empecé a amasarme sus tetazas junto con el Jetón y el Pollogordo.

Ya los demás habían formado una masa de gente que gritaba, chillaba, jadeaba como locos. Algunos que estábamos descansando nos poníamos a tomar un poco de trago y luego seguíamos con el desmadre. No recuerdo muy bien lo que pasó después. Casi eran las 10 de la noche cuando todos caímos cansados y algunos se pusieron a dormir en la sala, así como estaban, sin ropa.

Pasó un ratito y fui a la cocina, allí estaba la morenita que me había cojido como nunca antes. Así y en la oscuridad, empezamos a manosearnos, mientras le preguntaba su nombre, su edad y cómo así había venido con nosotros. Se llamaba Mily y tenía 18, igual que nosotros. Mientras cachábamos en el piso de la cocina, me empezaba a decir cosas tiernas al oído, que quería un hombre que la ame y que la haga sentirse como una mujer de verdad y que yo le gustaba.

No podía creérmelo, pero me besaba con algo de ternura, casi lloraba... ¡Seguramente estaba de vacilón!, pensé, yo seguí empalándomela sin reparos. Sin embargo, cuando terminamos, me dio un pequeño papel en que apuntó su celular y una dirección en donde quería verme para el día siguiente, bueno, esa aventura se las contaré para otro día.

Bueno, espero que les haya gustado mi historia como a mi me gustó hacer todo lo que conté. Si alguna quiere contactarme para encuentros o chatear, agrégueme al correo, solo chicas, gracias.