Comprometida a guardar un perro por cinco días
La historia de este deseo animal, se la dedico a Mer, con quien aprendí a hacerlo todo, y a Bel, con quien hoy me hubiera gustado hacerlo todo realidad de la forma más animal posible.
Mi amiga me hace una invitaci{on misteriosa y resulta una cita con Tito
Estaba descargando todo su semen dentro en mí «Oh Dios, que divino… Me va a dejar preñada el muy hijo de puta» pensé en tanto se me perdía la vista al techo.
Esta es la historia de como me inicie en la zoofilia gracias a mi pequeño perro
Se la metí en el culo despacito, pero de una sola vez. El perro ya había ampliado el agujero.
Estuve viendo las medidas de uno de esos miden entre 62 a 70 cm hasta la cruz. Parecía una cruza de galgo, dogo y algún otro perro grande, era imponente con su tamaño o para mi parecía ser en aquel momento.
Continuación del relato Isa y Elsa, a petición de algunos y algunas lectoras, contiene amor filial y zoofilia
Encuentro mi nueva forma de darme placer
Tomo su polla recostando la cara en las hojas, agarrándolo por debajo de mi, pongo su polla canina en la entrada de mi culito y zaz empresa a darme rápido agarrándose firme de mi cadera, yo con la mano que lo guiaba me masturbo y con la otra lo empujo mas adentro de mi...
A veces las miradas dicen las palabras
Cogiendo con Max a escondidas de la gente en el parque, con el morbo de poder ser descubierta
De tanto ver vídeos se me antojó y lo hice
Mi inicio a la zoofilia con mi perro labrador
Isa y Elsa madre e hija viven en un poblado rural de costa rica, en donde nuestro protagonista pasa los dos meses más lujuriosos de su vida . contiene zoofilia y sexo sucio
El último domingo de Amy con su padrino sirvió para cumplir todas sus fantasías zoofilicas, junto a una pareja degenerada que le ordenan hacer todo tipo de perversidades
Re insertando los relatos que desmonte en versión compilada hasta el tercero. Claudia al no poder evadir acompañar a sus padres a la Colonia Tovar, termina conociendo a Odín, un perro callejero que poseen sus tíos.
Tras la idea de cumplir una fantasía mía se produjo una experiencia que hizo que cambiara la forma en que mi perro y yo tenemos intimidad, forma que me encanta.
En este relato les cuento cómo comencé con la zoofilia a muy temprana edad, y cómo me vine gracias a dos perritos en mi habitación.
Dos muchachos, una muchacha y un mirón.
Tras tener una platica que me dejo caliente decidí que mi perro me metiera la verga
El mejor amante puede estar a la vuelta de cualquier esquina
Podía sentir su semen llenándome, no, ¡rellenándome! Chorros calientes que estallaban como tumbarranchos en mi vientre chispeando espermatozoides caninos como millones de lucecitas de pólvora