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3 – El paralelismo eminente.

en Grandes Relatos

Oscuridad, confusión, despiste, desorientación y pulso acelerado, como la respiración ¿Todo fue un sueño?, envié todos mis los recursos de mis sentidos a los oídos. Silencio, la temperatura era normal, ni frío ni calor, quizá milímetros hacía calor.

Horror, estaba sujeto a la pared, y lo estaba mediante una especie de segunda piel, algo así como un sujetador-chaleco muy corto, así como rodilleras y en los pies una especie de peana, pero el sistema no dejaba que mi peso se apoyara en los pies, tanto la segunda piel y ese chaleco me mantenían en una especie de suspensión anti gravedad.

Mi boca se secó, mis recuerdos eran falsos, y las tías de recepción no podía habérmelo inventado, mi cerebro me decía que había estado entre los muslos de esa tía rara. Y un extraño roce de tela me sobresaltó, no un frufrú, no, es como cuando cambias de postura en la cama, empecé a sudar y de nuevo ese mismo ruido, un finolis carraspeo, que en cierto modo me tranquilizó, ya que era un fémina y un suspiro.

Ruido de roce de ropa y….

  • Sé que estás despierto ¿Cómo te encuentras?

Voz femenina con cierto tono de cotilla.

  • Bien y muy sorprendido. Estaba en recepción.

Suspiro controlado, nuevo carraspeo y ruido de ponerse en pie.

  • Esas dos chismosas se pasaron un poco, jugaron contigo ya que parece que te pasaste de listo, aunque a una de ellas, tampoco me importó quien, se lo pasó bien contigo, pero alterando el sistema.

Se había acercado, estaba muy cerca pero no podía verla.

  • ESC342001, has sido codificado como estatua, tuvo que ver tu conducta, aunque ahora no te corresponde el código de OPTADO, y tampoco me han dado explicaciones de sus causas.

Guardé silencio, y un malestar empezó a crecer desde el estómago, acompañado de cierto desasosiego. Comprendí que me había pasado de listo.

  • ¿No preguntas? – Tono seco.

Decidí seguir callado, mudo.

  • Extremista, eso es lo que eres, ahora silencioso. Estatua es una forma de vida que vas a tener a partir de ahora, es como un juego y si te portas irás recuperando criterio. Y lo que más te interesa es colaborar, contribuir a que tu nueva misión de los beneficios estudiados por el centro de estudios estratégicos, algo así como la bolsa, pero sin manipulación, como ocurre en ese mundo que has dejado en contra de tu voluntad.

Tragué saliva pensando en comer algo. Yo estatua, no sé nada.

  • Eso será después, cuanto termine de explicarte que exigimos de ti, y de no cumplirse, directamente venderemos tus órganos, ese temor que tuviste. Repito, no puedes esconder tu pensamiento, se sabe que esa estatua.

    Parece que has olvidado (10) - La misteriosa CB y (7) - Reflexión: Notas al pie de las páginas sin control, están relatados con vacíos, pienso que no te produjo nada, fue un trabajo sucio y tu víctima quedó atrapada dentro de una herida sexual. Sabe que para ti solo fue un acto de dominación y además sin interés, te corriste sin sentir gusto alguno, lo sabemos todo y hay más que no imaginas.

Temblé, yo mismo era mi peor enemigo ¡Joder!

  • Tenemos esa información ya de disponemos de un potente rastreador llamado “Medusa”. Sistema de rastreo, intrusión e incursión Ocean. Vías: Abreviación dieléctrica y Resplandor-radiante. Si miras detrás de la CPU, verás que tienes un diodo encendido, es porque la CPU apagada sigue conectada a la red eléctrica y no te diré nada de los demás ordenadores que hay, entramos como en los móviles.

Se me erizó el pelo, en el ordenador tenía escondidos secretos, menos mal que nada de bancos. Esos secretos les escondo en una vieja máquina de escribir, allí almaceno esa información. ¡Joder!, olvidé que me escucha.

Se hizo el silencio, deduje que pensaba.

  • Eso sí que es una sorpresa, CB lo dijo, no comprendo cómo puedes almacenar datos en algo que carece de memoria y por supuesto de sistema de almacenaje de datos.

Pensé en la oscuridad del techo y si había telas de araña.

  • Eres un maniaco compulsivo y algunas cosas más, todo lo contrario al depresivo, algunas veces te derriban o caes debido a la obstinación, pero rápidamente te pones en pie, llegando a unos estados de exaltación que solo están en tu cabeza, nada era real.

Siguió con su rollo.

  • Todo comenzó en una madrugada casi chocaste con ella, te despertó cerca de las cuatro, tenía que ir al despacho, lo hiciste y pediste algo a cambio y a cuenta, tuvo que trabajar con las tetas a la vista, tú mismo lo hiciste, además parecía que jugabas a las estatuas, dijiste que estuviera inmóvil como si fuera de piedra, siendo primero la blusa, y lentamente el sujetador, pasando tus dedos por las marcas de los tirantes, tanto en los hombros como en la espalda y costados, lentamente, y con los dedos repasaste las señales dejadas por la presión del elástico.

Tú sabías de sobra, que estabas poniendo en marcha cierta técnica sexual estudiada. Y suponemos que tú sabías el poder de agudeza de su mente, CB estaba catequizada.

Eso de chocar tiene su miga, por eso he utilizado esa palabra, ella tardó en recuperarse de esa prueba, perdió casi una hora de afrontar que estabas sentado frente a ella y mirando fijamente sus tetas, reconoce que así no se pudo centrar en el trabajo, hasta que lo asumió, y pensó en positivo.

El interceptor que habló con ella, le hizo una pregunta muy curiosa, preguntó si le habías dado tu opinión sobre sus tetas. Su respuesta fue asintiendo con la cabeza, asegurando que tuvo una fuerte impresión, ya que no llevaba un sujetador de verano, de esos modernos, que se pegan a la piel debajo de los pechos y ella llevaba uno al principio de verano, dijiste que llevaba masa de empanadillas sujetando sus tetas.

Eso la descontroló, parecías mofarte, y como consecuencia, a partir de ese momento, te llamó chico de los recados, y en cierto modo lo eras. Tu jefe te preguntó si intervenía y para sorpresa de todos, dijiste que no, que en realidad tenía razón, ya que todas las gestiones en la calle de la empresa las hacías tú.

Y lo peor para ellos, fue tu impasibilidad ante cierta burla de más compañeros, eso la produjo una íntima sensación contradictoria, ni contigo ni sin ti. El cruzarte con ella por el pasillo le producía cierta corriente cálida en su vientre, y en el instante del cruce, sonrisa por ambas partes de muy diferente categoría, porque aseguras que las sonrisas tienen su clases y formas, hilabas muy fino, dijo terminando su encuesta sobre ti.

Dijo que tu mirada era pétrea, no parpadeabas y tu gesto era invariable como una estatua, clavada en las areolas y por esa causa sus pezones reaccionaban y se dio cuenta de que habías entrado en ella, en su mente y esa sensación, hizo que su vagina se impregnara de humedad y su mente obedeció a pesar de su oposición, supuso que fue debido a la sutileza de tu mirada.

No sabe que hay más, mucho más de lo que piensa. La forma de cada uno no la sabemos, me refiero a eso invisible que envuelve nuestro cuerpo, vestido o desnudo, esa energía pegada a nuestra piel y mi puente estaba siendo construido en aquellos instantes, aunque el rechazo también cuenta.

  • Ya hablaremos de tu pensamiento actual. CB, al amanecer, tuvo la seguridad de que ella misma se ocultaba de sí misma, estaba excitada en contra de su voluntad y sus poros se lo recordaban de vez en cuando y a la vez que la dureza de sus pezones.

  • Cerca de la seis de la mañana terminó su trabajo y te preguntó si eso era todo, negaste con la cabeza y acercándote a ella giraste su sillón, te arrodillaste sujetando sus rodillas con tus manos, y lentamente separaste sus piernas, se dio cuenta que probabas resistencia, que no la hubo. Metiste tus dedos entre su piel y las bragas, y sin violencia rompiste sus finas y transparentes bragas de color gris marengo, ella te miraba entre encandilada y sorprendida de sí misma, ya que una extraña sensación cálida invadía vientre y que una extraña fuerza interior impedía resistencia, fue cuando se dio cuenta de que estaba entregada y tu mirada fue correspondida, dijo que estaba entregada a una estatua..

 

  • Empiezas a entenderlo. Sigamos con tu nueva identidad. La estatua humana, estará junto a estatuas de diferentes materiales, todos están construidos con materiales flexibles y sobre todo con agradables penes, de diferentes formas y tamaños para la penetración en vaginas, es decir, tú serás el único que dispone de vida humana, el resto no dejan de ser dumios. Algo parecido a esos muñecos que estrellan dentro de coches.

Guardó silencio. Dejé pasar los segundos, aunque no quería preguntar nada.

  • Te equivocas, nada es fácil, vas a competir con ellos, con esos muñecos inactivos, y te asombrarás como ellas sacan partido en esos revolcones que estudian entre ellas, aunque hay diferencias y rivalidad, ya que los dumios esconden un secreto, sus penes y textura de su cuerpo no son idénticos, y algunas no se dan cuenta. ¿Lo pillas?

Aparté mi terquedad, tragué saliva que no tenía.

  • ¿Las normas cuáles son? – Pregunté hundido en la miseria.

  • No saben de tu existencia, estarás mezclado con los dumios y tú decides, ocultar tu identidad de humano o ser uno como ellos.

  • ¿Y sus costumbres en estos encuentros?

  • Suelen ocultarse unas de otras, no quieren descubrir sus tendencias y vicios en el sexo, que no deja de ser una tontería, somos como somos.

  • Supongamos que hablo.

  • No te lo aconsejo, ya que tu mezcla con los dumios se debe a una sanción, no olvides los datos que proporcionas.

  • ¿Y qué me aconsejas?

  • Táctica de repulsa.

  • No comprendo – Respondí perplejo, risita velada.

  • Piensa en los recursos de tu cuerpo, ahí tienes una solución.

Por más que pensaba, nada, en blanco.

  • El tiempo se termina, darás un salto adelante si me proporcionas datos de como almacenar información en una antigua máquina de escribir.

  • Necesito saber que obtendré a cambio de la información.

  • Me dicen que trabajo de campo, cuando pases la prueba de la estatua. Tu status estará borrado y actualizado en el espacio-tiempo real actual.

  • Las máquinas llevan una cinta con dos tintas, negro en la parte superior y roja en la inferior. La cinta debe estar nueva, sin utilizar y ahí grabas las claves y secretos. Se debe tener la copia en papel, esa será la memoria de las cintas, ya que gastarás muchas.

    En cuanto a la utilización de la parte negra de la cinta, es más lenta, ya que debes de utilizar tipex, cada letra a utilizar antes debes de poner tipex en la letra, y esa letra cuando la pulses dejará la letra en blanco en la cinta negra.

  • Eso llevará mucho tiempo, demasiado, dudo que les interese.

  • Eso es lo que hay.

  • Me dicen que esperaban algo más importante, y están de acuerdo con mi opinión.

Pensé que había caído en una trampa para ilusos, me insulté por torpe.

  • No seas tan crítico, sí reconocen que a nadie se le ocurre algo parecido, las máquinas de escribir suele ser una adorno en muchas empresas, pero nada más.

Pensé no decirle algo interesante al respecto, ya que no había dicho todo, todo y todo.

  • Doble premio si continuas, dicen que consideran un fallo haber caído en tu trampa.

  • Supongamos una importante empresa, tienen muchos secretos que esconder y evidentemente una cinta de máquina de escribir es muy lenta, pero hay un salto adelante, una bola automática, así como la modificación de las cintas, una especie de I+D con algo antiguo y me planto.

Hubo silencio, ella cambió de postura, la penumbra no ocultaba del todo su cuerpo.

  • No saben que esa esa bola y la máquina de escribir. Han limpiado tu memoria, es como si estuvieras en recepción.

  • La máquina de escribir evolucionó, tomó cosas de los antiguos télex. Podías grabar en una cinta la carta y repetirla cuantas veces quisieras y en el télex era necesario para no ocupar tiempo en la transmisión, si lo pasabas a cinta, al margen de poder archivarla era más barato.

Cerré la boca, esperé. Ella respiraba algo más deprisa. Habló con cierto nerviosismo.

  • Preguntan qué precio pones en el caso de que hagas un informe extenso y preciso de la máquina de escribir y del télex, que deducen que sabes utilizar.

  • No podré hacerlo en esta cárcel, es necesario comprar máquinas de escribir, manuales, eléctricas y sobre todo la de bolas, y los diferentes tipos de télex, eso lleva mucho tiempo ya que hay rastrear en los anticuarios y empresas que las fabricaban, desplazarse a diferentes lugares para ver cómo está el material, así como técnicos que sepan ponerlas a punto, aseguro que la inversión es alta.

  • Precisan de detalles.

  • Hay un PDP-11/40 Computer & ASR-33, 5 BITS. Es barato, pero repito, lo barato a lo largo sale caro, y depende su uso.

  • Ponen en marcha a exploradores del sistema, no dicen nada más.

Cerré la boca, mi mente nunca descansa, me duermo con la mente en cosas imposibles e historias demenciales, cuando mi otro yo no me habla, cuando lo hace, abro los ojos, escucho su voz en mi interior y respondo en silencio, esto es de dementes y como respuesta el silencio.

  • ¿Y en qué situación me encuentro en esos instantes?

Silencio y roce de ropa. Sentí cerca su presencia, y mis ataduras fueron soltadas, me sujetó con su hombro para que no cayera al suelo, y me ayudó a poner un pie fuera de la peana, y ya con los dos pies en el suelo respiré aliviado, seguía sujetándome.

  • Si te suelto, tu verticalidad puede fallar, llevas mucho tiempo en esa postura.

Llevaba razón, sentí esa sensación de pérdida de estabilidad y me llevó a la cama, donde ella había estado. Me ayudó a sentarme, su sombra no me permitió mucho, no podía ver su rostro ni nada.

Me empujó de lado para que me acostara, lo hice ya que vi llegar el mareo.

  • ¿Pensaban que en este estado puedo responder a ese juego de las estatuas?

Sentada a mi lado, sentí la parte exterior de su muslo derecho en mi hombro.

  • Has cambiado tu destino y el de otros, algo normal en ti, no pensaban que haces leña de todo lo que te alcanza.

Silencio secreto por mi parte.

  • Hay un juego que te apasiona, y es cambiar la vida de la gente, mejor dicho, cambiarles a ellos, ellas para más detalle aunque en tu trabajo lo hacías a diario.

  • Pongamos las cosas en su sitio, yo no estoy aquí por voluntad propia.

  • Sí, cierto lo que dices, pero no funcionas como el resto, ha habido suicidios, demasiados.

  • Son alternativas, se mire como se mire.

  • ¿Tú lo harías?

  • Si tomara esa decisión, no me marcharía solo, en este caso antes te mataría, sería como un paseo en la eternidad.

Cambió de postura, se puso en paralelo, ahora me rozaba su rodilla.

  • ¿Me matarías?

  • Sí y con tu sangre escribiría en la sábana, que entregaran nuestros cuerpos al fuego, el enterramiento es suciedad y enfermedades.

  • ¿Cómo me matarías? – Su tono de voz cambió.

  • ¿Antes de responder puedo preguntar?

  • Hazlo – Dijo con un susurro, deduje miedo.

  • Mi arma sería el sexo, morirías flotando en el goce físico y psíquico, llevada por tus vientos sensoriales.

  • No sé de qué me hablas.

  • ¿Cuántos orgasmos aguantas?

Empecé a pisar fuerte. Quería seguir cambiando mi destino, sin importarme nada ni nadie.

  • Lo normal, nunca los conté.

  • ¿Has eyaculado alguna vez?

Se removió modificando su postura.

  • La mujer no puede.

  • Sí que puede ¿Quieres probarlo? – Cambié el tono, ahora asumía el mando.

  • Adelántame como. Dudo de tus palabras. Tengo cincuenta y dos años.

  • La edad no importa, es lo que tú eres, lo que tú creas que eres.

  • Necesito más información.

  • Hay un paso, el principal, cuando subes de nivel. La excitación dispone de niveles. El básico es lo que se suele hacer al principio, el clítoris manoseado sin sentido, y poco después adentro, ese no es el camino. Hay que empezar por las bases, esto de lo que hablo no es un polvo, tampoco amor, pienso que no tiene nada que ver.

  • No sé de qué me estás hablando.

  • Puedo mostrarte una prueba, lo que te voy a pedir es muy simple, pero lo es hasta que lo comprendas ¿Me abrazas?

Yo seguía acostado y ella sentada a mi izquierda. Se mascaba que dudaba, seguro que pensaba si la iba a estrangular. Sin darse cuenta que no la mataría rápidamente, necesitaba su sangre para escribir en las sábanas la despedida. Error 404, me escucha.

  • Sorprendente revelación, pero tú tono no coincide con tus planes. Acepto la prueba.

Escuché el roce de ropa y como se acostaba a mi lado. Me giré en su dirección. Pasé mi brazo izquierdo por detrás del cuello y mi mano derecha cogió su hombro izquierdo, la atraje quedando los dos frente a frente, su respiración empezaba a alterarse.

  • Es un abrazo, tranquilízate.

Y la atraje hacia mí. No al revés. Nuestros cuerpos quedaron frente a frente, sentí sus pechos en el mío. Su izquierdo se movió con lentitud, deduje que no sabía qué hacer.

  • Abrázame.

Su mano izquierda llegó a mi espalda, llegando hasta el otro hombro, donde su mano presionó, nuestros cuerpos se pegaron más. Dejé pasar los segundos, su respiración se había alterado.

Moví ficha, un paso adelante. Uní mis labios a los suyos, solo juntarles. Como respuesta movió sus labios, dudas. Pregunté.

  • ¿Todo bien?

Se tomó su tiempo, supuse que la pregunta no era la adecuada. Y rozándome los labios con los suyos, respondió empleando un tono tranquilo. Pero cierto temblor percibí.

  • Estoy nerviosa, y no sé qué respuesta esperas de mí.

  • ¿Pero bien o lo dejamos? – Pregunta cerrada.

Su cuerpo seguía pegado al mío, no vi rechazo o duda.

  • Bien, es que esto es nuevo para mí, estoy acostumbrada a otra cosa.

  • Siento tu calor – Dije como respuesta.

  • Yo también, pero no sé qué significa esto. Pienso que me vas a follar como todos.

  • Estamos en el abrazo.

  • ¿Y no es para follar? – Tono de dudas.

  • Si llegamos al final, te preguntaré y tu respuesta no va a ser la misma.

Y modifiqué la postura de nuestros cuerpos, la puse boca arriba y yo me quedé boca abajo a su lado, seguía con mi abrazo y ella con un solo brazo, y de nuevo junté nuestros labios, ella titubeó, no sabía qué hacer.

  • ¿Nos besamos? – Pregunté, para ir anunciando cada movimiento.

No respondió con palabras, separó los labios permitiendo que entrara en su boca. Su cuerpo tembló ligeramente, me abrazó con fuerza y me pareció escuchar un naciente gemido.