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Mi revancha con LUZ

en Transexuales

Amo a mi novia Karina, pero en estos más de 4 años de relación, hemos tenido nuestras peleas y discusiones. Y es por ello que nos hemos separado varias veces. Finalmente, nuestro amor es más fuerte, y siempre uno de los 2 afloja, y retomamos la pareja.

En una de esas peleas, hace un tiempo largo ya, estuvimos sin vernos varios meses. Yo lo pase como la mierda, ya que extrañaba a mi chica a morir. Y, por otro lado, estaba muy caliente, con ganas de sexo.

Era invierno, y  había tenido una semana agotadora en el trabajo. Llego el viernes y decidí salir para ver si podía acostarme con alguien, aunque desechaba la idea de pagar por sexo.

Mi auto se encamino casi solo, hacia Amerika (el boliche gay de Bs.As.). entre con la intención de tomar algo, y si podía enganchar alguien también.

Me acerqué a la barra para pedir algo de tomar, y al rato aparecieron algunas de las mariquitas que había conocido cuando fui con Karina. Me saludaron, y me invitaron al primer piso, para tomar algo después.

Como estaba solo, y medio aburrido, subí. Me encontré con las maricas y con Matilda y Jazmín, las amigas de Karina. Nos saludamos, y estuvimos hablando largo rato. También estaban aburridas, ya que en el boliche se veía casi siempre las mismas caras. Al cabo de un rato llego Luz. Estaba vestida con una especie de catsuit, negro, como de cuero, con un cierre por delante, abierto hasta casi el ombligo. Se notaba que estaba sin corpiño. Llevaba unas botas negras, de media caña y el pelo suelto, híper maquillada, parecía Gatubela.

Me saludo, se sentó a mi lado, y seguimos la charla. Como la música estaba demasiado fuerte, por momentos nos teníamos que hablar casi al oído, para escucharnos. Hubo un chiste, que yo no había escuchado y Luz me lo repitió al oído. Sin ningún motivo aparente, dejo caer una mano sobre mi pierna y allí la dejo.

Le pregunté al oído, si tenía ganas de tomar algo, ya que mi intención era ir a la barra, y su mano subió hacia mi paquete. Ese movimiento, sumado a su perfume, hicieron que mi pija despertara. Me pare como pude, y baje a la barra.

Cuando estaba a punto de pedir, siento una mano en el hombro, era Luz. –“espera, no me pidas nada todavía, voy al baño y vuelvo”.

Me pedí mi cerveza y mientras miraba las chicas empecé a pensar si inconscientemente mi intención no había sido venir a buscar a Luz.  Al salir del baño, me dio un suave beso en los labios, y me pregunto- ¿“te parece tomar algo acá? ¿O es perder el tiempo?”.

Entendí su sugerencia, la tomé de la mano y salimos en busca de mi auto. Al subir, me dijo que había quedado con ganas de más el día de la casa de Kari, me dio otro suave beso en los labios, y arranque para mi casa, que mejor.

Durante el viaje, en mi memoria se sucedían los hechos del día que Luz había barrenado mi interior, con su poderosa verga. Realmente estaba dispuesto a pasar por lo mismo?, ya lo sabría al llegar a casa.

Llegamos, entramos, y mientras ella se sentaba en las banquetas, destape una botella de vino,. Era una mujer muy dulce, encantadora., y con ese traje me ponía a mil.

Nos pusimos a hablar de pavadas, y a medida que el alcohol fue haciéndose notar, nuestra charla se hizo más caliente.

Le dije que se pusiera cómoda, mientras yo hacía lo mismo. Fui a mi habitación, tome un butt plug (con Karina tenemos varios juguetes) y pase al baño. Abrí la canilla del bidet, así pude hacerme un pequeño masaje anal, y de a poco me fui introduciendo el consolador. Debía estar preparado, si quería recibir el mástil que tiene Luz.

Salí del baño, y ella estaba recostada en el sillón, solo con su tanga y sus botas, el catsuit de cuero había desaparecido. Me senté a su lado, solo en bóxer, mientras serví otra copa más, y le empecé a chupar las tetas. Eran hermosas, firmes, con aureolas grandes, de color marrón. Con mi mano, le comencé a acariciar su verga, que debajo de la fina tanga ya comenzaba a dar señales de vida. Se arrodillo entre mis piernas, y me dejo desnudo.

Empezó a chuparme la pija, suavemente, como si la saboreara; por momentos se la metía entre las tetas, cuando de pronto intento llegar a mi culo y se encontró con mi pequeña sorpresa.

Luz:-guau..bebe..estas preparadito?

Yo: -sí, solo tienes que quitarlo suavemente y meterme lo que tengas ganas.

Nos dirigimos al dormitorio. Me senté al borde de la cama, dispuesto a mamar esa verga. Ya entraban algunos rayos de sol, por entre las cortinas, que se reflejaban sobre su cabeza rojiza, con algunas pequeñas gotas que aparecían.

Era un flash, semejante mujer, con una cintura mínima, con unas tetas duras, y perfectas y una verga en medio de todo aquello, como para hacerle un monumento.

La tenia a mi merced, le pasaba la lengua al glande, luego recorría todo el largo de su tronco, saboreaba cada vena de su tallo, y finalmente terminaba en un par de huevos redondos, que se adivinaban llenos de leche. Escuchaba como Luz jadeaba, y mi saliva se mezclaba con sus primeros jugos. Mi idea era lubricarla bien, pero no hacerla acabar aún. Esa pija una vez que pulsara semen, seguramente debía demorar algunos minutos en recuperarse, y yo quería sentirla escupiendo dentro mío.

Me acosté, ella se puso entre mis piernas, y mientras me mamaba, comenzó un pequeño juego de mete y saca con el pequeño consolador que yo llevaba puesto.  Lo sacaba, metía su lengua dentro mío, dándome un escalofrío terrible, y una vez lubricado volvía a introducirlo.

Luego de algunos minutos asi,se levantó, fue hasta el living, y regreso con unos forros y un pomo de gel. Nuevamente se puso entre mis piernas, quito el consolador, y metió sus dedos con gel, dentro mío, primero uno, mientras con la otra mano me masajeaba el escroto, luego uno más, hasta que finalmente logro introducir cuatro dedos. Mi consolador había hecho un buen trabajo, me había dilatado lo suficiente, como para recibir la pija de King Kong (o lo más parecido que yo vi, que era la de Luz).

Se arrodillo, se colocó el forro, lubrico un poco, y abriendo mis piernas, apoyo su cabeza en mi agujero. Solo basto un pequeño empujón, la cabeza desapareció dentro mío. Mientras, yo no paraba de pajearme. Luz apoyo sus tetas en mi pecho, y me besaba, mientras iba metiendo algunos centímetros más. Era una penetración suave, casi sin dolor. Ambos deseábamos disfrutar aquello, y un mal movimiento me hubiera dejado lastimado.

Una vez metida media pija, se detuvo, y metió su mano en mi boca, la lleno de saliva, y comenzó a pajearme, se chupaba la mano, y proseguía. Mientras su monstruo seguía metido dentro de mí, mi esfínter se acomodó al invasor, y Luz prosiguió con la embestida.

Nuevamente ,en forma suave, casi sin darme cuenta, hasta que sus huevos golpearon contra mí. Ahora sí, era todo mío. Solo una vez había recibido una pija de ese tamaño, el día que Luz profano mis entrañas, aquella vez del aniversario. También recordaba, que luego de aquello, estuve varios días fuera de combate. Necesite cremas y muchos baños para poder sentarme sin dolor. Ahora era diferente, veía su cara de disfrute, y sentía como su verga arrastraba todo mi interior, en cada embestida, pero también veía mi pija dura como jamás había estado. Evidentemente estaba tocando mi punto g.

Apoyo sus tetas, en mi pecho, y con sus manos tomaba mi cabeza, para meter su lengua dentro de mi boca. La imagen era de película porno.

Luz empezó a moverse cada vez más rápido, se acercaba el momento tan glorioso, por fin iba a sentir como esa manguera me llenaba de leche. Fueron unos minutos de embestida, y de pronto un poco de dolor, su pija se había hinchado, y ya estaba a punto. Sentí cada uno de los lechazos, no los conté, pero fueron varios. Durante esos minutos sus pechos fueron 2 piedras, sus ojos en blanco, y luego cuando los abrió, una cara de satisfacción.

Luz: - uff, amor, no sabes cómo acabe. No daba más.; y mientras decía esto comenzó la peor parte, fue sacando su verga que se iba durmiendo de apoco, y yo sentía como si alguien me hubiera metido un puño, y estuviera sacando mis tripas hacia fuera.

Yo: - ayy. para, más despacio.

Finalmente, su godzila salió de mi culo. Como pude me levante, y fui al baño. Necesitaba un chorro de agua fría, que aflojara mi estropeado culo. Luz vino al baño, se quitó el forro. Y se metió en la ducha.

Ya era momento de un baño reparador, el sábado ya había comenzado, y sería un día largo, ya que Luz no se fue de casa hasta la noche, pero lo que sucedió al despertar será para otro relato.