A última hora de la tarde el gran edificio de oficinas
está casi vacío y los últimos trabajadores se van casa.
Ella toma el ascensor en el piso17 y él en el 15. Llevan coincidiendo así un par
de meses. Apenas han cruzado una palabra más allá de los saludos de cortesías y
no saben sus nombres pero Secretamente los dos esperan el final día el momento
en que bajan junto en el ascensor pues en este tiempo han creado un juego de
miradas que ha ido subiendo de intensidad.
Hoy el ambiente dentro del ascensor aparece electrificado, él la mira con
descaro mientras su verga se marca claramente en el pantalón, ella le seguí el
juego y se desabrocha un botón más de la camisa mientras que con una sonrisa
traviesa se queja del calor que hace estos días.
Hoy él no quiere jugar, quiere algo más, tranquilamente pulsa el botón de parada
del ascensor.
-¿Qué haces?- pregunta ella.
Por toda respuesta, él la mira y la besa intensamente como un animal sediento.
Sus manos recorren ese cuerpo de mujer que tiembla por la excitación. Ella
intenta pararlo, resistirse un poco, pero el deseo es demasiado fuerte.
Cuando se separan aun conectados por la mirada, él le abre la camisa y saca las
tetas por encima del sujetador negro y se lanza a mamar y morder eso pezones
duros y oscuros mientras sus manos empiezan a explorar su coño que ya esta
ardiendo.
Ella no puede más que dejarse hacer y suspirar. Nunca ha hecho nada así pero lo
esta disfrutado, tiene que agarrase a las paredes al flojearle las piernas
cuando él tirar con los dientes de sus pezones mientras unos dedos hábiles
juguetean debajo de su tanga.
El se separa y se abre el pantalón dejando salir una verga grande y dura.
-Si la quieres pídela.
-Quiero tu cipote.
-No, creo que puedes pedirlo mejor.
Ella esta como hipnotizada por es esa polla de venas marcadas, el brillo del
liquido preseminal en la punta y suave olor a macho.
-Quiero chuparte la polla
por favor vuelve a repetir ella tímidamente y se
arrodilla delante de él y pasándosela por la cara y dando lametones a huevos
antes de meterse esa rica verga en boca, puede sentirla caliente y húmeda,
aunque es tan grande que apenas puede tragar hasta la mitad mientras él le
acaricia el pelo y le susurra obscenidades.
Cuando la excitación se vuelve insoportable la levanta y bruscamente la pone de
cara a la pared, subiéndole la falda y arrancándole el tanga empapado de flujo.
Pasa la polla por la raja del coño recogiendo su humedad como un anticipo antes
de penetrarla lentamente, dejando que el coño se acostumbre al tamaño.
La siguiente embestida es firme y tan fuerte que la hace ponerse de puntilla. El
ritmo va creciendo en intensidad y ella disfruta de la sensación de estar
sometida a su fuerza y su deseo; de sentirse llena por completa cuando la folla
tan fuerte que puede sentir sus grandes huevos chocando deliciosamente contra su
coño.
EL la coge por el pelo y la obliga mirarse en el espejo del fondo del ascensor.
Su propia imagen despeinada, con la ropa revuelta y completamente entregada a un
desconocido la excita, ha perdido la cuenta de los pequeños orgasmos que ha
tenido antes de que un orgasmo espectacular le recorre el cuerpo, mientras él le
sostiene la mirada en el espejo.
Los últimos coletazos del orgasmo se mezclan con el morbo de sentir los fuertes
latigazos de semen cuando él también llega al orgasmo. Aun bien ensarta por una
verga que se recite a aflojarse el la besa suavemente y pulsa el botón para
volver a poner en marcha el ascensor.
Cuando llegan al vestíbulo ya se han adecentado como han podido y vuelven a
comportarse como dos desconocidos.
-Hasta mañana- Se despide él
-
Eso espero
- susurra ella.
rojouno99@hotmail.com