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Caida en la Lujuria II

en Hetero: General

Ninguna de las dos nos movimos asimilando la noticia hasta que la voz del profesor se alzo como queriendo salir y por miedo tuvimos que correr para irnos lo más rápido posible. Supuse que Emma estaría más afectada, después de todo un profesor se estaba follando a su prima, a mí la verdad que, aunque estaba apenada no me importaba demasiado ahora mismo solo pensaba en una cosa. Había visto en una orla mientras pasábamos corriendo el nombre del chico que me obsesionaba. David Amaya. Ese era su nombre completo y en la foto seguía siendo tan guapo como lo era cuando lo vi a pesar de tener cerca de 6 años menos.

La pesadez de lo que mi amiga vio, la siguió hasta fuera del edificio. A mi me dolía ver a mi mejor amiga en ese estado como si fuera un muerto y en sus bonitos ojos azules paseaba el recuerdo de su prima mamando un falo como toda una experta. Pobrecita, decidí hablar con ella.

-Emma que hacemos-dije.

-No podemos avisar a la policía, en el video se ve a mi pequeña. Hundiríamos a mi familia entera-dijo la chica llorando.

-No llores, creo que podemos hacer algo-dije mientras pensaba una idea.

-QUE hacemos-dijo la morena exaltada.

-Ese profesor. Don Sergio hace guarradas con mujeres, ¿no? Pues simplemente, tenemos que conseguir a alguien que ya sea mayor de edad y que le haya pasado lo mismo-dije intentando armar mi idea.

Mi amiga parecía meditarlo, pero luego dijo- No sabemos si esto es único, que te parece si mientras nosotras buscamos a alguien, Rebe se encarga de chivarse a su madre o algo de eso, así despistamos a la gente.

Cuando ambas estuvimos de acuerdo, nos pusimos manos a la obra, Emma fue a la casa de su tía mientras yo me metí en internet buscando casos de violación en colegios de mi zona o algo por el estilo. Sonaba perturbador lo que estaba buscando, pero ahora mismo mi absurda preocupación se vio envuelta por ese problema de mis amistades. Me quedé dormida con el ordenador encendido y cuando me desperté vi un mensaje en el ordenador.

Era anónimo, pero eso no me detuvo, lo leí y le contesté. En el mensaje rezaba.

“Se lo que buscas, no te metas en asuntos de mayores”

 Una advertencia quizás no sonaba más una orden, habíamos tocado la fibra sensible de quien fuera y pensaba seguir ahondando más. Le respondí rápidamente dando una respuesta negativa a su propuesta. Quizás fuera un error, pero no me metí en eso, rápidamente consulte las orlas antiguas que había en mi casa, pude ver como en la orla de mi madre Don Sergio ya estaba presente en el colegio, casi 30 años llevaba ese profesor impartiendo su asignatura y seguramente hubiera mas de un caso en ese tiempo. Decidí preguntar sutilmente a mi familia sobre el tema. Pero nada.

Mi padre me tomo por idiota, mi madre ignoro el tema y me dijo que para que me metía en violaciones que empezara a estudiar, mis primas me dijeron que el profesor era amable con niños y niñas, pero un poco sectario ya que solía subirles la nota a alumnos carismáticos o a mujeres tetonas tampoco tenia pruebas de eso hasta que le pregunte a mi abuela.

Ella me dio una larga, pero luego dijo que había oído algo así una noche de hace 38 años en la casa de enfrente de la suya, y que un caso similar ocurrió hace 38 años en el mismo colegio, pero nunca se encontró a nadie como culpable, en ese entonces 6 mujeres fueron encontradas violadas y una profesora murió al intentar protegerlas de su atacante. Aunque intentaron hablar con las niñas, el trauma fue demasiado, solo una de ellas fue capaz de decir que había fotos del asaltante escondidas en su casa. Por supuesto la policía y la familia registro la casa y nunca se encontró nada parecido. Una leyenda para los jóvenes de su edad seguramente.

María al indagar en lo que su abuela sospechaba, procedió a ir hacia el solar donde decía la abuela que la niña dijo que había pruebas del delito. Se escabullo entre las sombras del edificio abandonado y pudo ver detalles de lo que antaño debió de ser una mansión. La casa no era excesivamente grande, pero estaba bien decorada, aunque el paso del tiempo hizo que algunas escaleras se desmoronasen, que crecieran hierbas por todas partes y que todas las estancias estuvieran infestadas de polvo y mugre. Con tanta suciedad sería difícil buscar algo.

Se iba a ir de la casa cuando vio un cuaderno tirado, estaba mojado, amarillo y las paginas desgastadas, en el borde ponía unas iniciales I.C.M. tras eso un año 1981 junto con varias anotaciones. No había nada en la mayoría de las páginas, pero una estaba completa.

Dia 6 de agosto:

Es horrible, me han obligado a hacer cosas que no quería hacer, mis manos están manchadas por lo que hice, ambas merecemos un castigo. No debimos espiar a los mayores, sentimos lo que paso aquella tarde. Quien quiera resolver el rompecabezas debería empezar por hablar con la señora Lucy.

Una pista, por fin y debajo estaba la dirección de la casa de esa señora Lucy iría a preguntar después se lo contare a Emma. Fui a la dirección de la casa y me encontré con una casa enorme donde una ancianita me abrió la puerta. La señora Lucy era una anciana.

-Dime, jovencita que haces en mi casa-dijo la mujer.

-Vi su dirección en la calle Sol en el pueblo, anotada en un cuaderno-dije.

-Niña, no deberías pasear por ese lugar. Esta maldito, su última dueña se suicidó-dijo la mujer.

-Señora, siento decirle que usted está mintiéndome, la última dueña de esa casa fue violada y no se supo de ella más-dije yo.

-La última dueña de esa casa fue una señora ricachona llamada Elisabeth, ella se arrimó a un mozo con tierras. Sin embargo, la señora tenia gustos sexuales un poco extremos y solía abusar de su marido o de sus criadas-dijo la mujer mientras lloraba-La señora murió de pena al ver el cuerpo de su bebe.

-¿Bebe? ¿Si la niña murió a los 12 o 16 no? Usted está perdiendo la cabeza, necesito saber que tiene que ver Don Sergio en todo esto-dije ya angustiada.

-Don Sergio, el pintor. Niña si quieres saber más ven aquí con la víctima. Quizás pueda remediar lo que pasa con ella-dijo la sombría mujer mientras me echaba de su casa.

-Que les sucede a las víctimas-dije temerosa.

-Calle I.C.M la quinta puerta de la acera derecha-dijo la anciana antes de cerrarme la puerta.

La segunda vez que oía esas iniciales, no podía ser bueno. Fui al lugar, pero lo único que vi fue vicio, había multitud de mujeres desnudas, otras bailando y muchos hombres apostando. Nada más entrar una mujer me puso un antifaz violeta y me dijo al oído.

-Tu eres la nueva, verdad zorrilla-dijo la mujer mientras me miraba tranquilamente-No estas tan buena como parece, pero para un bailecito podrías pasar.

Vino una madura ,y me presento al público. La mujer me llevo a un cuarto contiguo y me da la ropa que tenía que usar para bailar. Abrio un armario y empieza a sacar ropa, desde el lugar que yo estaba no veía bien que. Cuando me lo alcanza veo la tanga más pequeña que había visto en mi vida, nunca había usado una cosa igual. El triangulito era minúsculo. Además, me da un pañuelo para el cuello, una remera blanca que se transparentaba toda y una pollera que era la mitad de la que yo traía que ya era bastante corta. Mis nalgas se salían para afuera. La ropa me pareció excesivamente provocativa y sexual, pero como quería obtener información sin que sospecharan. Le pregunte entonces a la mujer: "¿Dónde me puedo cambiar?". Ella me dice: "Acá mismo, adelante mío y de los demás,". Al principio me dio vergüenza, pero sin darme cuenta por inercia, empecé a sacarme la remera. Primero quedé en corpiño, luego me bajé la pollera quedando en ropa interior. Ahí ella se acercó, siempre mirándome de arriba abajo y me dio una palmada en la nalga derecha y me dijo: "Estás buena, en este trabajo te va a ir muy bien". Yo me detengo un segundo, pero enseguida ella se me pone detrás y sin que yo me dé cuenta, me desabrocha el corpiño. Quedo en tanga y tetas, y cuando creía que eso era todo, un hombre rápidamente me baja la bombachita dejándome completamente desnuda. Tenía mucha vergüenza en ese momento, porque bueno en bombacha y corpiño, era casi como estar en bikini, pero completamente desnudita era algo muy distinto. Había algunos empleados (seguridad, cocineros, etc.) y empleadas (otras chicas y meseras) que iban llegando. No podía soportar la vergüenza. Los hombres enseguida me miraban y comentaban, y no me sacaban la vista de encima. Entre los murmullos escuchaba: "Está bárbara", "Mira las tetas que tiene", "Mira ese culito", "Es hermosa", "Como le apretaría esas tetas".

Aparte de decirme que no podría usar otra ropa, me explico las reglas respecto al cuidado del local y me dice: "Como hemos tenido problemas con otras chicas que se perdían, la regla general es así, por cada día de trabajo, se te da un conjunto de ropa, si lo perdéis o por alguna razón no lo encontráis o no lo tienes, no se te va a dar otro conjunto de ropa. Está entendido". "Sí", dije yo, pero no entendí muy bien a que se refería.

 A la quinta mesa que voy a atender, había tres hombres, uno de ellos más alegre que los otros dos, probablemente por efectos del alcohol y me dice: "Hola, nena" al momento que me mete la mano por debajo de la pollera y me toca el culo y ahí dice: "Ahh bueeeno! que pedazo de culo tenés perra". Yo me incomodó un poco, pero dejo que me toquen para no hacer una escena y pregunto: "Que van a ordenar?" Me hacen el pedido de vino y lomo a la portuguesa para los tres. Cuando vuelvo para traerles el mismo, el más "alegre" dice: "Está propina es para vos y me pone un billete de 20 Euros en la tira de la bombacha y me da otra palmadita en la nalga. Les sirvo vino y los otros van a brindar. Me preguntan: "Como es tu nombre?"; "Maria" respondo yo y el "líder" del grupo dice: "Salud, por las mujeres hermosas como ella" y levanta bruscamente su copa. Al levantar la copa, me mancha toda la remera y queda con un olor a vino impresionante. Voy a hablar con l madura y le digo: "Un cliente me ha manchado la remera, necesito otra.". Ella se pone como loca, furiosa y me dice: "Ves, te dije que cuidaras la ropa, te explique las reglas. ¿Quieres hacer que me echen? Eh, yo soy la responsable de vestuario entre otras cosas, así que ahora vas a aprender. No sólo que no te voy a dar otra remera, sino que también me vas a devolver el corpiño". "Como?" pregunto yo, estaba anonadada. Le digo: "Yo no te voy a dar nada, hasta que no termine de trabajar". Eso la hizo enojar aún más y apretó un botón rojo. Enseguida aparece un hombre, otro de los guardias de seguridad y Julieta dijo: "Roberto, déjala en tanga, así aprende a cuidad la ropa". Viene Roberto me agarra por detrás y con una fuerza descomunal tira primero del corpiño, rompiéndolo y dejándome en tetas y con mis pechos bamboleándose por un rato. Y luego hace lo mismo con la pollera. Quedo en la fina tanguita blanca. Al volver al salón, mi nuevo aspecto impacta en algunos hombres, ya que, si bien todas las meseras eran muy bonitas y estaban vestidas de manera sexy, ninguna de las camareras estaba todavía a esa hora tan desnuda.

Vuelvo a atender las mesas, sólo que ahora estaba mucha más expuesta que antes. En todas las mesas que iba alguno me daba una palmada en la cola. Otros me pedían de sacarse fotos conmigo a lo que yo accedía gustosa y de buena onda. Hubo un cliente que pidió una botella de cerveza que me pidió si no me la podía poner entre mis dos hermosas tetas, por lo cual me gané una propina de 15 Euros. A las dos horas de estar atendiendo las mesas en tanga y tetas, y los hombres haber consumido más alcohol, ya en casi todas las mesas había alguno que me tiraba un manotazo en las tetas, aparte de la ya casi automática palmadita en el culo con cada pedido que llevaba a las mesas.

Haciendo un espectáculo erótico muy acrobático, una de las chicas se lesiono. Era la preferida del Sr. García, el mejor cliente del lugar. Esa chica, Diana, luego de bailar para todo el público iba a hacer un show privado en uno de los Vips para este cliente como era costumbre todos los viernes. En una de mis idas a la barra, para buscar las bebidas y comidas para los clientes, una mujer me dijo: "Nuestro mejor cliente, el Sr. Garcia me preguntó por vos y si estás dispuesta a hacer un baile para él en la sala VIP". Le digo: "No sé, dejármelo pensar". Se veía venir lo que pasaría

A los 10 minutos de bailar para él de manera sexy, el tipo sin dudarlo me pide que me quede sin ropa. Dudo y él se da cuenta enseguida de lo que pasaba por mi cabeza. Sin pensarlo dos veces él, que se ve que tenía muchísimo dinero y poder, saca un fajo de varios billetes de 100 y me dice: "Te compro tu remerita". El tipo me dice: "Te gusta la pasta y el salchichón, no? Putita. Ahora te voy a dar el doble si te quedas totalmente desnudita". ¡10.000 dólares! Nunca había tenido eso "Aceptó" le dije, pero esta vez fue él quien me sacó primero el corpiño y luego la bombachita, y no era para menos con lo que había pagado por dichas prendas. Ahí estaba yo, completamente desnuda, frente a un tipo que no conocía. Si mis padres se enterarán de esto pensaba.

La situación me calentaba mucho, debo confesarlo. El tipo me hace arrodillar frente a él y me dice que le iba a tener que practicarle sexo oral. Yo pensé: "Se lo merece". Mientras se la chupaba, él me pegaba palmadas en las nalgas para que yo aumente el ritmo. En un momento me dice: "Júntate las tetas". Me lo hizo un poco y me acaba un poco en las tetas y un poco en la cara. Miré hacia arriba con el semen en la cara y vi quien era ese señor García. Era Don Sergio, le había hecho pajas y desnudarme frente a la gente.

Una vez que el acabó, yo estaba por vestirme y el me mira y me hace un gesto de negación con la cabeza y dice: "No, nenita, te quedas así desnudita y con mi lechita por tu cuerpo". Me hace masturbarlo y acaba en un vaso. Llama al mozo, pide otro vaso y dos hielos con un poco de vodka pone su leche ahí y me lo hace tomar al tiempo que me pregunta: "¿Está rica, ¿no? A la pequeña Roció le gusto bastante" Al principio me dio un poco de asco, el hecho de tomar su leche, pero luego me di cuenta de que no tenía un gusto tan feo.

Seguí con mi papel ignorando los comentarios hasta que dijo silenciosamente.

-En el fondo eres la más puta de tus amigas y algún día volverás a mí, todas lo hacen-dijo el hombre riéndose mientras miraba mi cara manchada.

-Que hablas-dije insultándole con la mirada.

-Te digo, cerda que la madre de esa niñita fue hoy por la tarde a mi casa y madre mía, si todas tus conocidas se manejan mejor con una polla que con un lápiz. Bueno, hice un pacto con ella, dejare a la niña en paz. He probado tres bocas en dos días, ahora vámonos a negocios, veras he grabado todo el bailecito y la mamada, créeme no ha sido de las mejores. Si se lo enseño a tu madre quizás consiga algo más-dijo el hombre.

-No a mi madre no cerdo-dije valientemente.

-Entonces, callaras todo lo que dije y todo lo que paso, yo destruiré el video si no me metéis en líos-dijo el hombre.

Resignada acepte.