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Ultima fiesta del verano con Gisselle

en Transexuales

Hola

Uff. como pasan los años,

a medida que fui contando como debuté con Gisselle, me empezaron a aparecer viejos recuerdos de mi relación con ella. Si bien solo duro un año, por motivos de lejanías (ella era de Córdoba, y yo estaba en Bs. As) cada tanto buscábamos la manera de encontrarnos en alguno de los dos lugares.

El que me hubiera desvirgado hizo que se relajara y que nuestra relación fuera más fluida. Así yo seguí yendo cada fin de semana, a visitarla a mar del plata, donde seguía trabajando, hasta que termino la temporada.

Casi llegando el final del verano, Giselle me comento que una de las chicas que bailaban en el boliche, estaba organizando una fiesta, el domingo en su chalé, y había invitado a diversos amigos, algunas parejas, etc.

Me pareció copado, y el domingo encaramos hacia la casa.

Al llegar, ambiente muy relajado, muchos en shorts y algunas chicas en bikinis, disfrutando la pileta, y esperando que se hiciera la hora de cenar. Como dije antes, el boliche de Moria era gay, así que había muchas chicas trans y algunos gays también.

Giselle me presento a algunos compañeros de trabajo, y nos quedamos charlando sobre pavadas. En el grupo estaba Marina, una de las camareras del boliche, que era un avión. Pelo muy corto, unos ojos almendrados hermosos, unas tetas enormes, que se notaban operadas y enfundada en una tanga roja que se metía entre sus nalgas, hasta casi perderse. En su culo podía apoyar una bandeja, sin temor a que se caiga.

La mayoría estaba vestido así, incluso alguna se había quitado la parte superior, para tomar sol mejor. Marina y Leonardo (otro de los chicos del grupo de trabajo) me preguntaban cómo había conocido a Giselle, y me decían que la veían muy contenta con nuestra relación.

Yo: ¿voy a buscar algo para tomar, alguno quiere?

Marina: te acompaño.

Entramos al chalé, hacia la cocina, y sacamos unas cervezas. Marina me dijo si yo era gay, o bisexual, porque según ella daba un aspecto de muy macho.

Yo: mira, si no estuviera con mi chica acá, y vos así vestida, no sé qué haría...jajaja...

Y ambos nos reímos.

Marina: veni, acompañame.

La seguí por todo el comedor, hasta una escalera que daba al primer piso. Subí detrás de ella. A medida que pasaba por delante de los cuartos, iba abriendo las puertas, hasta que llego al baño.

Me agarro de la mano, y entramos. No había nadie, me saco la remera, se apoyó contra la pileta, y me chupo la cara. Nos fundimos en un beso, y con mis manos empecé a recorrerla toda. Le saqué su corpiño, sus hermosas tetas salieron explotadas, y me entretuve con ellas un buen rato. Sus pezones eran apenas rosados, y se mantenían bien erectos. Luego comencé a bajar, por su abdomen hasta llegar a su ombligo, chupaba, le pasaba la lengua, Marina gemía de placer. Corrí a un lado su tanga, y apareció una vagina casi lampiña, sin un pelo. Me puso a mil, le metí mis manos, estaba húmeda, con los primeros jugos fluyendo, metí mi lengua, y ella se sentó sobre el vanitorys. Le abrí las piernas, con mis dedos separe sus labios carnosos y húmedos, y metí mi lengua muy profundo, lo que hizo que Marina diera un grito de espasmo. Chupé lo más que pude, hasta que mi lengua no pudo más, acabo en mi boca, con chorros, me mojo toda la cara, me detuve y volví a subir, por su abdomen nuevamente, hasta sus tetas.

Quedamos cara a cara, y nuevamente nuestras lenguas se fundieron, cambiamos de posición, ella bajo del vanitorys y yo me apoye, se arrodillo, y empezó a morderme la pija sobre la tela. Mi malla ya estaba húmeda al frente, porque mi pija empezaba a pulsar pequeños hilos de leche. me quito el short. Mi pija fue saliendo suavemente, y Marina con mucho amor la tomo con sus manos y empezó a mamar.

Me tuve que agarrar de la pared, porque con cada chupada parecía que me iba a destroncar. Por momentos me chupaba los huevos, por momentos recorría toda mi verga, yo cerraba los ojos y la veía como mamaba. No iba a durar mucho más. Sentía como mi leche estaba subiendo, ya mis huevos estaban llenos, cuando de repente se abrió la puerta.

Leonardo: upps...perdón...

Nos quedamos helados con Marina, y Leo

Pasaron unos segundos en donde nadie dijo nada, Leo entro al baño se besó con ella y mirándome se arrodillo.

acto seguido me empezó a mamar la verga. Yo no daba más, no me importaba si me la chupaba ella o el, o cualquiera.

Se turnaban, uno empezaba desde el tronco, el otro desde la cabeza y cuando se encontraban intercambiaban saliva.

Marina: ya viene…

Era cierto, mi leche estaba a punto, y salto. Le llene la boca a Leo, mientras Marina me exprimía los huevos, para sacarlo todo, Leo se la quito de la boca, y se la paso por toda la cara, recibiendo en el pelo y ojos algún chorro más, suelto, por ahí. Marina se dedicó a chuparle la cara a Leo, a limpiarlo como un perro, mientras entre ambos seguían masturbándome, para que mis últimas gotas salieran.

Yo: uff. Chicos, no puedo más.

Leo: que rica es tu leche, y acto seguido se fundió en un beso con Marina. Ella se acostó en el piso, él se puso entre sus piernas y de una le metió su pija.

La escena era de película porno. Yo parado, con mi pija al aire, recién acabado. Y ellos dos a mi lado en el piso del baño cogiendo, como si yo no existiera.

Me limpié como pude, me puse la remera, me subí el short y Sali al pasillo.

¿No veía mucha gente, tanto tiempo paso? A medida que me acercaba hacia afuera, sentía más ruidos.

Al salir, era un descontrol. Algunos estaban desnudos, cogiéndose a otros. Las chicas hacían 69, y alguna también recibía una verga por el culo-

Una trans se estaba cogiendo a un chico, y este le chupaba la pija a otro. Era una orgia descomunal. Evidentemente el alcohol había hecho estragos.

¿Y mi chica? No la veía por ningún lado. Al recorrer la pileta, la vi. Estaba cogiéndose por detrás a uno de los barman, y este gritaba como si lo estuvieran matando. Me acerque despacio., Gissellese me vio, me tiro un beso y se pasó la lengua por sus labios.

Esa señal la delato, me acerque, Me quite el short y metí mi pija en su boca. Mela chupo un par de veces y me ordeno.

G: ponesela a Martin en la boca

Me di vuelta, y le metí la pija al barman. ¡Sus ojos eran de placer absoluto, nos estábamos enfiestando con mi chica al barman! Esa fue la primera de muchas veces.

Yo venía ya acabado, así que tuvo que mamar mucho para ponerme a tono, mi chica acabo casi enseguida. Me di cuenta de que se la metió hasta el fondo, casi con bronca, porque Martin grito.

Mi chica la saco, se sacó el forro y lo tiro por ahí. Se puso a mi lado, y mientras Martin me mamaba ella me besaba y me acariciaba.

Un par de minutos así, y explote. Todo en la cara de Martin, boca, nariz, pelo. Lo agarre de la cabeza y hundí mi pija en su garganta, para que tragara todo.

Al sacarla, me di cuenta de que estaba fusilado, transpirado, había acabado dos veces. Muerto.

Me subí el short, me saque la remera y me tire a la pileta. Mi chica hizo lo mismo. Éramos 4 o 5 parejas, algunos desnudos y otros en la misma que nosotros.

G: ¿amor, un rato más y nos vamos, te parece?

Y sí. Había sido una despedida del verano demasiado caliente.