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Aprendiendo a andar (Conversion II)

en Fantasías Eróticas

Capitulo 2 – aprendiendo a andar

Volví a entrar dentro de aquel apartamento donde me había despertado, entre en el lavabo y encontré un mensaje escrito con carmín rojo en el espejo:

"que mejor sitio para empezar tu nueva vida que Ibiza, descubre tus poderes, cree en ti mismo. El apartamento esta pagado, tienes las llaves en el primer cajón junto a ellas las de un coche que te he dejado abajo, ya lo reconocerás y un sobre con dinero diviértete como yo lo haría"

Fui al cajón y recogí las llaves, vi un sobre con muchísimo dinero, un fajo de billetes de quinientos euros, parecía que acababa de salir del banco solo había visto esos fajos en las películas, era increíble. Decidí seguir explorando mi nuevo hogar, en la nevera había un post it que decía sírvete tu mismo, cuando abrí la nevera encontré muchas bolsas de sangre de las que hay en los hospitales, no pude evitarlo, en un acto reflejo me llevé una a la boca y la mordí, disfrutando de aquel nuevo manjar. Estaba saciado, así que decidí darme una ducha, me quite la ropa y me di cuenta que había cambiado mi cuerpo, tenia el pecho marcado, muy fibrado, fuerte y duro, incluso se dejaban entrever mis abdominales, me gustaba lo que veía. Acabe de ducharme y fui a buscar algo de ropa, todo lo que había eran ropas de muy alta calidad, camisas finísimas, elegí un traje de armani, negro, con una camisa blanca de seda, en mi vida había llevado una prenda tan hecha a medida como aquel traje, parecía que el sastre había venido a hacérmelo en persona. Cogí el dinero y me fui al aparcamiento, claro que reconocí el coche, el BMW que le había vendido, era mi nuevo coche. La noche era joven fui buscando las zonas de mas ambiente.

Llegue a una especie de súper discoteca al lado del mar, con mi descapotable, lo aparque y me decidí a entrar… la mano de un guardia de seguridad se interpuso en mi camino y me dijo que sin invitación no se podía entrar, mire al suelo y me di la vuelta, eso no era para mi, retrocedí un paso …

"son nuestros siervos, míralo a los ojos y dile que te deje entrar" sonó en mi cabeza.

Me volví hacia el guardia y que volvió a ponerme la mano en el pecho

señor, le he dicho que sin invitación no puede entrar.

pero – le dije mirándole a los ojos – yo quiero entrar.

pase, ningún problema – me dijo con los ojos muy abiertos.

Era como si hubiera entrado dentro de su cabeza le había dado una orden a un tío y me había obedecido. Me mezcle entre la multitud, como tenia dinero, enseguida estuve con un grupo de gente, es irónico, ahora eran mis amigos ya que yo les pagaba sus copas, igual que antes cuando mis amigos solo estaban cuando les venia bien a ellos, de repente me fije en una chica, era una oriental, pequeñita, iba vestida con una faldita muy corta, unas medias blancas hasta por encima de la rodilla y un top muy ajustado, como buena oriental tenia un cuerpecito muy fino y unos pechos firmes. Me llamo tanto la atención que me acerque a una chica que estaba con ella y le dije:

dile a tu amiga que si quiere que la invite a algo – nunca he sido bueno en el arte de ligar, más bien torpe.

Ahora mismo – y se fue para ella volviendo al momento y diciéndome – dice que se lo ofrezcas tu y se lo pensara.

Me acerque hacia ella y se puso a bailar muy sensualmente refregándose en mi, yo estaba a su espalda y le susurre al oído:

deja que te invite a tomar algo – reconozco que no es demasiado bueno, pero me temblaba la voz al decírselo

claro, hacia tiempo que no me decían nada parecido – me contesto en tono irónico riéndose.

Nos fuimos a la barra y se tomo una copa mientras hablábamos pasaba el tiempo y no sabia como proseguir.

me gustas – salio de sus labios- pero empiezo a pensar que no sabes ligar – reconozco que me sorprendió que me dijera eso – así que creo que debo tomar yo la iniciativa – dijo esto mientras ponía su mano en mi paquete – te vienes a los lavabos¿?

Claro que si me iba, me cogió de la mano y me hizo atravesar toda la discoteca hasta que llegamos había un guardia de seguridad que prohibía el paso, pero yo tenia un truco, me puse a su lado y le dije:

déjanos entrar y que no entre a nadie

Era una orden, nos dejo entrar y se quedo en la puerta, me joven acompañante se quedo sorprendida de mi poder lo cual la calentó mas todavía. Empezó a quitarme la ropa disfrutando de mi cuerpo, me bajo la cremallera del pantalón y saco mi polla, he de reconocer que no la recordaba tan grande, antes era mas pequeña. En un acto reflejo se la metió en la boca y en su cara podía ver que estaba disfrutando de lo que hacia, empezó a acelerar el ritmo, se volvió frenética, siguió un buen rato hasta que me corrí en su boca, no tuve que decirle nada, ella sola empezó a tragar todo mi semen, incluso el que se le caía por el cuello lo recogió con las manos y se lo trago. La senté en el lavabo y le quite las bragas, le deje el resto de ropa, así que la abrí bien de piernas y adentre mi lengua en su coño, se corrió en mi boca en menos de un minuto, era muy escandalosa, y eso me estaba poniendo a mil!!! Así que decidí hacer que se volviera a correr en mi boca y me dispuse a metérsela

-no!!! Para !!!- me grito ella – no me la puedes meter en el coño, soy virgen, en mi religión debemos llegar vírgenes al matrimonio, es la ley…

- pero yo quiero mas!!! – le dije

Se dio la vuelta y me dijo:

-este agujero te va a gustar mas, que por el culo no se enteraran nunca

Reconozco que aquello me puso como una moto, sin pensarlo ni dos veces accedí a metérsela empecé poco a poco con miedo a partirla con aquel aparato que ahora tenia, ya tenia la punta metida y empecé a moverla poquito a poquito

-métemela entera, mátame, quiero tu polla entera, dios que grande que es, quiero toda tu polla!!!

Y claro que se la metí entera la embestí de golpe, yo creo que se debieron escuchar sus gritos en toda la discoteca, notaba como ardía mi polla dentro de su culo, la cogí fuerte y la cabalgue durante mucho rato, ya cogía y se la sacaba del todo para ver su culo totalmente dilatado y se la metía hasta el fondo, dios que gusto mas grande al rato me corrí.

Pero quería mas, un coño virgen de una chinita¿? Que podía dar más morbo, ella estaba destrozada de tanto correrse y gritar, así que le di la vuelta y volví a chuparle el coño hasta que se volvió a correr, no le di tiempo a que se negara, así que de un golpe le metí la polla hasta el fondo de su coño.

Dio un grito muy fuerte, por dolor y frustración supongo, pero a mi me podía mas el vicio que el sentido común, la mire a los ojos y le dije:

disfrútalo porque todo en esta vida tiene solución – y fue una orden para ella.

Me puse de pie con ella cogida de las piernas apoyando mi espalda a la pared para que fuera ella la que marcara el movimiento, para que lo disfrutara y claro que lo disfruto, me empezó a cabalgar como una poseída era increíble ver mi nueva gran polla de unos 26 centímetros y muy gruesa entrando en aquel coño chino virgen, seguro que no lo olvidare jamás… al final me iba a correr y decidí correrme fuera, le salpique en la ropa, la cara, el pelo y la boca. Como buena chica me estuvo chupando la polla hasta que no quedo ni un resto de semen, me di cuenta de que a ella le sangraba el coño al haber perdido su virginidad, así que, la senté cómodamente en el lavabo y me dispuse a chupar aquella sangre, esa sangre era deliciosa, la sangre de una virgen era mas sabrosa que el mejor de los vinos que nunca había tomado, la situación la puso tan cachonda que empezó a coger todo el semen que tenia en su cuerpo y se lo llevaba a la boca con un dedo… muy erótica la niña.

Acabamos y nos vestimos ella estaba sollozando, la mire a los ojos, saque cinco mil euros y le dije:

toma este dinero y cuando vayas a casarte te vas a una clínica especializada y que te recompongan el himen, así podrás disfrutar hasta ese día.

Su cara ahora dibujaba una sonrisa, se sentía aliviada, todo había sido reconfortante para los dos, salimos del lavabo, le di un dulce beso y me fui para casa, estaba cansado y quiería descansar. Todo el camino fui pensando lo que había pasado, lo que había conseguido con el pensamiento. Con lo vicioso que yo era… que otras cosas haría¿?