Como swingers no siempre es posible el intercambio de parejas. Si yo cojo con otro hombre quedo en deuda con mi marido y el debe de coger con otra mujer.
Los amigos de mi esposo son tan aburridos como sus mujeres. ¿Porqué no aprovechar mis encuentros con ellos?
Necesitaba salir de la apatía que consumia mi matrimonio y mi esposa se decidió a complacerme en nuestro aniversario de casados.
Necesitaba salir a divertirme, gritar, alocarme un poco, tomar unos tragos y por supuesto, conocer hombres. Pero la vida no sería interesante si mi esposo no me acompañara.
Fabiola no concibe el sexo sin una buena mamada. Sus ojos buscan penes, sus manos el pretexto para rozarlos pero sin duda es su boca la que espera tenerlos dentro.