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De mama fiel a golfa

en Hetero: Infidelidad

¡¡Que fuerte tía!!

Una mezcla de excitación y envidia sentí cuando Paloma me contó sus andanzas del fin de semana… Se había llevado a casa  un cachitas universitario diez años menor que ella, siempre dice que le gustan los yogurines  y este en concreto debía de ser espectacular.

Sentí como me humedecía por dentro  cuando me contaba con todo lujo de detalles, los pormenores de sus andanzas en la cama. Me relató cada uno de los cuatro polvetes que le echó y cada una de las cochinadas que hizo con  aquel chaval.

-Buff tía… nada más llegar a casa me estampó contra la pared y sin quitarme siquiera el tanga me echó un polvo que casi me hace perder el sentido. Esta duro como una piedra, y cada vez que me la metía pensaba que me iba a partir… por no hablar del tamaño de su aparato…buff ha sido una pasada.

-Joder, no me habían comido el coño así en mi vida tía… ese cabrón hizo que volviera a creer en el género masculino jajaja

 Hacia un par de años que Paloma se había separado,  desde entonces no había parado de” disfrutar de la vida” como decía ella. Había estado 18 años casada y tenía dos hijos, uno de 18 y otro de 3, se casó muy pronto de penalti y aquel error había  hipotecado los mejores años de su vida.

-Joder tía que guarra eres… como te puedes liar con un crio así, solo buscan echar un polvete para poder contar luego que se han follado a una mama de 36.

A pesar de mis palabras, en el fondo le tenía envidia, era feliz al lado de mi marido, pero había algo que me faltaba, algo que ya no tenía  y que ahora lo estaba viendo en los ojos de Paloma. Yo también necesitaba ese toque de locura que me hiciera volver a sentirme viva, saborear la sensación de alguien diferente, sentir como el corazón se volvía a acelerar y las mariposas de nuevo  revoloteaban en el estómago.

-Mira Esther, hay que vivir la vida mientras se pueda, día que pasa no vuelve y eso te lo digo por propia experiencia. Un día de estos te voy a presentar a uno de mis amigos para que veas lo que es tener un culito duro empujando como un toro jajaja.

Me hacía la ofendida, aunque la idea de la infidelidad siempre había rondado por mi cabeza en mis momentos más íntimos, jamás me lo había planteado en serio  y eso que oportunidades había tenido y muchas.

Me llamo Esther, tengo 32 años, tengo un hijo de 3 años y llevo 7 años casada con Chema,  como dije antes he tenido muchas oportunidades de tener una aventura, pero nunca lo he querido, soy feliz con mi marido y nunca me ha hecho falta. Se podría decir que todo lo que necesito me lo da el.

Aunque para ser sincera del todo… hay algo que si echo en falta, me gustaría volver a sentir el cosquilleo que se siente cuando estás enamorada, esas sensaciones que se sienten en los primeros meses de enamoramiento, es algo maravilloso, cuando todo es de otra forma y el corazón late apresuradamente en su presencia. Con el paso de los años, la magia del amor y la pasión se va perdiendo de una forma  inevitable y a veces  necesitas volver a sentirlo como el yonki que necesita su dosis diaria.

En cierta manera envidio a Paloma, ella vive el momento, intentando disfrutarlo a tope, parece como si quisiera recuperar el tiempo perdido  y disfruta cada día como si fuera el último.

Una vez al mes salimos el grupo de mamas que nos juntamos en el cole, todas nosotras tenemos hijos de la misma edad y por a esa razón hemos ido haciendo amistad hasta convertirnos en inseparables. Desde hace más de un año todos los últimos viernes de cada mes lo tenemos reservado para una cena sin maridos, nos ponemos guapas y dejamos a los peques con los respectivos. En la cena nos ponemos moradas de criticar a más de una y después de unas copas vamos al mismo local de moda a bailar.

Lo pasamos genial haciendo el tonto con los niñatos que nos acosan, a Paloma le encanta ponerlos a tono y luego dejarlos con las ganas y a mí siempre me he hecho gracia las mil y una argucias que tienen para “llevarte al huerto”. Ella siempre dice que le van los “yougurines” en cambio a mí los que me van son los maduritos. Cuando digo maduritos,  no me refiero a viejos sino a chicos que tengan 7 u 8 años más que yo. Siempre me han interesado los chicos que tienen algo más en la cabeza que ellos mismos y su propia polla.

Por alguna razón que desconozco todos los chicos que han supuesto algo importante en mi vida, eran bastante mayores que yo, con la única excepción de mi marido, el cual es de mi misma edad.

Era el último viernes del mes de junio,  hacía bastante calor y habíamos  quedado a las 8 en un bar de la zona de tapeo de Valencia, habitualmente somos cinco las chicas que vamos a cenar, pero rara vez podemos ir todas, esta vez es Mónica la que no iba a venir, su hijo estaba con anginas y ha llamado a última hora para decir que no iba.

Éramos cuatro a cenar, por un lado Paloma de 36, como ya dije antes separada y con dos hijos. Paloma tiene media melena caoba, con ojos color miel, es muy  guapa de cara  y su en rostro hay una mezcla de sensualidad y picardía, no es muy delgada pero está muy bien proporcionada,  tiene unos pechos y un culo muy bien puestos y  hace perder los papeles a más de un jovencito, se puede decir que es una mujer en toda regla.

Mis otras dos amigas son Marta y Alicia, La primera tiene 35 años y lleva casada 10, tiene un niño y una niña y es la más formal de las cuatro, aunque su rostro es muy dulce tiene el culo un poco grande cosa que a ella la acompleja bastante, si luego encima añadimos que no suele estar muy acertada a la hora de escoger la ropa… es la que menos éxito tiene de las cuatro.

La cuarta en discordia es Alicia, tiene 33 y al igual que yo tiene un niño de tres años, lleva 5 años casada pero ya ha estado a punto de separarse. Alicia tiene un cuerpo de escándalo, es morena de media melena y unos inmensos ojos verdes que le dan al rostro un toque muy salvaje, suele ser bastante provocativa y eso le ha dado más de un problema con su marido. Como dije antes ha estado a punto de separarse; hace casi un año conoció a un chico por internet, a la semana ya se habían conocido y al mes ya eran amantes. Casi a diario quedaban para follar en cualquier lugar. El tiempo la hizo ser descuidada y un día alguien los vio y se lo contó al marido. Ahí terminó la historia, durante varias semanas estuvieron a punto de separarse pero al final, tras muchos perdones y promesas la cosa quedó ahí.

A eso de las 7 suena el timbre de casa, yo estaba cambiándome y abrí la puerta de abajo, era Paloma que había quedado a recogerme. Como las cenas son en Valencia, vamos un día cada una con el coche y así nunca volvemos solas. Yo estaba cambiándome y le pedí que entrara en la habitación para aconsejarme. Siempre ha tenido muy buen gusto con la ropa y me gustaba dejar asesorarme por ella. Me había puesto un vaquero y una camisa de lo más discreto y ella llevaba una camisa con faldita y tacón que le hacía una pierna muy estilizada y sexi.

-¡Mira que eres sosita hija! algo más atrevido…  así pareces una monja de la caridad

-¿Qué quieres que me ponga? Es una cena de mamas…

-No sé… algo más atrevido hija, así parezco yo la buscona del grupo! Jajaja

-A mí no me hace falta buscar nada… ya estoy bien saciada.

-Si sí eso dicen todas… anda déjame que te busque algo un poco más sexi.

Paloma comenzó a sacar ropa y dejó en la cama una faldita y una camisa muy parecidas a las que ella llevaba, luego abrió el cajón de mi ropa interior y sacó uno de mis conjuntos más sexis, de esos que solo me ponía en las noches de pasión con Chema.

-¿Así parecemos hermanas, como vamos a ir iguales?

-Deja que hablen… lo mejor en este mundo es que hablen de ti aunque sea mal, no hay nada peor que generar indiferencia, jajaja

Una vez que me había cambiado me miré al espejo, a pesar de haber sido madre tenía un tipito que muchas de 18 desearían… soy morena con la melena cortita, tengo los ojos oscuros y peso unos 50 kilos, tengo los pechos pequeños y un culo que vuelve loco a mi marido,  la verdad es que el culito es la parte de mi anatomía de la que más orgullosa estoy y no dudo en potenciarla llevando ropita ajustada.

Terminé de vestirme, me maquillé y salimos en el coche de Paloma con dirección Valencia. Habíamos quedado a las 8 con Alicia y Marta en un bar de la zona vieja, antes de ir a cenar las cuatro fuimos a tomar un par de cervecitas para animarnos un poquito y de paso despellejar a alguna que otra mama.

A eso de las 10 fuimos a cenar a un japonés que habían puesto nuevo, a Marta le habían dicho que los restaurantes japoneses no engordaban y ella estaba iniciando  uno de sus innumerables regímenes. Ya íbamos contentillas cuando llegamos al restaurante, era un ambiente muy acogedor y sugerente, sin dudarlo felicitamos a Marta por su elección.

Entre tanto cachondeo no tardó  en tornar la conversación a temas un poco más picantes… todas estábamos con ganas de conocer la historia de Alicia, había estado a punto de separarse y no habíamos tenido la oportunidad de hablar sobre aquello. En un momento de la conversación fui yo la que pregunté…

-Bueno y tu Alicia… ¿cómo va lo tuyo con el chico aquel?

-Ya conocéis la mayor parte de la historia… ya sabéis lo de Javier el chico que estaba viendo… un amigo de mi marido nos vio en un hotel de Valencia y se lo contó… luego no tuvo más que espiar un poco mis facturas de móvil… al final tuve que reconocerlo. La verdad es que los dos lo hemos pasado mal durante el último mes y ahora nos estamos dando una segunda oportunidad.

-Jolín tía… es que al final te volviste una descuidada con el tema.

-Buff estaba enchochada con él,  bueno digo estaba por decir… la verdad es que sigo enchochada,  pero bueno, estoy intentando superarlo.

Era un tema que nos interesaba a todas, de sobras sabíamos que aquel chico había dejado huella en Alicia y no nos resignábamos a quedarnos así.

-¡Como tenía que ser para que perdieras así la cabeza por un tío! Vamos cuenta todos los detalles escabrosos jajaja

Se notaba que el tema  seguía produciéndole dolor…  aunque por otro lado Alicia tenía ganas de desahogarse.

-El problema no es lo que tenía el… es lo que me hacía… a su lado he conocido el mejor sexo que nunca en mi vida habría imaginado… antes de él era una autentica analfabeta del placer, nunca en mi mida hubiera imaginado que alguien pudiera hacerte sentir las sensaciones que Javier me ha hecho sentir a mí.

-Pasé de la nada al todo y eso es demasiado fuerte. Hasta conocerle nunca había sabido lo que era un orgasmo practicándolo con mi marido… con Javier he llegado a mearme de puro gusto y cuando digo mearme, lo digo en el sentido literal de la palabra.

-¡Joder tía no jodass! Cuenta no nos dejes con las ganas.

-Habéis oído hablar del sexo tántrico?

En realidad todas sabíamos más o menos de que iba el tema pero solo Paloma contestó.

-Si algo de eso he oído hablar, solo que no he tenido mucho tiempo a practicarlo, los chicos con los que he estado suelen ir al grano  y mi ex pensaría que es alguna secta jajaja

Todas reímos con las palabras de Paloma… pero Alicia continuó.

-El sexo tántrico consiste en utilizar todos y cada uno de los sentidos de los que disponemos, normalmente la gente piensa que tener sexo del bueno es similar  echar un buen polvo… el sexo tántrico nos enseña a que el acto sea una parte más del acto sexual, nos enseña a utilizar y a potenciar todos y cada uno de nuestros sentidos, de manera que antes de llegar a echar un polvo te has corrido tantas veces  y han sido tan intensas, que el simple hecho de follar es una parte más y no tiene porqué ser la más importante.

Todas estábamos atendiendo con los cinco sentidos,  con los ojos como platos y porque no decirlo un poquito húmedas de imaginar...

-Cada día era una cosa diferente, cada día una sorpresa y a cual más excitante… sus palabras me envolvían, los aromas me embriagaban, sus caricias recorrían cada uno de los rincones de mi cuerpo, hizo que sintiera sensaciones que nunca creía que pudieran existir. Podía estar jugando conmigo durante horas sin tan siquiera tocar mis zonas erógenas, estaba tan cachonda que solo con rozarlo tenía un orgasmo  tan fuerte que me hacía gritar como una autentica posesa.

-Al final estaba como loca, me daba igual quien me viera o a quien mintiera, lo único que me importaba era poder estar con él. Recuerdo que en una ocasión, lo llamé estando yo con mi hijo en casa, se me follo mientras en la habitación de al lado mi hijo estaba viendo los dibujos…

En tono de broma le dije....

-Pues ahora que ya no estas con él, a ver cuándo me lo presentas…

-De eso nada monada, que tu estas casadita y eres de lo más feliz con tu maridito, que me lo presente a  mí que soy la única libre de las cuatro. Jajaja

Todas volvimos a reír con las palabras de Paloma.

-Recordáis la boda de Julio y Carol?

-Si claro… ¿por?

Contestamos todas al unísono.

-En aquella boda yo llevaba un vestido rojo de falda hasta la rodilla, a mitad del banquete no pude evitar el llamarle,  se presentó al poco rato colándose en él banquete, mandándome  un mensaje diciendo que estaba en el W.C. de chicos… Con una vergüenza que te cagas y haciendo como sí que estaba el de chicas ocupado, entré en uno de los W.C con puerta, allí estaba el… me folló allí mismo arrancándome de un tirón el tanguita que llevaba, mientras no paraba de entrar y salir gente del baño.

-Joder eso sí que es fuerte tía…

-Pues eso no es lo peor… mientras estábamos en plena faena, escuche como se abría la puerta del W.C  contiguo al que nosotros estábamos, al escuchar sus voces, me di cuenta que era Luis, mi marido… entraban a meterse una raya con dos de sus amigotes. Así que mientras él estaba en el W.C. contiguo hablando por lo bajini, yo estaba follando como una autentica perra en celo a dos metros suya.

-Que fuerteeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!

-Esta vez sí que gritamos todas al unísono, la verdad es que nos estaba dejando alucinadas y porque no decirlo… cachondas perdidas.

-Bueno ya no os cuento más que vais a pensar que soy una putón…solo os doy un último consejo que también es una pasada…

-A ver cuenta cuenta…

-Hay una técnica y que te multiplica el placer por tres… si antes de correrte tu chico presiona ligeramente el cuello quitándote parte de la respiración, cuando te vas es una pasada, tenéis que probarlo. Solo que hay que tener mucho cuidado ya que tiene que ser alguien que controle, es una técnica peligrosa.

-¿Y tú crees que vas a aguantar sin volver a llamarlo?

-No lo sé la verdad… ahora estoy como una yonki a la que le falta su dosis diaria…

-Bueno pues ahora nos vamos todas de marcha a quemar valencia…

Paloma estaba de lo más animada, pero Alicia había prometido volver temprano y no quiso faltar a su promesa a las primeras de cambio.

-Deja, deja que he prometido en casa volver prontito, este estará esperando con las uñas para arriba jajaja

-Bueno pues ahora lo despiertas y le das unas clases de sexo tántrico de ese que nos has contado jajaja

-Ya, ya a este como a la mayoría de los tíos les da un mal si no mojan el churro en menos de 10 minutos jajaja

Todas volvimos a reír mientras la conversación tomaba otros derroteros.

Las palabras de Alicia no solo habían conseguido excitarme al imaginar aquellas escenas tan morbosas… también me habían hecho pensar y porque no decirlo… envidiar los meses que había pasado en la clandestinidad con aquel chico.

La cena terminó y como había prometido, Alicia se marchó a casa, con ella fue también Marta, que aunque no había dicho nada al respecto, también se notaba que la conversación  le había gustado.

Paloma y yo decidimos ir a echar la última copita antes de ir a casa,

-Bueno Esther vamos a comernos la noche?

-Damos una vueltita y volvemos a casa… le he dicho a Chema que iría pronto, nos quedamos si quieres hasta las dos y luego nos vamos para casa.

Durante el último año Paloma se había vuelto una experta de la noche Valenciana, y al primer sitio que fuimos era un pub en el que si quitábamos al camarero, nosotras éramos las mayores con diferencia.

Pillamos un cubata en la barra y fuimos a bailar a la pista, nada más salir ya teníamos a un par de chavalotes que no tendrían más de 20 años revoloteando. Se acercaban desplegando toda su patética parafernalia, te comían la oreja contándote  lo preciosa que eras y lo mucho que le habías impactado. A mí la verdad es que me da una mezcla de risa y pena  sus patéticas maniobras, pero Paloma les sigue la corriente y les saca  un cubata por la patilla.

Después de un par de cubatas sumados a lo que ya llevábamos  nos encontrábamos de lo más animadas, eran las dos de la mañana y ya era hora de volver a casa, normalmente cuando salimos de cena me gusta volver a casa pronto para que Chema no se preocupe, por lo general suele esperarme levantado hasta que llego a casa.

Justo en el mismo instante que miraba mi reloj, un par de chicos se acercaron a nosotras…

-Hola morena… ¿de dónde habéis salido? Nunca os había visto por aquí…

Los chicos eran unos auténticos  bombones… dos cachitas de gimnasio con el ego tan grande como sus músculos.

-Pues ya ves… estábamos escondidas en el W.C durante todo este tiempo y hemos salido hoy.

-Pues es una pena, pero como se suele decir nunca es tarde…

-Ya lo siento machote pero hace mucho tiempo que se te adelantaron.

-¿Ah sí?  Así que tienes novio… da lo mismo yo no soy celoso.

-Ya, ya me imagino que no eres celoso, si se te ve en la cara.

-Por cierto hemos sido un poco maleducados… yo soy David y este en Michel.

Los cuatro nos dimos los correspondientes besos de rigor y Michel se colocó al lado de Paloma y David al mío. Parecía como si ya hubieran elegido cuál era su presa y ahora se disponían a darles caza.

Mientras yo hablaba con David,  Paloma reía y gesticulaba con el otro chico. Se notaba que estaba en su salsa, y es que la verdad es que los dos estaban buenos  hasta decir basta.

-¿Quieres tomar algo?

-No gracias, nos íbamos ya no te molestes Romeo…

-Pues tú amiga parece que no tiene muchas intenciones de irse…

Mire a mi lado, y ahí estaba Paloma riendo, mientras el otro chico cuchicheaba recadillos al oído, me acerqué a ella y le dije…

-Es tarde ya… ¿nos vamos a casa Paloma?

-Joo tía… ¡estamos en lo mejor de la noche!  No seas sosa y nos quedamos un poco más… por faaa.

-No vamos ya que ya se ha hecho un poco tarde y Chema seguro que me está esperando despierto.

-¿Pero tú has visto como están estos dos? Joder… ¡están buenísimos!

La verdad es que Paloma tenía razón, yo me hacía  la indiferente pero David era un cachitas de 1,85 con el pelito rapado y unos ojos verdes que podían hechizar,  los músculos se marcaban dentro de su camiseta ajustada y tenía un culito de esos que están moldeados por el gimnasio que era una pura delicia. Michel no se quedaba atrás, era de pelo castaño claro con un poco de greñas, al igual que David se veía que pasaba muchas horas en el gimnasio y aunque no se le marcaban los músculos como a su compañero  ya que llevaba una camisa blanca, se podía adivinar a través del pantalón como gastaba un magnifico culo durito, redondito y bien puesto. Ambos rondarían los 21 o 22 años.

-Joder tía pero ¿no has visto que son unos críos? Podrían ser amigos de tu hijo…

-Que sosita eres a veces, hay que vivir la vida tal y como te viene chica… venga nos vamos.

-Bueno chicos ha sido un placer… otro día nos volvemos a ver

-Pero como… ¿os vais ya? Estamos en lo mejor de la noche…

-A esta le está esperando el maridito y yo tengo que llevarla a casa, así que, ya os digo… otro día será.

-Joder y ahora vais a pillar el coche, habiendo bebido… las salidas están llenas de “munipas” haciendo controles de alcohol.

Ninguna de las dos habíamos pensado en eso… habitualmente no solíamos pasarnos con la bebida, pero esa noche la verdad es que las dos íbamos un poco “tocaditas”. Durante unos instantes permanecimos calladas, intentando pensar en algo…

-Si queréis nosotros podemos acercaos…

Sonaba demasiado bien para ser cierto.

-Aunque antes tendríais que echar con nosotros la última copa en mi casa…

Ya sabía yo que siempre tiene que haber un pero, me daban ganas de darle un bofetón al niñato ese.

-¿En tu casa? Será en casa de tus papas… tú no tienes edad ni para llegar a casa  tarde.

-Bueno como queráis… solo queríamos echar una mano.

En el fondo sabía que eran nuestra única salvación, así que tras hablarlo con Paloma accedimos.

-Os acompañamos a echar la última copa, pero luego tendríais que llevar un coche cada uno, no quiero dejar en Valencia mi coche y luego tener que buscarme la vida mañana para venir a recogerlo.

Tras el acuerdo, salimos los cuatro del pub y nos encaminamos hasta su coche, a Paloma no parecía importarle mucho el asunto, es más creo que estaba encantada con las circunstancias…Los dos iban un par de pasos por delante hablando y tonteando con Michel, mientras a mi lado y como una pegatina se encontraba David.

No estaba muy lejos el BMW S1 blanco, nada más abrir las únicas dos puertas  de adelante, entre en la parte trasera en primer lugar, antes que pudiera protestar entro a mi lado David, mirándome con esos ojos verdes que hechizaban. Quise protestar, pero pensé que sería lo mejor seguirles la corriente, tomar la copa prometida y que nos lleven a casa lo antes posible.

-No sabía que estabas casada… joder con el morbo que  me dan las casadas…

La verdad que todo lo que tenía de macizo lo tenía de tonto.

-Pues con eso te vas a quedar, niñato!

-A si… ¿tú crees? No me digas que no estas deseando que te la clave hasta dentro jajaja

-A las mujeres nos gustan los hombres, no los niñatos egocéntricos que no saben ver más allá de su propia pollita.

Al pronunciar mis palabras hice todo el énfasis del que fui capaz con las palabras “niñato” y “pollita” intentando ofenderlo en su orgullo.

El camino hasta su casa o mejor dicho… el camino  hasta casa de los padres de Michel duro unos diez minutos,  durante todo el trayecto no dejamos de “intercambiar” impresiones dejando claras las intenciones de uno y de otro.

Entramos en una zona residencial, su casa era un impresionante chalet con no sé cuántos metros de jardín y una piscina, la pareja de guaperas por lo visto eran de familia bien, y ese fin de semana sus padres se habían marchado al chalet de Cullera.

Michel nos dejó en el porche de atrás junto a la piscina, se fue a por las correspondientes copas, yo no quería nada mas pero me insistió que había que tomar una copa, que ese era el trato, así que le seguí el juego y pedí un nuevo cubata.

El lugar era una pasada, en el porche había un asador y mobiliario de terraza súper  moderno y acogedor, el suelo estaba  recubierto con madera y la piscina estaba iluminada en su interior, la verdad sea dicha que era una autentica gozada.

Michel llegó con las copas, puso música suave e invito a bailar a Paloma, esta acepto de buena gana. No tardó ni un minuto en acercarse David…

-Bueno… ¿sellamos las paces y bailamos un poco?

-Yo no tengo que sellar las paces con nadie, si quieres bailar, bailamos pero quiero que sepas una cosa, hoy no te vas a comer ni una rosca.

Con una sonrisa de autosuficiencia se aferró a mí como si de una lapa se tratara.

-Que corra el aire.

Sonaba Cold Play y David se acercó a mi oído…

-Como me pones… esta noche tu marido va a llevar los mismos cuernos que un Miura.

-Eso te crees tú… ¡payaso!

-Anda reconoce que lo estás deseando… reconoce que eres una mama con ganas de que te echen un buen polvo, no pasa nada, todos tenemos nuestras necesidades…

Sus palabras hicieron que me indignara… era de lo más grosero y vulgar. Comencé a sentir como el calor subía por mi cuerpo, no sabía si era por el alcohol, la situación, sus palabras o por todas a la vez,  el caso es que  todo en su conjunto, me estaba empezando a desbordar.

-Ah y eres tú el hombretón que me va a echar ese polvo?  Quizás cuando dejes de ser un niñato…

Ya no me sentía segura… me imagino que esa inseguridad ya empezaba a notarse en el tono de mis palabras. Estábamos bailando y se pegó, presionando con su paquete a la altura de mi ingle. Presionó con fuerza, sentí un bulto enorme y duro a la vez que sus manos me rodeaban.

-¡Vale ya! ¡Te he dicho que corra el aire! ¿Cómo quieres que te diga que estoy casada?

-Ya te he dicho que no soy celoso jajaja

-Mientras, Paloma bailaba con Michel, con el agobio que sentía me había olvidado de ellos y ahora me daba  cuenta que no habían perdido el tiempo… Sonaba Yellow  y se estaban comiendo a besos mientras las manos de Michel comenzaban a colarse por debajo de la falda.

Serían las dos y media cuando el móvil me sobresaltó… lo busqué  rápidamente en el bolso y vi que era Chema… el corazón me dio un vuelco cuando vi su nombre en aquella pantallita, le había dicho que volvería sobre las dos y ahora estaría preocupado. A la vez que contestaba mi mente comenzó a maquinar una excusa…

-Dime cariño…

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-Si ya pero hemos tenido un problema de vuelta a casa, a Paloma se le ha parado el coche y hemos tenido que pedir una grúa…

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-No, no hace falta que vengas, hemos pedido una grúa y a por nosotras vendrá a recogernos un taxi, yo creo que esta al llegar…

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-Venga no te preocupes que llegaremos pronto...

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-Yo también… un beso

Cuando colgué el teléfono sentía golpear el corazón contra mi pecho, parecía que de un momento a otro se saldría, me estaba temblando y era incapaz de pensar.

-Bueno si tan segura estas… ¿porque le has mentido a tu maridito?

Necesitaba despejarme un poco  y le pedí a Michel que me dijera donde se encontraba el baño.

-Mamita ¿quieres que te acompañe?

Ni tan siquiera contesté, me di media vuelta, fui al baño a refrescarme un poco y aclarar mis ideas. Una vez frente al lavabo cerré la puerta con cerrojo y me mire en el espejo, mi pecho subía y bajaba rápidamente, apoyé las manos y miré mi imagen reflejada, la seguridad en mi misma y en mis actos se estaba derrumbando como un castillo de naipes, sentía como la garganta se había secado y mi tanguita hacía tiempo que estaba empapada, aquel crio había conseguido ponerme a mil y lo que era peor… lo odiaba.

Decidí permanecer un rato allí, me refresqué un poco  y tracé mi propio plan… ahora saldría y le diría a Paloma que nos teníamos que ir… diría que mi marido había ido a buscarnos y había vuelto a llamar… no sabía si aquellos muchachos nos llevarían, lo que si sabía era que no podía quedarme allí, ya me había vuelto una presa demasiado vulnerable…

Después de un cuarto de hora salí del baño  y volví a el porche… a la ida no me había dado de cuenta, pero la casa por dentro era una pasada, decorada con un estilo exquisito, se notaba que los papas de Michel eran gente de mucha pasta.

 Una vez en el porche vi que nadie se encontraba en el sitio donde los había dejado, por acto reflejo volví la vista al lugar donde la lógica me decía que podían estar… El corazón me volvió a dar un vuelco cuando los vi dentro de la piscina… estaban los tres en el agua, Paloma se encontraba entre los dos como si fuera el interior de un bocadillo, Michel tras ella, la besaba el cuello mientras sus manos magreaban sus pechos que habían saltado ya de su sujetador,  mientras, David no perdía el tiempo y estaba frente a ella comiéndole los morros y re frotándose contra ella.

Quedé inmóvil observando la escena, la ropa de los chicos estaba en la orilla de la piscina y la de Paloma sobre una de las sillas del porche, mientras, ellos no se percataban de mi presencia y continuaban a lo suyo.

Paloma! ¿Qué estás haciendo? Nos tenemos que ir… me ha  vuelto a llamar…

Los tres se sorprendieron al verme pero solo David habló…

-Hombre ya ha vuelto… ya íbamos a llamar a la policía. ¿Porque no entras? Está muy buena el agua.

-¡Tú eres tonto chaval… te he dicho cuarenta veces que pases de mi…

Comenzó a reír y se acercó nadando, se recostó sobre el borde y con una sonrisa encantadora me invitó a entrar…

-Venga no seas tonta, entra que el agua esta buena y hemos quitado las pirañas jajaja

-No entraría ahí ni loca…

-¿Ah sí? ya verás como si vas a entrar…

En ese instante David salió del agua, estaba completamente desnudo, se acercó  con la sonrisa en la cara y seguro de sí mismo, sabía perfectamente el efecto que iba a provocar en mi… me quedé petrificada mientras observaba aquel chico fibrado  acercándose, su polla  morcillona, se movía a derecha e izquierda con cada zancada, pequeños ríos de agua recorrían su musculado y duro cuerpo. Parecía que estaba en mitad de un sueño y desperté cuando me sujetó y sentí la frescura de su piel mojada…

-Ya lo creo que vas a ir al agua.

Intenté zafarme pero en un rápido movimiento sus fuertes brazos me sujetaron y en un segundo quedé inmovilizada…

Suéltame maldito hijo de puta! ¡Dejameeee!!

No había terminado de gritar cuando caí al agua con la ropa puesta, sentí el frío del agua y como mi ropa se pegaba al cuerpo en un solo segundo, al asomar la cabeza fueron las risas de David lo que escuché.

Intenté acercarme a la orilla, no era demasiada profunda por lo que podía ir andando, pero David estaba arriba y se dejó caer a mi lado… enseguida lo tuve junto a mí, sus manos rodearon mi cuerpo e intenté zafarme de él. En ese instante mi interior era una lucha constante, odiaba a ese muchacho arrogante y egocéntrico, nunca había sido infiel a mi marido, pero la verdad era que hacía mucho tiempo que sabía que me moría de ganas por sentirlo.

Estaba tras de mí, sus manos me sujetaban con fuerza y sus labios se cebaban con mi cuello, sentía esa maravillosa sensación que deja el juego de besos y mordiscos, mi piel ya se había erizado. Me veía perdida y mis palabras eran una pura súplica…

-No por favor… déjame David no puedo estoy casada… te lo ruego no sigas…

Mis súplicas no surgieron efecto, al contrario parecieron excitarle más y más… una de sus manos se posó en mi pecho y comenzó a presionarlo mientras la otra mano entraba por debajo de la falda y sin ninguna delicadeza retiraba el tanguita y dos de sus dedos se hundían en mi coño que por aquel entonces ya chorreaba…

-Joder que puta eres… ¡mira como estas!!

No pude evitar lanzar un ahogado gemido al sentir por vez primera sus dedos entrando en lo más íntimo de mí ser.  Seguía suplicando que me dejara, pero sin poder evitarlo, mi cuerpo me traicionaba…

-No vale no sigas… te lo suplico, nooo…

Mis palabras cada vez más débiles, casi inaudibles, se mezclaban con la respiración entrecortada y los gemidos incontrolados…

-¿Tu marido te pone así?  Hoy vas a saber lo que es una polla….

Seguía comportándose como un auténtico cerdo, me humillaba con sus palabras pero yo era incapaz de hacer otra cosa que no fuera dejarme llevar…

No se andaba por las ramas, con una malo soltó la camisa rompiendo varios de los botones  y con la otra bajo mi minúsculo tanga hasta la altura de las rodillas, sentía como su polla estaba en todo su esplendor y presionaba en mi culito todavía tapado con la falda mojada. Las súplicas habían dejado paso a los gemidos y ya me dejaba hacer sin la más mínima resistencia.

Lo escuchaba tras mía respirando agitada mente, sus manos recorrían mi cuerpo sin cesar, a la vez que me despojaba de las empapadas ropas,  los pezones estaban duros como piedras debido al contraste con el agua,  mis pequeños  pechos habían quedado liberados del sujetador  y el los acariciaba con ligeras presiones.

Tengo que reconocer que estaba empapada por dentro y por fuera, a pesar de que aquel chico no era un experto en la sensibilidad, había hecho que todos mis sentidos estuvieran a flor de piel y mi respiración era ya un ir y venir.

-Ahora tengo un regalito para ti…

Mi torso estaba desnudo, la camisa y el sujetador flotaban por algún rincón de la piscina,  me levantó la falda hasta la altura de las caderas alzándome sin dificultad y sentándome en el bordillo, no era profunda en el lugar donde nos encontrábamos, llegaba solo hasta la altura de las caderas. Hizo que me recostara mientras mis piernas quedaron abiertas a la altura de su rostro, entre su boca y mi coñito solo quedó un pequeño espacio que acto seguido recorrió hundiendo su rostro en mi cálido coñito, sentí el roce de su lengua en mí y lance un gemido al sentir ese primer contacto, a la vez que me recostaba hacia atrás. Comenzó a recorrer cada uno de los rincones de mi lugar más íntimo y cuando lo sentí creí morirme de placer.

Era la primera vez que alguien aparte de mi marido me comía el coñito, aquel niñato insensible y egocéntrico lo estaba haciendo maravillosamente. Sus labios no paraban de juguetear con mi clítoris que por aquel entonces ya estaba hinchadísimo, su lengua me penetraba pero al instante volvía a presionar sobre mí pequeño puntito de placer.

¿Cómo había llegado ahí? Me encontraba semidesnuda en el bordillo de la piscina, abierta de piernas, mientras un chico diez años menor que yo me estaba comiendo él coño. Éramos dos mamas convertidas en unas auténticas pititas

Movía mis caderas acompasadamente con sus lametones, intentaba aplacar el deseo que me comía por dentro, posaba las manos sobre su cabeza y atraía hacia mí a aquel muchacho. Tenía los ojos cerrados y solo los abrí cuando escuche al otro chico hablar.

-Joder que vistas tengo…

Al alzar la vista vi a mi amiga Paloma tumbada boca abajo mientras dejaba las piernas dentro del agua, el culo en pompa permanecía  por encima,  Michel hundía su rostro en ella, le hacía una comida múltiple que por el sonido de los gemidos le estaba haciendo alcanzar las estrellas.

Observarlos a ellos me excitaba más si cabe… mientras mi maravilloso amante que seguía entre mis piernas, ya hundía sus dedos en mi cálida vaginita y yo gemía como una perrita en celo.

No llevaba ni dos minutos cuando Michel separó su rostro de mi amiga y se incorporó sobre sí mismo. Estaba claro que no le iban mucho los preliminares y no tenía pensado  tardar nada en follarse a Paloma. Una vez que se hubo incorporado observé el fibrado cuerpo de aquel muchacho mientras permanecía de pie con el pene erguido en todo su esplendor. Las venas se marcaban alrededor  y el capullo reluciente asomaba apuntando directamente  al coño de Paloma. Sujetó sus caderas y comenzó a acariciarlo con la punta del pene, estuvo durante unos segundos utilizando su aparato como si fuera un consolador, Paloma gemía y permanecía con los brazos extendidos, de repente y tras una seca embestida entró en ella sin dificultad.

-Ahhhh… .ahhh…

Paloma gritó, gimió,  su cuerpo comenzó a estremecerse con cada embestida, se podía escuchar los chasquidos de los dos cuerpos chocando, yo observaba la escena desde el otro lado, el duro culito de Michel se tensaba  cada vez que entraba en ella,  mientras, su amigo me comía de tal forma que casi estaba a punto de mearme de gusto.

Nunca nadie me lo había hecho así, aquel muchacho engreído y egocéntrico, sabía exactamente el punto que debía tocar y lo hacía maravillosamente… sentía la presión de su lengua rozando sin descanso  y cuando estaba a punto de correrme, cambiaba de movimientos haciendo que me volviera loca de desesperación y de deseo.

Coloqué las piernas sobre los hombros de David, lo rodeaban mientras con las manos lo presionaba hacia mí, no quería dejar que se moviera de allí, quería seguir sintiendo su lengua en mi cálida rajita lamiéndome una y otra vez. Cada vez me acercaba más a ese punto de no retorno.

Al otro lado de la piscina, Michel comenzó a moverse más y más rápido, su culo se endurecía cada vez que entraba en Paloma y por sus jadeos se podía adivinar que le faltaba muy poco para irse. De repente salió de ella y la hizo incorporarse, Paloma obedeció dócilmente y se puso de rodillas sobre el agua, su polla estaba delante de ella erguida y reluciente, no hacían falta palabras para saber que necesitaba…  la introdujo en la boca, la sujetaba con una mano mientras sus labios la hacían desaparecer de la vista, ella lo hacía poco a poco muy despacio, besaba el glande lo lamía como si fuera algo delicado y sabroso a la vez, pero algo me decía que no estaba dispuesto a esperar… sujetó la cabeza de Paloma y comenzó a moverse  con más y más fuerza,  su cuerpo se tensaba y todos los músculos comenzaron a marcarse, varios espasmos involuntarios fueron acompañados por un gruñido de placer…

-Aggg Aggg me corro…

El semen de aquel muchacho entro en la boca de Paloma, la sujetó por la nuca mientras su cuerpo convulsionaba y descargaba todo su viscoso líquido en el interior… parecía ser que Paloma no le hacía  ningún asco… siguió amorrada a aquella polla hasta que la última gota hubo salido. Llegados a ese punto yo ya no podía más, la escena que había visto frente a mí, junto al continuo roce de la lengua en mi coñito, había conseguido que  mi cuerpo me abandonara por completo, comencé a sentir los primeros espasmos de un maravilloso orgasmo. Mis manos se posaron con fuerza sobre la cabeza de David, lo presionaba hacia mí, con fuerza, mientras, mis caderas se movían arriba y abajo con pequeños espasmos involuntarios que intentaban aplacar el placer que me embriagaba.

-Ahhh sigue sigue…ahhhhh.

Tras unos segundos de estasis y cuando todavía me quedaban los efectos de aquel maravilloso orgasmo,  aquel chico me levantó en el aire y me volvió a introducir en la piscina, estaba como loco y de un rápido movimiento me “empalo” en su dura polla, lance un grito al sentirlo como entraba y me llenaba por completo, todavía estaba muy sensible tras el orgasmo y no pude evitar gritar. El agua nos cubría en parte y no tenía la menor dificultad en mantenerse así conmigo encima.

Me sujetaba fuertemente por el culo, me levantaba y me dejaba caer y mientras su polla entraba una y otra vez  en mí, sentía  la ligera presión maravillosa de su miembro entrando  y presionando contra las paredes de la vagina, era una sensación que me llenaba por completo, que había conseguido acelerarme de nuevo el pulso y hacerme respirar con dificultad.

David jadeaba, lo sentía en mi oído mientras, sus manos se aferraban fuertemente a mi culito, lo escuchaba respirar cada vez más fuerte, cada vez más acelerado,  cada vez más descontrolado… llegaba el final de su aguante, sentí como su cuerpo se endurecía y comenzaba a lanzarme fuertes embestidas mientras su cálido líquido entraba en el interior de mis entrañas, sentía su  calor entrando en mi con varios chorros de semen cálido llenándome por completo.

Nunca hubiera imaginado que sentir su semen inundando mi vagina hiciera que me sintiera tan cachonda, fue sentir su leche golpeando contra las paredes de mi vagina cuando sin esperarlo me produjo un segundo orgasmo más intenso si cabe que el primero y que obligó a David a mantenerse durante unos segundos…

-¡No me sueltes! ¡No paress!

- Me voy…. Ahh ahh ahh

Mis caderas se movían con una descontrolada cadencia sobre su polla todavía rígida, mientras no podía dejar de gemir ahogadamente ante mi segundo clímax.

No había terminado cuando me dejo sobre el agua exhausto. En ese momento me percaté que mi amiga y su joven amante habían sido testigos de todo lo que había pasado, la verdad es que yo hacía tiempo que ya no era consciente de donde estaba ni de con quién. Verlos ahí me volvió a la realidad y por un momento me hizo sentirme culpable.

Sin mirar a nadie comencé a buscar los restos de mi ropa esparcidos por aquella piscina, estaban empapadas, no podía ponérmelos  y ni mucho menos ir a casa así. Por un instante el miedo se hizo mayor al ver la hora que era y no haber aparecido en casa, le había dicho a mi marido que volvería en media hora y ya eran casi las cinco… recogía ropas mojadas mientras el resto se vestía con tranquilidad.

-¿Por favor nos llevareis ahora?

Intenté ser lo más dulce posible.

-El caso es que hemos quedado y si os llevamos llegaremos tarde ajajaja

Aquel maldito bastardo no iba a cumplir su promesa… el mundo se me caía encima cuando vi las 5 llamadas perdidas de Chema.

-Dijiste que nos llevaríais, no podéis dejarnos aquí…

Mis palabras eran una pura súplica, intentaba que se compadeciera de mí, pero a aquellos chavales les importaba bien poco nuestra situación. Ellos se vestían rápidamente mientras atendían con desgana  a mis palabras.

-No podemos, hemos quedado… que le vamos a hacer… hay veces que las promesas no se cumplen jajaja

Una vez se hubieron vestido salieron por la puerta,  no si no antes invitarnos a salir.

-Bueno chicas ya lo sentimos pero nos tenemos que marchar…

-¿Pero cómo nos vas a dejar aquí tiradas? Estoy empapada…

-Bueno pues sube arriba y te pones algo de mi madre… que es más o menos de tu edad jajaja

Estaba demasiado cansada para contestar, subí  arriba y busqué las habitaciones, una vez que encontré la de sus padres, escudriñe con prisa en el armario y me puse unos vaqueros que me quedaban grandes y una camisa sin elegir apenas, me vestí rápidamente mientras  mi corazón latía con fuerza, intentaba planear algo creíble para contar a mi marido.

Cuando bajé Paloma estaba sola, inexplicablemente se habían ido…yo tenía la secreta esperanza de que todo fuera una broma y que al final nos llevarían a casa.

-¿Se han ido??

-Si se han marchado, ha dicho que cuando nos marchemos cerremos la puerta.

-¡Que hijos de puta! ¿Y ahora qué hacemos?

-Voy a llamar un taxi,  al menos que nos lleven hasta donde tengo el coche...

Mientras Paloma llamaba, subí de nuevo a la casa… el taxi no tardó en llegar y enseguida me llamó para decirme que estaba esperando.

De vuelta a casa mi cabeza daba vueltas intentando pensar en una excusa creíble, ninguna de las dos decíamos una palabra, hasta que fue Paloma la que rompió el hielo…

-Bueno que te ha parecido? Ahora estas agobiada pero hace un ratito no decías nada jajaja

-Calla tía no sé qué le voy a decir a Chema, hace casi 3 horas que tenía que haber vuelto…

-Bueno seguro que algo se nos ocurre…  pero ¿te arrepientes?

No tuve que pensar mucho… la verdad es que no me arrepentía, creo que en esta vida es mejor arrepentirse de lo que haces, antes que arrepentirse de lo que has dejado de hacer. Con una media sonrisa contesté.

-No, no me arrepiento, pero el sí que se arrepentirá…

-Paloma me miró extrañada… ¿y eso?

Bueno por un descuido se quedó el agua de la bañera con el tapón puesto… seguramente cuando llegue a casa aquel chaval tenga que entrar a nado o con una barca jajajaja

¡Que zorra eres!  Jajaja.