miprimita.com

Alta tensión ..... en la autopista

en Fantasías Eróticas

Esta historia ocurrió hace ya algunos años, cuando se puso de moda eso de celebrar las despedidas de solteros cuanto más lejos mejor, imagino que con la intención de hacer el cabra y desmadrarse donde la gente no te conozca.

Se casaba una amiga y se le ocurrió la genial idea de irnos hasta Zaragoza para celebrar allí su despedida, nada menos que a 200 kilómetros de casa.

Éramos 10 locas en busca de diversión y nos disfrazamos de conejitas Play-Boy, así salimos  a dar la nota, tanto que casi nos detienen por exhibicionistas.

Fuimos al restaurante y la cena transcurrió entre risas, bromas y ligoteos con todos los que nos entraban, más tarde y unas cuantas copas después, entramos en un local de estriptis para que a mi amiga le sacara los colores un tío cachas y las demás le gritaran como descosidas hasta el punto de reventarme los tímpanos.

Aquello no era para mí, la gente estaba muy desfasada y los tíos demasiado borrachos, así que sin pensármelo dos veces llamé a un taxi, me despedí de ellas y me fui.

Solo llevaba unas horas allí, pero estaba asqueada y preferí pagar el taxi hasta casa (que era una pasta) antes que pasar la noche con un montón de tías histéricas y desmadradas.

Por fin llegó el taxi y cuando vi al tío que bajó del Mercedes, me dije….(ahora empieza la fiesta para mi)

Era…. un bombón con letras mayúsculas y solo de pensar que iba a estar con él las próximas tres horas que duraba el viaje, mi lujuria daba saltos de alegría.

Acordamos el precio, le di la dirección, fuimos al hotel a recoger mis cosas y a cambiarme y le dije….SACAME DE AQUÍ.

Él era muy simpático, aparte de guapo, me monté delante y le conté porque quería escaparme, eso le hizo mucha gracia y no paraba de reír, yo le miraba, tenía una sonrisa  tan arrebatadora el “condenao” que supe enseguida que no me podría resistir.

Cuando ya nos dolían las mandíbulas de tanto reír, puso un cd de Sade al entrar en la autopista y la noche nos envolvió con su mágica quietud.

Me acomodé mejor en el confortable asiento y dejé que mis músculos se destensaran, me sentía muy a gusto con ese chico.

Yo llevaba un vestido negro corto y sin mangas, con un escote de vértigo y su mirada al hablarme se repartía entre mis piernas cruzadas, mi canalillo, y la carretera, sin ni siquiera disimularlo y eso me gustó, se veía que era un lanzado y eso me atrae un montón.

Empecé a sentir calor, no sé si por la calefacción y la sensual música o porque sus ojazos atravesaban mi vestido y me desnudaba con la mirada.

Eso provocó que mi cuerpo reaccionara como cuando le das a un botón para que algo se ponga en marcha y la verdad es que yo necesito poco para eso……………….

Noté como mis pezones se endurecían y agrandaban su tamaño, haciendo que el vestido se tensara un poco más, atrayendo automáticamente que su mirada se clavara en ellos y su boca se llenara de agua, haciendo fluir su testosterona.

También sentí como mi tanga se mojaba con mi esencia y mi respiración se hacía más espesa, acelerando los latidos de mi corazón.

-------¿Puedo decirte que estas tremendamente buena? Dijo él

-------jajaja y mucho más (conteste yo)

-------Pero sigue conduciendo y……observaaaaaa.

Un suspiro, salió de mi garganta, acompañado de un gemido de excitación y mis manos cobraron vida y comenzó el ritual de seducción.

Llevé mis dedos a uno de mis pezones por fuera del vestido y lo pellizqué porque me lo pedía a gritos, eso hizo que sintiera un latigazo en el clítoris, provocándome las primeras notas de placer.

Él me subió el vestido hasta las nalgas y me quemó los muslos con sus manos, solté los botones del vestido, uno a uno, dándole tiempo a él para deleitarse con cada movimiento.

Unos pechos turgentes e hinchados, surgieron de la negrura del vestido, dejando a mi acompañante alucinado.

Los abarqué con mis manos, dándome palmaditas en los ya rabiosos pezones, arrancando mis jadeos y mis contoneos.

Él me miraba y se relamía de gusto, a la vez que miraba la carretera, que al ser de madrugada casi no había tráfico, aquella carretera se había convertido en la autopista del deseo, del morbo y porque no de cierta sensación de peligro, que la hacía más excitante.

Yo, ya estaba en trance, levanté una pierna y la apoyé en el salpicadero, notaba como el fuego que salía de mi coño, contrarrestaba con el frío que me producía mi tanga mojado y me daba escalofríos.

Me lo quité y se lo di a él, que seguidamente lo llevó a su nariz para respirar con lascivia mis aromas, impregnados en él.

Mis ojos bajaron hasta su abultado paquete que amenazaba con estallar el pantalón, la toque para sentir su calor, mi excitación iba en aumento y tus manos entraron en acción.

Llevaste tus dedos a mis labios, y te los chupé uno a uno, mientras los míos ya estaban nadando en mi coño, dejando que mis fluidos resbalaran por todo el asiento.

Con una mano conducías muy lentamente y con la otra recorrías mis curvas pero más frenéticamente.

--------¡¡¡Tenemos que parar, mujer ardiente….me estás volviendo locoooooooooo!!!

-----Todavía no tigre…..tú conduce y sigue observando….aún hay más.

Le solté el cinturón, le bajé la cremallera y una maravilla de por lo menos 22 centímetros emergió con todo su esplendor y mi boca se abrió sola ante su grosor.

La agarré con mis manos, sintiendo su dureza y su ardor, la llevé a mi boca y empecé a lamerla con pasión, jugando con la lengua y los labios, saboreando desde la punta hasta los huevos

Mmmmmmmmmmmmm¡¡¡¡Me encanta como me llena la boca!!!!

-------------¡¡¡¡¡Chiquilla que nos vamos a matar!!! Aunque para mi sea la muerte más dulce que me pueda encontrar. ¡¡¡QUE BIEN LA CHUPAS!!!

Yo seguí mamándosela, varios kilómetros más y es que cuando tengo una polla en la boca, ya no puedo parar, solo chupar y chupar.

Tus jadeos subían de tono y me empujabas la cabeza contra tu polla para que te la comiera más y más.

Mi morbo llegó hasta su punto más álgido cuando nos cruzamos con un camión y el tío se quedó con lo que estábamos haciendo y empezó a pitar y pitar y nosotros a reír y reír.

Llegamos a un área de descanso y paramos allí para seguir dando rienda suelta a tanta pasión, estaba todo oscuro, parecía que estábamos solos en el mundo con nuestro morbo y no necesitábamos nada más.

La música seguía sonando, pero nosotros ya no la oíamos, rápidamente nos fuimos a la parte de atrás y la ropa voló por los aires, tu boca aprisionó la mía hasta derretir cada uno de mis sentidos, tus manos redondeaban mi culo, mis caderas y mis tetas haciéndome jadear con tus paseos por mi piel, luego fue tu lengua la que me hizo arder de agonía, cuando la llevaste a mi culo para darme un largo beso negro………chupabas y lamias con desesperación y lujuria cada uno de mis orificios, absorbiendo todos mis fluidos que emanaban a borbotones y resbalaban por tus labios y tu nariz.

Sentí, como aquel demonio con cara de ángel, me iba a deshidratar y dejarme sin una gota de flujo, porque se lo comía todo y de qué manera!!!!

Mi clítoris ardía con cada golpecito de tu lengua, con cada rotación de tus dedos en él, haciéndome retorcer de gusto, noté como mi sangre hervía bajo mi piel y como los latidos de mi corazón subían hasta mi boca y estallé en un orgasmo frenético, que me elevó hasta tres metros sobre el cielo, dejándome en el limbo, hasta volver a caer en tus brazos exhausta por tan bestial viaje.

Él, estaba atónito con el espectáculo, sentía una dureza inusual en su miembro y un nivel de excitación desconocida pero intensamente anhelada.

------¡¡¡Tú no eres normal vampiresa, de que planeta vienes?

-----Del mismo que tú bombón, porque en mi planeta no se ven pollas tan grandes, jajaja

-------¡¡¡METEMELA TIGRE……A ver que se siente!!!

Me puse otra vez a cuatro patas y te lo ofrecí todo, te acoplaste a mí por detrás, sujetándome las caderas con ansia y te deslizaste por mi rajita, empujando a la vez que gimiendo.

Sentía como te empapaba la polla, cuando entraste dentro de mí y mis caderas iniciaron un vaivén (digamos que más largo de lo normal por tu longitud)

Recorrí con las paredes de mi coño, cada centímetro de tu polla, sintiéndome llena y extasiada con cada una de tus embestidas, mis gemidos eran gritos y los tuyos lamentos agónicos de placer.

Éramos el tigre y la pantera que llevamos dentro en su hábitat natural, follar y follar con instinto animal.

Nuestros cuerpos conectaron enseguida y supiste lo que te pedía, a través de mis movimientos.

Sacaste tu verga empalmadísima y chorreando de mi coño y me la clavaste en el culo a la vez que me sobabas las tetas, lo hacías de tal forma, que parecías estar poseído y me empalaste una y otra vez, hasta hacerme enloquecer.

Nos movíamos al unísono y ninguno quería parar, tú ya estabas al límite, lo noté cuando sentí los latidos del semen en tus venas, anunciando tu clímax.

Cambiamos de postura y me senté encima de ti a horcajadas, encontrándome de frente con dos ojos azules inyectados en fuego, mi piel ardía en sus propias llamas y gotas de sudor resbalaban por mis pechos, tu lengua las absorbía a la vez que me mordías los pezones una y otra vez, produciéndome descargas eléctricas en los más de 50 puntos G, que tengo repartidos por las tetas.

Tu polla hinchada, entraba y salía de mi coño y de mi culo, haciéndome sentir rabia, porque solo quería tenerla dentro y te pedía más y más, a través de mis susurros.

Estábamos los dos al límite y  yo ya no era dueña de mis actos, entonces apreté los músculos de mi coño para sentirla más, a la vez que me movía como una leona en celo, sintiendo como la intensidad de los orgasmos arrasaban todo mi cuerpo, tú lo notaste y pusiste un ritmo frenético a la follada, a la vez que me agarrabas del cuello y presionabas para cortarme el aire impidiendo que salieran todos los orgasmos a la vez, porque me podía dar un infarto.

Aquello era imparable y noté como por mis pezones, salía un hilito de sustancia, eso te decía que me estaba corriendo por las tetas y estallaste dentro de mí, inundando mi coño con tu leche caliente que salía a chorros debido a la intensidad de la corrida y gritando mi nombre con todas las fuerzas de tu ser.

Nos quedamos literalmente tirados en los asientos del coche, recuperando el aliento pero sin dejar de mirarnos, los dos estábamos alucinando por la intensidad del polvazo, eso es vivir el momento, el dar rienda suelta a todos los instintos y disfrutar sin límites.

Miré por la ventanilla y vi que estaba amaneciendo, me vestí y bajé del coche para estirar las piernas pero no respondían, me temblaban y me dolía todo el cuerpo, como si hubiera pasado un ciclón por él, sonreí  al pensar que mis amigas no lo habrían pasado tan bien como yo y me alegré una vez más de saber tomar decisiones por mí misma, aunque fuesen impopulares.

Te volví a mirar a ti y me di cuenta que no estabas en condiciones para conducir, seguías en el limbo y me sentí feliz por hacerte sentir tanto placer, sabiendo que cada vez que te montaras en el taxi, te empalmarías recordándome.

--------INVITAME A DESAYUNAR TAXISTA!!!!!!

-----------SERA OTRO PLACER, HERMOSA!!!!!!!!!!!

Nos montamos de nuevo en el coche para ir a desayunar, teníamos un hambre de lobo, sabiendo que en los 150 kilómetros que nos faltaban para llegar a mi destino, pararíamos por lo menos un par de veces más.

                                                                                                                                                                                                             ISSABELLA FERNÁNDEZ