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Imaginación real

en MicroRelatos

Muchas veces tengo la sensación de que cuando emito mi cabeza va a mil por hora y que mi imaginación supera la realidad.

A ver, sé que eso es así, que mi imaginación supera la realidad, pero porque me gusta imaginar cómo están los que me ven mientras emito.

Muchas veces sé que estoy de charla y haciendo el tonto, pero otras veces, cuando estoy excitada e imaginando, cuando empiezo a acariciarme, me gustaría saber cómo lo percibís vosotros.

Saber si mis caricias provocan  o no provocan que vuestras manos quieran acariciar o que vuestras lenguas quieran lamer.

Sentir vuestros dientes en mis pezones, mordiendo, tirando de ellos, mientras mis gemidos arrancan de mi garganta y mis manos son un frenesí de caricias en vuestra cabeza.

Percibir cómo vuestras manos acarician mi piel en vuestra imaginación o como directamente azotan mis tetas como lo hago yo.

Esas sensaciones en las que la imaginación provoca excitación en mi cuerpo de tanto visualizar escenas sexuales con todos vosotros mientras emito.

Vuestras manos me acarician al mismo tiempo que imagino como estáis en vuestras casas o trabajos acariciándoos por lo que veis. Cómo vuestras miradas se fijan en alguna parte de mi cuerpo, esperando que mi mano pase y acaricie. Cómo mis caricias os pueden llegar a acalorar o cómo pueden hacer que vuestras miradas sean más fogosas y excitadas.

Esas miradas que no puedo ver, pero creo que en ocasiones puedo percibir, clavadas en mi, con los ojos centrados y fijos, la cara desencajada sexualmente, esos cambios en las facciones del rostro que son el preámbulo de un orgasmo placentero y que tanto me gusta mirar cuando han sido provocados o debidos a mi.

Os parecerá egocéntrico este relato, al contrario, es necesario el sentirse deseada para poder seguir abriendo la caja de pandora sobre la libertad sexual de cada uno de nosotros. Esa caja de pandora en la que tu mente vuela con deseos y fantasías que no has contado por miedo o rechazo que te provocas a ti misma pero que vuelven una y otra vez a ser el centro de tus orgasmos.

Esas fantasías como las mías, que nunca sé si podré llegar a realizar o se quedarán en mi imaginación.

Cómo vuestras manos traspasan la pantalla y desgarráis la ropa por el deseo de tocar, acariciar, sobar. Cómo vuestras manos no dejan que mi piel se enfríe y que mi imaginación descanse al disfrutar de la realidad. Cómo vuestros dedos penetran mientras mis manos masturban.

Los ojos cerrados, mordiéndome el labio, silencio previo al orgasmo.

Por fin llega y la relajación total de mi mente con él. Silencio en la sala. ¿Habré logrado que me sintáis?

La imaginación dicen que vuela y te lleva donde nunca has estado.

Llévame a sentir cada vez que emito que vuestras manos rozan  mi piel y vuestras miradas se clavan en mi.