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Con el camionero y su ayudante

en Hetero: Infidelidad

Llegué a la ciudad donde se celebraría la convención a la cual asistiría Fabián, mi marido. Nos instalamos en un buen hotel y allí, luego de un rico baño, hicimos el amor divinamente. Al siguiente día marchó Fabi a su compromiso donde pasaría muchas horas, cosa que aproveché para contactar al camionero a quien se la había chupado el día anterior en la carretera. Aún conservaba el morbo de aquella situación tan peculiar, arriesgada y quería entregarme a ese hombre pronto para aprovechar el máximo tiempo del que disponía. Al llamarlo a su teléfono, cosa que hice desde un centro de llamadas, el tipo se emocionó al tope. Le pedí me dijese dónde estaba para llegar hasta allí, me explicó que se había alojado en un motel en las afueras al cual me dirigí en taxi. Al arribar al sitio, el camionero me recibió con un fuerte abrazo y un beso de boca bien caliente.... Pero me comentó que su ayudante se encontraba allí, que lo despacharía para poder estar ambos solitos en la habitación. Sin embargo, cuando el ayudante salió, me agradó su aspecto y me provocó aún más calentura el poder estar con ambos hombres, así que le dije susurrando al camionero que no lo corriese, que me gustaría que se quedara el jovenzuelo para que los dos me gozaran. Un poco a regañadientes aceptó, quizás lo pervertido del asunto al final lo convenció y pasamos al cuarto.

-Vaya que putita eres mi cielo, eh? Tanto te gustó chupármela que viniste a por más.... -Dijo el camionero.

-Ayy siii, te cuento que no dejé de pensar en ello y eso me excita mucho amor.... -Le respondí con malicia.

-Ah, Juancho me echó el cuento de la mamada que le diste, lindura, y la verdad me hice la paja pensando en ello, pero no imaginé que fueses tan hermosa y estuvieras tan divina. Y menos que podría gozarte, uuuffff.... -Comentó el ayudante, que luego supe se llama Manuel, mientras me miraba con lujuria.

Se aproximaron ambos a mí, yo sonreía pícaramente e iniciamos unas caricias y besos que fueron prendiéndonos a los tres muy rápidamente. Los hombres se desnudaron dejando sus penes paradotes a mi vista, les pedí se sentasen al borde de la cama mientras me desvestía de forma provocativa, haciendo un stripper sensual hasta quedar encuerada, con mi vagina húmeda, mis pezones duritos por la excitación y mi mirada de zorra. Me aproximé a ellos, toqué sus rostros, metí mis dedos de cada mano en sus bocas respectivamente mientras sentía sus lenguas saboreándolos, al tiempo que me restregaban con sus manotas mis muslos y cintura. Me senté sobre las piernas del camionero a quien besé de forma desaforada, estaba a mil.... Me separé del camionero y me puse ahora sentadita sobre el ayudante, con quien también me di besos de lengua exquisitos. Me tendí entonces sobre la cama, llamando a mis machos con mi dedito índice y los recibió mi cuerpo al cual empezaron a prodigarle unas acariciadas y lamidas, besos y mordisquitos que me arrancaban suspiros, quejidos.... Me decían de todo, me elogiaban e insultaban simultáneamente a la vez que toda golfa me estremecía de placer....

-Uuuyy ricurita, que cuerpazo tienes, que suave y sabrosas estás....

-Esta perra si está buena Juancho, mira como se mueve, le gusta mucho el sexo por lo que veo.... Tu marido no te lo hace bien o qué, puta rica?

-Aaaahh, me lo hace bien pero me gusta ser mujer de otros, es algo que disfruto mucho el ser una zorra.... Soy adicta a los penes, la variedad me encanta mis amores, hahaha....

-Mierda, qué vaina pa' buena el que te hayamos encontrado y hayas decidido darnos tus puterías a nosotros, mujer....

-Uuummm, sii, me encantan, me gustan los dos y sus vergas, hehehe.

Dicho esto tomé los penes de ambos machos y se los acaricié para masturbarlos tantito, se pegaron a mí y rocé mi figura con sus glandes sintiendo los líquidos preseminales que ya emanaban de sus herramientas viriles. El camionero subió para aproximar su verga a mi boca, mientras su ayudante bajaba y separaba mis piernas, hurgando con su lengua mi vagina lo cual me produjo mi primer orgasmo. Ávidamente, empecé a mamarle el palo al camionero, éste se congraciaba al sentir mi boca nuevamente dándole placer en su falo duro, rico.... El ayudante besaba y mordía mis piernas, mis pies, amasaba mis nalgas hasta que deseosa de una penetrada, le pedí me cogiese.

-Ayy nené ven, métemela, ya no aguanto, ¡quiero que me cojas yaaa! -Esto decía para luego seguir engullendo el sabroso pene del camionero.

-El flaco ayudante metió su guevo en mi ardiente vulva, inició las cogidas con palabrotas hacía mí lo cual me fascinaba. Al ratito de darme leña, mi ser convulsionó de otro orgasmo encantador, el ayudante me cogía y cogía hasta que acabó regándome con su leche abundante mi cueva. Las mamadas que gustosa le daba al camionero hicieron que éste también me diera su simiente el cual tragué casi comiéndole la vergota. El ayudante ya tenía su "arma" dispuesta rápidamente para seguir en acción, así que en cuatro patitas me aproximé cual loba a mamársela. Se la besé, lamí, acaricié sus testículos para ponérsela aún más dura, a todas estas, el camionero enfocó su cara en medio de mis nalgas, donde se metió de lleno a chuparme el culito. Su lengua y labios me daban mucho deleite, literalmente, me comía el culo.... Aquello hacía que ahora mamase el pene del ayudante con mayor pasión.

-Mmmgghh, mmmgghhh.... Rico flaco, me gusta tu vergaaaa.... Ay Juancho, aaahhhh, divino me saboreas el culitooo....

-Mamas divinamente perra, sigue así, aahhhh.... -Exclamaba entrecortado el ayudante.

-Quieres que te coja por el culo mamita? -Preguntó el camionero.

-Siii anda, mete tu pene en mi anito, lo deseo muchooo, cógemeeeee.... -Dije para seguir chupándosela al flaco.

Así, el camionero aproximó su cabezota del pene a mi trasero, la restregaba de arriba abajo, yo movía mis nalgas como queriendo atrapar ese palo encendido. El tipo se sonreía al ver mi ganas de ser empalada, entonces puso su banana venosa en la entradita de mi ano e inició la penetración.

-Aaayyy, aagghhh.... Coño duele, es divinooo, aaayyy amor.... -Me quejaba gozando del divino tormento, mientras el ayudante recibía mis chupadas desesperadas, allí no aguantó y se vino obsequiándome su semen calentito, algo tragué pero recibí en mi rostro leche también.

-Toma puta, toma mi verga en ese culo deseoso, tomaaa.... -Gruñía y vociferaba afanoso el camionero.

-Siii, aayyy, aaghhh, me gustaa.... Anda papi, cógeme, dame así que me encantaaa, aaagghhh, ayyyy, aaagghh....

Las embestidas de camionero se hicieron muy intensas, yo recibía cada mete-saca entre quejidos, gritos y temblores, cual perra en 4 patas era cogida por ese hombre que me daba y me daba sin compasión, a sabiendas que me lo disfrutaba al tope. De vez en cuando comprimía mis esfínteres para apretar el miembro viril que me torturaba complacientemente. El ayudante aprovechaba acariciar mis tetas, se metía debajo y succionaba mis pezones. Luego de unos minutos de clavarme, el camionero se descargó todo en mi ano, tomándome por las caderas y pegándome a él, haciendo que su verga llegara hasta el fondo. Después, se paró al baño a orinar mientras me magreaba y manoseaba con el ayudante. Vino el camionero, fue el flaco a mear y ahora quien me tocaba retorcidamente producto del placer de tenerme era Juancho. Tocó mi turno de hacer pis y regresé descargadita a la camita. Por minutos, algo de ternura y suavidad me otorgaban los dos hombres, quizás por el efecto que luego del goce proporcionan las hormonas. Aún quedaba fuelle por lo que más sexo se hizo presente.... Me volvieron a poseer por mis agujeritos candentes, chupé sus deliciosas vergas y recibí una doble penetración que produjo en mí orgasmos delirantes. Ya avanzada la tarde, me despedí de mis nuevos amantes quienes me rogaron volver a vernos pronto y, por qué no? Habían sido buenos sementales, hehe.