Hago una escapada desde el trabajo para ir a verte y tener una intensa sesión de sexo que no olvidarás.
Hoy mi deseo por ti es aún más fuerte de lo habitual, cierro la puerta de casa tras de ti y nuestros labios se buscan como si llevaran años sin verse, deseándose en silencio.
Después de varios días intentándolo por fin conseguimos encontrar un momento para vernos, yo deseaba comprobar si en la cama nos entenderíamos tan bien como fuera de ella...
Estás sola en tu dormitorio, tendida en la cama, con las piernas sobre la almohada mirando la pantalla de tu ordenador, llevamos ya un rato de charla por el mesenger, es una noche fría de invierno, estás vestida con un pijama de dos piezas, de algodón... no te imaginas lo que está por suceder...
Nos tumbamos sobre la alfombra, acariciándonos Mi polla iba perdiendo robustez a pesar de sus caricias, pero sus pezones seguían erectos, ella tenía ganas de más.
Tras un delicioso 69 por turnos, (68+1) ahora entro en su estrecho culito...
Despues del 68, yo quedé debiéndole una... ahora se la pago.
Lo que puede provocar el calor... Una asistenta preciosa, una blusa empapada en sudor...
Conocí a Andrea por medio de una página de relatos eróticos en la que ambos publicábamos experiencias tanto reales como imaginadas.
Continúa la cita a ciegas, tras la sesión de sexo anal del capítulo anterior damos paso a una de sexo oral en el baño mientras se prepara el hidromasaje.
Sigue la cita, tras unos masajes pasamos a una intensa sesión de sexo anal.
Nos conocimos en un chat y ahora vamos a hacer realidad nuestras conversaciones.
Decido regalarle a mi amiga, sexo conmigo y con un amgo mío que se que le atrae.
Dos parejas en una casa rural, lo que empieza como un inocente masaje a la amiga de mi novia, termina siendo otra cosa mientras nuestras respectivas parejas duermen.
Despues de la sesión de sexo oral que acabábamos de tener (ver: "en el coche") decicimos cambiar de actividad.
Empezó como cibersexo a través de la pantalla y acabamos en la cama juntos.