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Juanito o Juanita - Segunda parte

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                                                                           Juanito o Juanita segunda parte.

 

Tal como habíamos planeado el día anterior, mis chicos Sergio y Carlos me recogieron temprano para lo que teníamos planeado Me subí al coche con una pequeña mochila infantil y nos dirigimos a la ciudad. Le dije a Carlos que buscara un sitio tranquilo para arreglarme, quería llegar a la ciudad ya arreglada, así que tomo un desvio y se metió en un pinar desde el que se veía el mar.

 

Salí del coche y me desnude completamente, quedando solo con mis zapatillas de tela. Iba a coger la mochila cuando me gire hacia el mar y me encontré muy a gusto, desnudo en aquel bonito sitio y pensando que me iba a mostrar en publico como una niña, me empezó a invadir una excitación nueva.

 

Sergio estaba sentado en el asiento delantero con la puerta abierta y me lance, me senté en sus rodillas abrazándolo y frotándome contra el, besándolo con gran excitación.

 

    • ¡Necesito un polvo ya! – Grite

    • ¡Uy como vienes hoy! --Respondió mientras me metía mano por todas partes.

    • Estoy excitadisimo, necesito relajarme.

    • Jajajajaj, esta alterado por los planes de hoy -Dijo Carlos –Habra que echarle un buen polvo para calmarlo..

 

 

 

Salí de sus rodillas y les baje un poco el pantalón y el slip, lo justo para sacar su

pollas y empezar a manosearlas. Cuando estuvieron un poco duras, aun no del todo, empece lamer la de Sergio ya que la tenia mas cerca y fui cambiando de una a otra, hasta ponérselas bien tiesas. Carlos salio del coche y rodeándolo se puso detrás de mi y con un dedo ensalivado me lubrico el ojete mientras yo estaba ya chupando a fondo, con una mano rodeando la base del pene de Sergio y pajeandolo y con la otra acariciándole los testículos

    •  

Mientras tanto Carlos estaba frotando la punta de su polla en la entrada del culo, con calma, hasta que por fin se decidió a penetrarme. Sergio me sobaba las tetitas mientras yo le chupaba con locura. Me entro una gran excitación que me follaran al aire libre, por el morbo de que alguien nos viese, y casi desee que hubiera publico. También el hecho de me follaran estando yo totalmente desnudo y ellos vestidos, solo con sus pollas fuera también me excito, a pesar de que me gusta ver sus cuerpos desnudos.

 

Cada vez nuestros movimientos eran mas violentos, veía que me venia el orgasmo y ellos aun no se corrían, aguante cuanto pude y por fin con mi mano y mi boca trabajando la polla de Sergio soltó su chorro en mi garganta, provocando una reacción en cadena y que Carlos con una serie de violentas sacudidas al mismo tiempo que me azotaba fuertemente las nalgas descargo en mi culo, lo cual hizo que yo también eyaculara con las habituales oleadas de placer.

 

Después de un pequeño descanso, nos limpiamos con pañuelos de papel, y en pocos minutos ya me había arreglado y maquillado. Llevaba zapatillas de tela rosa, minifalda muy corta, una blusita sin mangas casi transparente anudada por encima de mi ombligo que hacia que se me notasen claramente las tetitas. De joyas nada, solo bisutería, un collarcito de cuentas y plumas y unos sencillos pendientes de pinza (No tengo agujeros). El pelo como mas me gustaba, las dos coletas altas a los de la cabeza.

 

Me mostré, di una vuelta y pregunte:

 

    • ¿Que tal?

    • Fiuuuuu, das el pego totalmente -Dijo Carlos – Ademas a pesar de tu edad no te ha cambiado la voz, tienes voz de niño, menos mal, sino se podría fastidiar todo.

    • Es cierto, no había pensado en ello, es mas, ni siquiera me salen gallos como a los que están empezando el cambio. Me alegro. Me gusta mi voz infantil. ¡Ah!, y no os olvidéis de que ahora soy Juanita.

 

 

Una vez en la ciudad me fui tranquilizando al ver que no ocurría nada raro. Aproveche para comprar algunos maquillajes, pidiendo consejo a la dependienta sobre lo que mejor me iría (Hasta ahora estaba usando lo que había dejado mi hermana). Esa exitosa charla con la dependienta me dio una enorme confianza, me había tomado perfectamente por una chica. Tomamos un refresco y en la cafetería me dio por dar la nota, y los bese por turnos en los labios a los dos, sorprendiendo a mas de uno mientras nos partíamos de risa.

 

De vuelta, como no, volvimos a parar en el mismo pinar, y por supuesto cayo el segundo casquete.

 

 

Dos días mas tarde, no había quedado con ninguno de los dos, ya que mis padres comerían fuera y no llegarían hasta la cena por lo que concebí un plan nuevo: iría solo a la ciudad. Metí la ropa y todo lo demás en una pequeña mochila infantil y esta a su vez en una bolsa de supermercado.

No quería ir de chico con una pequeña mochila con un dibujo de Piolin. De chica no habría problema.

El autobús tardo quince minutos en llegar al centro. Me apeé cerca de un gran centro comercial y me dirigí a sus servicios. Me asegure de que no hubiera nadie y me colé en los servicios de mujeres. Cerré la puerta y rápidamente me prepare con el mismo aspecto del otro día, ya que este había funcionado, mejor no cambiar. Solo había una novedad, con cintas y un poco de velcro había confeccionado una especie de sujetapenes que lo ocultaba perfectamente.

 

Guarde la ropa de chico y la bolsa en mi mochilita y la eche a la espalda. Cuando salí del servicio no había nadie, eran los servicios de las escaleras fijas y todo el mundo iba por las escaleras mecánicas

 

Al mediodía comí un plato combinado en la terraza de una cafetería Después del postre note que un chico me estaba mirando con una sonrisa, tendría unos veinte años y estaba buenísimo, alto, varonil, pero me preocupo un poco que un chico de esa edad se fijara en una quinceañera y me temí que hubiese notado algo raro.

 

Me quede cortada cuando se acerco a mi mesa y me dijo:

 

    • Hola guapa

    • Hola guapo -- Respondí, no se, me salio así

    • Jajajajaja, ¿Me puedo sentar?

    • Vale

    • Gracias, me llamo Juan-- ¡Coooñe!, pensé

    • Yo Juanita

    • ¡Vaya, que coincidencia! Eres guapísima, pero muy joven, quince ¿No?

    • Si, quince

    • Mira, yo tengo 21, no soy un asaltacunas, suelo relacionarme con chicas de edad similar a la mia pero me llamaste la atención y no pude resistir el intentar conocerte. Te noto algo especial. – ¡Y tanto especial!--Pensé

    • Te quiero hacer una pregunta —Le dije-- ¿Te consideras una persona tolerante?

    • Si, claro –Respondió

    • Bien, vale, mmm, es que mira: soy un chico

    • ¡Queeee! Estas de broma.

    • No, no lo digo en serio, a pesar de mi aspecto tengo colita, aunque yo me siento chica.

    • Lo dices en serio –Ya se estaba convenciendo -¿Y porque me lo cuentas así de entrada, es que se lo dices a todo el mundo?

    • Nooo, si me entra un chico que no me gusta, y me gustan muy pocos, le corto y en paz

    • O sea que yo te gusto –Dijo con una sonrisa.

    • ¡Estas buenísimo! Pero no quiero malos rollos y por eso deje claro el asunto desde el primer momento. Supongo que no estarás interesado en seguir con esto y lo comprendo perfectamente.

    • Me sigue pareciendo increíble que tengas rabo.

    • No querrás que te lo enseñe en publico.--Repliqué riéndome

    • Jajajaja, no, claro, pero vivo muy cerca. ¿Quieres venir a mi casa?, la verdad es que eres guapísima y me da mucho morbo que seas un chico. ¡Uy perdón!, no debería haber dicho lo del morbo.

    • ¡Que va!, me encanta provocar morbo—Respondí riéndome

 

En pocos minutos estábamos en su piso, que compartía con otros dos chicos, los cuales no estaban en ese momento, todos con trabajo, pero así compartían gastos. En el salón, de pie Juan me rodeo con sus brazos y me dijo.

 

    • Tienes una de las caras mas bonitas que he visto en mi vida, no me importa lo que haya abajo, tengo que besarte, estoy ardiendo por sentir esos labios.

 

Apreté mi cuerpo contra el suyo y levante la cara ofreciéndole mi boca entreabierta y palpitante, el se inclino y rozo mis labios suavemente. Yo hice mas presión y le chupaba sus labios, entonces note su lengua avanzando al interior de mi boca y recorriendola por todas partes. Sin perder el contacto conseguí soltar mi blusa dejándola caer al suelo para a continuación levantarle su camiseta, y frotando mi pecho contra el suyo.

 

Estaba empezando una erección, como pude solté la falda, las bragas y las cintas, ya que me estaban empezando a molestar a medida que crecía mi pene. El se quito del todo la camiseta y yo retrocedí un paso y me puse de espaldas.

 

    • ¿Listo? --Le dije

    • ¿Que ?

 

Y con una picara sonrisa me di la vuelta mostrando todo lo que había, ya a punto de pasar revista.

 

    • Pues hasta ahora aun tenia dudas, no te notaba bulto.

    • Es por estas cintas que disimulan el paquete.

 

No parecía haber rechazo, así que me acerque y le abrí el pantalón, dejándolo caer al suelo con el calzoncillo. Ya la tenia morcillona y note que mi mano la hacia reaccionar, así que me arrodille y se la empece a lamer hasta que se la puse totalmente dura. La tenia algo mas grande que la de los dos primos y era la polla mas bonita que había visto (No es que hubiera visto muchas, pero bueno), totalmente recta y cilíndrica, le calculaba 18 0 19cm. de largo por cerca de 4 cm. de ancho. Rodee su base con mi mano derecha y empece a pajearla, metiendo la punta en mi boca y chupando con pasión mientras la otra mano le magreaba sus huevos.

Empezó a gemir y me dijo:

 

    • ¡Que riiicoo!, Sigue, sigue, que yo te aviso

    • No me avises.-- y volví a meterla y a seguir chupando.

    • ¡Que!

    • Que no me avises, lo quiero todo.-- Para adentro otra vez.

 

Pronto note que el estaba a punto, con sus manos me empujaba la cabeza hacia su polla con fuerza y chupe cada vez mas rápido y mas profundo hasta que me soltó la mayor cantidad de leche que yo había recibido jamas, estaba cargado a tope el chaval. Lo cual provoco mi orgasmo.

Seguí chupando cada vez mas lento hasta que le aflojo del todo y la saco de mi boca.

 

Entonces le hice mi numerito de enseñarle la boca llena, cerrarla, tragar y volver a enseñársela vacia. Naturalmente se le pusieron los ojos como platos.

 

    • ¡Joder que mamada!--Dijo-- La mejor de mi vida.

    • Eso se lo dirás a todas—Contesté riéndome

    • No, no. Me la han chupado bastantes veces y unas cuantas chicas, pero nunca me dejaban correrme dentro, lo cual era un corte, y por supuesto nada de tragárselo

    • No lo entiendo, a mi me da un placer enorme sentir el chorro de semen en mi boca, tanto que me corrí de puro gusto, por cierto te salpique la pierna.

    • ¡Va!, No importa.

 

Pero me agache y le limpie con mi lengua todo el semen que había derramado en su pierna y me lo tragaba para alucine de Juan.

 

Estuvimos un rato sentados en el sofá sin decir nada sin decir nada, hasta que Juan me dijo:

 

    • Quería hacerte una pregunta, por curiosidad ¿Tomas hormonas?

    • No, aunque supongo que porque me lo preguntas

    • Tienes un aspecto muy femenino, con curvas, tetitas, muy suave por todas partes y ni rastro de barba.

    • Ni pelusa me sale y ademas tengo la voz infantil y ni rastros de cambio a pesar de mi edad.

    • Tienes una voz preciosa, muy fina. Me encanta tu vocecita.

    • A veces pienso que debo tener las hormonas un tanto raras, debo tener muchos estrógenos, pero a mi me gusta ser así, incluso me gustaría ser mas femenina.

    • ¿Mas?-- Contesto riéndose --¡Pero si eres una preciosidad.

    • Por cierto, cuando en la cafetería hablamos de un revolcón, dijimos que uno o dos-- Le dije con una sonrisa mientras le acariciaba la polla.

    • Por mi que no quede.

 

Me pegue a el y le ofrecí mi boca, sin soltar su pene que ya empezaba a crecer, igual que el mio. Nos besábamos por el cuello las orejas y la boca.

 

    • Juan, – Le dije --¿Tienes algo una crema o así que haga de lubricante? Mi culito esta sediento y ardiendo.

    • Tengo lubricante, voy por el.

 

Lo acompañe sin soltar su polla, cogió el tubo y volvimos al sofá El la tenia totalmente dura y se la unte bien mientras el me dilataba el ano con su dedo untado. Apoye el pecho el sofá con las rodillas en el suelo y ya tenia dos dedos dentro. Pocos segundos después apoyo la punta en la entrada y empezó a penetrar despacio, pero yo estaba impaciente así que moví el culo hacia el hasta que entro entera.

 

Me dolió y me supo a gloria. Yo ayudaba al movimiento tanto que se le salio el pene mas de una vez, y me encantaba el dolorcillo de la penetración, así que provoque varias veces su salida.

 

Juan tenia sus manos en mis caderas, primero una y luego la otra las acerque a mis tetas, poniendo mis manos sobre las suyas para que no las separara. Juan entendió y empezó a magrearme sin descanso,sobre todo al ver el gusto que me daba. Ahora estábamos lanzados y ya no intentaba sacármela del culo.

 

Juan acelero el ritmo y apoyo su pecho en mi espalda besándome el cuello por detrás apretándome las tetas con fuerza, lanzo una serie de gemidos y se corrió en mi culo, con una buena cantidad de leche a pesar de la abundante corrida de la mamada. La leche en mi culo y los apretones que me daba Juan, me provocaron un orgasmo de primera, desde la espalda hasta la nuca me recorrían caricias de terciopelo y no creí que fuese capaz de eyacular tanto.

Yo me habia puestos las manos delante de mi pene y recogi toda la leche que pude de mi polla y a cuando Juan se salio, frente a el lamí con mi lengua mis manos y me trague mi semen paladeandolo.

Como antes, nos quedamos exhaustos un buen rato, recuperando la respiración sentados en el suelo con la espalda contra el sofá, hasta que Juan me dijo:

 

 

    • Desde luego que tu no eres un virguito, con lo bien que follas, se nota que ya tienes practica.

    • ¿Dices que follo bien?-- Respondí con una sonrisa lasciva-- Gracias.

    • La chupas y follas de locura.

    • No creas, empece hace poco, tengo dos amantes que son primos, entre ellos, no míos , un par de años mas jóvenes que tu, a pesar del poco tiempo, no paramos, y casi siempre me follan los dos a la vez.

    • ¿ Te follan los dos a la vez?

    • Si, uno por detrás y otro por la boca. Se van turnando

    • ¡Que fuerte!

 

 

Le estuve contando algunas de mis experiencias con los primos y parecía interesarle mucho.

 

Juan me empezó a acariciar, besar y magrear de nuevo, note que se estaba excitando de nuevo y claro me deje llevar y yo también tocaba por todas partes. En pocos minutos ya estábamos otra vez con los palos en alto.

 

Cuando me iba a poner en posición, Juan me puso en el suelo boca arriba y me metió un cojín grande debajo de mi cabeza y otro mas pequeño bajo la cintura y me di cuenta de lo que pretendía, y me encanto la novedad. Apoyando sus codos en el suelo para no aplastarme se puso sobre mi.

 

Levante mis piernas y busque con mi mano su polla para apuntarla en mi ojete. Esta vez no fue despacio, cuando encontró hueco, la metió sin parar hasta que sentí mayor penetración que con la posición del perrito que había practicado hasta ahora.

 

Cruce mis pierna por encima de su cintura y parecía que aun entraba mas. Empezó a bombear con furia y ahora yo no tenia interés en que se saliera, quería su polla mas adentro aun, así que ademas de con mis piernas lo rodee con mis brazos pegándolo lo mas posible a mi.

 

 

Esta postura del misionero me pareció fantástica, lo tenia de frente con lo cual nos podíamos besar sin retorcernos, así que no parábamos Ademas su pecho frotaba mis ultrasensibles pezones y mi polla estaba aprisionada entre nuestros cuerpos y estimulada como nunca. Y encima en esa postura me sentí mas mujercita que nunca, una sensación gloriosa.

 

Notaba tal placer que no pude resistir mas y me corrí con un gran orgasmo soltando mi leche entre nuestros cuerpos. Y ocurrió algo extraordinario, Juan seguía bombeando y mi polla no se bajaba, continuaba dura y yo en vez de relajarme estaba mas excitado y no paraba de gemir y pedir mas, abrazándome con todas mis fuerzas a Juan y besándolo y sobándolo todo lo que podía

 

Con fuertes movimientos y gemidos Juan se corrió de nuevo dentro de mi, y provocándome un nuevo orgasmo, con escasa leche por mi parte pero muy intenso. Se dejo caer encima de mi cuerpo, casi aplastándome, aunque se giro pronto y quedo de espaldas en el suelo, suspirando, igual que yo.

 

Cuando recuperamos el resuello, me dijo Juan:

 

 

    • Este tercer polvo-- Después de unos segundos prosiguió-- Me excito muchísimo lo me contaste de tus polvos en trió.

    • Y te gustaría hacer un trio, por mi encantada. ¿Que tal están tus compañeros de piso?

    • ¡Que!, Las chicas los ven atractivos, pero son heteros.

    • Como los primos y como tu hasta que me cataron-- Respondí riéndome

    • Jajajaja, pues mira, se lo voy a plantear, no tienen prejuicios y se apuntan a un bombardeo.

 

 

Nos intercambiamos teléfonos y se ofreció a llevarme a casa en su coche, pero antes me hizo fotos desnuda en varias poses, yo poniéndome lo mas lasciva posible, luego vestida de niña, haciéndome la inocente y por ultimo ya de chico.

 

Espero su llamada

 

 

Fin segunda parte