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Mi masturbación

en Autosatisfacción

Para empezar, agradecerles los que me escriben a mi e-mail y también a los que dejan sus comentarios en esta página, le mando un saludo muy grandote a charsex que dejo un comentario en mi anterior historia, también aprovecho para pedir una disculpa por las faltas de ortografía, alguien con el que me abia puesto de acuerdo para que fuera mi editor jajajajaja… me quedo mal, así es que si alguien se apunta que sea serio en esto estaría super bien… gracias.

Pasaron unos siete de días y mi padrastro no me usaba como era costumbre de él, bueno no es que lo haga todos los días, pero al menos una nalgadita, y una manoseadita si me daba, solo se a limitado en hablar con migo y como he ha ido en la escuela, sobre calificaciones, y como me he portado con mis amigas. Casi, casi como un padre normal.

Mi sed por la leche de un macho cada vez es mas intensa, como desde que comencé con esto del sexo no me ha faltado una verga, no sabia que me sentiría como ahora, me siento ansiosa todo el tiempo, como si algo me faltara, bueno, eso es obvio jajajajaja… no se como explicar esta sensación, espero que ustedes puedan entenderme, es algo muy extraño, pero continuo.

También siento mucho calor, y en mi cuerpo un cosquilleo, mas, como un hormigueo, como cuando se te duerme una pierna por tenerla en una posición mucho tiempo y después la mueves y sientes ese hormigueo de que esta circulando otra vez la sangre, hay que aclarar que esa sensación no es así de intensa, pero es la misma sensación en chiquito, pero en mi vagina y en mi culito, en mis senos y boca, esa sensación se intensifica mas.

A la cuarta noche de mi castigo al acostarme no podía dormir por que sentía una especie de comezón, una ansiedad en mi vagina y culito, pero más, en mi vagina. Sabia muy bien que era por falta de una buena verga, y pensé que seria bueno al día siguiente ir al club para que el dueño o mi amigote que hace ejercicio ahí me dieran una buena cogida, pero lo descarte inmediatamente por que sabia muy bien que no le fallaría a mi padrastro, aunque me estuviera muriendo y la única forma de salvarme fuera abrirle las piernas a un desconocido, aun así no desobedecería a mi adorable padrastro, mi dueño.

Cuando estaba en esos pensamientos escuche como mi padrastro empezó a subir las escaleras, hice changuitos con mis dedos para que entrara a mi cuarto y me usara, pero algo mas llamo mi atención, otras pisadas lo seguían. Me quede quietecita para escuchar mejor, y pasaron enfrente de mi cuarto y después entraron al cuarto de mi padrastro, cuando escuche que cerraron la puerta me levante y pegue mi oreja a la pared que divide nuestros cuartos para poder escuchar algo, pero no pude escuchar nada, así es que me volví a acostar, pasaron un par de minutos y yo me retorcía en mi cama por la ansiedad, y repito para enfatizar, literalmente si me estaba retorciendo en la cama por la ansiedad; pasaba mis manos por mis bragas, mis senos, mis muslos, estaba recordando como le chupe la verga a mi vecino unos días atrás, cuando escuche un gemido, por un segundo pensé que había sido yo, pero otro gemido me hiso que me sentara en mi cama y pusiera atención, los gemidos eran de una mujer o de una chica, en ese momento no supe calcular la edad de ella, escuche un gemido, casi un grito, y me recordó los que yo doy cuando me cogen muy duro.

No aguante la curiosidad y me levante, me acerque a mi puerta solo tocando el suelo con las puntitas de mis pies y lentamente para no hacer ningún ruido,

abrí la puerta lo mas lento que pude, el pasillo que es muy largo hasta llegar al cuarto de mi padrastro, se lleno de los gemidos de los dos, también escuchaba que mi padrastro le decía, “muévete puta” la chica solo gemía y gemía. Yo camine hacia la derecha, en dirección al cuarto de mi padrastro, aunque como dije, el pasillo es muy largo, pero esa noche se me hiso mas largo aun, camine lento y en puntitas para no hacer ruido, cuando llegue a la puerta de mi padrastro, me quede quieta, la puerta estaba semi cerrada, clásico de mi padrastro, por las urgencias de coger, siempre deja medio abierta la puerta, bueno, esto no le preocupa ya que esta en su casa, recuerdo que cuando salimos de casa y nos quedamos en un hotel siempre pide dos cuartos, uno para el y otro para mi, para guardar las apariencias, y sobre la discreción si es muy cuidadoso.

Y ahí estaba yo, parada en frente a la puerta, escuchando como mi padrastro se estaba cogiendo a alguien, al parecer la chica estaba complacida por que le pedía mas y mas, yo empecé a empujar la puerta un poquito para podre ver algo, pero antes de que diera resultado, retire la mano y decidí que no seria buena idea en mi situación, ya que me calentaría a un mas de lo que ya estaba y no tendría una verga para sacarme la calentura, di media vuelta y regrese a mi cuarto, cerré la puerta y me acosté tapándome la cabeza con el edredón, recode la vez que descubrí a mi padrastro cogiéndose a Wendy, y esas imágenes solo sirvieron para que mi ansiedad aumentara, me quite el edredón de la cabeza y me acosté boca arriba, baje mi mano derecha a mis bragas, las tenia empapadas, pase un dedo por enzima y un escalofrió recorrió toda mi espalda, haciendo que soltara un gemido, ligero, pero satisfactorio, le di unas patadas al edredón, medio me levante solo para quitarme la playera con la que dormía esa noche, como no uso sujetador mis senos quedaron al aire, después recostada, me quite las bragas, solo alzando un poco las caderas para facilitar la acción, así es que quede completamente desnuda en mi cama, sola, como decie que en ese momento llegara uno de mis amigotes y me montara.

Flexione mis piernas y las abrí todo lo que pude, mis rodillas apuntaban a el techo y mis pies casi tocando una nalga, ya se imaginaran la pose, abierta de piernas lista para alguien que no llegaría, me estaba acariciando mis senos con las dos manos, podía sentirlos duros, firmes, finos, una delicia de senos, envidia de cualquier mujer y deseo de los hombres, debo decir que son de un tamaño perfecto para mi cuerpo, para mi estatura, con los dedos, me presione los pezones, son de color entre rosa y marrón, un color intermedio pero lindos, son algo pequeños pero lo suficientemente grandes para que los puedan jalar y morder jajajajaja…

Empecé a deslizar mi mano derecha por mi abdomen plano, lo tengo muy plano y duro, por mucho ejercicio en el GYM y de tantas cogidas que me han dado, también con sexo se hace un buen ejercicio, jajajaja… llege a mi vientre bajo y fui bajando mas y mas hasta llegar a mi pequeña vagina, baje un poco mas para tocar la parte interior de mi muslo derecho, fino al tacto, un escalofrio recorrio mi cuerpo, los gemidos del otro cuarto solo ayudaban a que mi calentura fuera mas intensa. Recuerdo que son barias veces que mis piernas terminan todas adoloridas, por el cansancio de estar brincando sobre mi macho en turno, y también por tenerlas abiertas por mucho tiempo.

Regrese mi mano rápidamente a mis labios, pase mis dedos índice y medio por los labios, los tenia calientes y húmedos, listos para dar una mamada, pero esta vez solo recibieron mis dos dedos que se metieron en mi boca para poder sentir mi lengua y mi saliva, el interior de mi boca siempre esta fresco, a una temperatura que no es caliente ni fría, bueno, sí, un poco caliente lo suficiente para que la verga que entre en mi boca se sienta en como en casa, mis dos dedos se humedecieron al haber mucha saliva dentro de mi boca.

Inmediatamente baje esos dedos hasta mi pequeña vagina, primero humedecí mis labios vaginales, después regrese a mi boca y volví a humedecer mis dedos para meterlos tres mis labios vaginales internos, al contacto, mi vagina ya estaba húmeda, que digo húmeda, estaba empapada, mi espalda se curvo hacia arriba por la sensación eléctrica que la recorrió, solté un gemido, la mano izquierda que tenia en mi seno se apretó mas, mi mano derecha tembló con los dedos entre mis labios vaginales.

Mi dedo medio fue el que empezó a meterse mas y mas dentro de mi vagina, los musculos de ella reaccionaron, mi vagina palpitaba por la sensación de querer una buena verga que entrara. Mi mano izquierda bajaba hasta mi abdomen plano y regresaba a acariciar mi seno, mi dedo medio entro hasta la mitad, y el rose de la palma de mi mano con mi clítoris hacia mas rica la masturbación.

Mientras que me dedeaba, mi mano izquierda recorria todo mi cuerpo mis senos, mi sintura, cadera, mis nalgas redondas, paraditas y duritas, siempre me a gustado caminar por la calle y mover el culo para que los hombres lo vean y se les antoje, eso si no lo muebo exageradamente, ya que me gusta guardar las apariencias, solo lo suficiente para que vean de lo que se pierden.

Mientras que pienso en esas miradas, mi mano sigue su recorrido hasta mis piernas, y regresa hasta mis senos. Sé muy bien que mi cuerpo puede darme a los hombres que quiera y todo lo que yo quiera, pero también se muy bien lo que yo quiero, al día de hoy mi forma de comportarme en el mundo fuera del sexo es de lo mas simple y creo que eso los pone mas calientes, sé muy bien que ellos sueñan con cogerse a una chica hermosa como yo y que sobre todo es recatada, seria, inocente, una hermosa niña que no mataría ni una mosca, yo se lo que quiero y es vivir la vida intensamente en las cosas que me gustan, superarme en el mundo laboral, aunque sé que me dejo coger por mis profesores por las notas, pero lo hago mas por que es divertido y no por que realmente lo necesite, soy inteligente, pero es divertido lo que hago con ellos, pero lo que realmente me apasiona es ver la felicidad, y satisfacción, ese deseo desesperado que se refleja en los rostros de los machos cuando están gozando de mi cuerpo a su antojo, se muy bien que tendré una carrera, mi propia economía, pero las vergas nunca las dejare o por lo menos eso es lo que pienso en este momento, el futuro no lo se, pero lo que si se es que sentirme usada, tratada como una verdadera puta, es lo que abarca la mayor parte de mis pensamientos al día.

Mientas mi dedo medio de mi mano derecha entra y sale de mi vagina, mis piernas se retuercen, mis rodillas chocan haciendo que mis piernas aprieten mi mano y hagan difícil mi masturbación, mi cintura se alza, haciendo que mi espalda haga una curva hacia arriba, el calo, mi cuello hace lo mismo, provocando que el único contacto que tengo con la cama sean por mis pies, mi culo y mi cabeza, mientras mi cuerpo sube su temperatura y cierro fuertemente mi boca para que mis gemidos nos e escuchen en el otro cuarto donde mi padrastro esta gozando de una chica, siento envidia de esa chica, por que ella esta siendo montada por un macho, y yo solo me tengo que conformarme con mis manos, estoy completamente segura que estamos en le mundo para ser felices, y mi felicidad es abrir las piernas y ser usada, cuando mi padrastro me trata como una perra, como su juguete sexual personal es lo mejor de lo mejor para mi, me humedezco cuando me doy cuenta que los hombres y sobre todo maduros me ven en la calle con esos ojos de deseo, de lujuria y sé muy bien que todos están deseando satisfacerse con mi cuerpo, es muy divertido ser una calienta vergas o calienta camas, por que esas cosas también me las han dicho; en la calle me gritan “adiós mamacita” o “que lidón culito mami ¿Cuánto?” “adiós sabrosa” también llego a escuchar conversaciones de los señores que según ellos yo no los escucho y algunas frases son “mira la niña esa, que linda, lo puta que será cuando sea mas grande” o cosas como “tiene cara de mosquita muerta, pero a de ser bien güila” “las niñas como ella son bien facilonas” “mira compadre ese cuerpecito, lo tiene de puta madre” “que sabroso culito de esa piruja” “pero sus tetas, uff… que ricas” “con esos labios ya hasta se me paro la verga” “que linda zorrita” “yo quiero una perrita como ella” “le enseñare a mamar rico” y muchas cosas mas. Se cual es mi papel y lo disfruto mucho, y ellos saben que la forma en que me tratan me gusta a mi, me gusta mucho que solo al entrar a sus casas o sus departamentos empiecen a tocarme, sin juegos previos, solo sexo.

Mi mano izquierda esta ahora también jugando con mi vagina, humedeciéndose con mi intimidad, el lugar favorito para dejar su leche de mucho de mis amigotes, sé que esa leche debería de ser para sus esposas, y me siento orgullosa de mi, de mi cuerpo, de lo zorra que soy por quitarles la leche, estoy orgullosa de lo que soy, por que me prefieren mil veces a mi que a sus esposas.

Me doy vuelta en la cama y me pongo de perrita, con la cabeza en la cama, esa es mi segunda posición favorita, ya que la primera me gusta estar como lo estaba cuando empecé mi masturbación con las piernas abiertas lista para ser cogida, pero la de perrita me gusta también jajajaja… ofreciendo mi culo para el macho que me montara, mi dedo medio de la mano izquierda esta lubricando mi culito, deseo de muchos hombres, mis jugos vaginales ayudan a mi dedo a empezar a entrar, mientras que con mi otra mano no dejo de dedear mi vagina, ahora tengo mis dos hoyitos ocupados, aunque todavía no me han usado dos

machos al mismo tiempo, pero debo confesar que me da mucha curiosidad eso, aunque mas, mas, me da miedo, se que no aguantaría tanto ajetreo, aunque la verdad eso no importaría mucho ya que se muy bien que los machos seguirían usando mi cuerpo sin importarles que no los aguante a los dos al mismo tiempo; ese pensamiento y el dolor tan rico que siento cuando mi dedo se introduce en su totalidad en mi culito, me recuerda que el ser tratada con rudeza, como un juguete sexual, el que me penetren con fuerza me gusta mucho, se muy bien que a ellos les gusta por que se sienten que me dominan, que solo estoy para su placer, el hacerme llorar y que les suplique que me la saquen y que me cojan mas despacio, el que les implore que con lagrimas en los ojos que terminen, a ellos les fascina, y eso solo aumenta el placer ya que soy muy, pero muy estrecha, de mi vagina y culito, muchos de ellos me han dicho que les gusta usarme por que parezco una virgen eterna, y eso para mi vanidad, para mi orgullo como mujer, como hembra, como la puta que soy, solo la aumenta mas.

Mi orgasmo esta cada vez esta mas cerca, lo puedo sentir, mi cuerpo se llena de electricidad, mi vagina tiene esa sensación de orinar, mi vientre se tensa, mis piernas pierden la fuerza, mi respiración se para y mi orgasmo llega.

Recuesto todo mi cuerpo en la cama, agitada por mi orgasmo, los gemidos del otro cuarto me arrullan y me quedo dormida con mis dedos en mi vagina y culito.

Estas cosas pasaron como dos o tres veces por semana pero no remediaba en nada mis nacias de una buena verga, pero siempre cumplo mi palabra.