Publiqué el primer relato de esta serie en esta misma página, bajo otro pseudónimo, en abril de 2003. Siempre tuve la intención de continuar la historia, pues aquello era una especie de presentación de los personajes y poco más, pero por unas cosas o por otras, y sin dejar nunca de avanzar mentalmente en la historia, dejé de publicar. Por aquel entonces tenía prácticamente la misma edad que los protagonistas, así que digamos que estaba inmerso en mi propia historia.
No lo retomé en serio hasta el verano de 2007, con las mismas condiciones que tenía previsto desde el principio. 25 capítulos que pudieran ser leídos individualmente, cinco adolescentes que dan sus primeros pasos en el sexo, heteros unos y homosexuales otros. El reto de abarcar todas las categorías que existen en Todorelatos.com tuve que descartarlo, pues quería que la historia fuera lo más realista posible y no veía la forma de hacerlo. Aún así, en los 51 relatos ha habido trece categorías, desde Gays a Amor Filial, pasando por Autosatisfacción, Zoofilia o Primera Vez. Era una idea arriesgada, pues generalmente quien gusta de un tipo de relatos no suele ser lector de los otros, pero quería demostrarme que era capaz de escribir sobre cualquier género.
La respuesta ha sido mucho mejor de la que yo esperaba, ya digo, contaba con que a muchos no les gustara el mezclar relatos gays y heteros en una misma serie, pero los 209 comentarios hasta el momento han sido una grata sorpresa. Gracias a todos los que habéis leído, valorado y comentado mis relatos, pues sin vuestro apoyo nunca hubiera sido capaz de terminar el proyecto.
Un proyecto que tenía como objetivo principal el reflejar esos primeros acercamientos a la sexualidad: las primeras masturbaciones, las primeras relaciones sexuales, los primeros desengaños, los primeros errores... Me había propuesto que la historia pudiera transcurrir en cualquier ciudad actual, en cualquier momento de las últimas décadas, aunque a última hora decidí ambientarlo en la actualidad. Esto ha supuesto algunos problemas, principalmente porque Internet y los móviles lo han cambiado todo.
Hace tan solo unos años, el limitado acceso a la red hacía que nos tuviéramos que buscar las mañas para ver algo de pornografía, y eso daba lugar a las masturbaciones en grupo, tan habituales en "5 Chicos". Ahora, con un par de clicks cualquier chaval puede meterse en Yuvutu, afirmar que tiene más de 21 años aunque apenas tenga la mitad y pajearse con cualquiera de los miles de videos existentes. O más aún, puede meterse en un chat o en cualquier red social y conocer a chicas dispuestas a poner la cam para ofrecer un espectáculo en vivo.
Todo ha cambiado, no necesariamente a peor, pero tantos cambios han dejado a "5 Chicos" a medio camino entre los 90 y la primera década del siglo XXI. En tierra de nadie. Más allá de los fallos en la ortografía, las pequeñas contradicciones argumentales y las situaciones poco creíbles, el no situar la historia en un momento determinado y el ir añadiendo tramas sobre la marcha ha sido el mayor error de "5 Chicos".
Algunas historias, como la de David y Kevin, han sido muy poco creíbles, sobre todo cuando mi idea es que pudieran ser cosas que le podían haber ocurrido a cualquiera con catorce años. También hay cosas que han aparecieron en un relato y no han vuelto a aparecer, como los inicios de Carlos en la zoofilia o el tonteo de Jaime con su hermano Jorge. Por un lado me hubiera gustado más ahondar en esos temas, pero por otro no quería desvariar demasiado.
Al menos, el resto de tramas creo que han sido un poco más realistas. ¿Quién no se ha reunido una tarde con los amigos para hacerse pajas? ¿Quién no ha dudado alguna vez de su orientación sexual? ¿Quién no ha tenido una primera vez desastrosa? ¿Quién no se ha despertado con las sabanas empapadas descubriendo así que ya había dejado de ser un niño? Esa era mi intención a la hora de escribir "5 Chicos", hablar de situaciones por las que todos hemos pasado, pero que parecen ser un tema tabú en libros o series de televisión.
Sé que muchos vais a odiarme por esto (espero que no os dure mucho el enfado) pero de momento este es el final de la historia. Han sido muchas horas dedicadas a "5 Chicos" durante los últimos años, y aunque ha sido una gran satisfacción saber que hay gente que ha disfrutado tanto leyendo como yo escribiendo, necesito dedicarme a escribir sobre otros temas. No tiene por qué ser un final definitivo, hay tramas entre el último relato y el epílogo que podrían seguir dando de sí, así que puede que dentro de algún tiempo me anime a continuar. Hasta entonces, seguiré por esta página escribiendo relatos sueltos o series más cortas, pues ahora mismo no me veo con fuerzas de empezar desde cero algo tan grande.
Una vez más, gracias a todos los que habéis llegado hasta aquí. Si tenéis cualquier pregunta, duda, crítica (constructiva o destructiva), sugerencia, idea o consulta, estaré encantado de responderos personalmente en los comentarios de esta misma página. Es más, os agradecería que comentarais qué os ha gustado, que no os ha gustado... Lo que se os ocurra.
Un fuerte abrazo,
Héctor Richvoldsen