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Viaje a Europa II

en Trios

Llegamos a la reunión y ya estaban todos.

Un par de alemanes que no se quiénes eran, Peter, Gerardo, mi jefe y yo. Era la única mujer en esa reunión y enseguida lo hice notar.

Ingrese con total autoridad como queriendo imponer mi presencia. No me importaba que estuviese mi jefe ahí, tenia via libre para hacer lo necesario para firmar el contrato. Lo primero que hice, por mas que ellos no se sacaran sus sacos, fue sacarme el mío. Enseguida mis tetas quedaron al descubierto, y el frio nuevamente ayudo a marcarlas.

Mi jefe empezó a hablar y yo miraba a Peter cada tanto cuando notaba que me estaba mirando. Estaba sentada a la derecha de mi jefe, quien estaba parado, y con la espalda bien derecha hacia lo imposible para sacar teta. Aunque ya tengo bastante, esta postura me ayudaba aún más. En un momento cuando mi jefe comenzó a mostrar unos slides, me pare para ayudarlo y pude ver como todos me miraron el culo. Me agache disimuladamente para pasar las diapositivas y mi culo quedo aún más a la vista. A eso se le sumaba que al ser una pollera ajustada, se marcaba bien mi tanga. Cada vez que me levantaba o caminaba podía notar como todos me miraban. Yo aprovechaba para menear mi culo como si fuese un pavo real, y evidentemente dio resultado.

La reunión duro poco, mucho menos de lo que mi jefe pensaba. Enseguida hablaron ellos, casi todo en alemán por lo que entendí poco. Peter en un momento hablo en inglés y comprobé que estaba todo más que bien. Asi que en un momento todos rieron, se dieron las manos, incluso a mí, y cerraron el negocio.

Mi jefe estaba eufórico. Salimos de ahí y nos volvimos al hotel. Habíamos quedado en ir a cenar todos más tarde, incluyendo a las mujeres de ellos. En el hotel me fui a la habitación. Me estaba por poner algo más cómodo pero llego mi jefe. Enseguida pidió un champagne y dos copas para brindar. Empezamos a besarnos y lo note excitado. Era el momento de tener sexo y tanto el como yo lo deseábamos. No logro unirme sentimentalmente con mi jefe. Lo mío es netamente profesional, pero si le tengo un enorme cariño producto de tantos años de trabajar juntos. Siempre fue amable conmigo, independientemente de la historia que tenemos ahora. Lo respeto mucho y algo me atrae de el. Pero noto que en el es diferente, como que sin haberse enamorado de mí, me tiene un afecto especial.

En un momento empecé a desabrocharle el pantalón. Tenía ganas de chupársela. Además en mi interior sabía que en breve tendríamos que ir a cenar y no iba a tener tiempo de arreglarme nuevamente. Empecé a chupársela suavemente. Estaba dura como una estaca. Mi jefe cerraba los ojos y me agarraba la cabeza con ganas. Habré estado chupándosela por unos 5´ hasta que le suena el celular. Empezó a hablar en alemán, por lo que imagine que era Peter. Al cortar me dice, “es Peter, ya está abajo”. Amago a dejar de hacer lo que estaba haciendo pero me dice, “no pares por favor, necesito esto”. Ni bien escuche sus palabras empecé a chupársela con otra intensidad. Sabía que tenía que hacerlo acabar y pronto. Enseguida me di cuenta de que el también estaba concentrado en llegar, por lo que note como se empezaba a arquear producto de los espasmos. Empecé a recibir el semen en mi boca, e instintivamente trate de alejarme. Mi jefe me sostuvo la cabeza con las manos, por lo que seguí chupando y tragando el semen. Era una buena cantidad y la verdad es que en ese momento solo quería tragar y tomar un vaso de agua. La mezcla del sabor a champagne más el semen era letal. Se la deje tan limpia que no le fue ni siquiera necesario ir a lavarse.            Nos acomodamos la ropa y enseguida bajamos al bar del hotel donde nos esperaba Peter. Mi maquillaje o pelo lo deben haber sorprendido, porque me miro de manera extraña y balbuceo algo en alemán a lo que mi jefe respondió, también en alemán algo que no entendí, pero que con cara de “yo no fui” imagine.

Les dije que me pidieran una cerveza, y aproveche para ir al baño a verme. Estaba despeinada y casi sin pintura. No estaba impresentable pero es evidente de que los tengo mal acostumbrados y por eso la sorpresa. Me peine nuevamente y me retoque el maquillaje. En menos de 5´ estaba como nueva. Todavía podía sentir el sabor a semen en mi boca y me tenía molesta. Al llegar a la barra nuevamente les pido que me pidan una coca, ambos se rieron como sabiendo el motivo de mi pedido.  Así que tome un poco de Coca y la cerveza. El alemán enseguida empezó a acercarse a mí, y aprovechaba cada oportunidad para apoyarme una mano en la cintura o en la espalda. Me di cuenta como trataba de rozarme y empecé a seguirle el juego. Si bien la música no era fuerte, cada vez que le quería decir algo me acercaba y aprovechaba para apoyarle mis tetas. La charla siguió su curso y estuvimos asi un rato largo.

En un momento me disculpo y salgo a la calle a fumar un cigarrillo. En eso aparece mi jefe y me dice que Peter le había preguntado si podía tratar de llevarme a la cama. Le pregunto que le dijo y me contesta, “le dije que tratara, que no había ningún inconveniente y que si vos aceptabas o no era un tema tuyo”. Lo mire y le pregunte, “y vos que queres?”. A lo que me respondió. El contrato ya está firmado, pero lo podemos pasar bien igual. Fijate como te sentís y que se de lo que vos quieras que pase”. En eso termino mi cigarrillo y volvemos a entrar. Peter enseguida dice algo en alemán, pero ante mi cara de no entender dice en inglés, “que hermosa mujer, como te envidio Alfredo”. Me vuelvo a acomodar al lado de él y noto como enseguida no solo acerca su brazo, sino que su pene está a centímetros de mi pierna. Me hago la distraída y dándome vuelta para decirle algo a mi jefe rozo suavemente su pija con mi cola. El alemán se quedó y me apoyo suavemente el tiempo que hable con mi jefe. No fue mucho, pero alcanzo para que notara que tenía una pija importante.  En eso mi jefe dice que era la hora de ir a cenar. Por lo que nos fuimos al auto. Mi jefe me indico que me subiera atrás junto con Gerardo, que se nos sumó en el estacionamiento.

El viaje al restaurant habrá durado 20´. Al llegar nos encontramos con los dos alemanes que estuvieron esa tarde junto con sus mujeres. En total éramos 8 personas.

Las mujeres de los alemanes eran bastante lindas. Una debería rondar los 55 años, pero se mantenía muy bien y era muy elegante. La otra estaría en los 40 o 45. También era bastante bonita y muy simpática. Por suerte ambas hablaban en inglés. Me senté en medio de Peter y mi jefe. La conversación enseguida comenzó en el ámbito laboral, pero al rato una de las mujeres interrumpió y pidió que no hablásemos más de trabajo. En ese momento la conversación derivo para el lado de los hijos, y los temas típicos en ese tipo de reuniones. Nada de sexo, puro formalismo.

La cena habrá durado al menos 3 horas. Yo ya estaba aburrida y con sueño, y en mi cabeza empecé a divagar con los temas de siempre. Miraba a una de las mujeres y me la imaginaba desnuda, luego lo miraba al marido y me los imaginaba garchando. Así sucesivamente hasta que empezaba a pensar quien sería el que mejor chuparía una vagina, o quien tendría el pene más grande. Si tendrían experiencias SW o en tríos, etc. Con eso me entretenía mientras escuchaba a la gente hablar sobre temas que ni siquiera me interesaban. La realidad es que no me interesa si los hijos de Peter o de aquellos otros alemanes iban al colegio, si hacían deporte o esas cosas. Por suerte la cena termino y nos despedimos todos en el estacionamiento. Gerardo, Peter, mi jefe y yo volvimos al hotel. Peter tenía su auto en el estacionamiento.  Durante la cena había tomado agua, por lo que estaba bastante sobria y necesitaba tomar algo de alcohol si lo que me imaginaba iba a pasar. Por eso al legar al hotel propuse ir al bar. Fuimos a tomar algo. Gerardo se pidió un whisky, mi jefe y Peter un gin tonic, y yo iba a pedirme un fernet, pero ante la respuesta de que no había, me pedí lo mismo que mi jefe y Peter.

Mientras tomábamos enseguida la conversación fue para el lado del sexo. Peter sin muchas vueltas me pregunto si mis tetas eran operadas porque eran perfectas. Le dije que si, pero que era producto también de un buen corpiño. ME pregunto cuanto me había puesto, le respondí en cm3 y pareció no entender. Por eso le aclare que ahora usaba corpiños 95. Su expresión fue un “guauuu”. Gerardo solo escuchaba y mi jefe acompañaba en la conversación. Peter me dijo que no creía que el corpiño ayudara. Que para él era todo magia del cirujano y de mis genes. Le discutí un rato hasta que mi jefe dijo, “natu, porque no te sacas el corpiño para que vea lo que le decís?”. Gerardo abrió los ojos como esperando mi respuesta. Me quede pensativa unos segundos, y con un movimiento de brazos logre desabrochármelo por arriba de la camisa. Me ti mano por debajo de la camisa, ya me la había sacado de adentro de la pollera, y tirando por cada manga logre sacarme el corpiño. Lo puse arriba de la mesa y los tres se quedaron sorprendidos. En eso apareció el mozo y al ver el corpiño se quedó inmóvil. Le pedí otro gin tonic. Ya estaba entrando en calor. Gerardo no paraba de mirarme las tetas. Mis pezones se notaban como si no tuviese nada puesto. La camisa era muy transparente. Peter solo atinó a decirme en ingles que el tenía razón, que evidentemente no necesitaba usar corpiño. Mi jefe me dijo, “sos una genia”.Nos quedamos charlando un rato más. La charla siempre en torno al sexo. El alemán me pregunto si tenía sensibilidad en las tetas después de la operación y le dije que sí, que eran como si fuese naturales, y en eso mi jefe le agarro una de las manos y la puso en mi teta derecha. Peter lejos de quedarse tímido empezó a masajearla, y en un momento me pellizco el pezón. Gerardo parecía querer hacer lo mismo, pero no se animaba, por lo que tome yo su mano y la apoye en mi otra teta. Gerardo era mucho más tímido que Peter por lo que solo dejo la mano y no la movió. Luego de eso, y de terminarnos la ronda de tragos, el mozo nos avisó de que no se podía pedir más ya que estaba por cerrar. En eso mi jefe le pregunta si le podían dar dos champagnes para llevar a la habitación. La fiesta iba a seguir arriba.

Subimos en el ascensor los 4 y mis tetas estaban al aire. Solo me tape con el saco cuando pase por la recepción del hotel.  El clima ya era el ideal. Se podía percibir el sexo en el ambiente.

Entramos a la habitación y mi jefe lo primero que hizo fue abrir una de las botellas de champagne. Todos tomamos un poco y enseguida Alfredo me pregunto si no estaba más cómoda sin la camisa, que para estar asi me la sacara. Él tenía el control absoluto de la situación y manejaba los tiempos. Sin dudarlo un segundo me pare y me saque sensualmente la camisa delante de todos. Peter y Gerardo no podían creer lo que veían. Me acababa de quedar en tetas delante de ellos sin ningún tipo de pudor. Le pregunte a mi jefe si quería que también me sacara la pollera a lo que me respondió que aún no. En eso mi jefe propone un juego entre ellos. El que ganaba se ganaba un baile erótico mío. La verdad es que no soy una gran bailarina, y mucho menos una stripper, pero no objete nada. Hicieron un juego con el corcho del champagne y el ganador fue Gerardo. Enseguida lo hicieron sentar en uno de los sillones y con la música que había de fondo me puse a bailar de manera sensual alrededor de el. En varias oportunidades me senté, lo que me permitió apreciar que tenía una erección. Le frotaba las tetas por la cabeza o la cara y luego lo tocaba con mis manos por el pecho bajando hasta su pija. Gerardo no se movía. Era obvio que estaba disfrutando, pero por algún motivo le costaba arrancar. Mi jefe da por finalizado el juego y yo me acerco a la mesa para tomar un poco de champagne. Mi jefe me abraza de manera cariñosa. Era su juguete sexual, pero estaba ahí para cuidarme. Vuelven a hacer el juego y esta vez gana mi jefe, pero no me pide que le baile a el, sino que bailando sensualmente me fuese sacando la pollera. De pronto quede en tanga y con las medias con ligas. Todos aplaudieron y empezaron a decirme piropos. Ahí fue cuando Gerardo por primera vez me dijo algo te tamiz sexual. “nena tenes un lomazo”. Volví a acercarme a la mesa y esta vez fui yo quien se acercó a mi jefe buscando su abrazo. No solo me abrazo, sino que también me beso. Yo quise empezar a manosearlo, pero el e una manera suave me corto diciéndome que aún había que seguir jugando. Aproveche y tome nuevamente champagne. Ya estaba totalmente desinhibida y decidida, pero seguía tomando por las dudas. En eso vuelven a jugar y el que gana nuevamente es Gerardo. Ahí mi jefe me dice, “ahora tenes que bajarle el pantalón a Gerardo y bailarle un poco como antes”. Obediente me acerque a Gerardo quien ya estaba parado. Me puse a bailar alrededor y a tocarlo sensualmente. Gerardo estaba duro, duro en todo sentido. Empiezo a bajarle el cierre y a desabrocharle el pantalón. Cuando lo logro el mismo queda trabado por la erección. Con una mano empiezo a desabrocharle la camisa y  con la otra a bajarle el pantalón. Enseguida queda con su pecho al descubierto y la pija erecta se le notaba perfectamente debajo del bóxer. Empiezo a manosearle la pija y esto parece excitarlo aún más. Intento bajarle el bóxer y en este momento es que me frena. Me quedo perpleja, pero muy sutilmente y casi al oído me dice, “no puedo hacer esto. Ya me estas volviendo loco. Prefiero quedarme con las ganas antes de que me dejes loco y quera más…”. Me alejo mirándolo y en eso mi jefe, que no había escuchado lo que me había dicho, trata de recomponer la situación. Me vuelvo a la mesa y tomo otra copa de champagne. Como la mía estaba vacía tomo de la de Peter, quien hasta ese momento solo miraba lo que pasaba. Cuando me doy vuelta lo veo a Gerardo vistiéndose. La verdad es que dentro mío no sabía qué hacer. Esto podía arruinar la noche. Mi jefe se acerca y retomando el control dice, “bueno, uno que se baja, juguemos nosotros”. Como el alemán no había entendido porque lo dijo en español, mi jefe volvió a repetirlo en alemán. Gerardo de fue y nos quedamos los tres. Mi jefe para no seguir con el juego propone que la misma prenda que le había tocado a Gerardo sea la que cumpliera con Peter.

En eso Peter se para en el mismo lugar y comienzo mi ritual. Me pongo a bailar y suavemente a tocarlo por todo el cuerpo. Su pija era bastante grande y se notaba por encima del pantalón. Comencé a desabrocharle el cinturón y la camisa. Me daba vuelta, dejaba que me apoyara, y volvía a darme vuelta para bailarle de frente. Logre desabrocharle el pantalón y bajárselo. Para mi sorpresa no tenía ningún tipo de ropa interior. Su pija era bastante grande. Tal vez la más grande que había tenido alguna vez. Seguí bailando y lo mire a mi jefe esperando que me diera instrucciones. Como no las tuve entendí de qué tenía vía libre para hacer.

Mi jefe se sentó en uno de los sillones. Contemplaba todo. Ahí estaba yo en tanga y medias bailando en medio de la habitación y Peter parado, con la pija dura como una estaca. Empiezo a masturbarlo mientras lo rozo. Una teta, la otra. Lo empujo y se sienta en otro de los sillones. LE empiezo a frotar las tetas por la cara. Trata de chuparlas pero sabe que no es el momento. Yo no lo dejo que me toque. Me arrodillo en el piso y juego con su pija. Todavía no la chupo. La paso por mi cuello, por mi mejilla, lo miro y veo que esta radiante. De una me meto esa pija en la boca. Es grande. Confirmo que no recuerdo haber tenido una así. La cabeza parece querer estallar. La chupo un poco. No mucho para que el juego dure. Me siento arriba, de espaldas a el, y empiezo a frotarlo y a moverme sensualmente. En eso me toma por las caderas como impidiéndome pararme. Es fuerte por lo que no le es difícil tenerme ahí. En eso me levanta de manera tal que su pija queda en la entrada de mi vagina. Estoy tan mojada de que casi logra penetrarme, pero al ser tan grande se queda a mitad de camino. Va a tener que ser más suave o con ayuda de una mano. Me paro y me doy vuelta. Quedo de frente a el. Empieza chuparme las tetas con ganas. Miro de reojo y mi jefe está contemplando toda la situación.

Cierro los ojos y me entrego completamente a Peter. Vuelvo a arrodillarme y a chuparle la pija. Tenía que verla de cerca. Parecía de película porno. La chupo con ganas y con la mano masajeo los huevos. Lo noto totalmente excitado. En eso me levanta y me lleva a la cama. Me pone boca arriba y enseguida se tira arriba mío. Le pregunta algo a mi jefe que no logro entender porque es en alemán, y ante la respuesta de mi jefe y la posterior acción del alemán, entiendo que le pregunta si me puede penetrar. Me penetra con ayuda de su mano. Es más fácil de lo que pensé. Entra completamente y estallo de placer. Empieza a embestirme suavemente, pero el bombeo de esa pija me hace tocar el cielo con las manos. Logro acabar. En eso me agarra y me sienta arriba de él. Con mientras sigue bombeándome con una de sus manos empieza a jugar con mi culo. Primero un dedo, después dos. Pienso que está loco, no va a poder penetrarme analmente con esa tremenda pija. Sigue jugando y vuelvo a acabar. Lo miro a mi jefe, sigue contemplando la situación pero ahora se está masturbando.

Le hago un gesto para que se sume y con otro gesto me da a entender de que esa noche iba a ser solo espectador.

En eso Peter me saca de arriba de él, y poniendo un almohadón en la cama me acuesta boca abajo arriba de él. Enseguida me doy cuenta de lo que se venía. Primero sigue jugando con sus dedos. Lo estoy disfrutando, pero luego intenta empezar a penetrarme. No había manera. Sin lubricante y con ese tamaño no había forma de que lo lograra. Me duele y se lo hago notar. Mi jefe le acerca mi lubricante y Peter me unta el culo con él. Vuelve a intentarlo pero no hay caso. No estoy completamente dilatada, al menos no para esa pija. Me pongo nerviosa, no quiero cortar el momento pero tampoco quiero sufrir. Peter intenta una vez mas, logra penetrarme suavemente. Trato de no gritar pero el dolor es intenso. La saca y vuelve a intentar. Esta vez logra penetrarme un poco mas. Por dentro siento que me están matando, pero algo en mi quiere que siga. Es una mezcla de dolor con placer. De nuevo la saca lo que me da un poco de aire. Cada vez que intenta penetrarme dejo de respirar. No se porque, pero siento que de esa forma me duele menos. Vuelve a penetrarme y de a poco va llenándome la cola con esa tremenda pija. Me suele, pero no digo nada. Se queda quieto, como esperando a que todo se acomode. Yo espero que no se mueva porque no creo poder soportarlo. La saca y en eso mi jefe me pregunta si me duele. Lo miro y le hago un gesto afirmativo, a lo que le dice algo a Peter y este parece enteder de que no se va a poder.

Se acuesta al lado mio y yo me subo arriba de el. No quiero frenar el momento. Enseguida me siento arriba de su pija y empiezo a moverme. Al principio rápido, despues un poco mas lento. Siento que me jefe esta detrás mio y empieza a jugar con mi culo. Lo siento totalmente abierto. Suavemente me empuja para adelante como obligándole a sacar culo. Trata de penetrarme el. Me quedo quieta para facilitar la tarea, pero se complica. De un movimiento me saco la pija de Peter de adentro y mostrándole el culo a mi jefe le facilito la tarea. Logra penetrarme sin mucho problema. Su pija es bastante mas chica que la de Peter, por lo que no siento casi dolor. Solo la sensibilidad que me había uqedado de hace unos instantes. Una vez que siento que mi jefe me penetro completamente me acomodo para que Peter me pueda penetrar. Enseguida lo logra y nos quedamos los tres quietos como tratando de que todo se acomode. En eso mi jefe se empieza a mover, Peter también. Yo estoy en el cielo. Exploto de placer por lo menos dos veces. Mi jefe constantemente me susurra cosas al oído. De todo. Desde guarangadas hasta cosas afectivas. Yo no quería que ese momento terminara jamas, pero al rato me doy cuenta de que mi jefe esta por acabar. Sale de adentro mio y se para arriba de la cama, al lado de Peter dejando su pija cerca de mi cara. No llego a chupársela, pero con una mano empiezo a masturbarlo. Enseguida estalla y su semen empieza a salpicar para todos lados. Gran parte queda en mi mano y un poco en mi cara, cuello y pelo. Me limpio lo que me quedo en la mano en mis tetas siempre sin dejar de moverme arriba de Peter. En eso Peter parece no poder contenerse y me obliga a salir de arriba de el. Se empieza a masturbar y me doy cuenta de que esta por acabar. Acerco mi cara a su pija justo cuando empieza a acabar. Su semen salpica para todos lados y en cantidades considerables. Me salpica toda la cara y empiezo a chupársela tragándome las ultimas gotas. Sigo chupándosela unos minutos hasta que queda totalmente flácida. Mi jefe ya fue al baño a limpiarse y al volver lo veo que esta descorchando el otro champagne. Sirve tres copas y empieza a tomar de una.

Peter esta tirado en la cama murmurando cosas en alemán que no entiendo. Yo me paro y me acerco a mi jefe para tomar un poco de champagne. En realidad quiero otra cosa para poder sacarme el gusto a semen de la boca. Agarro una coca light del frigobar y calmo un poco mi sed. Enseguida tomo champagne. Peter esta tirado en la cama observándome. Yo me paseo completamente desnuda delante de los dos hombres. En eso mi jefe empieza a hablar con Peter sobre mi depilación. Hablan mitad en alemán y mitad en ingles. Lo que no entiendo mi jefe me lo traduce. Peter le comenta que era la primera vez que estaba con una mujer completamente depilada. Que su mujer acostumbraba a depilarse mucho pero que siempre algo se dejaba. Mi jefe le pregunta que le gusta mas, y Peter me pide que me acerque para mirarme mas de cerca. Me acerco y y me empieza a pasar la mano por mi pelvis. Mirandome le contesta a mi jefe que le gusta mucho mas sin nada, como estoy yo. ME doy vuelta y mirándolo a mi jefe le pregunto, “y a vos Alfred que es lo que te gusta mas?”. A lo que me dije me contesta, “asi como estas vos Natu”.

Sigo caminando y me voy al baño. Sinto la cara tirante de los restos de semen. Me había limpiado antes con un pañuelo de papel, pero al secarse sentía que la cara me tiraba.

Al llegar al baño la imagen que veo en el espejo es de una película porno. Tengo semen en el pelo, a cantidades. En la cara se nota ya el semen seco. Tengo la pintura media corrida, y el pelo hecho un desastre y restos de semen en mis tetas. Me rio al verme así. En mi interior me surge la idea de que podría ser una actriz porno. Ni idea si ganan mucha plata, pero la apariencia en este momento la tengo. Enseguida dejo de divagar y me lavo un poco. Al caminar siento dolor en mi culo, lo que me recuerda la pija de Peter.

Salgo del baño y veo a mi jefe hablando con Peter. Ambos siguen desnudos y en la misma posición. Voy caminando hasta dónde está mi jefe, y me siento encima de él. Agarro su copa y tomo un poco de champagne. Mi jefe empieza a masajearme la espalda mientras ambos lo miramos a Peter y charlamos de cualquier cosa.  Peter se levanta y se va al baño. Me quedo sola con mi jefe. Me doy vuelta y lo beso. Le pregunto si está todo bien, y me re pregunta, “eso te lo quería preguntar a vos. Está todo bien?. Como lo estás pasando?”. Enseguida le digo que más que bien.

En eso aparece Peter. Lo miro para ver si se empieza a vestir, lo que significaría que se va, o si se queda desnudo. En mi interior me gustaría volver a montar esa pija, pero también me siento cansada y algo dolorida. No se viste y vuelve a tirarse en la cama. Imagino que vendrá una segunda vuelta. Me doy cuenta que estando en la silla con mi jefe, nada iba a pasar. Me quedo ahí unos instantes y me acerco de nuevo a Peter con la excusa de buscar algo en mi cartera. Me tiro al lado de el en la cama y enseguida, mientras todos charlamos, empiezo a masajearle la pija. El me empieza a tocar las tetas y me pregunta si hace mucho que las tengo operadas. En eso empezamos a charlar de las tetas y de lo que le gustaría que su mujer se operase. Mientras hablamos de esto noto como su pija de a poco empieza a endurecerse. Mi jefe sigue charlando con nosotros a lo lejos y el tema siguen siendo mis tetas. La pija de Peter se endurece pero no lo suficiente. La empiezo a chupar de nuevo pero no parece reaccionar. Sigo chupando hasta que siento que me empiezan a chupar la vagina. Me doy cuenta de que es mi jefe. Enseguida me empieza a penetrar mientras yo sigo chupándosela a Peter. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero yo gozo como una perra. Después de un rato mi jefe me la saca en siento como un poco de semen cae en mi espalda. Se sienta al lado mío mientras yo sigo chupándosela a Peter. En un momento Peter se da cuenta de que no va a pasar nada y de una forma sutil corta la situación. Nos quedamos los tres desnudos en la cama conversando hasta que Peter excusándose por la hora se levanta para empezar a vestirse. Yo me quedo como estoy, desnuda y con el semen de mi jefe en la espalda. Me meto en la cama y me tapo con las sabanas. Peter me saluda con la mano y le dice algo en alemán a mi jefe. Mi jefe lo acompaña a la puerta y noto que se quedan conversando unos minutos hasta que escucho como cierra la puerta.

Al volver le pregunto de qué habían estado hablando a lo que me responde, “primero se disculpó por no lograr una erección, pero dijo que no estaba acostumbrado a tener sexo después de tomar alcohol. Después me felicito por vos. El quisiera tener una empleada. Me recomendó que no te dejara ir por nada del mundo”. Empezamos a reírnos y mi jefe siguió, “después me pregunto si siempre eras así. Si siempre tenía sexo con vos o qué relación teníamos nosotros. Y me pregunto si en Buenos Aires era igual, porque tenía pensado viajar en algún momento del año y quería invitarte a cenar”. Riéndome le pregunto, “los costos van por cuenta tuya o de el?”. Y nos reímos los dos. Mi jefe se va al baño y en ese momento me quedo completamente dormida.

Al otro día yo tenía casi todo el día libre de reuniones. Solo una a la mañana, por lo que después dedique el día a trabajar desde el hotel. Después del medio día aproveche para salir de compras. Compre regalos para mi nene y mi marido, y algunas cosas para mí. Durante el día mi jefe me llamo al menos 4 veces para ver cómo estaba. En ningún momento para hablar de trabajo. Por la tarde volvió al hotel ya que teníamos que irnos al aeropuerto. Por suerte no hubo sexo, ya que realmente me sentía agotada y dolorida en algunas partes.

En el hotel se nos sumo Gerardo quien empezó a preguntar cómo nos había ido anoche. En eso, y sin ningún tipo de pelo en la lengua le digo, “mejor que a vos seguro”. Y mi jefe se empezó a reír. A Gerardo no parece haberle gustado mi comentario pero no dijo nada.

El vuelo salió un poco demorado, por lo que estuve respondiendo mails y trabajando desde ahí. En el viaje mi jefe me propuso irnos algún fin de semana largo a un lugar con playa, pero por placer. No por trabajo. Le dije que no tenía drama, pero que me diera un tiempo ya que no podía salir de viaje tan seguido. Obvio que entendió y me pregunto a donde me gustaría ir. Ingenua como siempre le dije que a cualquier lugar de la costa, a lo que me respondió, “yo estaba pensando en un lugar más cálido, ahora en otoño en la costa nos vamos a congelar y mi intención era verte en bikini. Pensaba tal vez en ir al caribe tres o cuatro días. Si podes más mejor, pero sino esos días”. La verdad es que la idea me gustó mucho. Le volví a decir que sí, pero que me diera tiempo así me organizaba. Por otro lado me volvio a preguntar si podiamos vernos despues de horario de trabajo o algun dia de los fines de semana. Obviamente dije que si.

Esta mañana llegue a Buenos Aires y me tome un taxi a casa. Mi marido estaba trabajando y mi nene en el colegio, por lo que me dedique a ordenar un poco, vaciar la valija y hacer cosas de la casa.

Estoy esperando con ansias que llegue la tarde para poder contarle a mi marido todo lo que hice en el viaje, tal como habíamos acordado.