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El anito de Anita (06)

en Amor filial

Como les conté, mi prima regreso a su pueblo, y yo me había salvado de varias durante ese verano... tanto así que mi madre al regresar de dejar a Anita en la estación del autobús, se acercó y me dijo:

-       Me alegra hijo que no le hayas de Anita, te portaste como un caballero.

-       No te preocupes madre, respondí tranquila y sobre todo cínicamente.

Por otro lado mi conciencia me decía: Mentiroso de mierd... sátiro… pervertido…

Inicie un nuevo ciclo en la universidad, pasaron los meses. Me mantuve activo en materia sexual, tuve algún encuentro fugaz con una que otra chica, pero siempre de alguna forma recordaba con cariño a mi primita su formidable cuerpo y su inocente erotismo que incitaba mi apetito sexual. Más de una vez amanecí con una erección y las sabanas manchadas, tras haber pasado la noche pensando en ella.

Al terminar el ciclo y llegar las vacaciones de medio año, todo transcurría de manera normal, normalmente aburrida por el invierno que se cernía en nuestra ciudad, cuando de pronto llegaron a nuestra puerta dos inesperadas visitas... mi tío, y adivinen quien lo acompañaba… nada menos que mi prima Anita.

Gratamente sorprendido, no deje de observar disimuladamente a mi primita. Ella a su vez me devoraba con los ojos, lanzándome una que otra mirada a mi entrepierna.

Mi prima ahora lucia su piel bronceada, producto de su calurosa ciudad sureña, me daban ganas de lanzármele encima y destrozarle el vestidito que traía y así verla completamente, su bronceado y sus coquetas sonrisas me calentaban la sangre, me excitaban mucho.

El motivo de la visita era en parte familiar pero básicamente mercantil, para salir de su crisis económica, mi tío decidió, como quien visita a la familia, venir a la capital y llevar alguna mercadería para vender en su pueblo.

Como mi primita había cosechado buenas notas en su colegio, supuestamente gracias a mis "enseñanzas", le pidió a su padre que, manera de recompensa por su esfuerzo, la llevara a visitar a sus tíos que tan bien se habían portado con ella, y de paso visitar a su primito para que le sacase 

algunas "dudas" acerca de sus cursos.

Pues bien, así aparecieron en la puerta de nuestra casa, se quedarían poco menos de una semana. Yo esperaba que en este breve tiempo pudiera tener alguna oportunidad de ver aquel dulce y joven cuerpo bronceado, esas deliciosas y carnosas nalgas de infarto, aquellos senos más llamativos, que parecían haber crecido una talla más.

Ahora la situación seria mas difícil, mi primita volvería a dormir en el cuarto frente... pero su padre dormiría en la misma habitación, habilitamos una cama para el en ese cuarto... aun así tenia esperanza de que se diera alguna situación para poder disfrutar de los encantos de Anita.

A la mañana siguiente desayunamos en familia, mi tío y su hija salieron de compras y cuando mi madre se fue al mercado, y al estar solo en la casa... me di una masturbada de pura frustración, las cosas no habían empezado bien para mí.

Por la tarde habíamos sido invitados por unos familiares para una reunión, querían ver a nuestro tío y a su hija, me vestí de mala gana. Cuando estábamos dispuestos a irnos Anita se presentó con un rostro malhumorado, cansado, un poco triste, su padre al verla se preocupó:

-       Hija te sientes bien...

-       Me siento un poco mal... dijo mostrando malestar.

-       ¿Qué te pasa?

-       Creo que es un pequeño resfrió... no creo que pueda ir con ustedes... dijo Anita.

-       Seguro el cambio de clima le habrá afectado... agrego mi padre

-       Si, nuestro invierno es terrible, sobre todo para ella acostumbrada al clima cálido... intervino mi madre.

-       Mientras tanto yo pensaba: en realidad estará enferma o es un pretexto...

-       Si creo que es mejor que te quedes hija, no vayas a empeorar, tal vez deba quedarme yo también... dijo mi tío.

-       No, no es necesario vayan ustedes nomas... no se preocupen estaré bien...

-       ¿Segura?, insistió mi tío.

-       Si, con unas pastillas y un buen descanso seguro me recupero... respondió mi prima mirándome de reojo.

Allí entendí que Anita estaba buscando la fórmula para que los dos podamos tener otro de nuestros encuentros, pero con mi tío allí, mi padre y sobre todo mi madre, mi mente se quedó en blanco, tenía que inventar un pretexto tampoco quería quedar en evidencia, temía que la ansiedad me jugara una 

mala pasada.

Al estar en la puerta, despidiéndonos, mi prima me lanzo una mirada entre angustiosa y rabiosa, como diciéndome: Inventa algo, busca la manera de escaparte... pero no se me ocurrió nada, salimos en auto en dirección a la reunión, la casa quedaba a unos 30 minutos de la nuestra... en el camino estaba buscando alguna excusa, cuando... a mitad del trayecto, sonó el celular de mi padre:

-       Alo, ¿sí?, pregunto extrañado mientras conducía... es para ti, y me dio el celular.

Recuerdo que le di ese número a algunos amigos: cuando iba a reuniones con mis amigos mi padre me prestaba su celular para que pudiera comunicarse conmigo, y para que no llegara tan ebrio como aquella ocasión en que me descubrió intentando entrar al cuarto de Anita.

-       Hola Guillermo, como estas... pregunte a mi amigo que me estaba llamando.

Guillermo comenzó a hablarme de una fiesta que haría, que invitaría a todos los amigos de la facultad... casi no le preste atención a los detalles que me daba. En mi mente yo empezaba a maquinar algún pretexto que me salvara de la reunión familiar. Me despedí de Guillermo y adopte un rostro serio, preocupado, le devolví el celular a mi padre, el al ver me expresión por el espejo retrovisor me pregunto:

-       Pasa algo hijo, algún problema...

-       Guillermo necesita ayuda con un proyecto que tiene que hacer...

-       necesita tu ayuda, pregunto preocupada mi madre.

Yo pensaba: bien las cosas están yendo por donde quería, no te desesperes llévalo con calma...

-       Si tengo algunos datos que lo pueden ayudar, solo tengo que arreglarlos un poco y...

-       ¿es urgente?, pregunto mi padre bajando la velocidad del vehículo.

-       Sí, creo que es para mañana, cuanto antes se los envié mejor...

-       Es una pena... habrán otras reuniones, creo que el deber esta primero... dijo mi tío lanzándome ese salvavidas que yo esperaba.

-       Tu tío tiene razón, mientras estés en la universidad cualquier proyecto te va a servir de experiencia, así que no sería bueno que desaproveches esta oportunidad... dijo estacionando el carro.

Trataba de contener mi felicidad, jamás pensé que se me ocurriría una excusa tan pronto, vaya que mi primita había influido en mí, su agilidad mental nos había salvado de varias anteriormente, y hoy siguiendo su ejemplo se me habría la posibilidad de volver a tenerla.

-       Te llevo de regreso, me pregunto mi padre diligente.

-       No, no es necesario, de aquí tomo un bus para la casa... le dije saliendo del auto... y además ustedes van a llegar tarde a su reunión.

Mientras ellos enrumbaban nuevamente hacia su reunión, yo los despedía con la mano, cuando desaparecieron en la esquina lo primero que hice fue atrapar un taxi, no quería perder tiempo, la ansiedad crecía en mi interior, tendría unas horas a solas con mi primita y trataría de sacarles el mayor 

provecho...

Llegue a la casa, entre por la puerta de atrás, quería sorprenderla, mire por la ventana de su cuarto, no estaba, avance por el pasillo, me quite los zapatos para no hacer ruido, llegue a la cocina...

Allí estaba Anita, dándome la espalda, frente a una de los estantes, preparándose un café, llevaba puesto un vestido oscuro, de mangas cortas, tenía botones por el frente (en la zona del busto), botones que llagaban hasta la mitad de su vientre, el vestido era un poco ajustado en la cintura, y terminaba en una falda que le llegaba por encima de las rodillas.

Me acerque lentamente por detrás, con el corazón que me palpitaba con fuerza, ella seguía revolviendo su café, le apunte todo el bulto que formaban mis genitales contra sus nalgas y la presione contra el estante, sus divinas y endurecidas nalgas se abrieron un poco, dando paso a mi verga que empezaba a crecer... ella se sorprendió, pero autoicamente se dio cuenta que era yo, seguramente me estaba esperando:

-       Tonto… me recrimino cariñosamente… te demoraste...

-       Si, le dije y tomándola por la cintura y presionándola más contra el mueble le pregunte: ¿extrañaste esto?...

-       ohhh... siii... muchooo

Sin pensarlo dos veces, libere mi pene como pude, ella a su vez se levantaba su falda y... vaya que me estaban esperando, no tenía ropa interior, una grata sorpresa que no desaproveche y sin tapujos le hundí mi verga por el ano, como le gustaba a ella.

Su pequeño orificio ofreció resistencia, parecía que hacía tiempo nadie lo visitaba, pero yo no tenía paciencia para andarme con juegos, hacía meses que fantaseaba con ese momento, y con la ansiedad que tenía, como dije no lo pensé dos veces y presione con todo mi pene hasta que se hundió en sus entrañas, desgarrando su esfínter, abriendo sus redondeadas y generosas nalgas...

-       Ohhhhhhhh.... exclamo ella al sentirla nuevamente dentro suyo.

Lanzo un hondo suspiro, mezcla de dolor y satisfacción, sus manos tumbaron la taza con el café, y rápidamente buscaron apoyarse contra el mueble. Todo su cuerpo henchido por la sorpresa, sus nalgas, sus muslos, sus senos, su respiración aumento y luego comenzó a bajar a su ritmo normal, mientras en su cara se dibujaba una sonrisa de satisfacción...

-       Uhhhmmmmm... que rico se sienteee... finalmente llego a decir.

-       ¿Qué?, le pregunte, intentando aumentar su morbo y el mío..

-       Tu verga... tan dura... tan gruesa... atorándome... había olvidado lo rico que se sentía...

-       Para que no te olvides... le dije, y comencé a penetrarla fuertemente...

Quería desfogar todos aquellos meses que me pase pensando en ella, en su cuerpo, en su voluptuoso y firme trasero... y ahora con su piel bronceada, sus endurecidos y crecidos grandes senos, quería reventarla.

- Ohhh... ayyy... masss despacio.. Que hace tiempo que no.... hummmmmm....

Nada que más despacio, me decía yo, tanto tiempo si disfrutarla, sin tenerla, sencillamente no podía contener, y arremetía despiadadamente contra su ano, sus carnosas nalgas que temblaban con el 

frenético contacto con mi ingle, sus senos que rebotaban...

- Ahhh... auuuuu.... hummmmmm...

Anita infructuosamente buscaba liberar su pecho, desabotonando el vestido, pero con mis fuertes arremetidas su cuerpo se estremecía aprisionado contra el mueble, y ella tenía que dejar su labor y apoyarse buscaba apoyarse, aun así dejo gran parte de su busto al aire...

- Ayyy... Uhmmm... siii.... rómpeme...

Agarre sus senos como si fueran las riendas de un caballo (tenía razón habían crecido, estaban más duritos, sus pezones parecían que iban a reventar) y comencé a cabalgarla con más vehemencia... y como era de esperarse no aguante más e inunde de semen su pequeño ojete....

-       Ufffff... hace tiempo que te tenía ganas... dije satisfecho.

-       ¿En serio?, me pregunto ella, respirando ahora menos agitada...

-       Claro, un culo como el tuyo no se olvida...

Volteo y me beso con pasión, sus henchidos pechos se bifurcaban en el mío, sus labios y ahora su lengua (donde habría aprendido a besar con lengua), se hundían con los míos calurosamente, mis manos se deleitaban acariciando sus senos y sus nalgas, pasamos unos minutos en este intercambio de 

caricias... cuando de pronto se alejó un poco y miro abajo:

-       ohhh... no me he olvidado de ti...

Se arrodillo y comenzó a limpiar los restos de semen que mostraba mi semi-flacida verga, de reojo me miraba y se dedicaba a saborear sin vergüenza toda mi verga desde la raíz hasta la cabecita, llego a chuparme las bolas, vaya que esta niña seguía en un continuo aprendizaje...

Mi verga estaba llegando nuevamente a su esplendor, ella al notarlo la apretó con sus labios, me tomo por las caderas y me empujaba hacia adelante y atrás, buscando que me pajeara con sus labios, entendí su intención y así lo hice... al rato mi verga estaba totalmente dura, al sentirla ella se aparto...

-       Creo que mi conchita necesita que la visiten... me dijo con una sonrisa pícara.

-       ¿Ah sí?, pregunte yo haciéndome el interesante.

-       Si, hace tiempo que no le dan un buen mantenimiento... me dijo sensualmente.

Diciendo esto subió a la mesa de la cocina y abrió las piernas, mostrándome su velludo y semi húmedo pubis. Me incline hacia él, mi rostro se hundió en su conchita, mis brazos pasaron por sus piernas, y yo me dedique a un lengüeteo feroz que la estremeció, ella gimoteaba, jale alguno de sus vellitos con mis dientes, se mojó completamente:

-       ohhhh.... metemelaaaa....

Dirigí mi pene a la entrada de su vagina y se la enterré de un golpe con el impacto sus hermosos senos saltaron...

-       Ayyy... por qué nunca te puedes aguantarrrr..... ouchhh...

-       Sorry, le dije entre risas.

Comencé a bombearla lentamente, ella miraba con ansiedad y angustia como entraba y salía mi masa de carne de su interior...

-       Ohhh... siii.. asiii...

Yo seguía con mi ritmo pausado, esta fricción la excitaba y la desesperaba más...

-       Ohhh... Uhmmm... qué esperas... más...masss fuerteee... Uhmmm

Incremente las revoluciones, su rostro fue cambiando, mas apacible, mas gustoso... ahora veía complacida como sus senos vibraban a ritmo de mis perforaciones... pero quería sentirla más adentro aun... sus piernas me rodearon la cintura, atrapándome y jalándome hacia ella... así que la niña quiere jugar, me dije mentalmente.

-       ohhh... masss... masss durooo...

Jale su cuerpo contra el mío, pase mis manos por debajo de sus muslos y la levante, ella rodeo mi cuello con sus brazos buscando sostenerse:

-       ¿Qué haces?.. me pregunto angustiada...

-       Querías más... ahora lo vas a tener....

La subí y baje con fuerza, mi verga se enterró bruscamente en su vagina...

-       Ouuuchhhhh...

Sin darle tiempo a quejarse más, repetí la operación una y otra vez hasta que agarre ritmo...

-       Ohhh... hummmmmm... mi conchitaaa...

Era una delicia escucharla quejarse así, en una mezcla de placer dolor e inocencia que me arrechaban más, y con sus dos globos contra mi pecho... ufff estaba en la gloria...

-       Ohhhh... siii... primitoooo... castigameeee.... hummmmmm

Yo la subía y bajaba mas rápido, ya se me hacía más pesada la carga pero resistía, ella me besaba como podía, con pasión, como dándome ánimos para que no desfalleciera, para que siguiera clavándomela...

-       Ohhh.... ahhhh.... hummmmmm

Llego el momento en que ella se aferró a mí con fuerza, su cuerpo se contrajo y casi me clavo las uñas en la espalda, mi verga completamente insertada en su conchita inmediatamente comenzó a escupir 

esperma... los dos llegamos al clímax...

La apoye nuevamente en la mesa, permanecimos abrazados un tiempo, recuperando el aliento...

-       Como te extrañe... me dijo finalmente y empezamos a besarnos.

Luego agrego:

-       Recuerdas la última noche que pasamos juntos...

-       Si, cuando casi nos descubren... dije entre risas.

-       Si, bueno... cuando salí de viaje, me acorde de ti todo el camino... me dijo.

-       Ah sí, y ¿por qué?... pregunte orgulloso.

-       Porque me dejaste adolorido todo el trasero, y durante el viaje no sabía cómo sentarme para que no me fastidiara mi culito...

No pude más que reírme de aquel relato contado que sonaba entre melancólico, cariñoso y finalmente con algo de reproche... ella también se rio conmigo, recordando tal vez aquel penoso y largo viaje de regreso a su pueblo...

-       Oye, pero si mal no recuerdo tú me lo pediste...

-       Sí, es que pensé que sería la última vez que nos veríamos... y quería llevarme un bonito recuerdo...

-       Y te llevaste un bonito recuerdo... pregunte cariñosamente.

-       Si fue un bonito... aunque doloroso recuerdo... me dijo, desatándose nuevamente nuestras risas...

-       Graciosa, le dije dulcemente, luego pregunte: ¿Y a qué viene todo esto?...

-       Es que... por la forma en que te ensañaste con mi anito hoy día... dudo que mañana pueda sentarme...

Le sonreí cariñosamente, sintiéndome un poco culpable intente explicarle... su dulce carita de niña resentida me mataba... era tan linda la condenada...

-       Oye, lo siento, pero tienes que entender... desde ayer me tienes con la leche a flor de piel... le dije y ella me sonrió, celebrando mi torpe halago... además ese bronceado te sienta súper bien, le decía mientras acariciaba su piel dorada por el sol, sus senos... y cada vez que te veo me dan ganas de hacerte el amor...

-       ¿En serio?

-       Claro… le dije guiñándole un ojo.

Recordando así nuestra vieja clave, signo de mutua confianza, ella sonrió alegremente, el brillo volvió sus lindos ojos, su linda cara angelical se ilumino... no pude más que besarla, nuevamente nos fundimos en una serie de besos y caricias... hasta que...

Hasta que llamaron por teléfono, eran mis padres querían saber cómo iba todo, ya estaban de regreso... teníamos cuando menos 20 minutos para arreglar todo, rápidamente nos bañamos... ella se metió en su cama simulando dormir. Yo prendí la computadora, y empecé a abrir algunos archivos para simular que había estado trabajando en lo que me había supuestamente pedido Guillermo.

Pocos minutos después llegaron ellos, por suerte no tuvimos mayor problema... salvo que alguna que otra mirada incomoda que me lanzara mi madre, ella no era tonta, como quien dice no nació ayer y más sabe el diablo por viejo (por vieja en este caso) que por diablo.

Me confortaba en parte saber que si sospechaba algo, sería más que toda una duda vaga, además era su hijo y nunca le había dado una razón para desconfiar de mí. Que estuvo a punto de atraparme infraganti, o como dicen algunos: con las manos en la masa (y que masa señores, una apetitosa masa)... 

 

Pero nunca nos atrapo y no le dimos ningún indicio fuerte para que sospechara, así mi madre solo tenía su instinto. Yo sabía que realizar esos jueguitos sexuales equivalía caminar por la cuerda floja.

Inmerso en estas reflexiones me fui a descansar, pero me animo el pensamiento de que al menos había podido desfogarme. Sera difícil que se presente esta oportunidad de nuevo me dije, y después me quede dormido con cierto aire de satisfacción por lo realizado durante la tarde...

Continuara....

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