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Mari

 

 

 

Serian las seis de la tarde de un día de verano cuando sonó la campana de la entrada de mi casa.

Desde la piscina vi en la puerta del jardín a una adolescente. Al acercarme, antes de que yo hablara la chica me dijo:

 

-- Perdona que te moleste, es que me puse a andar y me he perdido. Vivo en la calle Roma, ¿Sabes por donde queda?

 

-- ¡Madre miá! -- Conteste-- Si esta a unos diez kilómetros. Si que diste un buen paseo.

Pasa al jardín y siéntate un rato, que esa caminata con esas sandalias debes tener molidos los pies.

Luego te acerco a tu casa en mi coche.

 

Se sentó en una tumbona y le traje un refresco frió.

 

    • Gracias, me llamo Mari – Me dijo – La verdad es que estaba muerta de sed, con este calor. ¿ No están tus padres ?

    • Yo soy Angel. La verdad es que vivo solo, esta es mi casa.

    • ¡Queee! Si pareces muy joven para tener semejante casa, creía que serias un estudiante.

    • En realidad soy ingeniero y tengo mi propia empresa.

    • ¿Pero cuantos años tienes? --Me pregunto.

    • Veintisiete.

    • No te echaba mas de veinte. -Dijo sorprendida.

    • Si, siempre me dicen que tengo cara de niño –Replique riéndome-- que fallo, si lo llego a saber te digo que tengo dieciocho y así te podía tirar los tejos.

    • ¿Así que te gustaría tirarme los tejos? --dijo riéndose.

    • Es broooma, si te doblo la edad, te calculo catorce o quince ¿No?

    • Dieciocho dentro de dos meses, pero, ¿Es que me encuentras atractiva?

    • La verdad es que me pareces un sueño de chica. – Yo no acababa de creerme lo de su edad, pero resulto ser cierto.

 

Así era. De estatura, 1,55 m. complexión normal, cintura estrecha, morenita, con curvas, bonitas piernas, culito respingon y pequeñas tetitas. Su cara era un ovalo perfecto, boca pequeña con jugosos labios, nariz pequeña y ligeramente respingona, cejas finas que cubrían lo mas fascinante: unos maravillosos ojos negros y rasgados (Me pierden los ojos rasgados). La melena marrón oscuro, larga y lisa hasta casi el culo. Un físico que me parece de la chica perfecta.

Ademas me encantaba como iba vestida, sandalias para unos pies pequeñitos, micro pant vaquero deshilachado, Un pequeño top elástico, sin tirantes. Me pone muchísimo los hombros femeninos sin nada, ni un tirantito fino, me parecen muy sensuales.

 

    • A mi no me preocupa la diferencia de edad –Dijo ella-- de hecho prefiero hablar con gente mayor que yo. Los de mi edad me parecen bastante tontos. ¡Ufff, que calor!

    • Date un chapuzon en la piscina.

    • ¿Puedo?

    • ¡Claro!, venga, al agua.

 

Se quito el top, dejando sus tetitas puntiagudas al aire y note que estaban sin marcas de sujetador, tan morenas como el resto de su piel, así que practicaba topless habitualmente. Debajo del pantaloncito, llevaba un tanga minúsculo. Yo me estaba poniendo a cien. Saltó al agua con una zambullida perfecta y yo me fui a buscar una toalla.

Después de nadar un rato salio del agua y se acercó. Yo trataba de disimular una imparable erección con la toalla por delante, pero cuando ella cogió la toalla se dio cuenta y soltó una risita.

 

    • ¡Vaya! Aquí parece que hay algo al que lo importa la diferencia de edad.

    • Que quieres, no soy de piedra, y tu eres una muñequita deliciosa.

    • ¿Me la dejas ver? – Ahora si que me quede de piedra.

    • Ya habrás visto alguna ¿No?

    • Y tocado, alguna paja he hecho, pero nunca vi una tan grande.--(Coño con la niña)

    • Mari, me esta dando un poco de corte todo esto.

    • ¡Venga! Si tu me has visto casi entera—Me sorprendió bajándose el tanga hasta medio muslo-- ¡Y ahora enterita!

    • Y sin pelos—Un coñito precioso, una rajita limpia sin labios sobresalientes.

    • Con el tanga quedan mal los pelitos.--Aclaró

 

Estaba tan flipado que no reaccione cuando Mari empezó a bajarme mi bañador.

 

    • ¡Ooooh! Esta tiesa, tiesa y grande.

    • No exageres, lo normal para mi estatura(1,75 m.) 16x4 cm.

    • ¿16x4? --Dijo divertida --¿Es que te la has medido?

    • Por supuesto, como todo dios. Y el que diga lo contrario miente –Respondí también divertido.

    • Es la mas grande que he visto en directo--

 

La cogió en su mano y me dije que ya no había vuelta atrás.

Eche hacia atrás su cabeza y me incline acercando mi boca a la suya hasta que encontré sus labios,

jugando con ellos entre los míos, Mari respondía bien. Avance la punta de mi lengua dentro de su boca y dio un respingo.

 

– ¿Que pasa?--Le pregunte

– Nada, nada, sigue

 

La cogí de la mano y la lleve a la casa. Por aquí no pasa nadie, pero tenia los condones en el dormitorio. Una vez allí me senté en la cama y senté a Mari en mis rodillas. Continuamos besándonos mientras yo acariciaba su espalda buscando sus puntes sensible. Ella cada vez se estremecía mas, dando pequeños suspiros. Le recorría con mi boca por el cuello, chupeteandole los lóbulos de sus orejas, notando su reacción cada vez mas excitada

La tumbe en la cama boca arriba, con sus pies apoyados en el suelo y empece a deslizar mi boca hacia abajo, con calma, deteniendo en los sitios que la estremecían, hasta llegar a su coñito

Lo abrí y observe dentro su himen, formado por unos pocos filamentos, seria fácil.

 

    • ¿Eres virgen?

    • Ya llevo siéndolo tiempo de mas –Respondió con una risita.

    •  

Bese varias veces su coñito y después empece a lamerlo con mi lengua. Como esperaba Mari se empezó a retorcer y a gemir, cada vez mas. Poco a poco empece a notar su sabor salado, cada vez estaba mas mojada, no iba a necesitar lubricante.

Yo estaba excitadisimo, así que me puse el condón y la subí a la cama. Me apoye en mis codos para no aplastarla y dirigí mi pene hacia su rajita, pero no quería meterlo aun, sino frotar un ratito la punta contra la entrada. Pero Mari lo cogió con su mano y lo apuntó, así que empece a penetrar con mucho cuidado.

 

A los dos cm. dio un respingo y me detuve, pero me suplicó que siguiera, así que continué despacio hasta meterlo completamente mientras Mari gemía y se estremecía.

Nunca había catado un coñito tan estrechito, tenia el pene apretadisimo, pero afortunadamente estaba muy lubricado debido a la excitación. Comencé a moverme, subiendo el ritmo poco a poco al tiempo que le acariciaba los pezones con suavidad y le besaba sin tanto en los labios como en el cuello o el lóbulo de la oreja.

 

Cruzo sus pies por detrás de mi cintura y con sus brazos tiraba de mi hacia ella, con gemidos y estremecimientos cada vez mayores.

Y entonces note su primer orgasmo, pero continué sin parar hasta que de nuevo sentí que le venia el segundo y ya no pude aguantar mas. Un tremendo hormigueo me recorrió todo el cuerpo, concentrándose en la nuca al tiempo que eyaculaba con tanta potencia que si no tuviera condón sabe dios donde llegaría

Salí con suavidad y me tendí boca arriba a su lado. Mientras recuperábamos la respiración pase mi brazo por detrás de su cuello y la atraje hacia mi, poniendo su cabecita en mi hombro y le di un corto besito en la frente. Ella soltó una risita.

 

    • Fantástico –Me dijo

    • Ha sido el polvo mas delicioso de mi vida –Conteste

    • Y el mio.

    • Jajajaja, normal, en tu caso ha sido el único

    • Espero que no sea el único

    • Por mi parte los que quieras, hasta que me fundas, eres una delicia.

    • ¿Cuando repetimos?

    • Mmm. Mari ¿A que hora tienes que estar en casa?

    • A las nueve y media ¿Por?

    • Son las siete. Nos quedan dos horas para seguir jugando.

    • ¿Hoyyy?, Angel, ¿Es que puedes repetir?

    • Faltaría mas, espera un rato que me recupere. Lo que no me explico es como hemos llegado a esto, a mi no se me paso por la cabeza seducirte.

    • A mi si que se me paso y me puse a ello –Dijo riéndose y sorprendiéndome

    • ¿Y eso? ¿Tan irresistible te parezco?, A las chicas de tu edad les debo parecer un viejo.

    • Muy irresistible. Y ya te dije que me pareciste mucho mas joven. Y hay otra historia, amigas miás que han perdido la virginidad con sus novios, todas cuentan que fue un desastre. Yo pienso que por la inexperiencia de ambos. Así que llevaba tiempo pensando que me debería iniciar con un chico mayor, que ya tuviese experiencia. Y me dije este chico tan guapo y con ese cuerpo, o es gay, o ha debido tener bastantes aventuras.

 

    • Jajajaja, lo de gay, descartado ¿No?

    • Descartado. Cuando me quité la ropa para darme el baño, me dije: Si este chico no reacciona a esto no tiene arreglo. Y vaya reacción jajajaja.

 

Fuimos al aseo a lavarnos un poco. Mari había sangrado poquísimo, ya me lo esperaba al haberle visto un himen tan sencillo y volvimos al dormitorio jugando, haciendo cosquillas, metiendo mano y riéndonos.

 

Mari se veía muy interesada en mi pene, el cual había bajado su tamaño a la tercera parte, pero con esa chica tocándolo y manoseándolo rápidamente empezaba a crecer para su fascinación.

 

    • ¡Como te la levanto con las manos! ¿Ehh?

    • Pues si pruebas con la lengua y la boca, veras.

 

Se sorprendió un momento, pero rápidamente pillo el asunto. Empezó lamerlo con la lengua, y cuando estaba casi en erección total, se lo metió en su boca todo lo que pudo y empezó a moverse. Después de un minuto paro y me pregunto:

 

– ¿Lo hago bien?

    • Muy bien, solo ten cuidado con los dientes. Y acariciame los testículos

    • Vale, ¿Te gustaría correrte en mi boca?

    • Mmmm, coñe, claro que me gustaría pero ¿Y tu?

    • Me gustaría probarlo, si

    • Bien, tu me la chupas y al mismo tiempo yo te lamo tu rajita

    • Eso es hacer un 69 ¿No?

    • Jajajajaja, no tendrás practica pero conoces la teoría

 

Me tumbe boca arriba y nos pusimos en posición Mari ya conocía la teoría y estaba rápidamente adquiriendo la practica y se puso a chupar con mucho entusiasmo, aunque debido a la diferencia de estatura, tuve que forzar un poco la postura para alcanzar su clítoris con mi lengua.

Me daba tanto gusto la mamada, que solo pude aguantar pocos minutos. Cuando eyacule en su boca, ella se empezó a estremecer y hacer ruiditos con su boca, intentando meter mas al fondo mi polla, que después de correrme empezaba a desincharse, pese a lo cual Mari no la soltaba, ella estaba teniendo un intenso orgasmo.

 

Poco a poco dejo de moverse hasta quedar inmóvil encima de mi, eso si, con mi polla en su boca, ya cada vez mas flácida Después de un minuto le di la vuelta a Mari y la puse de espaldas en la cama. Me arrodille en el suelo y le di un par de piquitos en los labios y le acaricie la mejilla.

Ella con una picara sonrisa me dijo:

 

    • ¡Me lo trague todo!

    • ¿Te gusto?

    • ¡Me volví loca! ¡Tenemos que repetir!, Cuando note tu esperma en mi boca, me vino un placer inmenso, un hormigueo por todo el cuerpo, mmm , delicioso

    • ¿La mamada?

    • ¡Todo!, el polvo también

    • Estas saliendo un poco putilla –Dije riéndome

    • La mas putita. Soy tu putita-- Riendo también

    • Tenemos que recuperarnos, al menos yo, vamos a tomar un refresco.

    • Y luego ¿Otro meneito?-- Esta nena acaba conmigo. Y yo gustoso.

 

Merendamos algo en la cocina y volvimos al salón. Esta gloriosa tarde había que culminarla a lo grande.

 

Después de un buen rato de morreos, caricias y risitas, y con Mari que parecía haberle cogido cariño a mi polla, ya que no la soltaba de su mano y no paraba de jugar con ella, con lo cual la puso firme de nuevo. Me arrodille detrás de ella y le di unos besitos y mordisquitos en las nalgas.

 

    • Mari, tienes un culito maravilloso, parece un melocotón, dan ganas de comerlo.

    • ¡Caníbal! --Riéndose

    • Me gustaría una variación.

    • ¿Cual?

    • Entrar entre esas lindas nalgas.

    • ¡Que! ¿Me quieres dar por el culo?

    • Ay chica, que mal suena decirlo así, parece como si te quisiera joder.

    • ¡Oh! ¿No me quieres joder?

    • Me estas liando, claro que te quiero joder –Ella se partía de risa-- pero en el buen sentido, no en el malo

    • Jajajaja, puedes hacerme lo que quieras, soy tu putita y tu esclava, pero ¿Eso no duele?

    • Si se hace con cuidado no. Cunado notes mis dedos relajate, eso es muy importante. De todas formas si algo te molesta me lo dices y paro.

 

La tendí de espaldas en el sofá, con los pies apoyados en el suelo y su culo fuera del asiento. Me arrodille y empece a lamerle su rajita para que estuviera bien excitada cuando le empezara a dilatar su trasero. Ya tenia a mano el lubricante y al mismo tiempo que le comía el coñito, engrase bien el pene y los dedos medio e indice. Empece con el indice, respingo un poquito pero se dejo hacer, así que entro con facilidad. A continuación añadí el otro dedo, que ayudo a dilatar el esfinter. Todo esto sin dejar de lamerla.

 

Cuando note que los dedos se deslizaban con suavidad, di la vuelta a su cuerpo y apoye su pecho en el asiento del sofá y las rodillas en un cojín en el suelo.

 

Rápidamente saque mis dedos y apunte para no perder la dilatación y empece a penetrarla.

Ahora una vez salvado el esfinter entro con suavidad, a pesar de estar apretadisimo, que locura, entre despacio hasta el fondo, y me detuve unos instantes para sentir la piel de esas nalguitas en mi propia piel, pero Mary ya se estaba retorciendo y gimiendo, así que empece a bombear cada vez mas rápido, mientras le seguía acariciando el clítoris y los pezones.

Cada vez mas rápido con tal energía que se oía el choque de mi pelvis contra sus nalgas.

Mari casi gritaba mas que gemía, y se estremecía de tal manera que me excito tanto que en pocos minutos explote derramando en su culo con la poca leche que me quedaba después de los asaltos anteriores.

Me derrumbe, mi pecho sobre su espalda y fue retirándome de su culo muy despacio. Después de un minuto nos dimos la vuelta y nos sentamos en el suelo, con la espalada apoyada en el sofá y le pase mi brazo por sus hombros acercándola hacia mi.

 

    • Vaya tardecita. Mmm

    • Fantástica – Respondí-- ¿Te dolió?

    • Un poco, pero nada mas entrar me empezó el orgasmo de inmediato. Y duro todo el rato.

    • Que suerte. El orgasmo masculino es explosivo pero de pocos segundos.

    • Angel, ¿Cuando repetimos esta funcion? --Pregunto risueña

    • Por mi mañana mismo. ¿Quedamos?

    • ¡Quedamos!

    • Y mas que repetir, probaremos alguna cosita nueva

    • Me pones los dientes largos y los pezones duros—Riéndonos ambos.

 

Me pidió que la dejara un par de calles antes de su casa para evitar habladurías y concertamos que la recojeria en el mismo sitio. Nos dimos un ultimo morreo en el coche y al salir me dijo Mari:

 

    • ¡Que barbaridad! En un solo día me has desvirgado por todas partes menos por las orejas.

    • ¡No me des ideas, no me des ideas!-- Conteste con una carcajada.

 

Mary se alejo riéndose y dando saltitos.