MIS SIE7E PECADOS: PEREZA*

                Mis bragas por los tobillos quedan lejos de mi alcance. Quitármelas supondría un esfuerzo que me despabilaría del todo; no me arriesgaré. No quiero despertar y que estos momentos de placer se diluyan en la consciencia; en eso que llamamos "realidad". En este duermevela apacible, entre sueño y sueño erótico cargado de imágenes y sensaciones sensuales, soy apenas consciente de dónde estoy y tampoco es mi intención averiguarlo. Mi cuerpo se ha adaptado al lecho; se ha fundido con él y dejo que me abrace y envuelva... ¡qué a gusto estoy! Apenas desabroché mi pijama para dejar expuesto mi sexo, abandonándolo a las propias sábanas para que lo acaricien y masajeen por mí. Lo noto grande, inflamado, irradiando un calor que no quema. Siento esa cálida humedad empapando mis muslos. Sé que durante el sueño me he excitado hasta correrme, ignoro cuántas veces, pero tengo el vago recuerdo de haber jadeado hasta el orgasmo en más de una ocasión durante esta noche.

Me permito acurrucarme un poco más... La chaqueta del pijama se escurre y se abre, dejando al aire mi torso. Mis pechos desnudos rozan endureciéndose contra la fresca tela de la colcha ¡Mmmmm, qué gusto! No quiero que esto acabe; no quiero que llegue mañana. Mañana no existe, ni el resto del mundo. Estoy perdida en el universo oscuro de mi habitación en penumbra y no abriré los ojos ni un ápice para no romper el hechizo. Mi último sueño ha sido mágico... Mis amantes imaginarios me han penetrado hasta dejarme satisfecha, entregando el fruto de sus esfuerzos en mi boca. Lo he vivido como si fuera real. Tal vez lo era, si así lo he sentido.

No hay nada que perturbe la conexión entre mi cerebro y mi sexo; entre mis sueños y el placer. Ningún pensamiento inoportuno, ninguna obligación de despertarse... No existe tiempo ni espacio. Solamente siento y me dejo llevar por mis fantasías. El leve recuerdo de mi último sueño vuelve a mí. Quiero engancharme a él para sumergirme de nuevo en esta humedad onírica. Me abandono a ello. Aquí llega. Sonrío. Siento pereza.

Dejaré que me arrastre...

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*Incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia de uno mismo.