Cuento por qué soy bígama y quiénes son mis maridos.
Ninguna de las tres sería capaz de decir a mi marido "Esto no es lo que parece"
Aunque parezca inimaginable, así de crudo puede llegar a ser.
Una discusión con mi marido me impulsa a apearme del coche. Dos galantes caballeros me recogen en autostop. Un mundo de placeres hasta entonces desconocidos se abre ante mi.
Bueno. ¿Y qué?. Me gusta que mi hermana y nuestro amante me humillen y zurren.
Matilde es frígida, pero ello no impide que sea de lo más eficaz para vaciar mis testículos.
Cuando una está necesitada y escasa de medios y oportunidades, se tira a lo que haya. Y a veces lo que halla está muy bien.
Pese a ganar un buen dinerito como putita, mi chochito seguiría virgen hasta el matrimonio.
Soy Marilia. Yo estaba obsesionada por ser millonaria. En mis circunstancias, para conseguir ese objetivo solo me bastaba con preservar la virginidad de mi coñito. Pero eso no me impedía pasarlo muy bien con mis dos chicos.
El resto de la vida de Elena como esclava de su propio hijo.
Pau se solaza exibiendo los monumentales cuerpos de sus esclavas, en particular el de su madre a punto de parir y con el cráneo pelado, en la playa y sin ningún empacho.
Mi amigo corrompe a mi madurita amante.
Hubiera podido ser campeón de España de pajas en aquella época de abandono de la represión si no hubiera interferido la rechoncha y apetitosa viuda Begoña.
Pau sigue disfrutando del cuerpo de su madre y, al mismo tiempo, organiza la forma de explotarlo para sacar dinero
Pau empezó a despejar una parte del sótano de los trastos almacenados y a hacer croquis. Su madre, curiosa, se atrevió a preguntarle el motivo. - Estoy preparando el lugar de castigos y la celda donde te alojaré cuando llegue el momento.
El "regalo" comienza a encontrar que existen algunos problemas para diferenciar cuando es madre y cuando "propiedad".
Pablo comienza a conocer y explotar el "regalo" de su tío y se encuentra una mamá muy adicta a muchas perversiones.
Pablo se merecía un gran regalo de su tío. A fin de cuentas solamente una vez en la vida se alcanza la mayoría de edad.
Ella es lo que todo hombre pretende: Mi esposa, mi madre, mi amante y, nunca mejor dicho, mi puta.
Mi pequeño negocio se va ampliando y asentando gracias sobre todo a la gordita casada.
Yo esperaba ascender de categoría social y montar mi propio negocio. Mi vecina de enfrente, ama de casa con niños, me facilitó el comienzo de mi aspiración.
Yo esperaba ascender de categoría social y montar mi propio negocio. Mi vecina de enfrente, ama de casa con niños, me facilitó el comienzo de mi aspiración.
Nunca pude imaginar que masturbarme con una berenjena cambiase mi vida tan radicalmente.
La veterinaria de mi cerdita rolliza me convence de que me haga cargo de ella y la saque de la casa de su marido.
Me resultó sorprendente a lo que estaba dispuesta mi madura amante, a quien creí, hace un tiempo, irrecuperable para el sexo.