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Rompiéndole el culo a Mili (39)

en Sexo Anal

Los pensamientos sobre la posible enfermedad de Mili, sus consecuencias, no me dejaron tranquilo… ¿estaba listo para enfrentar algo así?, en algún momento tenía que madurar y sentía que Mili valía la pena… así que, a medio camino a casa, me arrepentí y volví a la facu a esperarla.

Ella estaba en medio de un grupo de amigos, entre los cuales estaba Guille, seguramente discutiendo las respuestas del examen… sin embargo al verme, el rostro se le ilumino, los dejo y fue a verme. Me conto que le fue súper bien, me agradeció por ayudarla, fuimos a cenar y luego la deje en su casa. No pude pasar porque sus viejos ya estaban ahí y no quería interrumpirlos.

A pesar que no me lo pidió, insistí y la acompañé a sus exámenes médicos y tras unos días de estrés, fuimos a recoger sus resultados… eran negativos… sonreímos aliviados, mientras nos abrazábamos de alegría y ella llamaba a sus padres para informarles.

Pero… si bien salió bien en sus exámenes médicos, la advertencia estaba dada, debía hacerse sus chequeos regularmente. No debía cantar victoria… siempre el lado negativo que tenemos, me hacía intuir que esa enfermedad se daría maña por separarnos… aunque no de la manera que pensaba…

Tras esas semanas agitadas, llego el fin de semana de celebración del Día de Brujas… que, si bien no es una celebración latinoamericana, ya desde hacía unos años se había tornado en un pretexto para que los jóvenes salieran a divertirse, incluso para que los niños pidan dulces.

MI situación con Mili era difusa, no éramos pareja, y sentía que éramos más que amigos… más bien me parecía que ella me tenía a prueba para ver si recuperaba su confianza, cosa que no me importaba… tampoco hablamos de eso, solo nos dejábamos llevar por el momento…

Como les decía, tras esas semanas de ajetreo y estrés, Mili me insinuó para salir a divertirnos, a bailar y relajarnos… no me negué… le había llamado la atención una fiesta en una discoteca, pero el ingreso era solo con disfraz… ella nunca había asistido a una fiesta así y le gustaba la idea, a mí por mi lado no me hacía gracia disfrazarme… pero bueno… con tal de darle su gusto…

Pues bien, termine disfrazándome de pirata, pantalón negro, camisa blanca suelta, cintillo rojo en la cintura y sombrero a lo Jack Sparrow, con parche en el ojo y todo. A decir verdad, me sentía ridículo, más cuando veía la expresión del taxista que me llevo a casa de Mili.

Espere un rato en la puerta, hasta que Mili salió vestida de… como decirlo… una sexy nativa norteamericana, con un vestido beige con grabados indios que terminaban en minifalda, con los hombros descubiertos y algo de escote… ufff… una delicia, ver como a pesar de ser suelto el vestido se le abultaba en los senos y el trasero…

Para completar la imagen y la fantasía, Mili tenía pintadas las mejillas con esas rayas características que se ven en las películas de vaquero, tenía un par de trenzas que ladeaban sus hombros como apuntando a sus redondos senos… y de remate una vincha en la con una pluma en la frente.

La comí unos instantes con la vista y luego nos fuimos a la disco. Había una fila grande para ingresar, pero ella me dijo para ir adelante que quizás teníamos suerte… a pesar de la cola, creo que el de seguridad le vio la cola a Mili y nos dejó pasar… no sin darle una mirada marcando mi territorio.

Mili se dio cuenta y me jalo del brazo, ya estábamos adentro, no había que armar un lio. Lo cierto es que esperábamos relajarnos y pasar desapercibidos en ese local alejado de la universidad… pero…

La gran idea de Mili de ir a esa disco, al parecer fue compartida por varios miembros de la facu de último ciclo, nos topamos con varios rostros conocidos… pero nos dio igual, continuamos nuestro camino… Mili me decía que no tenía ánimos de unirse a ningún grupo, que solo quería quedarse conmigo, bailar y tomar algo tranquilamente, sin chismes, ni nada.

Ubicamos una mesa pequeña para 2, en un segundo piso, alejados del tumulto, pero con vista a la pista de baile. Pedimos unos tragos, mientras conversábamos alegremente, esperando alguna canción que nos animara a bailar. Comenzamos a recordar anécdotas de nuestra relación, cuando éramos pareja… los recientes eventos… nuestros planes después de la universidad…

Así sin querer llevábamos varios tragos encima… hasta que Mili, me dijo que iba al tocador (baño de mujeres), me hizo gracia verla pararse algo mareada y caminar tambaleándose unos metros hasta que se estabilizo… y me gusto más ver como en el camino rechazaba propuestas para bailar…

Estaba tranquilo, bebiendo una cerveza, optimista de como pintaba la noche… hasta que sentí una presencia siniestra… un frio recorrió mi espalda y se me entumeció el cuello… sentí una mano delicada acariciando mi hombro…

-          Hola… tiempo sin verte… era la voz coqueta de la rubia Vane.

-          Ahhh… si… bueno… estuve ocupado… dije maldiciendo mi suerte.

-          Ya no contestas mis llamadas… me reclamo insinuante.

-          Bueno no quería oír tus reproches por lo que paso la última vez (que te deje plantada en el hotel), ¿recuerdas?… repuse sarcásticamente.

-          Eso fue hace meses y ya te perdoné… quiero empezar de nuevo… dijo frescamente, sin poder disimular su disgusto tras ese recuerdo.

Mierd… como hago para que esta loca se vaya, pensaba. Estaba siendo hasta cierto punto agresivo con ella, demostrándole mi incomodidad por su presencia, pero ni así Vane se iba. Encima me daba su perdón por haberla desairado dejándola esperando en una habitación de hotel.

A decir verdad, Vane estaba haciendo honor a la imagen que tenia de ella en mi mente, de una bruja, había venido con un sombrero negro (de esos en punta de las hechiceras), un vestido ceñido negro, muy escotado dejando ver sus inflados melones, terminado en una minifalda pequeña que por lo ajustado dejaba poco a la imaginación, mostrando sus bien trabajados muslos.

-          Creo que vi a Guille por ahí… le mentí, intentando alejarla nuevamente.

-          Ay… no me importa… es mi cumpleaños y nadie me lo va malograr… dijo aburrida.

Ahora todo tenía sentido, esa loca solo podía haber nacido un día de brujas… pero daba igual, Mili debía estar de regreso… debía botarla, dejando mi ego de lado (pensando que Vane me deseaba) quizás su insistencia en quedarse a mi lado era para provocar a Mili.

-          Disculpa, es que no vine solo… espero a alguien… le dije apurándola.

-          Que grosero… yo tampoco vine sola (ahí está mi grupo de amigos), pero no me vas a negar un baile por mi cumple… y por los viejos tiempos… agrego coquetamente.

En esa última referencia paso su mano sugerentemente por mi espalda, mientras con la otra se acariciaba encima del escote, de sus blancos y jugosos melones que comenzaban a hipnotizarme… volviendo a inflar mi ego, pensé: esta pendeja quiere que me la tire otra vez, me dije…

-          Quizás podamos encontrar un lugar más privado… agrego seductora al ver que no respondía.

A Vane no le importaba que yo tuviera compañía (o quizás ya sabía o intuía que vine con Mili), tampoco le importaba su grupo de amigos. Por su voz, su mirada, su sonrisa y expresión corporal era obvio que quería que le rompa el culo otra vez…

Soy hombre y esa bruja literalmente estaba buenota, pero loca, y recordé que fue por ella que Mili termino conmigo. Mierd… Mili, busqué la ruta al baño y no la encontré… quizás ya me vio con Vane y accedió a bailar con alguien más… mire la pista de baile y nada… ¿Dónde está?... ¿Se fue?

-          Hola Vane… dijo una voz poco amical a mi lado.

Caraj… cual fantasma, Mili apareció a mi lado. Mientras Vane me estaba comiendo con la mirada e insinuándoseme, Mili se acercaba cual fiera sigilosa… Ya me jodi otra vez, pensé al verla, mientras Vane seguía con su mano en mi hombro.

-          Hola Mili… respondió Vane desganada, sin dejar de acariciar mi hombro.

La presencia de Mili había malogrado los planes de Vane respecto a lo que pensaba hacerme… o que pensaba dejarme hacerle como regalo de cumple, quizás Vane me esperaba con un lazito de regalo en su bien formado trasero, listo para partirlo…

-          Ven amor… vamos a bailar… dijo Mili imperativa.

Me dio un beso, me tomo de la mano y prácticamente me jalo hacia la pista de baile, mientras refunfuñaba una serie de groserías en voz baja. Apenas logre ver Vane con rostro desencajado y furiosa porque Mili me alejaba de su trofeo… se sintió desairada y parecía que volvería a la carga en cualquier momento, se reagrupo con sus amigos sin dejar de mirarnos…

Mili más bien se sentía retada por ella, por su mirada desafiante, por sus intenciones hacia mí. Vane había sido la piedra de la discordia entre nosotros, por sus manipulaciones caprichosas… Así que Mili en respuesta me besaba con pasión mientras bailábamos abrazados, para provocar a Vane…

-          Te dejo 2 minutos… y esa ofrecida aparece al acecho como buitre… dijo molesta.

-          Ya amor… no le hagas caso… le dije, besándola y siguiéndole la corriente.

-          Justo ella tenia que estar aquí… que rabia… renegaba Mili.

-          Olvídate de eso… ahora estamos juntos… le dije calmándola.

-          Si… estamos juntos… ¿Eres solo mío?... dijo poniéndose melosa, no sabía si por mis palabras o actuando para que la espectadora de Vane se enfurezca más.

-          Si, solo tuyo… respondí besándola tiernamente.

Poco a poco con el baile nos fuimos olvidando de Vane y sus venenosas miradas. Nos fuimos acercando al ritmo de la música cada vez más provocativa. Nuestros cuerpos se fueron juntando y frotando al son de las canciones, que por la forma en que se bailan, horrorizarían a nuestros padres.

Cada vez nos íbamos poniendo más calentones, ocasionado porque moviera su redondo trasero en mi ingle, que su abultado pecho rebotara en el mío… o simplemente verlos saltar al compás de música, nuestras miradas iban cambiando por deseo, así como nuestros besos.

-          Ayyy… amorrr… quiero que me rompas el culo… me susurro Mili al oído mientras bailábamos pegados sobándonos todas las prominencias de nuestros cuerpos.

Mierd… como negarse a ese pedido… pero ¿aquí? y ¿ahora?... ¿Dónde?... me decía, si la llevaba a otro sitio, quizás su excitación menguaría, era mejor aprovechar ese morbo que traíamos… 

-          Vamos… le dije jalándola de la mano entre el gentío de la pista de baile.

Recordaba haber visto un baño en el entrepiso, en dirección a donde estaba nuestra mesa… alguna vez había aprovechado un lugar así poco concurrido en una disco para recordar viejos tiempos con una amiga de colegio con la cual nos iniciamos en los placeres sexuales… pero esa es otra historia.

Volviendo al relato… el baño en cuestión dejo de ser opción al ver que entraban y salían chicas, era muy arriesgado. Hasta que intentando disimular nuestro acecho al baño, empezamos a besarnos contra una pared… entonces vi nuestra opción ganadora…

En una puerta al lado había un pequeño letrero de que decía “Box reservado” y abajo un papel que decía “Srta. Vanesa…” y un poco más abajo a partir de las 12… entonces estaba libre hasta la medianoche… y nos quedaba poco mas de media hora, tiempo suficiente.

Ingresamos rápidamente viendo que era propicio el lugar para nuestra travesura, con el aliciente de profanar el lugar donde Vane y sus amigos celebrarían su cumpleaños.

-          Srta. Vanesa… ya está listo… pase… nos dijo una mesera que hacia los últimos arreglos.

Le jale la mano a Mili y ella le siguió la corriente, se haría pasar por Vane para que nos dejaran la habitación.

-          Quedo todo muy bonito… gracias señorita… dijo Mili nerviosa.

-          Cualquier cosa que necesiten, toquen el timbre y vendré... respondió la mesera y se retiró.

Nos dejó en aquel cuarto espacioso con unas banquetas de cuero alrededor de una mesa de centro con tragos y otra mesa mas grande con torta y bocadillos, decorado con globos y demás. Lo único que nos inhibió un poco fue el ventanal desde el que se veía la pista de baile… ¿nos verían?

Mili ni se quiso acercar a la venta, me percaté que era de esos vidrios polarizados, desde los que uno puede ver hacia afuera y no hacia adentro, recordé que desde la pista de baile no se veía nada hacia dentro… me acerqué a ver el panorama… bueno era un salón vip, digno de nuestra calentura.

Al voltear me di cuenta que otro panorama me esperaba… Mili ya se había acomodado en 4 patas sobre una de las banquetas, se había levantado la falda y me esperaba con su gordo trasero empinado y las piernas abiertas, para mostrarme su goloso y arrugado ano ansioso de ser penetrado.

-          Y bien… ¿Qué esperas?... no hay mucho tiempo… me dijo apurándome con cara excitada.

Corrí a su lado rápidamente, me hizo una seña, quería probar mi verga antes que se la incruste por el orto… la engullo, lamio y succiono unos segundos, dándole su aprobación al grado de dureza que ya manifestaba, solo entonces me dejo ir a su retaguardia.

Me arrodille detrás de ella y la penetre lentamente por su arrugado anillo, mientras notaba como su piel se le ponía de gallina y ella ansiosa retrocedía buscando insertarse toda mi verga, estirándose hacia atrás

-          Asiiii amorrr… asiiii… que ricooo… exclamo al tener mi verga atorándola nuevamente.

Su cuerpo disfrutaba el momento, Mili comenzó a menear su rabo en mi erecta verga, saboreando su dureza centímetro a centímetro, mientras yo disfrutaba del espectáculo que me ofrecía. Ante mi inacción Mili comenzó a bombear ella misma su culo… yendo y viniendo, rebotando su gordo trasero contra mi entrepierna.

-          Clávame ya… por favorrr… me suplicaba para que reaccionara y la sometiera.

Comencé bombearla armónicamente, hasta que agarre ritmo… sus tibios gemidos inundaban el ambiente y se mezclaban con la música. En el ir y venir de su enorme rabo, el vestido apenas agarrado en los hombros se había replegado a la cintura, liberando sus senos que se bamboleaban al compás de mi ritmo, al igual que sus trenzas.

Tome ese borde de su vestido con una mano, mientras con la otra atrapaba sus trenzas y la jale hacia atrás, cabalgándola como a una yegua salvaje que debía ser domesticada…

-          Uhmmm…. Siii… cabalgameee asiii… párteme el culo… suplicaba Mili excitada.

En uno de los tirones exagere un poco y Mili en un principio arqueo la espalda lo más que pudo, clavándose todo hasta la raíz, luego se incorporo un poco, lo que me permitió jalonear sus henchidos senos… al mismo tiempo que Mili volteaba el rostro buscando mis labios.

Entre jadeo y jadeo nuestras lenguas y labios se proferían caricias, sin que mi verga no dejara de castigar sus redondos glúteos, con una mano continuaba tirando sus trenzas y con la otra apretujando sus senos y pezones… Mili me miraba satisfecha con amor…

-          Ahora lo quiero diferente… me dijo liberándose de mi cautiverio.

Me hizo sentarme en la banqueta y ella se sentó encima mío, de frente, tomo mi verga se la dirigió a su goloso ano, no tardando en empalarse ella misma. Mili brincaba plácidamente sobre mi verga, mientras no dejaba de besarme… eso era lo que quería… mezcla de ternura, amor, excitación.

-          Ayyyy… si mi amorrr… uhmmm… exclamo al poco rato estremeciéndose.

Al poco rato se contrajo, arañándome la espalda sin dejar de succionarme con sus labios y lengua, agradecida de que le haya roto el culo como le gustaba. Suspiramos un rato... me quise salir… pero Mili no me dijo…

-          Te falta el otro… me dijo coqueteando risueña.

No le entendí al inicio, pero luego ella se levanto y apunto mi aun dura verga a su mojada vagina… Mili quería faena completa, quería salir de ahí con sus dos agujeros satisfechos y también complacerme… para terminar de profanar el lugar donde seguramente Vane se sentaría con sus amigos en unos minutos.

Nuevamente Mili comenzó a brincar sobre mi tiesa verga de manera armónica, infringiéndose ella misma el castigo. Me apretujaba el rostro contra sus voluminosos senos, casi obligándome a engullirlos mientras ella con los ojos entrecerrados disfrutaba mordiéndose los labios.

-          Ayyy amor… ayyy amor… uhmmm… gemía Mili complacida.

Su tibio agujero, su dulce gemir… sus jugosos labios con su juguetona lengua, me estaban excitando, llevándome al borde… resiste mierd… no termines antes que ella… me decía yo mismo, dándome ánimos para no desfallecer…

De repente Mili comenzó a apretarme cada vez más fuerte, sus senos se abultaban en mi pecho, mientras su respiración se ahogaba cada vez más, brincando cada vez más rápido y fuerte… ya conocía esa expresión, ese trance, estaba cerca…

-          Uhmmm… mi vidaaa… uhmmm… exclamo reventando en un sonoro orgasmo.

Las contorsiones que sufrió su cuerpo terminaron de excitarme… estaba conteniendo mi descarga, procurando que Mili termine de disfrutarlo, mientras me besaba… pero debía alejarla, sino terminaría dentro suyo.

-          Ufff amor… ya… ya… me vengo… le advertí.

Mili se alejo rápidamente, se puso de rodillas frente a mí, con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos brillosos de mujer enamorada y satisfecha de que le hayan complacido sus dos agujeros… no veía esa sintonía expresiva de felicidad entre su cuerpo y rostro, desde que éramos pareja… sentí que habíamos recuperado esa magia.

En el suelo, con los senos descubiertos subiendo y bajando por la agitación, Mili esperaba pacientemente que le vacié todos mis líquidos en su boca y quizás su rostro, para terminar de complacerme quizás con una mamada y succionada de premio… sin embargo…

-          Chicos… un rato espérenme… veré si todo está listo… oímos afuera de la puerta.

Mierd… parecía la voz de… no… era la voz… Vane… que se disponía a verificar si su box privado estaba listo para celebrar su cumpleaños. Al poco rato ella abrió la puerta con expresión de sorpresa a ver como Mili arrodillada se disponía con la boca abierta a recibir mi la avalancha de semen…

Vane se tapó la boca con las dos manos, quizás para evitar proferir gritos e insultos que atrajeran más gente, mientras sus ojos crecían brutalmente no dando fe a lo que veían… soltó la puerta que se cerró rápidamente detrás de ella, para nuestra suerte, evitando que algún curioso pudiera vernos.

Mi descarga que había aguantado un poco porque la retarde para evitar venirme en la vagina de Mili, no podía esperar más, la naturaleza debía seguir su curso… a pesar de la sorpresiva presencia de Vane, la explosión liquidad de mi verga era inminente…

-          ¿Qué? ¿Qué es esto?... logro a murmura Vane casi sin aliento, sin entender lo que ocurría.

Al voltear instintivamente a ver a Vane, desvié la puntería de mi verga de la boca de Mili… mis líquidos salieron expulsados como manguera de bombero, por diferentes lugares… las banquetas, cojines, la mesa de vidrio, los tragos… y un poco sobre el rostro y la boca de Mili que los recibió de buena gana sin dejar de sonreír complacida.

-          ¡Ustedes otra vez!… exclamo Vane recuperando la voz, recién caía en cuenta que eso no era parte de un espectáculo contratado o de la hora loca de su cumpleaños.

Se la veía indignada y a la vez asqueada del desastre que hacíamos, quizás hasta humillada porque el chico que la dejo plantada hace 2 meses y la rechazo hace unas horas, se follaba a su rival en su cumpleaños y en su habitación reservada.

Además, recordé que apenas hacia un rato, Vane me había propuesto irnos a un lugar más privado… quizás se refería a este box, donde acababa de romperle el culo a Mili en vez de a ella… una triste ironía a costa de Vane. Encima, para su mala suerte, no era la primera vez que nos atrapaba así, igual fue en la casa de Guille, en la universidad y en el club, siempre en pleno acto sexual.

Sin darle mayor importancia a la presencia de Vane, o quizás adrede para que ella la vea, Mili agarro mi desbocada y salpicante verga, procediendo a dirigirla y embocarla a su boca, para terminar de recibir el chorro de leche y limpiar agradecida mi verga con su lengua y labios…

Vane roja de ira contemplaba la imagen, viendo que no le hacíamos caso. Tenía una mano sobre la puerta cerrada, para evitar que alguien mas entrara y viera como habían profanado su habitación vip donde ella esperaba celebrar… pero nosotros nos habíamos adelantado…

-          Son unos animales… ¡lárguense de aquí!… exclamo furiosa.

Nos acicalamos rápidamente en medio de risas burlonas, como niños atrapados en una travesura, luego salimos huyendo… solo que Mili se detuvo en la puerta y regreso al lado de Vane, que petrificada y mortificada veía como habíamos salpicado toda la habitación.

-          En tu cara… ¡perra!… le grito Mili en tono revanchista a Vane que no atino a decir nada.

Tuve que jalar a Mili del brazo, para que no siga provocando a Vane, ya que en un último arrebato Mili le había mostrado los dos dedos del medio mientras hacia una expresión fiera... tenía que alejarla antes que reaccione y se arme una pelea.

Salimos rápidamente de la habitación, mientras veíamos como los amigos de Vane seguían tomando y bailando alrededor de una mesa grande, sin percatarse de los gritos que nos pegó Vane, ni de nuestra huida… y que Vane seguía profiriendo insultos furiosa dentro de su “box-vip”.

Bajamos las escaleras y vimos a la mesera subir raudamente… pobre chica… iba tener que aguantar el humor de Vane y limpiar el desastre… Salimos entre risas de la disco, quizás cuando Vane reaccionase nos mandaría a sacar con la seguridad de la disco.

Recién afuera, me percate que Mili tenía una línea blanca melosa en la mejilla producto de un chorro de mi leche… pero que se había mimetizado con su maquillaje de india.

-          Que divertido… me la debía esa zorra regalona… dijo Mili triunfante.

Mili sentía que se había cobrado revancha de la humillación que sintió al ver su foto en mi laptop… mejor que su foto fue la imagen en vivo que se llevo Vane al vernos llegar al clímax en la habitación que ella reservo y así arruinarle su celebración… aunque luego el destino nos depararía otra anécdota a expensas de Vane…

En el taxi camino a su casa, cada cierto tiempo Mili se acordaba de lo sucedido y se reía de buena gana, luego me besaba feliz... mientras me dejaba abrazarla y ella sostenía mi mano de manera cariñosa... No fue necesario decir nada… habíamos vuelto a ser pareja…

Sin embargo, teníamos un futuro incierto por delante…le habíamos ganado esa batalla a Vane, pero perderíamos la guerra con alguien más…

Continuara…

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