miprimita.com

El mejor viaje y la noche mas loca de mi vida

en MicroRelatos

Este relato me sucedió hace dos años durante la excursión de fin de año en mi colegio.

Viajamos a tierra caliente con todos mis compañeros de curso, sería, quizás la última vez que estuviéramos juntos ya que ese año se realizaría nuestra graduación, así que unos días antes del viaje hicimos un pacto; prometimos que ese sería el mejor viaje de nuestras vidas y que lo íbamos a disfrutar unidos y con todas las de la ley y sí que lo hicimos....

Estaba todo listo; había empacado mis mejores trajes de baño y mis amigos reunieron unas cuantas botellas de licor, eso si, a escondidas ya que el Cole no lo permitía.

Era lunes a las cuatro de la mañana, día de partir hacia el que sería el mejor viaje de toda nuestra vida. Al subir al autobús apagaron todas las luces y cerramos las cortinas.

Me encontraba justamente en los asientos traseros en compañía de mi novio. Éramos nosotros quienes llevábamos el licor así que decidimos destapar una botella de aguardiente e ir rotándola por todos los asientos hasta que todo el mundo logró probar un trago.

Allí atrás, empezamos a embriagarnos un poco porque éramos los que mas bebíamos. Mi novio comenzó a besarme; mezclábamos nuestra saliva y el trago que habíamos tomado.

Tenía una de sus manos puesta en mi mejilla y con ella empezó a bajar poco a poco recorriendo mi cuello, mis pechos, mi cintura, mi culo y mis piernas.

Monté mi pierna izquierda sobre las suyas y sentí que su pene se estaba poniendo erecto. Su mano se atrevió a más y sobó por encima de mi pantalón acarició mi monte de Venus y mis nalgas.

Era raro estar haciendo eso en pleno autobús y teniendo a nuestros compañeros cerca. Pero bueno… de igual forma no se dieron cuenta; la oscuridad nos cubría.

No pasó nada más; pues nos detuvimos un instante y mi novio se quedó dormido por la borrachera que tenía. En fin… luego yo también me quedé dormida sobre su pecho.

Había pasado casi un día de viaje y ya se sentía el fuerte calor de la playa a la que asistíamos. Muchos se fueron despertando y algunos se cambiaron allí mismo quedando sólo en traje de baño.

¡¡Por fin!! Habíamos llegado a nuestro destino y a pesar de lo cansados que estábamos queríamos salir a jugar por la playa y pasarla delicioso.

Nos instalamos en los cuartos y salimos inmediatamente a refrescarnos en el mar.

En la noche nos dirigimos a una discoteca muy conocida y cercana del hotel en que nos hospedamos.

Había música muy buena y el ambiente era excelente, un poco pornográfico porque casi todas las parejas parecían estar teniendo sexo en lugar de estar bailando. Pero eso hacía que nos encantará estar allá, en ese lugar lleno de ganas sexuales, tan caliente y tan exótico.

Inició el baile. Yo meneaba mis nalgas al son de la música sobre el paquete erecto de mi novio y el agarraba mis senos por encima de la parte superior de mi traje de baño (que era lo que llevábamos puesto todas las chicas en ese momento)

La excitación era grandísima, tocábamos y rozábamos nuestros cuerpos semidesnudos; era como hacer el amor con un poco de ropa.

Pero la felicidad se nos terminó a las once y media de la noche, justo cuando estábamos en el clímax de la excitación. Todas las parejas se estaban devorando durante el baile y los profesores nos sacaron de allí inmediatamente.

Al llegar al hotel todos ingresamos a nuestras habitaciones a descansar un poco del viaje, de la playa, del baile y de la excitación por supuesto.

Al día siguiente, todo transcurrió muy normal; nos divertimos en el mar y las piscinas, dimos una caminata por la playa; y bueno… cosas que no tiene caso contar.

En la noche fue cuando llegó lo bueno. Nos dirigimos a nuestras habitaciones a eso de las 10:30 pm; aún teníamos las ganas de la noche anterior en la que por culpa de los profesores no pudimos calmar el calentamiento que nos producía el baile así que con tres amigas decidimos salir y dirigirnos al cuarto en donde estaban nuestros novios.

No fue nada difícil lograrlo; llegamos al cuarto y allí estaban nuestros cuatro chicos, todos en boxer y con sus cuerpos sudorosos y brillantes. Cada una se lanzó sobre su novio y lo besó. Después de un rato las tres parejas que nos acompañaban se estaban desnudando y mi novio trató de hacer lo mismo a lo que yo me negué; sentía vergüenza y pena teniendo a mis amigos y amigas ahí a mi lado. No… no podría hacerlo y era extraño negarme. Si no quería tener sexo con mi novio entonces… ¿por qué me había esforzado en entrar al cuarto?

Mi novio comenzó a acariciar mi cuerpo poco a poco y para ese momento las otras parejas ya estaban haciendo el amor; escuchaba los gemidos de mis amigas y miraba de reojo para darme cuenta de cómo cada pareja llevaba una pose diferente en cada cama.

Tantos gemidos, tantas caricias y besos de mi novio y… porque no decirlo, el hecho de encontrarme acompañada y de saber que me verían teniendo sexo me hacían excitar profundamente.

Termine accediendo y empezamos a desnudarnos; nuestros cuerpos sudaban por el calor y por la excitación. Mi novio besaba y acariciaba cada parte de mi cuerpo con el amor y la delicadeza que siempre lo hacía y yo, aún con timidez a causa del acompañamiento tragaba los gemidos de placer que querían salir de mi boca.

Volteaba a mirar hacia las otras tres camas seguidas a la de mi novio y veía en la primera de ellas a una pareja acostada, el chico sobre ella dándole placer y haciéndola retorcer de excitación; en la siguiente la chica se encontraba en posición de cuatro patas sobre la cama y su chico le daba por el culo; en la tercera mientras tanto realizaban un 69; y finalmente en la cuarta estábamos mi novio y yo, el sobre mi besando mi pubis y bajando lentamente hasta encontrar mi rajita húmeda, donde introdujo su lengua e inicio un movimiento circular dentro de ella.

¡¡Dios!! ¿Que carajo estábamos haciendo? Es decir… para nadie era un secreto los encuentros sexuales de ninguna de las parejas en nuestro curso pero… ¿hacerlo de esa forma?

No… no… esto es una vergüenza, es falta de dignidad, pensaba yo, pero mi cuerpo se excitaba viendo tres películas porno en vivo y en directo y todas a la vez. Mi mente me decía que detuviera todo y saliera de allí. También podía haber salido con mi novio y dirigirnos al cuarto en donde se suponía que dormiríamos mis tres amigas y yo y hacer el amor allá, pero no podía, mi cuerpo me lo impedía, mis ojos querían quedarse admirando a esas parejas amigas y algo dentro de mi también deseaba quedarse para que los demás me vieran teniendo sexo. Era una locura y yo estaba consciente de eso, pero a la vez quería vivir esa locura.

Dejé de pensar en el instante que mi novio me besó y me penetró con su pene, que para ese entonces era grandísimo para mi, pues aún con tan solo unos 16 cm era el único que me había penetrado hasta el momento (quién iba a pensar que después iba a tener dentro uno de hasta 23 cm)

aaahh… uummm… siiii… ah –

Ahora, mis gemidos acompañaban a los de mis compañeras haciendo que la habitación se llenara de un calor delicioso, de un morbo que traspasaba limites, de una sensación de timidez que me elevaba hasta la luna sin saber porque.

Mi chico y yo llevábamos un buen rato disfrutando de su rápido mete y saca cuando me pidió que me pusiera en cuatro para penetrarme analmente. Yo hice caso inmediatamente y puse ante sus ojos mi culo para que introdujera su verga.

Llevábamos unos cinco minutos así cuando de repente…

No… no… no podía ser verdad lo que estábamos viendo. Mi novio se detuvo y yo quedé perpleja viendo la imagen de dos de mis amigas besándose y masturbándose mutuamente mientras sus novios se limitaban a mirarlas con cara de lujuria.

La pareja restante también quedó igual de sorprendida. Las chicas que en ese momento se besaban no eran muy amigas nuestras y no compartíamos mucho. Sabíamos que siempre estaban juntas pero jamás pensamos que tuvieran relaciones.

Por un instante la parejita de mujeres se detuvo mirando a su alrededor para encontrarse con las cuatro caras de nosotros totalmente anonadadas por el acontecimiento y con los ojos lujuriosos de sus novios. (las dos parejas heterosexuales que quedábamos ya nos habíamos detenido completamente para verlas).

Mi novio con voz temblorosa preguntó a la pareja de una de las chicas qué significaba todo eso a lo que el respondió que era algo totalmente normal y que las chicas hacían a menudo. ¡¡Eran bisexuales!!

Se detuvieron por segunda vez pero no fue para ver la cara de quienes las miraban. Se acercaron poco a poco a mi amiga y a mí. En ese momento yo estaba presa de la excitación mas que de la sorpresa, pero al parecer a mi amiga le causaba asco verlas.

Una de ellas se acerco a mi cuerpo mientras que la otra hacia lo mismo pero con mi amiga. Yo no podía ni moverme y ella lentamente se acercó a mis labios para besarlos cuando:

¡¡NO!! - mi amiga había gritado en cuanto la chica que se le acerco y trató de tocarla

Si no es por su grito me hubiera dejado besar por mi compañera, pero abrí los ojos e inmediatamente la empuje también diciéndole que yo no era ninguna lesbiana y que ni se atreviera a acercarse.

No es raro que me haya excitado tanto, algunas veces veía videos porno de lesbianas y experimentaba algo parecido, pero sí le agradecí a mi amiga el grito que pegó pues no quería besar a una mujer ¡¡ni loca!!

Rápidamente mi amiga y yo nos vestimos y salimos del cuarto en compañía de nuestros novios.

Ingresamos a la habitación en la que dormíamos nosotras y allí continuamos cada una con su chico.

A pesar de que a nosotras no nos interesaba estar con otras chicas, en ese momento decidimos hacer un pequeño juego los cuatro; algo que nos divirtiera un poco y nos sacara de la misma rutina de pareja que teníamos siempre.

Así que mi novio y yo y ella con su novio tomamos cada pareja una cama, poniéndonos de frente.

El juego se trataba de que una de las parejas le dijera a la otra que pose hacer.

Ellos iniciaron y pidieron que yo cabalgara a mi novio. Lo hice inmediatamente y mi novio no tardó en venirse ya que guardaba la misma excitación de hace rato en el anterior cuarto.

Luego nosotros ordenamos que hicieran un 69, en el que ellos también tuvieron su orgasmo e hicieron que la verga de mi novio se pusiera otra vez erecta y que mi vagina se volviera a lubricar bien.

Bueno… ahora nosotros teníamos que hacer sexo anal, así que me puse en cuatro y mi novio empezó a darme, produciendo que de mi boca salieran gritos de placer.

Así transcurrió la noche; dos parejas diciéndose una a la otra que pose hacer.

El 69, sexo oral de chica a chico y viceversa, cabalgadas, penetraciones anales, rusas, carretillas… en fin…

De una u otra forma esa fue la noche más loca de mi vida; hubo de todo y no me arrepiento. De todas formas, las otras tres parejas eran conocidas y no salió nada de ninguna de nuestras bocas.

Y con la pareja que compartimos el juego… no la llevábamos muy bien, ella era mi mejor amiga y él era el mejor amigo de mi novio; fue un juego secreto del que nadie mas, ni siquiera las otras dos parejas de hombres heterosexuales y de chicas bisexuales se enteraron.

Espero les haya gustado y quizás pueda continuar contándoles lo que sucedió el resto del viaje... aunque no fue tan loco fue rico.

GRACIAS