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Vacaciones en familia

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Vacaciones en familia

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Mis labios se abrieron primero un poco para que mi lengua, cargada de saliva, lubricase la punta de su polla, abrí un poco mas la boca y metí la punta de su polla entre mis labios, dentro de la boca la lengua estaba esperando para recorrer toda la cabeza de su rabo, solo había metido en mi boca su glande pero eso le estaba dando un gustazo bastante rico. Aquello le gustaba bastante, pero sé que le parecía poco, porqué me dio un nuevo tirón de pelo para meterme mas polla dentro de la boca mientras él seguía con sus bufidos.

Arrodillada entre sus piernas, mi cabeza se puso justo encima de su polla, abrí los labios y retomé la mamada. Mi mano acompañaba a mis labios, haciéndole una paja a la vez que su polla entraba y salía de mi boca. Cada vez que se introducía su verga en mi boca la lengua se paseaba por todo el prepucio, pausando la penetración para que mi lengua no dejase un centímetro sin lamer. Mis labios se cerraban de vez en cuando forzando un poco la entrada de su glande en mi boca, aquello le daba una sensación bastante agradable, podía verlo en las muecas de su rostro.

 

Su placer era enorme pero por desgracia, no tiene el aguante que yo deseo para él, aún lo estoy adiestrando, empezó a moverse poco a poco presa del placer que iba subiendo. Mi boca seguía succionando su polla y al darme cuenta de sus espásmos de placer empece a subir el ritmo, subiendo y bajando la boca y la mano, apretando los labios para hacer presión sobre su dura polla y de vez en cuando rozar su glande con mis dientes. La lengua completaba la espiral de placer que hacía que cada vez se retorciése mas y mas.

 

Seguí lamiendo guiada por el ritmo de mis manos, ya no podía aguantar mas, se estaba tensando de placer y su polla no paraba de entrar y salir de mi boca, cuando empezó a correrse sujetó mi cabeza contra su polla, aguantándome un rato hasta que terminó de descargar toda su leche dentro de mí boca. Me mantuvo así un rato hasta que descargó todo lo que había en sus pelotas, vaciandose dentro de mí. Cuando acabé de tragarme todo me soltó y pude echarme para atrás, quedando arrodillada entre sus piernas, sonriendo y lamiendo su verga, mi cuñado me mirába sumido en una mezcla de placer y turbación, por acabar de ponerle los cuernos a mi hermana pequeña, solo llevaban seis meses casados, y era la primera vez que íbamos juntos en familia de vacaciones, siendo cuñados.

Sonriendo y sudada, me levanté y me subí las bragas mientras él me miraba ahí frente a él con los pechos al aire y con un poco de su semen aun en mis labios.

Con cara de zorra me relamí mientras él me miraba. No se que debía pensar de mí en ese momento, yo intentaba imaginarlo…

“La muy cabrona disfruta como una puta…… ”

Una puta, aquello me dió una idea. Me agaché para darle un chupetón a una de sus gordas pelotas, le tenía que dar la última dosis de vicio antes de salir por la puerta de su habitación.

Me levanté y me dispuse a irme, ya en la puerta me volví a mirar y ahí seguía, tirado en la cama tocándose los huevos y la polla tiesa. Solté una sonrisa maternal y le dije

— ¿creo que mi hermana nunca te hizo una mamada como esta verdad?

Aquello lo dejó sorprendido, de nuevo con una sonrisa en mis labios, cerré la puerta dejándolo dentro tirado en su cama, pensando en lo que le dije. Yo mientras tanto me fui a la terraza del bungalow a tomarme un zumo, que después de una mamada me iba a sentar mejor que nunca. Y a esperar a que llegasen mi hermana, mi marido y nuestros hijos de la piscina del camping en el que estábamos pasando nuestras vacaciones juntos.

Anna