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Nochebuena con Joan, Navidad con Lisa 2

en Orgías

 

Hola

 

En la primera parte comente como había sido nuestra Nochebuena, y todos terminamos durmiendo den diferentes camas. A mí me toco Lisa, que ya no parecía tan insulsa, como cuando la conoci en el pub.

 

Desperté, con el sol pegándome en la cara. Lisa no estaba. Quise pararme, para ir al baño, y no pude. ¡Estaba atado!

 

Alguien, supongo que la pendeja de Lisa me había atado las manos al respaldo de la cama, asi que empece a gritar. Lisa apareció.

 

L:hello, baby, ¿what are you doing?

 

Yo: jaja..dale, hija de puta..soltame..please, i need cut a rope..

 

L: hihihi..no…

 

Se acerco a un modular que tenía, y saco el famoso dildo rojo que le había metido a Mario. Ahora era mi turno.

 

Ya tenia experiencia en recibir cosas por mi culo, pero atado, y sin saber como seria de delicada la inglesa, me preocupaba mucho.

 

Se lo puso, y se subió mio. Me lo metió en la boca, yo se lo chupe con ganas. Mientras, la miraba a los ojos, y cerraba los míos, para calentarla aún más. Era un lindo fin de fiesta, recibir una pija en el culo, con toda la cogida que tenia yo del dia anterior.

 

Durante varios minutos lisa metió su dildo en mi boca, lo sacaba, me golpeaba la cara. Y volvía a meterlo.

 

L: ¡María!, come on.

 

Aparecieron María y Trisha, que al entrar se rieron mucho de mi situacion. María ocupo el lugar de lisa, pero de espaldas a mí., mientras Trisha agarraba mis piernas y abría mi culo. Evidentemente iba a ser violado con todas las de la ley.

 

Lisa escupió dentro de mi culo, y metió sus dedos frios (tendría lubricante seguro) dentro. No tardo en sacar sus dedos, y apoyo la cabeza del dildo y empujo. ¡Grite!, como si me hubieran abierto al medio. Hija de puta, me lo metió de una, y empezó a desbocarse, parecía que buscaba romperme. Empezaron a caérseme las lágrimas, María se bajó, busco un pañuelo y lo metió en mi boca, de esa manera no se escucharían mis gritos. María se fue, quede con Trisha que me seguía agarrando las piernas y con lisa desbocada metiéndomela. El dolor era insoportable, sentía que me estaba rompiendo por dentro. El dildo, que era grande, desaparecía por completo dentro de mi culo. Tenia las mejillas llenas de lágrimas, mientras Trisha me miraba y se reía con ganas.

 

Cerré los ojos, para poder pensar en otra cosa, el dolor me estaba matando. Hasta que lisa acabo, y eso hizo que dejara de cabalgar, y la sacara de una. Respiré, gemí, mi pija estaba muerta, ya no había disfrutado, solo era dolor. Lisa se quito el dildo, subió sobre mi cara y me lleno de besos, mientras me decía dulces y suaves palabras al oído. Limpio mis lagrimas con sus manos. Y luego me desato. Intenté pararme, pero tenia el culo desgarrado, había dejado una mancha de sangre y mierda en la cama. Sentía un dolor en la cintura, como si me hubieran cortado al medio.

 

Como pude, llegue al baño, y el bidet refresco mis partes mas intimas. Sali directo hacia la cocina, a tomar algo. Estaba solo. Lisa se había ido al balcón, en ropa interior, a recibir el sol del mediodía. Las demás chicas no aparecían. ¿Y Mario? ¿Y Joan?

 

Me empece a asomar a las demás habitaciones. Mario dormía, de costado, y tambien estaba atado de manos, y de pies. Joan, en cambio estaba cogiéndose a Marie, que había quedado caliente de la noche anterior. En ese momento, aparecieron las chicas de atrás, y lo ataron a Joan, que pensó que era un chiste. Lo acostaron boca arriba, y ataron sus piernas al respaldo junto con sus manos, de esa manera quedaba su culo al aire.

 

Marie salio de la habitación, y quedamos Joan atado, Lisa, María, Trisha y yo viendo como Joan gritaba y se retorcía, porque había entendido que eso no era un juego ya.

 

Marie regreso, con un consolador doble. Debía medir unos 70 cms. Daba miedo. Los ojos de Joan se pusieron blancos, de pánico. Podria recibir todo eso en su culo? Veríamos.

 

Marie tenia puesto unos guantes de látex, hundió su mano en un pote de vaselina enorme, y empezó a restregarlo en el consolador violeta. Luego se acerco a Joan, que ya lloraba y pedía por favor que no.

 

Trisha metió en la boca de Joan, un pañuelo, para evitar que sus gritos despertaran a todo el edificio. Mientras Marie se puso entre las piernas de él.

 

Su mano llena de vaselina, la hundió de una en el culo de Joan, que ya se restregaba todo. Unas lagrimas salieron por los ojos de él. Marie escupía dentro del culo, y hundió toda la mano, en una especia de fist fucking no consentido, sentí dolor de solo mirarlo. Joana gritaba, aunque sus sonidos eran sordos, por el tapón de la boca.

 

Marie hizo una cuenta regresiva, 4. 3.2…1. 0.. y apoyo la enorme cabeza del consolador, y empezó a hundirlo. a medida que entraba Joan lloraba y gritaba cada vez más.

 

Mi morbo hacía que quisiera desatarlo, pero tambien queria saber hasta donde lo querían romper las chicas. Me quede quieto, saboreando mi café.

 

El consolador entro casi hasta la mitad. Fue demasiado para Joan, que se desmayo del dolor. Ahí Marie, aprovecho, se acostó, y se metió la otra punta del consolador tambien.

 

Lisa a mi lado, me agarraba la pija, y me pajeaba. Se agacho, me la chupo un poco, y me tomo de la mano.

 

Fuimos a la habitación donde estaba Mario dormido. María, que no la habíamos visto por ningún lado, estaba masturbándolo a Mario, y se veía que este ya había acabado varias veces. ¡Lo estaba vaciando!

 

Lisa me chupo la pija, y luego me llevo mas cerca de la cama. Su intención era que yo acabara sobre el pobre chico. Me masturbo varias veces más, y acabe sobre la cara de Mario, que miraba sin poder creer lo que le estábamos haciendo.

 

Trisha estaba masturbándose cerca, en un sillon, y al momento de acabar tambien se acerco a Mario, llenado su cara y cuerpo de leche.

 

Pobre chico, parecía un inodoro, donde cada uno iba a dejar sus mierdas.

 

Fui hacia el dormitorio donde estaba mi ropa, y me cambié. Regrese a la cocina, donde ya estaban las 4 chicas, tomando un café y hablando y riendo entre ellas. María, en castellano (¡¡hija de puta, hablaba castellano!!), me dijo “la hemos pasado muy bien, mis amigas quieren repetir otro dia, Uds. se van a animar?”.

 

Dije chau, y me fui. Mi culo me dolió durante varios dias, y con Joan pude hablar una semana despues, y me dijo todo lo que sintió. Pero eso es asunto suyo.