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Mi Perversión (3)

en Hetero: Infidelidad

Mi Perversión (III)

El lunes siguiente me levante como siempre para ir a trabajar, allí recordé que mi marido se había levantado mas temprano de lo habitual dado que tenia un día complicado en su trabajo, al girar mi vista me sorprendí que al lado de la cama había una nota escrita por mi marido que decía: ´´ pareces enferma amor, que te pasa, te amo?´´, mi cabeza me dio vueltas y me odie a mi misma, mientras mi marido escribía esa nota yo soñaba con la verga de Ribera, había soñado con chupársela, había sentido su esperma bañar mi cara e inundar mi boca, yo me levante y trate de no pensar en ello, me bañe y me empecé a cambiar con el mismo uniforme de siempre, me puse una lencería poco sexy, corpiño y bombacha tipo vedetina, cuando me iba poner la media blanca me percate que se me habían roto una, en ese instante llame a Carla que estaba dándole el desayunos a mis hijos y le dije:

A que hora abre la tienda de ropa del bario?

A las 8 Señora, necesita algo?, me respondió.

Si por favor, anda lo más rápido posible a la tienda a cómprame unas medias blancas para mi uniforme, ya que se me rompió y no tengo otra de ese color.

Medias o ligas?, me pregunto.

Ligas, pero por favor busca un modelo que no me apreté mucho el elástico en mis nalgas, y por favor que sean blanca?, le di dinero y se marcho.

A cabo de un rato llego Carla con una bolsa, me dijo que lo único que consiguió era un juego de lencería completo que estaba de oferta, yo la mire sorprendía y le dije:

Te dije que me compres solamente ligas, no fui clara.

Si, es que la única liga que había con elástico suave y blanco traía porta ligas y venia con bombacha y corpiño de encaje todo junto, la Señora de la tienda me dijo que se vendía así únicamente.

Esta bien, pero la aproxima vez hace lo que yo te pido, anda a prepararme el desayuno y acordate de llevar a Matías a natación.

Me quede solo en mi habitación, al abrí la bolsa contre como me dijo Carla un juego completo de lechería erótica, ni mas ni menos, que horror pensé yo, como me va a comprar eso, pero mi inconciente de me decía que me lo pruebe, pero se me hacia tarde, así que me puse el uniforme, con las medias blancas, pero allí comprobé que no se me amoldaban bien a mis muslos, ya que al parecer el elástico no me apretaba lo suficiente, necesitaba la porta liga para sostenerlo, pero ya no tenia tiempo de ponérmelo y por eso decidí ir a trabajar sin medias.

Baje y Carla nos sirvió el desayuno a mi hijo mas pequeño y a mi, luego me despedí de el y me fui a mi trabajo tipo 9 AM, tarde de lo habitual, pero no me preocupaba ya que estábamos en el mes Diciembre, o sea que hay pocas personas en el colegio, solo las profesoras, el personal administrativos y los alumnos que se llevaban materia para rendir en ese mes.

Salí del Colegio y llegue a casa tipo 12:30, no me había descambie aun, yo me seguía sintiendo culpable, sin embargo era una autómata, no tenia voluntad, salí a la calle a buscar pan de salvado y la gaseosa de siempre a la tienda de la esquina, cruce la calle y allí percibí a lo lejos que Ribera me esperaba, al llegar frente a la casa abandonada el se cruzo delante de mi camino y me dijo:

Hoy esta vestida de un puta fina, me calienta de verte así?, mientras me apretó las tetas y me jalo por el brazo, me metió a la casa abandonada, yo mire para todos lados para que no me viera nadie, por supuesto que me moleste al sentir como me jaloneaba, pero me gusto a la vez.

Me metió al cuarto donde aun estaban las cobijas en que nos habíamos revolcado el jueves anterior, todo olía a orines, Ribera pego su boca a la mia, nuestras lenguas se entrelazaron, una de sus manos se metió bajo mi camisa y formo una copa en una de mis tetas, su pulgar comenzó a acariciar mi pezón, su otra mano acaricio mis nalgas, luego acaricio mi concha por encima de mi bombacha, luego uno de sus dedos mugrientos me penetro y acaricio mi clítoris, yo tome su pene y lo acaricie, metí mi mano bajo su pantalón y lo sentí, rugoso, enorme y bulbosa, cuando nuestras lenguas se separaron yo le dije excitada:

Que queres?, ahora no tengo tiempo.

Que buena estas?, me dijo.

Ya fui tu puta, no te puedes quejar?, le conteste, Ribera movía sus manos por todo mi cuerpo.

Te quiero meter la verga así vestida, me calienta tu ropa de trabajo?

Hoy en la tarde, tengo una sorpresa para vos? le dije entre gemidos de gozo al sentir su dedo mugroso frotar mi clítoris, mis manos habían ya sacado el pene de Ribera y lo puenteaba rápidamente mientras con la otra mano le acariciaba los testículos.

Que es?, me pregunto.

Mmmm, vas a tener que esperar a la tarde, le conteste.

Ribera me tomo las tetas fuertemente y me dijo:

Ha si, entonces mamame la verga putona, por picara?

Yo sonreí y me arrodille frente a el, abrí la boca y me metí su miembro completo en ella, comencé a chupársela con rapidez, metiéndola y sacándomela de la boca, mi lengua acariciaba su pene mientras que mis dientes se apretaban con mis labios en torno a ella y le masajeaban con fuerza, Ribera cerro los ojos disfrutando mi boca, al cabo de cinco minutos levante la mano que acariciaba los testículos de Ribera y mire mi reloj, las 12 y 55, justo en ese momento la verga de Ribera comenzó a eyacular en mi boca.

Eso es putona? me dijo, sácame la lechona, trágatela Perra, como hace Carla.

Carla te lo chupa tan bien como yo?

No, vos sos más expertas en chupar pijas.

Esa me calentó aun más y le trague todo su semen, sentí como recorría mi garganta hasta que lo deje seco, saque su pene de mi boca, mire hacia arriba y abrí la boca para que Ribera viera que aun tenia algo de esperma en la boca sobre mi lengua y en mis dientes, el me miro con placer, yo cerré la boca y me trague su eyaculación, abrí de nuevo la boca y Ribera vio que ya me los había tragado todo, este se rió y se acomodo el pantalón y sin decirme nada mas salio del cuarto dejándome sola, como un objeto que se usa y se desecha, me levante y me acomode la ropa, la tenia bastante desordenada debido a la manoseada que me había dado Ribera, fui a la tienda y compre las gaseosas y el pan, mientras regresaba a mi casa me di cuenta de que el aliento de Ribera ya no me daba tanto asco sino que me excitaba, entre a mi casa y deje la gaseosa en la heladera y luego cheque la contestadota del teléfono y escuche el único mensaje que habia:

Mi amor? - oí la voz de mi marido -, solo quería decirte que te adoro, y que te quiero mucho?, mi cabeza giro, la culpabilidad me inundo de nuevo, cheque la hora del mensaje, casualmente decía 12:55, eso me hizo sentirme aun mas basura, mi marido me había hablado con ese amor tan puro justo en el instante en que el mugroso de Ribera me estaba eyaculando en la boca, quería que me comiera la tierra.

Luego prepare el almuerzo, cuando llegaron mis hijos y mi marido me besaron, mi marido me beso en la boca y no me dijo nada, yo sabia que tenia mal aliento, el me había besado sin que yo me lavara los dientes así que había saboreado también el pene de Ribera, eso me hizo avergonzarme, comimos y al terminar subí a mi habitación y me acosté, mi marido intento acercarse sexualmente pero yo lo rechace, me sentía mal, sucia, el intento de nuevo y trate de responderle, pero no podía, cuando sentía sus manos recordaba las manos de Ribera, cuando me besaba recordaba el aliento sucio de Ribera, cuando me decía cosas bonitas a mi mente llegaban las groserías e insultos de Ribera, le pedí que me disculpara que no podía, ya que me dolía mucho la cabeza, el comprendió y me dejo descansar, yo me quede dormida al lado de el.

Me desperté a las 16 hs, mi marido estaba bañándose para ir a trabajar, yo me hice la dormida, luego se fue, a las 16:30 me levante automáticamente y mire hacia fuera del cuarto, no se escuchaba nada, por lo visto todos habían salido, así que regrese al closet, me bañe, ya que quería estar bien limpia, como discordábamos, quería estar bien bañada y perfumada y el era un mugroso, decide ponerme el uniforme para complacer a Ribera, luego agarre el portaligas con las medias blancas caladas y las tanguita, lo miré con un poco de sorpresa, nunca había usado portaligas. Me probé todo, quedándome muy incomoda con esas tanguita que se me introducían por atrás y con las portaligas que me hacían sentir un poco rara, luego seguí con el corpiño de encame medio transparenté, finalmente me coloque la falda, la camisa y el saquito, cuando me observarme en el espejo allí evidencié que solo me falta un detalle, mis lentes aéreos tradicionales que uso para trabajar, me los puse y al verme de nuevo comprobé que ya estaba vestida como una verdadera docente en búsqueda de una verga y me marche a la cita.

Al pasar por el cuarto de mi hijo Matías escuche sonidos, entre y vi que estaba jugando con su juego de video.

Hola mama? me dijo, que linda te ves, va a venir mi papa temprano, solo te vistes así cuando el viene temprano.

Me avergoncé y le dije:

No hijo, voy a ir a trabajo un momento, no hagas travesuras, tu mama ya viene.

Esta bien? dijo Matías sin darme mayor importancia.

Baje las escaleras y salí de mi casa, cuando cruzaba la calle vi a Gladis la esposa de Ribera que se hallaba jugando con su hija, ella me saludo sonriente y eso me hizo odiar mas a Ribera, como era posible que engañara a una mujer tan buena como Gladis y mayor fue el cargo de conciencia cuando pensé en el tiempo que dedico Ribera para convencerme en coger debió haber estado buscando dinero para darle de comer a su hija.

Cuando entre a la casa abandonada olí un olor diferente, como a pasto quemado, me dirigí al cuarto y allí estaba Ribera fumando un cigarro apestoso, fue entonces que vi el brillo en sus ojos cuando me vio, se levanto y me di cuenta de que estaba fumando marihuana, se me acerco y me dio una nalgada.

Uuuuuuuu, que puta esta con ese trajecito que te queda muy bien y eso lentes, traigo la verga bien parada para vos?

Inmediatamente sus manos tomaron mi saco y lo recorrieron buscando mis tetas, las apretó encima del saco y luego me lo saco, luego sus manos tomaron mis tetas, las acariciaron y su boca se pego a una de ellas y comenzó a succionar mamándomela con fuerza por encima de la camisa, como un bebe que come, una de sus manos acaricio mis nalgas y mis muslos, su aliento apestaba como nunca, estaba mugroso, el aire olía a orines, pero a pesar de eso ese pobre entupido que no valía nada estaba gozando a una mujer con la que ni siquiera hubiera soñado tener ni en fotografía.

Una de sus manos entro debajo de mi falda, sus manos primero tocaron mis muslos, luego acaricio mi concha por encima de mi tanga de encaje, para meterse debajo mi tanga, allí Ribera comprobó que tenia portaligas, eso lo puso como loco, su dedo mugroso acaricio mi clítoris y me penetro, yo gemí un poco de placer, Ribera abrió su boca y se concentro en mamar mi teta izquierda por arriba de mi camisa blanca, dejándome una aureola de saliva en el medio de mi pezón, mientras que con su otra manos estrujaba, apretaba y acariciaba mi otra teta, su pulgar se concentraba en mi pezón, yo acaricie el frente de su pantalón, note que su pene estaba superparada, era un verdadero garrote, yo desabroche su pantalón que cayo al suelo, mi mano tomo su tremenda verga y se la acaricie, me excitaba agarrársela, era tremenda, rugosa y muy cabezona y aproveche.

Ribera subió su boca un poco y nuestras lenguas se entrelazaron, su aliento y su saliva eran mas repugnantes que nunca, sentí como su lengua penetraba hasta mi garganta y me llenaban los pulmones de aire podrido, saco su lengua de mi boca y lamió mi cuello, sus manos acariciaban mi talle y mis nalgas y sus dedos penetraban en mi concha, busco el cierre de mi minifalda mientras que yo me retorcía de placer entre sus manos, la falda cayo al suelo y luego me bajo mi tanga, quedando solo con medias y portaligas, sus manos tomaron mis nalgas y acariciaban mis muslos, sus manos recorrían mi talle y mis nalgas y mis muslos intensamente, cada vez que una de sus manos acariciaba mi concha uno de sus dedos me penetraba con fuerza, una de sus manos agarro mis nalgas y en ese momento sentí como uno de sus dedos penetraba mi ano, nunca lo había sentido hasta ahora, eso me hizo recordar que nunca le había mamado la verga a mi marido y que ahora con ese pelafustán, desgraciado y borracho probablemente iba a presumir de haberme hecho todas las porquerías que había querido, de nuevo sentí coraje y odio, pero eso solo hizo que me excitara mas.

Ribera tomo mi camisa que aun la tenia puesta y de un jalón me la arranco, dejándome sin botones, la tiro al suelo y empezó a mamar mis pezones que ahora se encontraban libres de camisa y sostén, sentían un placer intenso cuando su boca los succionaba y su lengua los acariciaba, ya a esa altura mis pezones estaban muy babeados, pero luego se detuvo, dejo de mamar mis tetas, yo le sonreí y comencé a hincarme sin dejar de acariciar con fuerza su pene, cuando estuve agachada abrí mi boca sin dejar de ver a Ribera que me miraba riéndose burlonamente, lo deje que penetrara su verga en mi boca, completo, mi lengua lo acaricio, sabia a meados y a mugre apreté un poco mis dientes y comencé a meterme y sacarme su pene de la boca, rápidamente, masturbándolo:

Así se hace?, me dijo, cuando observe su cara el placer, en ese momento recordé a su esposa y a su hija que acababa de ver cuando venia a verlo, eso me cayo mas mal, apreté un poco los dientes y Ribera gimió, mi lengua acariciaba su pene, mi saliva disolvía la mugre que tenia en el pene y esta saliva mugrosa caía como cascada por mi garganta.

Será posible pensé, es un vago, un mantenido y golpeador, el sabe que lo detesto y me esta cogiendo, cada vez que me ve se burla de mi, piensa que soy una porquería y así me trata y eso me excita mas?

Que buenas mamadas das perra? me dijo.

Te gusta la supresa que te di?, te gusta este conjunte de lencería que tengo puesto?

Si, me encanta.

La muy puta de Carla me la compro, te gustaría que este aquí conmigo chupando te pija?

Si claro, pero preferirá a tu hija?.

Yo no le conteste nada, pero mi lengua empezó a saborear más su pene, mis labios estaban abiertos al máximo, como si sus últimos dichos me habían llevado al éxtasis total, mientras observaba la cara de Ribera que hacia gestos de placer, cuando parecía que iba a eyacular me tomo de la cabeza con las dos manos y me saco su pene de la boca, yo le sonreí y el me tomo de las axilas y comenzó a levantarme, ya estaba medio incorporada cuando Ribera me dijo:

Abre la boca pendeja?

Yo la abrí, Ribera hizo un sonido con la boca reuniendo saliva y me escupió en la garganta, yo cerré la boca y le volví a sonreír abiertamente, enseñando mis dientes blancos, el pego su boca a mi cuello, sus mano apretaron mis tetas y acariciaron mi talle, tomaron mis nalgas y me levanto en el aire, yo abrase su cadera con mis piernas y rodee su cuello con mis brazos, su boca se pego a la mia y nuestras lenguas se entrelazaron, sentí su pene pegarse en mis nalgas pero aun no me penetraba, Ribera camino hacia las cobijas y se subió al colchón, sin acostarnos me bajo un poco, yo baje las piernas y quedamos abrazados parados en las cobijas.

Voltéate y agarra la pared?, - me dijo - yo me voltee y el me tomo de la cintura, yo me incline y tome la pared con mis manos quedando casi en L contra la pared, Ribera coloco su pene en mi concha y de un solo movimiento, sin consideración alguna me penetro y comenzó abombarme con fuerza, sus manos acariciaban mis nalgas, yo gemía con fuerza al sentir su penetración y comencé a moverme en eses, sentí sus testículos golpear mis nalgas rítmicamente, cerré los ojos para disfrutar mas su pene dentro de mi concha, mis tetas brincaba rítmicamente con su penetración.

Que culo tenes? - me dijo Ribera mientras me daba una nalgada - que sabroso mueves el culo, nunca te lo dieron por el horto? me pregunto en el mismo instante que yo tenia mi primer orgasmo.

Haaaaaaaa, noooooooooo, le conteste entre gemidos de mi orgasmo.

Que ricas nalgas tienes? - volvió a decirme - parecen gelatinas?

Luego sus manos tomaron mi cintura, mi orgasmo había pasado, sus manos recorrieron mi cuerpo y agarraron mis tetas que brincoteaban con sus embestidas, las apretó con fuerza y me dijo con excitación y lascivia:

Mmmmmmmm, que melonzotes, eres una vaca lechera?, sus dedos juguetearon mis pezones, yo moví las nalgas con mas rapidez y comencé a gemir con mas fuerza, esto excitaba mas a Ribera que me bombeaba mas duro al pensar que me estaba dando una supercogida.

De pronto se detuvo, me soltó las tetas y me saco el pene de la concha, yo descanse un momento, el ejercicio había sido tan violento que me percate de que estaba empapada en sudor, aun con las manos en la pared voltee y vi que el se recostaba en el colchón boca arriba, su cabeza debajo de mi, sus manos acariciaron mis muslos y lo vi abrir la boca y pegarla a mi concha, su lengua jugueteo mi clítoris, yo gemí de placer, me afiance a la pared, mis piernas temblaban de gozo. Al poco rato el recostó su cabeza, yo me hinque y me puse sobre su pene, lo tome con mi mano, mientras lo hacia Ribera volvió a apretar y retorcer mis tetas, se veía que le gustaban mucho, yo coloque el pene de Ribera en la entrada de mi concha y lo tome de los hombros.

Sus manos no dejaban de tocar mis tetas, sus ojos estaban lujuriosos, yo lo mire y le sonreí y comencé a dejarme caer lentamente, su pene me penetro, mi vagina sintió expandirse de nuevo, gemí un poco y en un momento la tenia toda dentro de mi, comencé a brincotear sacándomela y metiéndomela cada vez mas rápido, Ribera acariciaba mi figura, mi cintura, mis nalgas y mis muslos y regresaban a mis tetas.

Así es? - gemía Ribera de gozo - vamos así se hace putona come vergas, muévete mas rápido?

Yo brincoteaba de gusto, sentía que su pene me daba un placer intenso, tanto que comencé a gritar como loca:

Más, más, más, cogeme más fuerte?, en ese momento observe que Ribera cerró los ojos y yo aminore entonces la velocidad para evitar que eyaculara, quería que me cogiera un poco mas, casi estábamos detenidos, mi cara se acerco a la cara de Ribera, sus manos no estaban quietas, acariciaban con fuerza todo mi cuerpo:

Que buena estas? - me dijo - me encantan tus tetas, tus nalgas, tus pezones?

Nuestras lenguas se enredaron, yo seguía moviéndome aunque muy lentamente, Ribera recorrió mi traza y tomo mis nalgas fuertemente, me empujo un poco y rodamos en las cobijas, yo quede de espaldas y el sobre mi, entrelace su cuerpo con mis piernas y Ribera comenzó a bombearme con fuerza una y otra vez al cabo de un minuto yo gritaba como loca de placer.

Vamos puta, dime si te gusta mi verga? me pregunto Ribera con voz lujuriosa y de superioridad.

Si, si, si, dámela toda, es enorme?, yo gritaba de placer como una loca, Ribera se movió mas rápido, con los ojos entreabiertos pude ver que su rostro lascivo se reía de mi, sus manos apretaron de nuevo mis tetas, sus dedos acariciaron mis pezones.

Aaaaaaaaaah, aaaaaaaaaaaaaah, aaaaaaaaaaaaaah, quiero que me dejes preñada, hazme un hijo? , yo me sorprendí ante lo que dije, mientras seguía gimiendo como una condenada.

El soltó una carcajada y me respondio:

Eso es lo que quiero perra, que mi hijo tenga una mama así de reputota como tu y como tu hija?

Siiiiiiiii, así, dame lo que no me han da mi marido.

Quiero cogerte a tu hija que es una puta como vos.

Siiiiiiiii, te dejare que te cogas a mi hija,- esas palabras excitaron más a Ribera me empezó a coger con mas con dureza, me agarro de los pelos y media todo de tipo de guarradas y lamía y mordisqueaba mi cuello.

Quiero cogerlas a las dos juntas, y que ambas mi chupen la verga?, me contesto, yo cerré los ojos imaginando la situación de hacer un trío con mi hija e inmediatamente el orgasmo vino, podía sentir cada milímetro de la verga de Ribera cuando me la empujaba hasta adentro, pude sentir a Ribera ponerse rígido, abrí los ojos y vi que el cerraba los suyos, en su cara se reflejaba un placer intenso, su boca abierta gemía un suspiro, su pene entraba y salía con rapidez de mi vagina, de pronto sentí su semen calientito inundar mi matriz, yo cerré los ojos, una explosión de placer recorrió mi cuerpo sudado.

Aaaaaaaaaah? gemí mientras Ribera me hundía su pene lo mas hondo que podía, de pronto se detuvo, Ribera se relajo y su cabeza cayo entre mis tetas, sus manos tomaron mis nalgas y su verga me dio una ultima penetración.

Así permanecimos un momento, nuestros cuerpos estaban muy sudados, empapados, Ribera levanto su cabeza de entre mis tetas y me miro riéndose burlonamente de mí.

Guau perra, te mueves sabroso, como se ve que te hacia falta un macho de verdad, no como el pobre entupido de tu marido que se ve no te satisface, no sabe la putota que tiene por esposa?. se rió en una carcajada abierta, quería insultarme y lo hizo, aun así yo le sonreí cansadísima, mi pelo estaba revuelto, sentía el sudor correr en mi cara y en mi cuerpo, Ribera abrió su boca y yo la mia, el metió su lengua hasta mi garganta y jugueteamos un rato, yo saboree su apestoso aliento, el dejo su pene dentro de mi, yo le dije entonces cuando nuestras lenguas se separaron, mirándolo con ojos entreabiertos:

Me volves loca, quiero que me cogas todos lo días?, le dije excitada, Ribera me la saco y se recostó a mi lado, yo también me recosté y descansamos un rato, yo recosté mi cabeza en su pecho y con mi mano tome su pene fláccido y lo acaricie un rato, juguetee con sus testículos.

A los 5 minutos me ordenó que le haga un desfile con la ropa interior que llevaba puesta y así le hice, me puse mi corpiño y la tanga de encaje, las ligas y el porta ligas ya lo tenia puesto y empecé con la exhibición frente a los ojos deseos de Ribera, nada mas de oír su nueva orden me excite, ya que supuse que esto era el antecedente de lo que seguramente seria mi tercer orgasmo de la tarde, el me ordenaba que hacer, me daba indicaciones sobre cuando debía voltearme, tocarme las tetas o agacharme para mostrarle mi gran culo con la tanga perdia en el mismo, mientras el se hacia una paja con la visión de mi cuerpo, yo me sentía como toda una puta deseosa de agradar, buscando mostrar mis mejores atributos para ganarme otra cogida, y allí me di cuenta que me encanta esa sensación de dominación, me encanta obedecer ciegamente a todo lo que me pedía Ribera.

Luego me acosté a pedido de el en el colchón y me empezó a cogerme nuevamente con mi juego de lencería puesta, corrió mi tanga y me penetro arriba mió, o sea cara a cara, al principio lentamente (el ya sabia perfectamente que el coger así únicamente me pone mas cachonda, ya que para terminar necesito que me lo haga salvajemente), así que siguiendo la estrategia de hacérmelo despacio era solo para desesperarme, para hacerme que le ruega que me coga salvajemente, que no me tenga compasión y que me de verga hasta por la orejas, después de un buen rato de estar cogiendo me dijo:

Voltéate! y ponte en 4 patas, que te voy a coger por el culo?.

Esta loco, eso no?, le conteste, el al escuchar eso le salio una sonrisa de sus labios.

Quédate quieta y disfruta vieja putona?, yo obedecí con temor, pero lo hice, mientras el se fue bajando hasta la altura de mis nalgas que abrió para empezar a lamerme el ano con su lengua, estuvo mucho tiempo introduciendo su lengua pero sin tocar en ningún instante mi vagina, luego se incorporó un poco e introdujo un dedo largo y gordo en mi ano, moviéndolo dentro de mi recto, varias veces quise decir algo, pero me era imposible articular palabra por el dolor, yo solo gemía.

Luego sacó ese dedo y lo intentó con dos, lubricándolos primero en mi boca y luego con su saliva, empezó a meterlos dentro de mí, abriendo mi ano al máximo posible, haciendo que notará mis propios latidos en la zona, de pronto sacó los dedos y me agarro de la cintura apretando mi ano contra su pene.

En esa posición me subió con sus dos brazos y puso la punta de su verga en la entrada de mi ano, manteniéndose así, sin más, mi excitación era tan grande que solo quería que hiciese algo, lo que fuera para tener el mayor orgasmo de mi vida, a todo esto yo notaba la presión de su verga en mi ano, produciéndome una sensación extraña, de pronto dio una embestida y la extremidad de su pene se filtró en mis entrañas, produciéndome un dolor insoportable y allí grite:

Noooo, para hijo de puta, no entra!, Ahhhhhhh!, me duele, por favor sácala degenerado!

Luego de mis gritos intenté zafarme de esa penetración pero me tenía muy agarrada y lo único que conseguí es que se metiera un poco más, por lo que intenté quedarme quieta y esperar que cediera el dolor. Al poco rato la saco un poco para volver a meterse ganando más terreno, nuevamente el dolor insoportable volvió a mi ano, sintiendo un ardor terrible y una sensación como si fuera a defecar, es por ello que le dije:

Por favor Ribera, más despacio, me duele?

Como tú digas putita, pasa que este culo es el más estrecho y pequeño que me he cogido, pero tengo la solución?, en ese momento paro de penetrarme, busco a un costado del colchón y agarro una botella de plástico de aceite comestible y se embadurno con el liquido espeso del aceite en su pene y dos dedos de su mano, luego me introdujo uno de ellos en mi ano, después metió los dos y empezó a dedearme en forma lenta al principio para luego hacerlo mas rápidamente, al cabo de dos minutos dejo de dedearme e introducir suavemente su pene lubricado de aceite.

Ribera empezó a moverse en movimientos de mete-saca muy lentos, hasta que empujó con fuerzas metiéndose casi por completo y produciéndome tal tortura que por poco me desmayo, a pesar que por producto de liquido resbaladizo el dolor no fue tan intenso como antes, pero cuando se retiró un poco creía que volvía a la vida, pero otro empujón fuerte volvió a reproducirme todos los dolores posibles, yo estaba en un estado de semiinconsciencia cuando note que empezaba a moverse más rítmicamente, ya el dolor no era tan fuerte como antes, ya que el aceite había hecho efecto, pero de pronto la sacó de golpe, haciéndome casi tanto daño como cuando la había metido, luego se bajo y me lamió el ano y escupía una y otra vez en el, para luego volcarme el embase de plástico lleno de aceite sobre mi cuerpo, era todo un asco, mientras me decías:

Sos una viaje reputa, que diría tu marido si ti viera así?,

Diría que soy una puta, una trola, por favor métemelo de nuevo en mi culo?

Al escuchar eso comenzó un vaivén violentamente contra mi, yo gritaba de dolor y buscaba aire ante tanto dolor, me embestía fuertemente, como queriéndome partir, luego me la saco, pero cuando yo notando el comienzo de una mejora en mi recto, Ribera me la volvió a enterrar su verga de un solo golpe, yo a esa altura pegaba tremendos alaridos mientras me lo hacia salvajemente, me nalgueaba y jalaba mi cabello, pude sentir como se sujetaba de nuevo de mis caderas, las jalaba hacia el para moverse todavía mas rápido, yo gritaba desesperada y golpeaba el colchón, entre lágrimas, mientras que abría la boca buscando desesperadamente aire, no se cuanto tiempo fue, pero sentí como su ingle se apoyaba sobre mi cola, entonces el se puso sobre mí y con su boca en mi nuca me dijo:

Sentila bien vieja puta, que te voy a dejar este culito mas abierto que a Carla?, mienta se reía a carcajada.

Soy una puta, - le dije gritando - haceme lo que quisiera?, luego el me pregunto:

Quien es tu dueño?

Tú eres mi dueño, házmelo como no me lo saben hacer en mi casa, me tiene loco esa verga tan rica.

Te gusta que te lo meta por el culo?

Siiiiiiii, me encanta?, mientras decía eso el dolor era insoportable y mis lagrimas se derramas por mi cara, pero no óbstate de ello ahora entraba mejor y como mas fluidez, el empezó movimientos mas fuertes y cuando creía que no iba a aguantar ni un minuto más, note un río de semen corriendo por mi interior, el la saco inmediatamente, para luego introducirla nuevamente y seguir bombeo su propia leche, luego se salió de mí, yo me quedé allí, sin poder moverme, me ardía mucho mi culo y estaba segura de que me sangraba, pues vi correr por mis piernas que me temblaban por doquier un líquido medio oscuro, espeso y pesado, que supuse que era producto de la combinación del color blanco del semen de Ribera, del aceite y el color rojo de mi sangre de mi ano dilatado.

Luego nos quedamos recostados exhaustos en la cama por un rato, de pronto Ribera se levanto, yo abrí los ojos y vi a Ribera dejar el colchón y pararse en el suelo frente a mi, yo me levante un poco apoyándome en los codos y lo mire extrañada, al verme se rió con esa burla que tanto detestaba y me dijo:

Estas muy sucia Teresa, necesitas un baño calentito, que diría tu familia si te viera si?

Al terminar sus palabras tomo su pene y comenzó a orinar, el chorro cayo primero en mis cuerpo y luego en mi cara, bañándola toda, yo abrí la boca entonces y Ribera apunto el chorro a mis labios, yo trague todos los orines que podía, estaba sorprendida, jamás pensé hacer eso, el movía de cuando en cuando su pene para que el chorro bañara de nuevo mi rostro, luego lo movió hacia abajo y cayo entre mis tetas, apunto a cada pezón y me dejo empapada, poco a poco su chorro fue decreciendo hasta que solo goteaba, busco alrededor y se agacho, tomo mi camisa y se limpio la verga con ella, lo tiro al suelo y comenzó a vestirse, yo le sonreí abiertamente me encantaba sentirme como una porquería, el me había usado como un vil orinadero, una basura, Ribera se termino de vestir y salio sin siquiera mirarme.

Yo me recosté, aun estaba cansada, me tire en las cobijas, en un charco hecho por los orines de Ribera y allí permanecí unos minutos, me levante y me puse la falda del uniforme, por todo mi cuerpo caía a chorros orines, mi camisa estaba rota así que me la amarre al frente con lo que quedo mas sexy ya que la tela apenas tapaba mis pezones y mis pechos se veían exuberantes, salí del cuarto, me asome a la calle, ya estaba medio oscuro, salí de la casa abandonada y me dirigí a la mia.

Entre a la casa y me dirigí a mi cuarto, fue entonces que pase por el cuarto de mi hijo Matías que no escuche nada, sin ponerme a pensar en como iba vestida entre a asomarme y lo vi dormido, fui a mi cuarto y me bañe con jabón de lavar para poderme sacar de mi cuerpo la mezcla asquerosa de aceite y orín, mientras mi cabeza me daba vueltas, cuando termine baje, calenté la cena y deje una nota y me subí a dormir en verdad estaba cansada, sin antes tomar un antiinflamatorio para calmar mi ano dolorido.

Al día siguiente por la tarde decidí salir al centro de la ciudad a compra alguna ropa de moda; ante de macharme Carla me dio una información que me quede helada, pero si ante apreciar que estaba vestida muy provocativa para trabajar, ya que tenia puesto una camiseta blanca muy ajustada y una minifalda vaquera que no le llegaba ni a la mitad del muslo, allí me comento que Ribera se lo habían llevado preso anoche por robo, eso me cayo muy mal, pero trate de disimular y me marche.

Yo salí de mi casa afligida por la noticia, me subí a mi coche y arranque para el centro de la ciudad, al cabo de unos 15 minutos de viaje me di cuenta que me había olvidado mi cartera, por ende no tendría dinero en efectivo ni tarjeta de crédito para hacer compras y por eso decide volver a buscar la cartera a mi casa.

Estaba de mal humor, ya que no es muy lindo manejar de más en la ciudad de Montevideo con el tráfico que hay, pero bueno, no me quedaba otra alternativa.

Apenas entre a mi domicilio escuche unos ruidos extraño en el lavadero de atrás, mi dirigí hacia allí, para luego asomarme por la puerta que estaba entre abierta, lo que vi no salía de mi asombro, ya que estaba Carla apoyada con sus dos manos en el lavarropa y su novio Miguel metiendo su verga por atrás, ella gemía y el también, le estaba dando lo suyo a mi sirvienta, la penetraba con fuerza hasta el fondo sin clemencia y con rapidez, al parecer su novio estaba de muy buen estado, ya que tenia un cuerpo esbeltito y fuerte, sus muslos cubrían la parte lateral del culo de Carla y sus pies quedaban delante de las piernas de ella, parecían un animal de seis patas, en esa posición la pija de Federico (así se llama el novio) entraba mucho más al fondo y ella ya no podía evitar dar gritos mientras le decía:

Así Fede, cogeme duro con esa enorme pija que tenes.

Así putita, movete como la puta que sos?, le contesto.

Voy a llegar mi amor, sigue así?

Siiiiii bebe, quiere que llegueeee?

Haaaaaaaaa, por dios, que verga que tenes?, y por fin llego Carla con un grito prolongado.

Luego Federico la dio vuelta en seguida y le metió su tremenda tranca hasta el fondo de la garganta de Carla, allí se la sujetaba un rato, luego se la sacaba lentamente y de nuevo se la volvía a meter. Al poco tiempo se la sacó toda y una larga y espesa saliva salió junto con ella, era como una cuerda blanca que mantenía unida su pija a la boquita de Carla, luego el mismo la agarro del cabello, le colocó la cara debajo de la pija y le hizo voltear la mejilla de forma que esa enorme saliva le cayera allí, se limpió bien el pene en la cara de ella y comenzó de nuevo desde el principio el mismo proceso, lo hizo varias veces, así que al final ella tenía todo el rostro empapado incluido el cabello, parecía que se hubiera dado un baño, en ese momento Federico el dijo:

Yo no aguanto más, voy a acabar?

Tíramela todo tu leche en mi cara amor?, y así fue, ella cerro sus ojos y abrió su boca esperando el chorro de leche sobre ella, el tomo su pija y comenzó a moverla frenéticamente hasta que le eyaculo en su boca, la puntería no fue tan buena ya que algunos guascazos salpicaron en su cara y pelo.

Luego de eyacular Federico la abrazo con todo y le dijo que la amaba, que era lo más importante en su vida, allí considere que Carla parecida no estar muy segura de sus sentimientos ya que no le contesto nada y se empezó a limpiarse, luego se acomodo su vestimenta y despidió a su novio que se marcho por la puerta de servicio.

Yo me quede pensativa y excita por la situación, pero luego racione, agarre mi cartera y me marche nuevamente al centro de la ciudad, en el trayecto solo pensaba que Carla era un verdadera puta, que se anda revolando con sus novio seguramente en mi cama o de mis hijos y para colmo le era infiel a su novio con es viejo de mierda, y más bronca me daba que Federico parecía estar muy enamora de ella, además de contar con un don natural enorme, lo digo por su pene.

Continuara: esperar lectores aproximadamente un mes para el cuarto episodio. Saludos y Gracias