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Reencontrando a Elena (3)

en Grandes Series

Esto es una continuación, así que quizás debieras leer los capítulos anteriores:

Capítulo 1:

http://www.todorelatos.com/relato/71798/

Capítulo 2:

http://www.todorelatos.com/relato/72181/

CAPÍTULO 3

Dejé que fuera en primer lugar a asearse y después iría yo. Mientras recogería un poco la salita, la película que estábamos "viendo" y las palomitas. Oí que había terminado e iba para el cuarto, así que fui yo también al baño, en bolas claro. La ropa la dejé encima del sofá. Un poco de lavoteo de gónadas y refrescarme la cara. Después fui a tumbarme a la cama con Ele.

Uff.- Resoplé.

Así que has aprendido trucos nuevos. Posturitas en el sofá, tirones de pelo…

Bueno tanto como trucos nuevos… lo que sí hay que innovar un poco.- Y con ella era fácil lanzarse a intentar cosas "menos convencionales". Si es que un tironcito de pelo y jugar con su ojete es poco convencional.

Un innovador eh?- Me respondió con retintín.

Lo que creo es que te ha molado un montón. Y que hacía tiempo que no te daban lo tuyo así.- Le respondí de manera directa siguiéndole la broma.

Pues lo cierto es que no. El último era un poco "rápido" y en cuanto se añadía algo de variedad al menú más rápido aún.- Me confesó.

No me puedo creer que estuvieras con un fusilánime así. Espero que por lo menos fuera divertido.- La verdad es que siendo una chavala tan ardiente estar con un compañero de cama como me describía era una lástima.

Bueno tenía sus cosas.- Exculpaba un poco al chaval.- ¿Y tu última compañera de alcoba que tal se portaba?

Un caballero no habla de esas cosas.- Le repliqué con voz altanera.

Pero tú no tienes caballos ni ná.

Eso es cierto. A ver qué tal así. Tu eres la mejor compañera de cama que he tenido.- Estaba siendo totalmente sincero. No iba a contarle que hacía con la última chica, podría contar cosas que había hecho o no en general, pero no me parece correcto hablarle de alguien en particular. Internet puede ser más anónimo.

Ya claro, teniéndome en la cama contigo la respuesta es fácil.- Pero se le notaba que la respuesta le había gustado, porque también sabe que soy incapaz de mentir.

Mientras hablábamos estábamos tumbados, cada uno con la cabeza a los pies del otro. Jugueteando con las manos y los pies, haciendo caricias el uno al otro. Cuando estaba terminando de decirme lo de más arriba, cogí su pie más cercano, me lo puse en el pecho y empecé a masajearlo con cariño. Un masaje de pies bien dado puede ser muy erótico. Yo no soy ningún experto, pero la intención servirá de algo digo yo. El caso es que no la oía, no lo estaba haciendo bien entonces, o al menos no bien en el sentido que yo quería.

Oye, la idea no era que te durmieras.- Le dije para espabilarla.

Estaba disfrutando nene. Parecerá una tontería, pero es un pelín erótico eso de masajear así los pies.

Esa era la idea pequeña.- Objetivo conseguido.

A ver si te parece bien esto a ti.- Lo dijo incorporándose un poco y dirigiéndose hacia mí.

Se acercó a mí para darme un buen beso de tornillo, situándose arrodillada sobre la cama a mi lado. Después de ese beso, bajó a mi pecho y seguía besando mientras bajaba. Estaba claro que se dirigía a la zona de conflicto. Eso no es erótico, eso es porno directamente, y claro que se levantó de nuevo el soldadito viéndola venir tan dispuesta. Por otro lado, había dejado su culo bastante cerca de mi mano derecha, pero no de mi boca. También yo quería saborear y corresponderle de la misma forma. Así que intenté atraer su culo hacia mí, se giró para mirarme y negó con la cabeza. No me iba a dar a probar otra vez su esencia.

Por su parte ya se encontraba en disposición de saborear mi entrepierna. Ayudándose con su mano, dejaba totalmente fuera mi capullo y empezó a lamerlo suavemente. Rodeándolo y aplicándose bien a la zona del frenillo. Al poco lo introdujo en su boca. Ni que decir tiene que me dejaba hacer sin rechistar. Ele había cogido ya carrerilla. Se aplicaba bien a casi todo lo largo de mi miembro. Se la sacaba de la boca y con los labios recorría toda su longitud. De vez en cuando hacía una escapada a mis pelotas, las lamía y se las metía en la boca para chuparlas mientras me masturbaba con la mano. Eso sí que es gloria bendita. Entonces se volvió a meter la polla en la boca, arriba y abajo ayudándose con la mano.

Como decía estaba disfrutando de lo lindo. Pero no por ello estaba quieto, ya que no me dejaba lamerla a ella, estaba acariciando su sexo. Eso sí me dejó hacer. Separó algo sus piernas para dejarme actuar cómodamente y ahí estaba dándole el placer que podía. Estaba ya bastante húmeda, así que apliqué 2 dedos dentro de su cuerva del deseo.

Elena iba lanzada con el mete-saca de su boca. Así que le hice un gesto de que se tranquilizara o acabaría conmigo. Se giró hacia mí y sonrió. Cogió mi miembro y poco a poco se lo fue metiendo todo en la boca. Hasta el fondo!! Ufff, que barbaridad me estaba convulsionando y ella estaba prácticamente quieta. Subió y bajó despacio 3 o 4 veces llegando bien al fondo.

Por mi parte había sacado el dedo índice y lo había alojado en su culo, un poco de doble penetración a buen ritmo. Y estaba siendo muy bien acogida.

Pero yo estaba ya a punto de reventar, no podía continuar mucho más con lo que me estaba haciendo con su boca y sus manos. Me iba a volver loco y ya no podía continuar con el trabajito manual que el que le intentaba corresponder. Era demasiado. Así que le dije que parara, tuve que tirar de ella como buenamente pude para que dejara su juguete que chupaba como si le fuera la vida.

Para que me vas a volver loco!!- Le dije con los ojos desencajados.

Déjame terminar contigo.- Me rogó.

Es que eso exactamente es lo que vas a hacer, terminar conmigo. Se una buena chica y móntame.

Así que, de mala gana, dejó de torturarme y se sentó ahorcajadas sobre mí, pero dándome la espalda. Me había dado un momento de respiro, pero no iba a ser suficiente. Empezó a cabalgarme despacio y fue acelerando rápidamente. Solo acertaba a jadear y a agarrarle el culo mientras Ele botaba encima de mí. Estaba llegando al éxtasis y era imparable. Empecé a derramarme dentro de ella mientras apretaba sus cachas con mis manos contra mi cuerpo. Tuvo el detalle de bajar el ritmo y hacer las últimas embestidas más despacio y profundas. Quedé poco más que inconsciente, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Imagino que Ele no llegó a su orgasmo, pero aseguro que por mi parte no pude hacer nada más para contener aquello. Me había exprimido y llevado a los límites de la resistencia y casi de la locura.

Descabalgó y se acercó a darme un beso en los labios, un buen beso bastante ardiente. Olía a mi propio sexo, pero eso estaba muy lejos de importarme. Me regaló una sonrisa y se fue al baño. Yo ni siquiera era capaz de moverme, aún tenía escalofríos que partían desde mis pelotas y que recorrían mi columna. Necesitaba algo de aire y quizás alguna descarga eléctrica para reanimarme.

Elena, viendo que yo no era capaz de moverme, trajo una toalla humedecida para lavarme un poco. Primero la cara y después las partes nobles con los restos de la batalla. Ya empezaba a tener algo de movilidad, no que fuera capaz de levantarme.

Estás hecho un trapo, con una mamadita de nada y no puedes ni moverte.

A ver. De "mamadita de nada" bien sabes que no ha sido. Que si te dejo seguir una de dos, o me vuelvo loco o me da un ataque.

Tenías que haberme dejado acabar.- Me respondió sonriendo con cara satisfecha.

No te preocupes que otro día te dejo, pero hoy no podía más.- Le aseguré.- El viernes que viene me voy a visitar a un colega que está haciendo un máster en Madrid.

Pues esta semana tengo las tardes liadísimas con un trabajo que tengo que entregar.- Dijo algo decepcionada.

Pues tiene pinta de que no nos veremos esta semana entonces. Tengo ya el billete de AVE comprado y este tío lleva tiempo diciéndome que me vaya para allá.- Miguel, no era muy sociable, bueno no es que no fuera sociable, es que es muy tímido y no es capaz de empezar relaciones con la gente. Así que se sentía un poco solo y agobiado allí en la gran ciudad.

Quédate a dormir.- Me rogaba en compensación por una semana sin sexo que iba a tener.

Ufff, mañana he quedado ya con los colegas para dar una vuelta en moto. Hemos quedado a las 9:30.- Habíamos quedado temprano y tendría que volver a casa, vestirme de romano y salir con la moto, aunque el lugar de la cita estaba cerca de casa.

Ummmhhh.- Dijo con carilla triste y suplicante, mientras juntaba los brazos haciendo que se juntaran sus hermosos pechos.

Vale manipuladora.- Me dejé convencer.- Pero mañana me levanto a las 8:30 o no me da tiempo a llegar.

Vale, te levantas y me dejas dormir.- Estaba contenta de conseguir lo que se proponía.

A la mañana siguiente me desperté con la alarma del móvil a la hora prevista. Ele rezongó algo pero no creo que llegara a despertarse siquiera. Me vestí y escribí una nota: "gracias por una noche de buen cine". Se la dejé en la mesita de noche le di un beso y me fui. Llegué 10 minutos tarde a la cita con los compinches, cansado totalmente pero más feliz y más ancho que alto. Aquel día fluí por las carreteras.