Estás sola en tu dormitorio, tendida en la cama, con las piernas sobre la almohada mirando la pantalla de tu ordenador, llevamos ya un rato de charla por el mesenger, es una noche fría de invierno, estás vestida con un pijama de dos piezas, de algodón, y la calefacción de tu apartamento te permite estar tumbada sobre la cama sin taparte.

De pronto suena el timbre de la puerta, no es demasiado tarde, son las diez, pero es raro que alguien llame a estas horas, te levantas intrigada y sin hacer ruido te diriges a la puerta, no esperas a nadie, tal vez el vecino ese tan guapo viene a pedirte sal, o tal vez otra cosa fantaseas...

Con la luz del recibidor apagada para que no se vea que abres la mirilla echas un vistazo... el rellano está a oscuras, no ves si hay alguien, empiezas a estar asustada, no quieres encender la luz exterior para no delatar tu presencia, no te atreves a preguntar quien es...

De repente suena de nuevo el timbre de la puerta y te sobresaltas, sigues mirando y no se ve nada fuera, o están tapando la mirilla, o se ha fundido la luz del descansillo, empiezas a no saber que hacer cuando se enciende la luz del descansillo, y puedes ver quien está al otro lado... soy yo.

Abres la puerta, tiras de mí hacia dentro, y la cierras a mi espalda:

• Cabrón, que susto me has dado. Mira como me tiemblan las piernas.... ¿como es que estás aquí si estábamos hablando por el mesenger?, te hacía en tu casa, a un ciento de kilómetros de aquí.

• Son las cosas de los móviles modernos, estaba hablando contigo desde el móvil, por eso no podía poner la webcam. Jejeje

• Que gracioso.

• ¿No te ha gustado la sorpresa? ¿no me vas a dar dos besos de recibimiento?

• ¿Dos besos? Dos tortazos debería darte... tengo el corazón a mil... mira..

  (coges mi mano y la llevas sobre tu pecho)

• Ya veo, ya, perdona, no quería asustarte tanto..

• Ya, ya.. eres muy malo, sabes que soy muy asustadiza.

Mi mano se desliza suavemente sobre tu pecho, mientras mi otra mano rodea tu cintura y nos besamos como hacía tiempo que deseábamos, tus manos rodean mi cuello, las mías recorren tu espalda, bajando hacia tu trasero, por encima del pijama, nuestras lenguas se funden.

Me quitas el chaquetón y lo dejas caer al suelo sin separar tus labios de los míos, rozo tu culo como sin querer, tu sigues desvistiéndome, beso tu cuello, mientas con mis manos te acerco aún más a mi, sientes algo que se mueve bajo mi pantalón pujando por salir....

Me llevas de la mano hasta el dormitorio, te sientas en la cama, y yo estoy de pie frente a tí, nos miramos, y tus manos desabrochan mi cinturón, en tu cara re refleja el deseo, acaricio tu pelo, haces caer mi pantalón al suelo, mi polla está delante de tu cara, sólo la tela del calzoncillo te separa de su contacto. Le das un beso fugaz a la punta de mi polla sobre la tela, y te das la vuelta.

Recoges el ordenador que está sobre la cama, gateando de espaldas a mi, con ese hermoso culo frente a mí, vuelves la cabeza para ver mi cara de deseo, mi erección... metes el ordenador bajo la cama de tal forma que tu culo queda más expuesto a mi vista..

Agarro el pantalón de tu pijama por el elástico y tiro de el, descubriendo tus preciosas nalgas, llevas unas braguitas tipo culotte de algodón, no son lencería fina, pero me encanta como te quedan,.

Beso tus nalgas, las acaricio, acaricio tus muslos, paso por tus caderas hacia la espalda, la recorro con suaves caricias desplazando la parte superior del pijama hacia tu cabeza, haciendo que se te erice el vello.

Terminas de quitar la parte de arriba del pijama y te dejas caer de costado, yo me tumbo a tu lado sin dejar de acariciarte.

Tus pezones están erectos, los busco con mis labios, los aprieto entre mis dientes con suavidad, primero uno, luego el otro, los rozo con mi lengua mientras tu acaricias mi cabeza.

Te tumbas boca arriba y yo recorro tu piel con mis labios, una de mis manos acaricia tu rodilla y se dirige por el muslo a tu coñito.. mientras la otra mano acaricia tu pelo.

Nos besamos de nuevo, apasionadamente mientras tú me despojas de mi calzoncillo y buscas mi polla con la mano.... me alejo gateando, separando mi polla de tu alcance, mientras vuelvo a recorrer tu vientre con besos, mis manos agarran tu culotte y tiran de el hacia abajo dejando a la vista tu caliente coñito, hacia el que dirijo mis labios, mi lengua....

Mis manos se posan sobre tus tetas y mi lengua empieza a recorrer tu coño, saboreando cada rincón, el sabor de tu néctar inunda mi lengua, con mis labios presiono tu coño, tu pelvis, mientras mi lengua recorre tu interior, tu respiración se acelera...

Me pides que me tumbe boca arriba en la cama y te colocas a horcajadas sobre mi, con tu coñito de nuevo sobre mi boca, pero ahora tus manos acarician mi polla, mis muslos... las mías acarician tu culo, separo tus cachas y mi dirijo mi lengua a tu ano...

Ahora es tu boca la que se posa sobre mi polla, besas mi glande, lo lames, lames mi tronco, acaricias mis huevos, mientras mi lengua recorre tu entrepierna, de la raja al ano y viceversa...

Mi polla está empapada en tu saliva, mi boca está inundada de tu jugo, mis manos recorren tus muslos, tus caderas.. las tuyas agarran mi polla, mis huevos, con suavidad y ternura....

Mi polla empieza a palpitar, la corrida es inminente, mi lengua se mueve dentro de tu coño, buscando tu orgasmo, gimes de placer y en ese instante, mientras te corres, un chorro de leche sale de mi polla, para caer sobre mi vientre , me pajeas para hacer salir todo, los últimos chorros caen sobre tus manos....

Mi lengua roza un punto hipersensibilizado de tu coño de forma inesperada, y sueltas un largo gemido al tiempo que un escalofrío de placer recorre tu espalda y te dejas caer, exhausta, me incorporo, te beso y me tumbo a tu lado, mirándote a los ojos.... nos abrazamos y nos quedamos así mientras recuperamos el aliento, con tu cabeza reposando sobre mi pecho y mi mano acariciando tu espalda y tu pelo...